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Blog de Tendencias 21 sobre sostenibilidad

Terminamos el año 2018 contando un caso práctico de cómo culmina un proceso participativo. Ya que es enero y estamos comenzando nuevos proyectos, nuestra naturaleza nos pide que nos detengamos a explicar cómo trabajamos el inicio de un proyecto. Nuestro propósito es doble: atender lo que la persona que nos contrata nos demanda, pero también intentar descubrir en profundidad lo que necesita. En este artículo abordamos cómo la escucha activa nos ayuda a ser más capaces y a generar respuestas más poderosas.


Escuchar, empoderar, crear
Foto: mrsiraphol / Freepik


Comienza el año y se abre un nuevo ciclo en el que muchos de nosotros arrancamos proyectos. Iniciar un proyecto siempre es ilusionante. Que una persona nos llame para hacer algo juntos siempre nos despierta alegría, es una oportunidad de ayudar a que las cosas avancen

 

Siempre procuramos no quedarnos en solucionar el problema por el que contactan con nosotros, sino también mirar un poco más allá e intentar asegurarnos que entendemos en profundidad la necesidad que se nos plantea. Escarbar un poco más para enraizar mejor. 

 

Con un ejemplo concreto se puede entender con más claridad.

 

Una persona, por ejemplo que forma parte de una entidad, contacta con nosotros porque tiene que implantar una solución técnica que afectará a una determinada población. Su petición va orientada a desarrollar un proceso participativo para conocer la opinión de la población, tomar el pulso de su sentir y así poder anticiparse al posible conflicto social.

 

Sin embargo, cuando escuchamos esta demanda explícita y ahondamos en el contexto, descubrimos que la problemática de fondo no es de una situación particular, sino algo más generalizado. Bajo nuestra perspectiva entendemos que lo que en realidad le hace falta es más profundo y quizás menos evidente: el problema no es solo testar la opinión y tenerla en cuenta sino fortalecer el nivel de confianza en las relaciones con esa comunidad para poder desbloquear esa situación o avanzar de forma más rápida.

 
Ya lo hemos comentado en otras ocasiones: la confianza es fundamental para avanzar. 

 

De la demanda explícita a la necesidad implícita

 

 
Este enfoque hacia lo profundo es muy consciente y deliberado, porque también es una herramienta de liderazgo, tal y como lo entendemos en Genea


No nos quedamos en lo inmediato y superficial sino que ampliamos la visión y tratamos de conectar lo inmediato con el propósito, con lo profundo. Nuestra misión es realizar un trabajo estratégico, con una visión a largo plazo, porque es esa visión la que nos hace llegar más lejos, ser más capaces y entonces, más poderosos.

 

Para conseguirlo es más eficaz descender hacia el interior porque es ahí donde se esconde lo verdadero.

 

Para ello, aplicamos la técnica más apropiada que, para nosotros, es la escucha activa.

 

En estos casos desarrollamos una doble escucha activa.

 

En primer lugar, escuchamos a la persona o las personas que promueven el proceso participativo para descubrir su motivación, su propósito, lo que es realmente importante para ella dentro de esa iniciativa.

 

Esto nos da una base más sólida a la que anclar el desarrollo del proyecto. Cuando hay un porqué, hay fuerza para llevarlo adelante a pesar de las adversidades.

 

Por otro lado, escuchamos a la población. Mediante la escucha activa, honesta y profunda, se genera un cambio de predisposición por parte de las personas escuchadas. Poder verbalizar y expresar sus necesidades sin ser juzgadas transforma su actitud hacia la cuestión que es objeto del proceso.

 

 

De la escucha al empoderamiento

 

 

¿Hacia dónde nos lleva la escucha?

 

Según la enfocamos nosotros, a hacer el camino del empoderamiento.

 

Porque lo que da auténtico poder y capacidad de conseguir los objetivos es escuchar.

 

Escuchar a los demás no solo nos da información más certera desde la que actuar, sino que, si lo hacemos desde la honestidad y la búsqueda de soluciones mejores para la otra parte, desde el ganar-ganar, es una poderosa herramienta de generar confianza e influencia en los demás para avanzar hacia donde pensamos que es necesario.

Y escuchar a las otras partes también los empodera si, como decíamos, buscamos integrar y generar soluciones y respuestas que beneficien a todas las partes, porque desde esa comprensión profunda de las otras partes podremos realmente dar respuestas a sus necesidades y, de esta forma, hacer que participen del ejercicio del poder, ahora más colectivo

Ahora bien, no confundamos empoderarnos con ejercer el poder per se. Nosotros creemos en una forma positiva de ejercer el poder, aquella que busca influir de forma positiva y honestamente integradora  en el entorno.  

 

Por tanto, desde esta escucha, nuestra aportación se dirige a las dos partes y conseguimos un múltiple empoderamiento.

 

Se empodera a la persona o personas que promueven el proyecto, que fortalece su liderazgo, y también la población que participa. A los primeros, porque se hacen más conscientes de su verdad, de lo importante, y son capaces de entender el contexto sobre el que van a actuar, de construir soluciones mejores para todas las partes y de capitalizar confianza y mejorar su influencia. A la segunda porque le damos voz y su voz gana capacidad de ser tenida en cuenta.

 


Del empoderamiento a la creación

 

Como hablábamos arriba, consiguiendo este doble empoderamiento y conectando con lo verdadero de cada una de las personas, generamos relaciones de confianza auténticas, más poderosas porque están enraizadas en lo profundo, en la verdad de cada parte.

 

Así, cuando ambas partes confían y apuestan por la relación, dan fe (eso es con-fiar) de que pueden construir algo mejor entre todas. Y cuando ambas partes lo creen, es cuando se genera esa posibilidad. Por eso se dice que «lo que creemos es lo que creamos».

 

Y esto es lo verdaderamente empoderante, lo que da capacidad.

 

Después de esto, cualquiera que sea el rumbo que tome el proyecto, se haga buscando el beneficio mutuo.

 

 

¿A ti también te pasa, que piensas que necesitas una cosa y si profundizas descubres que estás queriendo otra o algo más importante? ¿Sueles escuchar tu verdad escondida? 

Cuéntanoslo en los comentarios.

 


Editor
Yeray Martínez Montesdeoca
Eduardo Martínez de la Fe
Equipo: Ana Mayor Terrel, Gema Cruz Cañadas, Káhina Santana Miranda, Pepe Martín.

Compartimos, queramos o no, seamos conscientes o no, el viaje de la vida en este planeta Tierra. Somos un equipo de expertos de diferentes ámbitos que nos hemos unido para hablar de sostenibilidad, comprometidos con aportar nuestras experiencias y hallazgos para que consigamos una relación más saludable con la naturaleza y con nosotras mismas.

Yeray Martínez Montesdeoca (editor) es director de Genea Consultores, ingeniero de montes, emprendedor, experto en liderazgo y restauración de paisajes. Le acompañan en la co-creación de esta bitácora Ana Mayor Terrel (periodista y copywriter), Gema Cruz Cañadas (pedagoga forestal), Káhina Santana Miranda (experta en procesos participativos transformadores) y Pepe Martín (tecnologías de educación, marketing digital, creatividad, diseño y artes escénicas y visuales).





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