LA ODISEA DE SHACKLETON: Javier Cacho




Blog de Tendencias21 sobre su legendaria expedición a la Antártida

Ojalá no tengamos que arrepentirnos


Alexander V. O'Hara

16 de enero de 1915
Hemos localizado una bahía que podía ser un buen lugar para desembarcar el equipo expedicionario, pero Shackleton, después de mucho dudar, ha decidido continuar más al Sur



Continuamos avanzando pegados a los acantilados para aprovechar el canal que normalmente se forma entre estos y la banquisa. Pero no es un camino de rosas y tan pronto el Endurance puede navegar con las velas desplegadas hacia el Sur, como una espesa capa de hielo se interpone en nuestro camino y debemos arriar las velas y esperar horas a que se abra una vía de agua para poder seguir.

Precisamente, en este intermitente avance, hemos disfrutado de uno de los mejores días desde que partimos de Georgia del Sur. Esa noche Frank Hurley, con quien me llevo muy bien puesto que le ayudo con los pesados equipos fotográficos, me ha enseñado lo que había escrito en su diario. Le he pedido permiso para poder reflejarlo en la crónica de hoy mi periódico, el Diario Crítica.

Dice así: “Los reflejos blanquecinos de los icebergs y los témpanos se extendían por agua de color azul turquesa, mientras que el hielo de la banquisa, con sus sombras azul oscuro centelleando bajo el sol, ofrecía una de las panorámicas más esplendidas que he visto en la Antártida”. Y no debemos olvidar que Hurley acaba de regresar de una larga expedición con Douglas Mawson en el otro extremo de la Antártida; luego de bellezas naturales entiende bastante.

Sin lugar a dudas, el momento más espectacular ha tenido lugar hace unas horas cuando, a la luz del crepúsculo, nos hemos topado con el borde de un gran glaciar que procedente del interior de la barrera penetraba una considerable distancia en el mar. Uno de sus lados formaba una bahía protegida de los vientos que podría ser un lugar excelente para el desembarco.

Worsley estaba entusiasmado. Los acantilados de hielo de la costa bajaban en suave pendiente hasta el mar. Formando un muelle natural, de un metro de altura, ideal para amarrar el barco con seguridad mientras se procedía a su descarga.

Pero Shackleton ha preferido seguir, todavía nos encontramos a  400 kilómetros de nuestro objetivo, bahía Vahsel, y según le ha explicado a Worsley no quería aumentar en esa distancia el recorrido, ya largo de por sí, que sus hombres deberán hacer el año próximo para cruzar la Antártida.

Cuando Worsley se ha ido, me ha comentado a media voz, aunque más parecía que hablaba para sí mismo que ojalá no tuviera que arrepentirse de esta decisión.



Editor del Blog
Javier Cacho
Eduardo Martínez de la Fe
Javier Cacho es científico y escritor especializado en historia de la exploración polar.
Fue miembro de la Primera Expedición Científica Española a la Antártida, a donde regresó en otras cinco ocasiones, las últimas como jefe de la base antártica Juan Carlos I. Recientemente ha publicado “Amundsen-Scott, duelo en la Antártida” (2011), y “Shackleton, el indomable” (2013). En el blog, recrea la expedición de Shackleton a través de un periodista imaginario, Alexander Vera O’Hara.


La obra definitiva sobre la odisea de Shackleton. No te la pierdas.


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