TECNOHUMAN@.


Blog de Tendencias21 sobre las implicaciones sociales del avance científico, tecnológico y biomédico.


Búsqueda

Una forma de acercarnos a una interpretación del por qué las formas de vida urbana son inherentes a las interacciones de los factores ecopsicofísicos, se da por la forma en que se experimenta la ciudad en el observador.


Apuntes sobre-vivir la ciudad I
ESCRITO POR MILTON ARAGÓN

La ciudad es una invención humana que ha superado al hombre. Es más que la suma de sus partes. Se rige por la incertidumbre y la indeterminación, lo que merma toda posibilidad de tener certezas sobre cómo o cuál será su futuro. La ciudad se configura por medio lo que Vilém Flusser, en su libro Hacia el universo de las imágenes técnicas  (UNAM, 2011), nombra como  áktomos, los cuales son acciones elementales que componen conjuntos de comportamientos. Por lo tanto resulta un entramado sumamente complejo en el que están inmersos factores ecológicos, mentales y físicos que se ubican en la intersección simbolizada como la ciudad. Se entiende por lo ecológico: las relaciones de los habitantes de la ciudad entre ellos, así como con su medio. Por mental: la forma en la cual se construye simbólicamente la ciudad. Y lo físico: la parte morfológica de la ciudad.
 
Los tres factores (ecológico, mental y físico) están relacionados de forma recurrente. De ellos emerge la forma de vida urbana y sus consecuencias, donde estas últimas, son manifestaciones de la interacción de los factores que pueden pervertirse y convertirse en un patología del vivir en la sociedad urbana. Una forma de acercarnos a una interpretación del por qué las formas de vida urbana son inherentes a las interacciones de los factores ecopsicofísicos, se da por la forma en que se experimenta la ciudad en el observador. Como menciona Walter Benjamin en La obra de arte en la época de su reproductibilidad (2003, Itaca):  “Dentro de largos períodos históricos, junto con el modo de existencia de los colectivos humanos, se transforma también la manera de percepción sensorial. El modo en que se organiza  la percepción humana -el medio en que ella tiene lugar- está condicionado no sólo de manera natural, sino también histórica”. De ahí que es a partir de la experiencia espacial, la cual conlleva a una diferenciación entre lo asignado como observado y no observado, que se realiza el primer acoplamiento de la comunicación con los que el observador opera en la ciudad. De lo anterior emerge la forma de vida urbana como un tipo de realidad que va mutando, conforme cambia la experiencia y representación de la misma en un contexto histórico. Dependiendo de cómo se construye la realidad, tanto en su temporalidad como en su espacialidad, es la manera en que se manifiestan las consecuencias en la forma de vida urbana. Corresponde a cada realidad una consecuencia que opera en su contexto. Por lo cual no se pueden saber sí son buenas o malas, tan sólo operan en ontología de la ciudad. 
 
En el espacio ecopsicofísico, lo simbólico, juega un papel importante dentro de la construcción de lo imaginario y lo vivencial que están en constante mutación. Modifica su estructura sociosimbólica y sus actitudes ante ella, porque, como dice Flusser: “[...]el ser humano, a diferencia de los otros seres vivientes, lleva una existencia basada sobre todo en informaciones adquiridas y muy poco en informaciones heredadas, la estructura de los vehículos informativos tienen una influencia decisiva en nuestra forma de vida”. Por lo cual el urbanita es producto de esta configuración espacial llamada ciudad. Basa su existencia en y para ella, la interioriza y reproduce en su cotidianidad. Aun cuando se encuentre en contextos diferentes, busca campos de referencia que le permitan reproducir su forma de vida urbana, que fuera del contexto referencial en el que están inscritos, le genera conflictos. 
 
Para ir ejemplificando lo anterior, se puede realizar una analogía entre las imágenes que representa la macroarquitectura y su mutación sociosimbólica, con el modelo de la situación ontológica de la imagen tradicional y de la imagen técnica que propone Flusser. Dicho modelo propone una escala de cinco grados que va de las imágenes concretas hasta las abstractas más elaboradas. El primer peldaño corresponde al animal y el “hombre natural”: es el nivel del vivir concreto. El segundo peldaño es el de las especies de homínidos previas al hombre: es el nivel de empuñar y manipular en donde se presentan los objetos. El tercer peldaño se da con la aparición de Homo sapiens sapiens: es el nivel en el que se tienen nociones, intuiciones y el imaginar, ya en éste se presenta las imágenes. El cuarto peldaño se ubica hace cuatro mil años, con la aparición de los textos lineales: es el nivel del concebir, narrar, el nivel histórico. Por último, en el quinto peldaño es donde se presentan las imágenes técnicas que surgen gracias al uso de aparatos técnicos: es el nivel del calcular y el computar.  
 
