̶ Al borde asomada
La Traza del calígrafo
Zurdo susurra
Barro en las ruedas
Alejan troncos ̶
Blancura... Noche
Rozar árboles fríos
Escribir último
No traen amigos hoy
Troncos quemados bajan.
Todo este empeño de escribir al modo de los tankas, sin ser japonés, de hablar del horror que no presencié, pero me quema las horas dulces, toda esta tensión que irrumpe proponiendo en el ejercicio vital de ser del poema y desde el poema el más atento escuchante de los acallados, de las exterminadas, tal vez sea sólo mi manera de mirar el triple signo del presente. ¿Ya hemos sido exterminados? ¿Si? Caín fundó la historia... Pero no la concluirán sus hijos sino las hijas de María de Magdala. Esa es mi humilde y zozobrada esperanza, la espera activa desde una escritura menor...
Víktor Gómez Valentinos
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