Al contrario de lo que se podría creer, las primeras víctimas de las protestas en nombre de la protección medioambiental no son las centrales atómicas ni las incineradoras, sino los ojitos derechos de los ecologistas: las centrales hidroeléctricas, las fotovoltaicas o los parques eólicos. (Article)
Fuente : http://www.presseurop.eu/es/content/article/640671...
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