El modelo de Flusser de los cinco peldaños, que van desde la vivencia concreta en el ambiente natural hasta la vivencia abstracta de las imágenes técnicas, es análogo a la forma vida que ha emergido de la ciudad, en el sentido de cómo ha mutado en el tiempo el habitar humano en comunidad. En los casos primero y segundo, como corresponden a un estado prehumano, no se puede hablar de una forma de vida urbana, pues es probable que esos ancestros primates del hombre fueran animales sociales y con una tecnología rudimentaria, como la que actualmente usan los chimpancés, pero esto no significa que construyeran y simbolizaran su hábitat, lo cual es la característica elemental para el surgimiento de una forma de vida urbana sustentada en la artificiosidad del espacio de vida, aunque al momento de marcar territorios o vivir en el nivel de lo concreto o del empuñar y manipular, el espacio es significado y, por lo tanto, se dan los origines del espacio como lugar. Respecto al tercer y cuarto peldaño, con la aparición de la intuición e imaginación en el hombre, su habitar se simboliza y deja de representar un simple nicho para protegerse de las condiciones ambientales, pues el espacio se vuelve lugar y este se transubstancia en hogar, que se acentúa con la aparición de los textos lineales que representan el proceso histórico, simbólico e imaginario del habitar, es en éste punto, donde surge la ciudad como tal y, por añadidura, las formas de vida urbana. En el caso del quinto peldaño, las ciudades holográficas de China que cuentan las leyendas o las ciencias ocultas podrían entrar en esta categoría o, también, las ciudades virtuales del ciberespacio en la que el urbanita la habita en forma de un alterego constituidos por su avatar, operando otros tipos de observación y simbolizaciones, pero al final, por el momento, no representan una nueva forma de vida urbana.
 
Así como el humano ha ido haciendo cada vez más compleja su simbolización por medio de las imágenes, lo mismo ha ocurrido con su habitar, que se podría resumir: árbol, cueva, choza, vivienda vernácula, vivienda proyectada, vivienda autoconstruida. Lo anterior implica un cambio en la complejidad de sus viviendas con el resto del espacio en el que se encuentran inmersos, que va de los pequeños centros de población a las megalópolis. Lo que lleva a una mayor complejidad en sus formas de socialización, que a su vez, presentan sus consecuencias perversas que permiten  habitar en comunidad (de esto hablaremos más adelante). De tal forma que la forma de vida urbana que se experimenta y vive en la actualidad, es un proceso que se ha gestado por una deriva sociosimbólica en el espacio ecopsicofísico que es la ciudad. Entonces, para concluir, cabe bien preguntarse ¿Hacia donde mutará nuestra forma de vida urbana?  
 
Jueves, 19 de Noviembre 2015
Nota

BITÁCORA

El sentir del gatonejo es un sentir del Otro como aquel que no corresponden a los Mismos de donde llega y que dejo de ser de sus Mismos.


Gatonejo
ESCRITO POR MILTON ARAGÓN Se le conoce como gatonejo a aquellos gatos que nacen sin cola o con alguna mutación que les da aspecto hibrido entre gatos y conejos. Son unos animales curiosos que dan mucho para la imaginación. Si los ubicamos desde una definición biológica de especie, el gatonejo es una especie imposible, pues no solo corresponden a dos géneros distintos: Oryctolagus para los conejos y Felis para los gatos, sino también a familias distintas. Por lo tanto no existe posibilidad (natural) alguna de cruza. El caso es que en el imaginario (¿popular? ¿silvestre?), el gatonejo se presenta como el producto de la cruza entre las dos especies, dada su curiosa fisonomía, nos lleva a la ficción de animales fantásticos.  
La figura de éste curioso gato es utilizada por el escritor mexicano Antonio Ortuño, en su más reciente novela Méjico (Oceano, 2015), como analogía del sentir de los hijos de migrantes, en especifico en el caso de los españoles en América. Dicha novela narra la historia de una familia en dos exilios: el nieto huyendo hacia España por un lío con un líder sindical en México y los abuelos viajando de España a México durante la Guerra Civil.  Omar (el nieto) nunca había visitado España, pero su madre nunca abandonó el vínculo con su patria, a pesar de haber llegado de niña a México, ella seguía demostrando su origen geográfico en su hablar y actuar. De hecho hasta el pasaporte español tenía Omar. Dentro de su lío con el líder sindical, Omar decide esconderse en Madrid con una prima lejana que había nacido en Colombia llamada Juanita. Es ella quien le explica su sentir por medio de la figura del gatonejo: “Lo que está mal con usted es sencillo, dijo al fin. Usted, como yo, es un gatonejo. Una cosa que nació en un lado pero con los pies en otro y sus patas no se corresponden con sus orejas. Gatonejo: es, una cruza, un bicho. Se siente raro con unos y otros y es verdad. Eso no se quita pero tampoco tiene importancia”. ¿No es acaso éste sentir como gatonejo lo que pasa cualquier migrante aunque sea una migración interna? Basta pensar en el hombre marginal de Robert E. Park que no es ni de aquí ni de allá o el extranjero de George Simmel que nos resulta próximo y distante a la vez, para ver un par de ejemplos. El sentir del gatonejo es un sentir del Otro como aquel que no corresponden a los Mismos de donde llega y que dejo de ser de sus Mismos.
La patas no corresponden a las orejas le dice Juanita a Omar. Solo quien ha partido o llega a otro sitio que-no-es-el-suyo y que se sale de lo común, puede entender esto, pues se ha vuelto ese Otro que profana los modos del espacio de los Mismos. Lo interesante es que los gatonejos nacieron en el lugar de los Mismos. 
Martes, 3 de Noviembre 2015
Nota

