Justificación del Blog

Mi intento en este blog

Redactado por Alfonso López Quintás el 21/03/2011 a las 13:15

Mi intento en este blog: ofrecer cinco métodos para aprender a pensar con el debido rigor
y vivir creativamente a través de la filosofía, la literatura, el cine y el arte, sobre todo la música


En la línea metodológica de casi todos mis escritos, el objetivo de este blog es clarificar el arte de pensar de modo preciso, ajustado a los diferentes niveles de realidad, y mostrar en qué alta medida contribuye a desarrollarnos plenamente. No podemos crecer como personas si no hacemos justicia a la realidad que somos mediante un estilo de pensar maduro, capaz de descubrir todas las posibilidades de desarrollo que se nos ofrecen. Los análisis realizados en las cincuenta obras publicadas me llevaron a la convicción de que las crisis profundas de las personas y los grupos humanos proceden, a menudo, de graves insuficiencias en el modo de pensar. Pero aprender a pensar bien no es fácil; requiere un método bien fundamentado, y articulado de tal forma que todas las personas puedan asumirlo personalmente como si lo hubieran gestado ellas. Por consiguiente, este método no ha de ser meramente “enseñado”; ha de ser presentado como una vía a recorrer, un horizonte a descubrir, una fuente de posibilidades creativas a compartir. De ahí que presente cinco modalidades.



Primer método: El arte de pensar con rigor y vivir de forma creativa

Este método comienza con la descripción del arte de pensar bien y realiza, seguidamente, doce descubrimientos en los que se vincula el conocer y el transformar.


Se intenta resolver, a la vez, dos grandes tareas: 1) aprender a pensar de modo aquilatado, ajustado a las exigencias del objeto de conocimiento; 2) descubrir y vivir creativamente las doce fases del desarrollo humano. En este proceso se potencian mutuamente el proceso de maduración intelectual y el perfeccionamiento ético.

El procedimiento seguido para lograr esta potenciación es “genético”. No se trata de aprender lo que es el hombre y cómo crece en cuanto persona. Hemos de descubrir por nosotros mismos de qué forma se realiza ese proceso de crecimiento. Al ir realizando esta búsqueda creativa, 1) se aprende a pensar de modo bien articulado, 2) se realizan diversas transformaciones en la realidad y en nuestra actitud frente a ella. Cada transformación nos dispone para adquirir nuevos y superiores conocimientos de la realidad. Estos conocimientos más elevados hacen posible, a su vez, realizar mayores transformaciones. Tal círculo virtuoso nos procura luz y energía suficientes para lograr una inteligencia madura y una personalidad lograda. Ambos logros determinan la medida de nuestro desarrollo ético.

Segundo método: La formación ética a través de la literatura y el cine de calidad

Los análisis realizados conforme al método primero nos permiten descubrir los procesos de encuentro –o “éxtasis”- que nos elevan a lo mejor de nosotros mismos y los de fascinación o “vértigo” que nos bloquean y destruyen. Este descubrimiento nos permite leer las obras literarias de calidad –y, por afinidad, del cine bien logrado- de modo creativo, como si las estuviéramos gestando, y convertirlas en una fuente inagotable de formación humana. Leer una obra es, de alguna forma, re-crearla, darle vida, sacar de ella toda la luz que generan las experiencias originarias que hicieron en su día los autores e inspiraron su actividad creativa. Cada obra de calidad arranca de una o varias experiencias realizadas por el autor en el juego de la vida. El buen lector sabe rehacer tales experiencias originarias y vivir el proceso de gestación de la obra desde su origen.

Al vivir intensamente las obras en su génesis, quedan al descubierto los procesos interiores seguidos por cada personaje. Captamos su “intrahistoria” (Miguel de Unamuno), los procesos que llevan su personalidad a un estado de excelencia y los que, por el contrario, la deforman, bloquean y destruyen. Estos procesos quedan al trasluz al descubrir los ocho niveles –cuatro positivos y cuatro negativos- en que podemos situar nuestra vida. La visión global de tales niveles viene a ser un mapa de la vida personal. Niños y jóvenes asumen con toda espontaneidad el lenguaje de los niveles (nivel 1, nivel 2, nivel -1, nivel -2…) y ganan, así, un utillaje metodológico eficacísimo para comprender la propia vida y analizar los procesos –constructivos o destructivos- que siguen los personajes de las obras literarias y cinematográficas. De esta forma, incluso obras que parecen contraproducentes para una recta formación humana se convierten en aleccionadoras.

Este método –cuya necesidad subrayó el profesor José L. López Aranguren en su Ética (Revista de Occidente, Madrid 1965, 3ª ed., págs. 413-414)- está expuesto en Literatura y formación humana y en Cómo formarse en ética a través de la literatura, y ha sido adoptado ya por numerosos profesores de literatura y cine.


