Mundo clásico
 

Los escritores Joris Karl Huysmans y Benito Pérez Galdós no parecen tener, a simple vista, apenas nada en común, salvo su circunstancia de escritores contemporáneos. Sin embargo, en otro tiempo pude ver cómo ambos habían sido representantes excepcionales de la conciencia que la nueva historia de la literatura latina estaba teniendo incluso en la nueva creación literaria de finales del siglo XIX. Esta es una breve crónica de mis pesquisas. HOY ESCRIBE FRANCISCO GARCÍA JURADO


PÉREZ GALDÓS Y HUYSMANS, HISTORIADORES OCASIONALES DE LA LITERATURA LATINA
Hace ya más de un año, en la ciudad francesa de Toulouse, tuve en mis manos un bonito ejemplar de la novela Al revés, donde aparece todo un capítulo dedicado a poner justamente del revés, como reza el mismo título de la novela, la literatura latina. Fue durante una visita a la mítica librería "Sombras Blancas", que de tantos exiliados españoles guarda la memoria. Poco tiempo después, con motivo de unas conferencias en la Universidad de Las Palmas, me acerqué a la casa-museo de Pérez Galdós, en las Las Palmas de Gran Canaria, donde sé que están depositados sus apuntes de un curso de literatura latina tomados de su gran maestro Alfredo Adolfo Camús. Es grato ligar lugares a lecturas y recuerdos. Si bien la novela Al revés, de Joris Karl Huysmans[1], no es una novela al uso, resulta sorprendente que uno de sus capítulos, el tercero, esté dedicado casi por completo a hacer un recorrido por la historia de la literatura latina. Es verdad que resulta frecuente encontrar variados tipos de cita o alusión relativos a un autor clásico en una obra moderna, pero lo que caracteriza a la novela de Huysmans es, precisamente, el recorrido cronológico que se extiende desde las primeras obras latinas hasta la Edad Media, como si se tratara de una suerte de historia de la literatura dentro de una obra literaria. En otro momento, estudiando la figura del eminente catedrático de literatura clásica grecolatina de la Universidad Central de Madrid que dio clase a Galdós, Alfredo Adolfo Camús, observé que en la emotiva semblanza que este mismo alumno le hace podía encontrarse, asimismo, un recorrido por la historia de la literatura latina. Con ello, se representaba una clase imaginaria del catedrático. Tardé un tiempo en caer en la cuenta de algo tan obvio y, al mismo tiempo, tan importante como el hecho mismo de que uno y otro autor, el francés y el español, estaban reflejando en sus respectivas obras la experiencia de haber leído manuales o pasado por una cátedra de historia de la literatura, y que esta circunstancia era algo novedoso, en buena medida, ya que la historia literaria, tal y como hoy la conocemos, no deja de ser un planteamiento que hunde sus raíces en el historicismo de la Ilustración y se desarrolla durante el siglo XIX. Esta concepción histórica, convertida en materia académica y plasmada en manuales, va a condicionar y, en cierto sentido, a desvirtuar la idea de atemporalidad de lo literario, debate todavía abierto, pues tras la crisis del historicismo sabemos que la historia literaria no tiene por qué ser inequívocamente la literatura como tal. Desde estas coordenadas, resulta muy curioso observar los testimonios de Pérez Galdós (1866) y de Huysmans (1884), que nos ilustran perfectamente acerca de la conciencia que de esa historia literaria positiva y sistemática tienen los autores modernos, bien aceptándola, bien atacando frontalmente los cánones que establece. Como es esperable, Huysmans y Galdós no son los únicos autores conscientes de esa historia literaria. En todo caso, la impronta específica de la historiografía literaria se manifiesta de maneras muy diversas y puede rastrearse en numerosos autores, como el francés Marcel Schwob, en especial cuando recrea biografías ficticias de autores griegos y latinos, o también en Leopoldo Alas «Clarín», tanto en lo que respecta a la literatura grecolatina como española. De esta forma, un cuento como "Vario", acerca de un poeta latino a quien no conocemos más que por una referencia indirecta de Horacio (Hor. Od. 1, 6 1-2 Scriberis Vario fortis et hostium / victor Maeonii carminis alite), podría ser un excelente ejemplo de pieza literaria que no puede concebirse sin esa relación con la historiografía de la literatura latina. Si, a la manera de los comparatistas, analizáramos estos testimonios literarios que reflejan la historia de la literatura en clave de tensiones, podríamos establecer, al menos, dos fundamentales: la tensión entre historia literaria y retórica, que vendrá a hacerse más compleja con el desarrollo de la estética moderna en Alemania, y la tensión entre historia literaria académica frente a creación artística.

[1] La novela se publicó en 1884, y la primera traducción al español, a cargo de Germán Gómez de la Mata, es, aproximadamente de 1919, fecha del prólogo de Blasco Ibáñez que abre el libro publicado por la editorial Prometeo. Hemos utilizado además la edición de Bruguera, que reproduce también la traducción de Germán Gómez de la Mata, esta vez incluyendo un preámbulo de Huysmans escrito en 1903 y un prólogo de Luis Antonio de Villena. Asimismo, la edición y traducción de Juan Herrero en la editorial Cátedra nos ha resultado muy útil.

FRANCISCO GARCÍA JURADO

Lunes, 14 de Diciembre 2009
Redactado por Antonio Guzmán el Lunes, 14 de Diciembre 2009 a las 16:43

Nuevo comentario: