PANORAMA MUNDIAL. José Abu-Tarbush







Blog de Tendencias21 sobre los problemas del mundo actual a través de los libros

Futuro incierto de las revueltas árabes
Samir Amín: ¿Tienen futuro las Revoluciones árabes? Geoestrategia y guerras en Oriente Medio. Barcelona: El Viejo Topo, 2015 (96 páginas).
 
Precedida por una obra de mayor dimensión histórica, titulada  ¿Primavera árabe? El mundo árabe en la larga duración (Barcelona: El Viejo Topo, 2011), la nueva entrega de Samir Amín tiene un recorrido más corto. Está centrada en un balance general de las revueltas registradas en la región árabe desde finales de 2010 y, en particular, en la frustrada experiencia egipcia.
 
Pese a reconocer que la explosión de “cólera popular” era previsible en Túnez y Egipto, el autor afirma que tomó por sorpresa a la opinión pública, a los poderes establecidos y también a sus Estados-patrones o, igualmente, aliados externos.
 
La tesis central de Samin Amín es que Estados Unidos y su aliados subalternos, Europa occidental y Japón, abandonaron a Ben Ali y Mubarak con objeto de minimizar, neutralizar o aniquilar el alcance de este movimiento popular de protesta.  Con este propósito, Washington animó la intervención de los Hermanos Musulmanes “para desorientar y recuperara la <<revolución>>”.
 
Samir Amín no advierte ninguna distinción sustancial en los objetivos de los movimientos islamistas, ya sea el denominado Islam político o moderado representando por la Hermandad Musulmana, los salafistas o los yihadistas. Por el contrario, considera que todos persiguen un mismo “proyecto teocrático” y, añade, “antidemocrático por naturaleza”; unido, además, a una “gestión capitalista neoliberal”, “ultra reaccionaria y antipopular”.
 
En esta misma línea argumentativa sostiene que, ante la “explosión tunecina y egipcia”, Washington decidió anticiparte a movimientos análogos en otros países como Libia, Siria y Yemen, ya fuera mediante una intervención directa o bien indirecta o por delegación en la amalgama de grupos islamistas y reaccionarios.
 
En su opinión, siguiendo la máxima de Lampedusa, era necesario introducir algunos cambios para asegurar la supervivencia de los viejos regímenes políticos árabes; y garantizar, así, un orden —político y económico— regional subordinado a sus intereses. 

04/01/2016
Boko Haram
Jesús A. Nuñez Villaverde: Boko Haram. El delirio del califato en África occidental. Madrid: Los Libros de La Catarata & Casa África, 2015 (112 páginas).
 
El terrorismo yihadista se articula en diferentes expresiones y espacios. Uno de los más periféricos respecto a su núcleo árabe-islámico es el de Boko Haram, ubicado en el corazón de África occidental. Pero su condición periférica no implica que sea menos cruento.

Por el contrario, Boko Haram se ha convertido en uno de los grupos terroristas más mortíferos del mundo. De hecho, Nigeria es uno de los cinco países que, junto con Siria, Irak, Afganistán y Pakistán, concentraron el 78 por ciento de las víctimas del terrorismo en 2014, según el Índice de Terrorismo Global.
 
Ocurre, sin embargo, que el caso nigeriano reviste un menor seguimiento y conocimiento mediático respecto a otras manifestaciones igualmente violentas. En este sentido, el texto de Jesús A. Nuñez Villaverde viene a cubrir un importante vacío informativo. Con un carácter muy didáctico, el autor analiza el contexto de conflicto en el que ha surgido esa violencia política que, a su vez, ha terminado derivando hacia el terrorismo yihadista.
 
Con este propósito enumera el conjunto de desigualdades económicas, injusticias sociales e inestabilidad política que padece Nigeria; además de la coincidencia entre estas líneas de fractura y las étnico-confesionales.  Sin menospreciar la inestabilidad generalizada en el Sahel, agravada por el inconcluso conflicto en Libia;  y, en general, por la fragilidad de unos Estados incapaces de “satisfacer las necesidades básicas de sus ciudadanos” y de “garantizar su seguridad”.
 
Aunque Boko Haram se inscribe en la red de grupos yihadistas, con su adscripción a Al-Qaeda en 2006 y más recientemente a Daesh en 2015, su emergencia responde a causas locales y no a una supuesta internacional yihadista férreamente estructurada y jerarquizada. Es más, la capacidad de resilencia de los grupos yihadistas reside precisamente en su autonomía, con sus propias estrategias nacionales, regionales o pretensiones transnacionales. En suma, su agenda responde a causas estrictamente nacionales y, según el autor, no constituye una amenaza que pueda colapsar al Estado nigeriano ni tampoco a sus Estados vecinos.  
 
Lejos de una perspectiva exclusivamente securitaria, en tesis del autor, la eliminación del terrorismo que goza de cierto apoyo o base social requiere de un conjunto de medidas políticas, económicas y sociales , acompañadas también de las militares y policiales, pero que no pueden ni deben ser las “únicas ni principales”, sino puntuales y subordinadas a una estrategia civil de resolución de conflictos.
 
Codirector del Instituto sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH), economista y militar en reserva, el profesor Nuñez Villaverde profundiza en el itinerario iniciado en una obra anterior, de carácter colectivo (escrita conjuntamente con Balder Hageraats y Malgorzata Kotomska), titulada Terrorismo internacional en África. La construcción de una amenaza en el Sahel  (Madrid: Los Libros de La Catarata, 2009).


Editado por
José Abu-Tarbush
Eduardo Martínez de la Fe
José Abu-Tarbush es profesor titular de Sociología en la Universidad de La Laguna, donde imparte la asignatura de Sociología de las relaciones internacionales. Desde el campo de las relaciones internacionales y la sociología política, su área de interés se ha centrado en Oriente Medio y el Norte de África, con especial seguimiento de la cuestión de Palestina.





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