Parados


Alexander V. O'Hara

19 de enero de 1915
Hoy no hemos podido avanzar nada. Pero eso no ha significado que hayamos permanecidos inactivos en el barco. Los científicos siempre encuentran cosas que hacer.



Hurley jugandose la vida para buscar un nuevo punto de vista
Esta mañana el tiempo era bueno pero no pudimos avanzar. Ni el témpano que nos bloqueó ayer el paso por delante, ni el que nos cerró por detrás se han movido y aquí seguimos, encerrados por el hielo. Incluso tengo la sensación de que el hielo ha aumentado. No se distingue vías de agua ni desde cubierta ni desde lo alto del mástil, en lo que se llama nido de cuervo.

He podido echar una ojeada al cuaderno de bitácora, donde ayer Worsley ayer al final del día anotó “Nos detendremos un rato hasta que la banquisa se abra cuando este viento del NE cese”. Pero hoy sigue soplando y, por lo tanto, aquí seguimos nosotros: esperando que cambie. Ojalá que las palabras del capitán se cumplan y el viento role pronto.

En cualquier caso, que el barco esté parado no quiere decir que la actividad a bordo se detenga. Un sondeo ha encontrado fondo a menos de 600 metros, con un suelo de barro, arena y piedras, algo propio de los alrededores del frente de un glaciar.

Los científicos también han aprovechado para dragar el fondo, encontrando diversos especimenes geológicos y biológicos. Se han pasado todo el resto del día clasificándolos.

Como todos los días que podemos hemos calculado nuestra posición, y a primera hora de la mañana nos ha dado que estábamos a 79º 34’ de latitud Sur y 31º 30’ de longitud Oeste. No nos queda mucho para llegar a bahía Vahsel, poco más de un centenar de kilómetros. Un día más de navegación y lo conseguiremos.