DERECHOS HUMANOS: J. R. Blanco Aristín


Jean Bricmont, profesor de física teórica en la Universidad Católica de Lovaina, pertenece al género de los científicos comprometidos con los grandes debates de nuestra época. Autor de varias obras, entre ellas un Cahier de l’Herne consagrado a Noam Chomsky, con su característica mezcla de impertinencia y lucidez, algunas reflexiones a propósito de la izquierda y de las opciones de ésta en las luchas políticas de nuestro tiempo.




Constatamos, en cambio, que el Tibet suscita una movilización casi planetaria...

"Sí, al menos entre las “elites” intelectuales y mediáticas. Lo que viene a ilustrar una vez más la inversión de prioridades de una buena parte de la “izquierda”. Ya no controlamos a China. La época de las concesiones y la diplomacia de los cañones se acabó. Nada que podamos hacer puede forzarles a cambiar su política en el Tibet (y dejemos ahora de lado la cuestión de si esa política es buena o mala). No se enviarán tropas al Tibet (eso espero), ni se procederá a bombardear a China, que es un pelito más fuerte que Serbia. Lo único que podría tener algún efecto, a medio o largo plazo, sería convencer a los chinos de que ya no tenemos pretensiones imperialistas sobre esa región del planeta. Pero toda la agitación sobre el Tibet da exactamente la impresión contraria, por lo que, de hecho, no consigue sino dañar la “causa tibetana”. Esa agitación (como la que le precedió en Birmania) tiene por sólo efecto el de reforzar la buena conciencia de Occidente (“nosotros, al menos, respetamos los derechos humanos”) y el de facilitar que nos despreocupemos de cosas de las que somos más directamente responsables, como los problemas ecológicos –incluida la derivación de recursos alimentarios a la producción de biocarburantes—, Irak o Palestina. En vez de entender eso, y de oponerse a este tipo de discursos que no son, en el fondo, sino una forma de exaltación nacionalista (en la que Occidente ha reemplazado a los Estados nacionales de antaño) tan vieja como el mundo (denunciar con gran indignación los crímenes reales o supuestos de los demás y no hablar demasiado de los propios), el grueso de la “izquierda” actual lo que hace es “sumarse” al coro, pidiendo a los gobiernos occidentales una mayor intervención en los asuntos internos chinos, cuando la única cosa que les impide hacerlo a esos gobiernos –y que no parece preocupar gran cosa a esta “izquierda”— es una forma de realismo y de saludable conciencia de las relaciones de fuerza."


Fuente:


Nuevo comentario:


Búsqueda

Editado por
Juan Ramón Blanco Aristín
Juan Ramón Blanco es Licenciado en Derecho y abogado en ejercicio. Es asimismo asesor jurídico de Tendencias21, Secretario General Técnico del Instituto Ciencia y Sociedad y socio fundador del Instituto de Derechos Humanos Sri Aurobindo.






Noticias de AI