Hace unos años presentaba en un Foro de Innovación en La Rioja, España, “La Teoría de la Gallina”. En esencia, la misma describía desde la simpleza del cacareo gallináceo la nueva cosmovisión de la innovación en productos, servicios y marcas. El co-co-co-co de una gallina representaba la cooperación-colaboración-cocreación que estructuran el hipotálamo de esta nueva era colaborativa.

Un año más tarde en el IE presentaba ¨La Estrategia de las 5 Cs”. Una síntesis de cómo construir la reputación de una marca en la Era Digital. Esas 5 Cs eran: Confianza, Contenido, Coherencia, Consistencia y Constancia.

Tuve la buena fortuna de repetir varias visitas tanto a La Rioja como al IE para descubrir que las dos estrategias/teorías no sólo se recordaban, sino que se habían empezado a aplicar, a compartir a difundir.

Fue en Canarias, en Tenerife Sur, con motivo del encuentro Futurismo en que en una entrevista para RTVE el periodista, Miguel, me preguntaba al aire: “¿No deberías incluir Cariño en las 5 Cs?”

Hablar tanto de las Cs puso en evidencia lo obvio: Todas esas Cs cobran sentido si tienen en el centro a la C más importante: el Cliente.

Afortunadamente esta era cada vez más abierta y colaborativa, nos permite que las ideas, o teorías, o estrategias que se comparten permiten que el feedback que uno recibe las enriquezcan, las mantengan vivas y en permanente evolución.

Los Miguel, los anónimos y conocidos de Twitter, los asistentes a mis conferencias o mis clases, todos formamos una Comunidad que elige compartir para crecer. Como expresaba Marcial, via Twitter, y luego en persona: “el conocimiento es lo único que cuando se comparte, crece.”

Desde entonces, la C como inicio de un significado que crea significancia, me sigue, o yo a ella, y nos encontramos en muchos sitios, algunos inesperados.

El Branding no es una Ciencia exacta, por el contrario es lo más cercano al arte, pero arte no solo como forma de comunicación y de expresión, sino de conexión con la gente.

Con ese Cliente que, en definitiva, da vida a las marcas, a nuestras marcas. Sin ellos no hay ni Cs, ni nada. Por ello, compañías y empresas de referencia los han incorporado en el proceso de Cocreación de nuevos productos y servicios. Empresas y organizaciones que entienden que la Colaboración no es una pose. Se trata de intercambiar ideas conocimiento, información, experiencias, para crecer más, pero sobretodo mejor. No pude volver sobre aquel brillante pensamiento de George Bernard Shaw que cambiaba el enfoque clásico del intercambio por el de la concertación (aunque seguramente dicha palabra ni existía tal y como la conocemos hoy) “Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana, e intercambiamos las manzanas, entonces tanto tú como yo seguiremos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una idea y yo tengo una idea, e intercambiamos ideas, entonces ambos tendremos dos ideas.”

Lo Digital permite Compartir prácticamente todo. Salvo los grandes secretos de tu empresa, los que tienen que ver con la seguridad o con aspectos básicos de la privacidad, compartir nos define.

Porque Comunicar se ha transformado en uno de los aspectos esenciales del siglo XXI. Arianna Huffington, decía que “comunicar es el nuevo entretenimiento de la gente”. Sin embargo, como decía M. C. Escher, "mi trabajo es un juego, un juego muy serio." Comunicar es algo serio; pero hablamos de comunicar en el formato “altoparlante o altavoz” que fue el signo de los primeros tiempos de las redes sociales, sino transformándose en un imán que traiga la atención de la gente, las audiencias.

Audiencias distraídas, bombardeadas de más contenido del que podrían absorber en toda su vida, por día. Conectar es entrar por ese ojo de la aguja que es el tiempo limitado de atención de tu gente.

Gente que sin Confianza no te oirá, no te elegirá, no te recomendara y mucho menos te comprara. La confianza se construye y se conquista cada día con cada acto, con cada gesto, siendo honestos con la promesa realizada.

Sin Consistencia entre lo que dices y lo que haces, la confianza desaparecerá. Pero siendo consistente en tus contenidos, en tus actos, en tus mensajes, en el cumplimiento de tus promesas, el futuro es alentador.

Tuve también la suerte de ser invitado a dar un Conferencia en el marco de agIdeas, el Festival de Diseño más prestigioso del mundo. En el cocktail de bienvenida a los speakers, en el imponente edificio del State Library of Victoria, en Melbourne, la Ministra del actual Ministerio de “Industrias Creativas” (¡si! Industrias creativas) nos hablo de la importancia de la Creatividad en todos los aspectos de la vida. Mientras la Ministra nos saludaba, a mi derecha, un norteamericano de Seattle, me decía: “Hola, soy John Barratt…”. Los latinos tenemos algún tipo de vergüenza en comprender y acepta la importancia que tienen los Contactos. Para los americanos, el networking es lo más normal del mundo. Mientras John se iba a por una copa del muy buen vino australiano, lo googlee y entre muchos proyectos increíbles era responsable del diseño del Boeing 787 Dreamliner.

Todas las marcas, sean personales, o no, generan Contenido. El Contenido es lo que nos atrae. Las historias interesantes, emocionantes, con sentido, con significado, con corazón, nos llegan. Ya no porque las busquemos, sino porque vienen hacia nosotros compartidas por personas como nosotros.

La Creatividad se abre paso cada día. No somos creadores, pero si seres creativos. Abrir los ojos, y los oídos, pero más aún el cerebro a los nuevo, lo diferente, lo esencial, lo maravilloso, lo inesperado, lo que aporta mejoras o soluciones a nuestras vidas.

La sociedad moderna es un mix de realidades: dispares, heterogéneas, culturalmente ricas, que no necesitan compararse, sino complementarse. Esta vida que se vive en primera persona pero se disfruta en plural. La vida cobra sentido cuando se comparte. Nacimos para compartir, para crear, para comunicar, para construir el lugar en donde nos guste crecer. Todo lo humano se basa en el contacto y el intercambio emocional con los demás. Justamente, de dicha interacción, mejoramos, evolucionamos, aprendemos, sentimos, nos completamos. Creamos nuestra Cultura.

Mientras crecemos, no dejamos de preguntarnos ¿que vino primero?, el huevo, o la gallina.