Zorro, de Franz Marc, 1880-1916 Gentileza del Museo Von der Heydt de Wuppertal (Alemania)
Tercer método: El poder formativo de las artes plásticas y la música

La situación de emergencia educativa que padecen ciertos países insta a movilizar el mayor número posible de medios formativos. Esta urgencia me movió a mostrar el poder formativo no sólo de la literatura y el cine, sino también del arte, especialmente de la música. Hoy día se cultivan profusamente, en muchos países, las diversas artes, pero estamos todavía lejos de conceder la debida atención al poder formativo de cada una de ellas. Por su estructura misma, las artes plásticas, la arquitectura y la música nos ayudan eficazmente a resolver multitud de problemas pedagógicos por vía de elevación. Así, descubrimos que en el nivel de la creatividad –propio de todo arte- la libertad creativa y la atenencia a normas fecundas no se oponen, antes se potencian mutuamente; y la independencia se coordina con la solidaridad… Cuando veamos de cerca este tema, nos asombrará descubrir hasta qué punto puede potenciar la experiencia artística nuestras mejores cualidades: la inteligencia –con su capacidad de ver a lo lejos, a lo ancho y a lo profundo-, la sensibilidad, la creatividad, la capacidad de integrar planos de realidad distintos y complementarios...

Este método –descrito en La formación por el arte y la literatura, El poder transfigurador del arte, La experiencia estética y su poder formativo, El poder formativo de la música. (Estética musical)…- sitúa la enseñanza de las artes y la música en un nivel humanístico sobresaliente y supera de un golpe la minusvaloración injusta sufrida por la música, en el ámbito universitario, desde la Ilustración.

Cuarto método: La conversión de los profesores en formadores

Lo descubierto en los dos últimos métodos hemos de ampliarlo a todas las áreas de conocimiento y, por tanto, a las distintas disciplinas académicas, desde las ciencias físicas matemáticas hasta la educación física, pasando por la filosofía, la historia, la geografía, la filología… Al lograr tal ampliación, conseguimos una de las metas de la pedagogía: convertir a los profesores en formadores, colaboradores de los alumnos en el proceso creativo de configuración de la personalidad. Es importante la labor de las tutorías escolares, como espacios dedicados a la formación de la personalidad de los alumnos. Pero no es suficiente. Sin salirse del campo de su especialidad sino ahondando en él, todos los profesores deben colaborar en esa labor de configuración de la “segunda naturaleza” o êthos de los alumnos. Que es viable tal colaboración lo muestro ampliamente en la obra Cómo lograr una formación integral. (Obra reeditada en la editorial Puerto de Palos, Buenos Aires, en 2005, con el título de Enseñanza escolar y formación humana).

Quinto método: Antídoto contra la manipulación a través del lenguaje

La eficacia de los métodos antedichos es amenguada o incluso anulada si los alumnos no saben neutralizar las argucias de la manipulación mediante un conocimiento lúcido de los recursos del lenguaje. Uno de los deberes ineludibles de la enseñanza actual es ayudar a los alumnos a cumplir las tres exigencias del antídoto contra la manipulación: estar alerta, pensar con precisión, vivir creativamente. Para cumplir las dos últimas exigencias sirven de ayuda decisiva los métodos antes indicados. Para satisfacer la primera –conocer de cerca los fines y las tácticas de la manipulación- he realizado una investigación minuciosa, que expuse en tres obras: Estrategia del lenguaje y manipulación del hombre; La revolución oculta; La tolerancia y la manipulación.

Análisis metodológico

Estos cinco métodos los elaboré gracias a los análisis de tipo metodológico realizados, sobre todo, en los dos volúmenes de la Metodología de lo suprasensible, en Cinco grandes tareas de la filosofía actual y en la Estética de la creatividad. En los cinco métodos late una investigación filosófica cuidadosa acerca de varios temas muy significativos: los “triángulos hermenéuticos”, la “intuición intelectual inmediata-indirecta”, los “ámbitos de realidad”, las “experiencias reversibles”, el “ideal de la unidad”… En la realización de las experiencias que sugeriré al lector, esa investigación se mantendrá como soterrada, latente, pero hará sentir su influjo en todo momento. La haremos aflorar, de modo colateral mediante links, cuando intuyamos que los lectores desean conocer de cerca la génesis del método seguido.

Por ejemplo, en las experiencias que haremos surgirá a menudo el término “presencia”. La noción vulgar que tenemos de lo que significa “estar en presencia”, “hacerse presente”…nos permite comprender el sentido de lo que vayamos diciendo. Pero, al tratarse de una noción decisiva en el trato con las realidades artísticas y las personales, deberemos precisar el sentido de dicho término y verlo constituido por formas diversas de inmediatez y distancia. Acudiremos, para ello, a los detenidos análisis que realicé -en El triángulo hermenéutico, volumen II de la Metodología de lo suprasensible- de los dieciséis “triángulos hermenéuticos” que regulan nuestra relación con las realidades del entorno.

Desglosando de esta forma la descripción de las experiencias y su fundamentación filosófica, podremos transmitir los cinco métodos de forma accesible y sugestiva, sin perder un ápice de su solidez y fecundidad. De este modo, pueden ser asumidos no sólo por los filósofos sino por todos los profesionales que deseen ahondar en su área de conocimiento: literatos, músicos, físicos, matemáticos, historiadores, filólogos, médicos...

| Alfonso López Quintás
| 21/03/2011