BITÁCORA

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez

Escrito por Boaventura de Sousa Santos

El fenómeno no es sólo portugués. Es global, aunque en cada país asuma una manifestación específica. Consiste en la agresividad inusitada con la que la derecha enfrenta cualquier desafío a su dominación, una agresividad expresada en un lenguaje abusivo y el recurso a tácticas que rozan los límites del juego democrático: manipulación del miedo para eliminar la esperanza, falsedades proclamadas como verdades sociológicas, destemplanza emocional en la confrontación de ideas, etc. Por derecha entiendo el conjunto de las fuerzas sociales, económicas y políticas que se identifican con los designios globales del capitalismo neoliberal y con lo que esto implica en términos de políticas nacionales, de aumento de las desigualdades sociales, de destrucción del Estado de bienestar, de control de los medios de comunicación y de estrechamiento de la pluralidad del espectro político. ¿De dónde viene este radicalismo ejercido por los políticos y comentaristas que hasta hace poco parecían moderados, pragmáticos, realistas con ideas o idealistas sin ilusiones?


BRICS
BRICS
En Portugal estamos entrando en la segunda fase de implementación global del neoliberalismo. A escala mundial, este modelo económico, social y político presenta las siguientes características: prioridad de la lógica del mercado en la regulación no sólo de la economía sino de la sociedad en su conjunto; privatización de la economía y liberalización del comercio internacional; demonización del Estado como regulador de la economía y promotor de políticas sociales; concentración de la regulación económica global en dos instituciones multilaterales, ambas dominadas por el capitalismo euro-norteamericano (el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional) en detrimento de las agencias de la ONU que anteriormente supervisaban la situación global; desregulación de los mercados financieros; sustitución de la regulación económica estatal (hard law) por la autorregulación controlada por las empresas multinacionales (soft law).

A partir de la caída del Muro de Berlín, este modelo fue asumido como la única alternativa posible de regulación social y económica. Desde entonces, el objetivo fue transformar la dominación en hegemonía, es decir, hacer que incluso los grupos sociales perjudicados por este modelo fueran inducidos a pensar que era el mejor para ellos. Y, de hecho, en los últimos treinta años este modelo ha conseguido grandes éxitos, uno de los cuales fue haber sido adoptado en Europa por dos importantes partidos socialdemócratas (el Partido Laborista británico de Tony Blair y el Partido Socialdemócrata alemán de Gerhard Schröder) y haber logrado dominar la lógica de las instituciones europeas (Comisión y BCE).

Pero como cualquier modelo social, este también está sujeto a contradicciones y resistencias, y su consolidación ha tenido algunos reveses. El modelo no está plenamente consolidado. Por ejemplo, aún no se ha concretizado la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP), y el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) puede que no llegue a concretarse. Frente a la constatación de que el modelo no está todavía plenamente consolidado, sus protagonistas (detrás de todos, el capital financiero) tienden a reaccionar brutalmente o no en función de su evaluación del peligro inminente. Algunos ejemplos. Surgieron los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) con la intención de introducir algunos matices en el modelo de globalización económica. La reacción está siendo violenta y sobre todo Brasil y Rusia están sujetos a una intensa política de neutralización. La crisis de Grecia, que antes de que este modelo dominara Europa habría sido una crisis menor, fue considerada una amenaza por la posibilidad de propagación a otros países. La humillación de Grecia fue el principio del fin de la Unión Europea tal y como la conocemos. La posibilidad de un candidato presidencial en Estados Unidos que se autodeclara socialista (es decir, un socialdemócrata europeo), Bernie Sanders, no representa, por ahora, ningún peligro serio y lo mismo ocurre con la elección de Jeremy Corbyn como Secretario general del Partido Laborista. Mientras no constituyan un peligro, no serán objeto de reacción violenta.

