Bitácora

La contemplación activa

Redactado por Alicia Montesdeoca el Miércoles, 13 de Marzo 2013 a las 10:43



| Miércoles, 13 de Marzo 2013

la mirada que trasciende los planos. Fuente: koffi1948.blogspot.com
Si mi cuerpo se conecta con mi mente, mi mente con mi espíritu y mi espíritu con el conocimiento universal, mi consciencia tomará de la realidad que se manifiesta la sabiduría de la verdad no especulativa (naturaleza, leyes, principios de la vida), participando de esta forma de los manantiales que nutren el Universo y que permiten que la creación sea, fuera de todo espacio y de todo tiempo.

Porque lo esencial está presente en lo aparente y lo aparente adopta las formas que le son estratégicas a lo esencial: los ángeles, el ser humano, las plantas, los animales, las rocas, los mares, el oxígeno, el éter, todo es manifestación.

La contemplación activa me lleva a aprender, de nuevo, aquello que soy pues yo represento todas las leyes, los principios, la naturaleza de lo real. Comprendiéndome, desato las cadenas que me aprisionan en la ceguera y el sueño. Liberándome, conduzco mi realidad por el océano profundo, dejándome guiar por sus corrientes a sabiendas de que no hay ningún puerto que dé fin a mí navegar.

Mi destino es descubrir estas verdades, el destino de la humanidad también. Si estoy aquí y ahora es que pertenezco al Océano y que conduzco mi vida por cada una de las experiencias que necesito para adquirir la Consciencia, diluyéndome en las divinas aguas de Lo Consciente.

Conseguir que la consciencia absoluta sea presente en la vivencia es permitir que se dé plena comunicación en cada uno de los planos de realidad en los que estamos participando; aceptando que se elige estar en uno o en otro porque ponemos la atención de manera discriminada.

Tener la consciencia puesta en todos a la vez permitiría que los deseos, las añoranzas, las pasiones, los objetivos temporales se impregnasen del conocimiento de lo real y se diluyeran, como polvo que es barrido por el viento. Ya no nos ocupan esas emociones, ya no serán más el freno para nuestro navegar. Tenemos todo lo que necesitamos y gozamos sin temor de que no sea un gozo temporal.
Alicia Montesdeoca