El devastador terremoto de Lisboa de 1755, que dejó en ruinas a la capital portuguesa y gran parte de Europa occidental, podría haber sido mucho más que un desastre aislado. Según un nuevo estudio, el temblor de magnitud superior a 8 en la escala de Richter no solo fue la peor catástrofe sísmica de su época, sino también una de las primeras señales de un proceso profundo en el fondo del Atlántico.
Fuente : https://www.levante-emv.com/tendencias21/2025/08/2...
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