MARKETING: Javier Barranco

En el contexto de esta visión panorámica que estamos dando acerca de una parte tan fundamental del Marketing Electoral como son los Estudios del Mercado Político, están adquiriendo una especial importancia las denominadas Encuestas Postelectorales. Estos sondeos, en sus dos versiones “encuestas a pie de urna” y “recuentos rápidos”, han conseguido una fama extraordinaria, en parte por su impacto mediático en unos momentos tan significativos como son los de la comunicación de los resultados a los ciudadanos.

Sus condicionantes técnicos en cuanto a error de muestreo, coeficiente de fiabilidad, etc. deben ser idénticos a los de cualquier encuesta que se realice en otras circunstancias de menor tensión. En esto radica la exactitud de los resultados ya que, si el diseño de la muestra representativa no es el adecuado, no será posible obtener unos datos fiables.



Estudios de Mercado Postelectorales

Este tipo de sondeos permite anticipar una previsión de los resultados sin tener que esperar al escrutinio total de los votos depositados.

En general, hay dos modalidades de estudios postelectorales: las encuestas denominadas “a pie de urna” o “exit poll” y los recuentos efectuados sobre una muestra representativa de mesas electorales, nada más finalizar las votaciones. A estas últimas se las conoce como “recuentos rápidos” o “quick count”.

El grado de exactitud es grande en ambos tipos de sondeos, pero resulta mayor en los segundos ya que evitan las respuestas falsas que pueden darse en los primeros.

Las encuestas “exit poll” o “israelíes”, denominadas así porque fueron utilizadas por primera vez en Israel, consisten en entrevistar a una muestra representativa de ciudadanos, en el momento en el que salen del colegio electoral, una vez que han depositado su voto.

Para ello se diseña una muestra representativa de colegios y, en cada uno de ellos, se elige una submuestra que conserve las características estadísticas de la población de votantes.

No es una encuesta preelectoral ya que se pregunta por el partido o candidato por el que acaban de votar. Su objetivo es obtener una estimación de resultados, del reparto de escaños, antes de que finalice el recuento global.

Conviene considerar que, debido a una serie de factores “de entorno” como son la urgencia con que se desarrollan estos estudios, el hecho de que se realicen en la calle o en los patios de los colegios seleccionados, la no identificación del encuestado o la falta de sinceridad en sus respuestas, se pueden obtener resultados muy distorsionados.
Martes, 27 de Junio 2017 Javier Barranco Saiz
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Redactado por Javier Barranco Saiz el Martes, 27 de Junio 2017 a las 08:18

Como ya hemos indicado en anteriores artículos sobre el tema, las encuestas preelectorales juegan papeles diferentes dentro de la estrategia de Marketing Político del partido o del candidato. Por un lado y, quizás, debería ser lo más importante, son un instrumento que permite modificar el rumbo de la campaña electoral en función de lo que el mercado político nos va indicando. Serían como una brújula que va mostrando el camino hacia el éxito.

La otra faceta de las encuestas es más sutil y estaría encuadrada en el ámbito de la Comunicación o, incluso, de la Venta. Son elementos de convencimiento o de influencia positiva del ciudadano hacia el partido o el candidato. Inciden, especialmente, en el elector potencial que no tiene, todavía, decidido su voto; en el dubitativo. En estos casos suelen darse los efectos “bandwagon” y “underdog” que consiguen que el votante se apunte a ganador o, por el contrario, que pretenda favorecer al perdedor.

Sobre ellos trataremos en este artículo, aun siendo conscientes de que, al final, es posible que se compensen entre sí.



La utilidad de los estudios de mercado preelectorales radica, principalmente, en la posibilidad de diseñar y/o corregir, de forma permanente, las estrategias de Marketing Electoral del partido.

En muchos países, como es el caso de España, está prohibida la publicación de los resultados de los sondeos preelectorales a partir de una determinada fecha cercana a los comicios.

Con esto se pretende eliminar la influencia de los fenómenos denominados “bandwagon” y “underdog”, que constituyen mecanismos mentales que hacen que se modifique la intención de voto, en electores que tienen una opinión indecisa, en función de las previsiones preelectorales que se publican.

En algunos casos estos ciudadanos dubitativos se apuntan a ganador; se suman a la mayoría y, de esta forma, pretenden sentirse menos extraños en su entorno. Es el efecto “bandwagon”.

Sin embargo, también hay un porcentaje de votantes potenciales indecisos que, por simpatía o por solidaridad con el más débil, se inclinan a dar su voto al perdedor para, así, ayudarle en sus aspiraciones. Consideran que con este gesto equilibrarán la situación, en principio, negativa. Es el efecto “underdog”.

Si recordamos lo que la Estadística nos indica a través de su Ley de los Grandes Números, podríamos llegar a la conclusión de que, en poblaciones suficientemente numerosas como son las que constituyen los censos electorales, por el principio estadístico mencionado, estos “desequilibrios” llegarían a compensarse entre ellos, por lo que no conviene dar a estos efectos demasiada importancia.

Por otro lado, la implantación generalizada de internet está permitiendo que la información sobre los resultados obtenidos en los estudios electorales llegue a los ciudadanos en tiempo real, incluso hasta el mismo momento de la votación. Esto contribuye a crear en los electores opiniones más sólidas, como consecuencia de la mayor y mejor información que proporcionan las encuestas publicad
Martes, 13 de Junio 2017 Javier Barranco Saiz
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Redactado por Javier Barranco Saiz el Martes, 13 de Junio 2017 a las 08:20


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Javier Barranco Saiz
Javier Barranco Saiz
Licenciado en Ciencias Físicas y en Gestión Comercial y Marketing (ESIC), Javier Barranco Saiz es asimismo Master en Recursos Humanos (Instituto de Empresa). Su trayectoria profesional ha transcurrido en Orgemer Consultoría como Jefe de Investigación de Mercados y en el Grupo Telefónica como responsable en las siguientes áreas: División de Informática (Servicio de Marketing), Recursos Humanos (Estudios, Selección de Personal, Organización y Planificación), Relaciones Institucionales (Gestión Económica) y Fundación Telefónica (Gestión Económica, Marketing Social,Proyectos Sociales y Culturales,Voluntariado Empresarial). Actualmente Javier Barranco es Socio Director de Abalon Consultoría de Marketing. Ha sido profesor en los MBAs de Marketing y Recursos Humanos del Instituto de Empresa y de la Escuela Superior de Estudios de Marketing, ESEM. Ha publicado en Ediciones Pirámide, Grupo Anaya, los siguientes libros:"Tecnicas de Marketing Político","Planificación Estratégica de Recursos Humanos","Marketing Interno","Marketing Político"(2ª Edición) y "Marketing Social Corporativo". Además ha publicado artículos en" Capital Humano","Marketing y Ventas para Directivos","Revista T". Es asimismo miembro de de AEDEMO (Asociación Española de Estudios de Mercado, Marketing y Opinión) y de AEDIPE (Asociación Española de Dirección y Desarrollo de Personas).

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