El pasado 31 de octubre, laboristas y conservadores euroescépticos se unieron para obtener la aprobación de una enmienda que exige un recorte en el presupuesto de la UE. La votación supuso una importante derrota para el primer ministro David Cameron, quien podría verse obligado a adoptar una postura intransigente y difícil de mantener en futuras negociaciones. Un riesgo que vale la pena correr, según el diario conservador Daily Telegraph.