Las personas con cara ancha tienden a ser más egoístas que las de cara estrecha, por motivos biológicos y sociales. Fuente: UCR.
Dos profesores asistentes de gestión empresarial de la Universidad de California, Riverside (EE.UU), y varios equipos de investigadores más, han demostrado que los hombres con caras más anchas son más agresivos, menos confiables y más propensos a cometer un engaño.
En cuatro recientes estudios, han demostrado que las personas se comportan de manera más egoísta en la interacción con hombres con rostros anchos y este comportamiento egoísta provoca a su vez el comportamiento egoísta de los otros.
"Esto demuestra claramente que este comportamiento también es impulsado socialmente, no sólo biológicamente", explica en la nota de prensa de la Universidad Michael P. Haselhuhn, profesor de la Escuela de Administración de Empresas, que es el autor principal del artículo de la UC Riverside.
El artículo se basa en otro anterior, también co-escrito por Haselhuhn. En un trabajo de 2011, "Una cara que solamente un inversor podría adorar: la estructura facial de los consejeros delegados predice el desempeño financiero de sus empresas", se desveló que los hombres con caras más anchas tienden a conducir con más éxito financiero las empresas.
Pero, ¿por qué? La razón radicaría, según investigaciones previas, en que la proporción entre el ancho y el largo de los rostros está relacionada con el grado de agresividad masculina. En general, los hombres con una anchura facial mayor se sienten más autoritarios.
En otro artículo, de 2012, los investigadores demostraron que los hombres con caras más anchas son más propensos a mentir y engañar. Estos dos documentos, además del recién publicado, muestran la importancia de los mecanismos subyacentes del poder, destaca Wong.
En cuatro recientes estudios, han demostrado que las personas se comportan de manera más egoísta en la interacción con hombres con rostros anchos y este comportamiento egoísta provoca a su vez el comportamiento egoísta de los otros.
"Esto demuestra claramente que este comportamiento también es impulsado socialmente, no sólo biológicamente", explica en la nota de prensa de la Universidad Michael P. Haselhuhn, profesor de la Escuela de Administración de Empresas, que es el autor principal del artículo de la UC Riverside.
El artículo se basa en otro anterior, también co-escrito por Haselhuhn. En un trabajo de 2011, "Una cara que solamente un inversor podría adorar: la estructura facial de los consejeros delegados predice el desempeño financiero de sus empresas", se desveló que los hombres con caras más anchas tienden a conducir con más éxito financiero las empresas.
Pero, ¿por qué? La razón radicaría, según investigaciones previas, en que la proporción entre el ancho y el largo de los rostros está relacionada con el grado de agresividad masculina. En general, los hombres con una anchura facial mayor se sienten más autoritarios.
En otro artículo, de 2012, los investigadores demostraron que los hombres con caras más anchas son más propensos a mentir y engañar. Estos dos documentos, además del recién publicado, muestran la importancia de los mecanismos subyacentes del poder, destaca Wong.
Pensar sobre el poder
"La gente tiene que pensar más detenidamente acerca de cómo utilizan el poder y sobre cómo pueden utilizarlo de manera que sea útil", añade Elaine Wong, co-autora de los artículos.
El trabajo también muestra la importancia de la apariencia al seleccionar un director general, sobre todo porque los consejeros delegados cada vez son más la imagen visible de las organizaciones. "No esperamos que las organizaciones seleccionen su CEO en base a la forma de su cara, pero las primeras impresiones importan", señala Wong.
Los cuatro estudios realizados en el marco del documento recién publicado involucraron a entre 131 y 207 participantes cada uno. En el primer estudio, los investigadores establecieron una relación entre el ratio anchura/altura facial (fWHR) y el interés en uno mismo, demostrando que los hombres con altos fWHRs se comportaban más egoístamente cuando repartían recursos entre ellos y un compañero.
En dos estudios posteriores, los investigadores examinaron las mismas decisiones desde el punto de vista de la pareja y demostraron que los compañeros cambiaban su comportamiento basándose en el fWHR de la otra persona.
En el último estudio demostraron que el comportamiento del compañero, basado en el fWHR de los protagonistas del estudio, lleva a éstos a actuar de manera consistente con las expectativas de sus compañeros ("profecía auto-cumplida"). Esto muestra un enlace entre el fWHR y el comportamiento, que en efecto puede atribuirse a factores biológicos de los hombres, pero depende también de las respuestas sociales a su estructura facial.
"La gente tiene que pensar más detenidamente acerca de cómo utilizan el poder y sobre cómo pueden utilizarlo de manera que sea útil", añade Elaine Wong, co-autora de los artículos.
El trabajo también muestra la importancia de la apariencia al seleccionar un director general, sobre todo porque los consejeros delegados cada vez son más la imagen visible de las organizaciones. "No esperamos que las organizaciones seleccionen su CEO en base a la forma de su cara, pero las primeras impresiones importan", señala Wong.
Los cuatro estudios realizados en el marco del documento recién publicado involucraron a entre 131 y 207 participantes cada uno. En el primer estudio, los investigadores establecieron una relación entre el ratio anchura/altura facial (fWHR) y el interés en uno mismo, demostrando que los hombres con altos fWHRs se comportaban más egoístamente cuando repartían recursos entre ellos y un compañero.
En dos estudios posteriores, los investigadores examinaron las mismas decisiones desde el punto de vista de la pareja y demostraron que los compañeros cambiaban su comportamiento basándose en el fWHR de la otra persona.
En el último estudio demostraron que el comportamiento del compañero, basado en el fWHR de los protagonistas del estudio, lleva a éstos a actuar de manera consistente con las expectativas de sus compañeros ("profecía auto-cumplida"). Esto muestra un enlace entre el fWHR y el comportamiento, que en efecto puede atribuirse a factores biológicos de los hombres, pero depende también de las respuestas sociales a su estructura facial.
Referencias bibliográficas:
P. Haselhuhn, E. M. Wong. Bad to the bone: facial structure predicts unethical behaviour. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences (2011). DOI: 10.1098/rspb.2011.1193.
E. M. Wong, M. E. Ormiston, M. P. Haselhuhn. A Face Only an Investor Could Love: CEOs' Facial Structure Predicts Their Firms' Financial Performance. Psychological Science (2011). DOI: 10.1177/0956797611418838.
Michael P. Haselhuhn, Elaine M. Wong, Margaret E. Ormiston. Self-Fulfilling Prophecies as a Link between Men’s Facial Width-to-Height Ratio and Behavior. PLoS ONE, (2013). DOI: 10.1371/journal.pone.0072259.
P. Haselhuhn, E. M. Wong. Bad to the bone: facial structure predicts unethical behaviour. Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences (2011). DOI: 10.1098/rspb.2011.1193.
E. M. Wong, M. E. Ormiston, M. P. Haselhuhn. A Face Only an Investor Could Love: CEOs' Facial Structure Predicts Their Firms' Financial Performance. Psychological Science (2011). DOI: 10.1177/0956797611418838.
Michael P. Haselhuhn, Elaine M. Wong, Margaret E. Ormiston. Self-Fulfilling Prophecies as a Link between Men’s Facial Width-to-Height Ratio and Behavior. PLoS ONE, (2013). DOI: 10.1371/journal.pone.0072259.