¿Y Portugal? La destemplada reacción del Presidente de la República a la propuesta de un gobierno de izquierda hecha por el líder del Partido Socialista, en coalición con el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista, parece indicar que el modelo neoliberal, que intensificó su implantación en Portugal en los últimos cuatro años, ve en tal alternativa política un peligro serio, y por eso reacciona con violencia. Es necesario tener en mente que solo en apariencia estamos ante una polarización ideológica. El Partido Socialista es uno de los más moderados partidos socialdemócratas de Europa. De lo que se trata es de una defensa por todos los medios de intereses instalados o en proceso de instalación. El modelo neoliberal solo es antiestatal en cuanto captura el Estado, pues requiere decisivamente de éste para garantizar la concentración de la riqueza y para captar las oportunidades de negocios altamente rentables que el Estado le proporciona. Debemos considerar que en este modelo los políticos son agentes económicos y que su paso por la política es decisivo para cuidar sus propios intereses económicos.

Pero el afán de capturar el Estado va mucho más allá del sistema político. Tiene que abarcar al conjunto de las instituciones. Por ejemplo, hay instituciones como el Tribunal de Cuentas que asumen una importancia decisiva, porqué tienen a su cargo la supervisión de negocios multimillonarios. Tal como es decisivo capturar el sistema de justicia y hacer que actúe con dos pesos y doble medida: dureza en la investigación y castigo de los crímenes supuestamente cometidos por políticos de izquierda, y negligencia benévola respecto a los crímenes cometidos por los políticos de derecha. Esta captura tiene precedentes históricos. Escribí al respecto hace cerca de veinte años: “a lo largo de nuestro siglo, los tribunales siempre fueron, de vez en cuando, polémicos y objeto de escrutinio público. Basta recordar los tribunales de la República de Weimar tras la revolución alemana (1918) y sus criterios dobles en el castigo de la violencia política de la extrema derecha y de la extrema izquierda” (Santos et all., Os Tribunais nas Sociedades Contemporâneas- O caso português. Porto. Edições Afrontamento, 1996, página 19). En aquel momento estaban en cuestión crímenes políticos, en tanto que hoy están en juego crímenes económicos.

Sucede que, en el contexto europeo, esta reacción violenta a un revés puede ella misma enfrentar algunos reveses. La inestabilidad conscientemente provocada en Portugal por el Presidente de la República (incitando a los diputados socialistas a la desobediencia) se asienta en el presupuesto de que la Unión Europea está preparada para una defenestración final de toda su tradición socialdemócrata, teniendo en mente que lo que pasa hoy en un país pequeño puede suceder mañana en España o Italia. Es una suposición arriesgada, pues la Unión Europea puede estar cambiando en el centro más de lo que la periferia imagina. Sobre todo porque se trata por ahora de un cambio subterráneo que solo se puede vislumbrar en los informes cifrados de los consejeros de Ángela Merkel. La presión que la crisis de los refugiados está teniendo sobre el tejido europeo y el crecimiento de la extrema derecha, ¿no recomendarán alguna flexibilidad que legitime el sistema europeo ante mayorías más amplias, como la que en las últimas elecciones en Portugal votó por los partidos de izquierda? ¿No será preferible viabilizar un gobierno dirigido por un partido inequívocamente europeísta y moderado a correr riesgos de ingobernabilidad que pueden extenderse a otros países? ¿No será de darles crédito a los portugueses por el hecho de estar buscando una solución distante de la crispación y la evolución errática de la “solución griega”? Y los jóvenes, que llenaron hace unos años las calles y las plazas con su indignación, ¿cómo reaccionarán ante la posición ofensivamente parcial del Presidente y el impulso anti-institucional que la anima? ¿Será que la derecha piensa que este impulso es un monopolio suyo?

En las respuestas a estas preguntas está el futuro próximo de Portugal. Desde ya, una cosa es cierta. El desvarío del Presidente de la República estableció el test decisivo con el que los portugueses van a someter a los candidatos en las próximas elecciones presidenciales. Si fuese electo(a), ¿considera o no que todos los partidos democráticos forman parte del sistema democrático en pie de igualdad? Si en las próximas elecciones legislativas se formase en la arena parlamentaria una coalición de partidos de izquierda con mayoría y presentase una propuesta de gobierno, ¿le daría o no posesión?
Martes, 3 de Noviembre 2015
Nota

INFORMACIÓN