Bitácora

ENTREVISTA

José Rodríguez Elizondo


FUE UNA ILUSION PENSAR QUE ECUADOR  NO IBA A APROVECHAR LA COYUNTURA
Claudio Salinas
La Segunda, 14.12.2012


Como abogado, ex diplomático y escritor, además de haber residido y trabajado como periodista en Perú por varios años, José Rodríguez Elizondo es un observador ilustrado de primer orden de la contienda jurídica que se desarrolló en la Corte Internacional de Justicia. Avalado por sus más recientes libros sobre este tema -Chile-Perú, el siglo que vivimos en peligro (2004), Las crisis vecinales del gobierno de Lagos (2006), De Charaña a La Haya (2009) y Temas para después de La Haya (2010)-, este profesor de derecho de la Universidad de Chile aborda los alcances políticos, históricos y jurídicos de lo que nuestro país se ha jugado estos días en el litigio.
-¿Qué le parecieron los alegatos de Chile y Perú en esta fase oral del juicio en La Haya?
-En general bastante previsibles, con performances destacadas y algunas sorpresas, como que se filtrara ante el tribunal la dicotomía peruana interna respecto al carácter de los textos de 1952 y 1954, que para algunos en Perú son tratados, aunque pesqueros, y para otros no son tratados de ninguna especie. Inclusive, ha sido una polémica entre cancilleres de ese país. Ahora la ecuación es que son tratados, pero no de límites.
-¿Qué incidencia puede tener la pregunta del juez marroquí en el desenlace de este juicio?
-El juez marroquí nos dio en bandeja una oportunidad maravillosa para que chilenos y peruanos, junto con Ecuador, nos reconociéramos como los autores, orgullosos, de la revolución de las 200 millas marítimas que impulsara un nuevo Derecho del Mar. Tendríamos que haberlo dicho así para demostrar que en nuestra región también se puede crear Derecho, sin perjuicio de que, dentro del nuevo Derecho que creamos, se produjo este pleito por la delimitación lateral. A mi juicio, el abogado ítalo-argentino de Perú no estaba imbuido de ese orgullo fundacional, por la proeza que co-protagonizaron el Presidente peruano José Luis Bustamante y Rivero y el chileno Gabriel González Videla.


-Hay quienes hacen notar que Ecuador debió asumir un rol más activo y consistente en defender los tratados de 1952 y 1954 como definitorios de los límites marítimos de los tres países.
-Ha sido una ilusión de Chile pensar que Ecuador no iba a aprovechar la coyuntura para defender preferente y unilateralmente sus intereses. Fue como creer en la verdad de los discursos de coyuntura y no en la verdad de las oportunidades. En el trasfondo, hubo una fuerte acción diplomática de Perú para inhibir una acción conjunta de Ecuador con Chile, al costo de concederle todos los puntos fronterizos que planteaba. Esto se vio venir desde que un Presidente ecuatoriano dijo a Ricardo Lagos que "Ecuador sólo defiende a Ecuador". En definitiva, moviéndose entre los intereses de Chile y Perú, Rafael Correa sacó su delimitación marítima óptima. Yo, como observador, sólo puedo decir: chapeau para la diplomacia ecuatoriana.
"En el principio fue el conflicto de poder"
-¿Ha influido el desenlace del litigio entre Colombia y Nicaragua?
-Tuvo un gran impacto político en momentos en que se estaba afirmando la posición de Humala y Piñera de respetar cualquier fallo. Vino a agitar la opinión pública colombiana y de rebote chilena, de manera muy disfuncional. El ex Presidente Uribe apareció presionando fuertemente al Presidente Santos y aquí en Chile hubo ex presidentes que, de algún modo, quisieron condicionar el fallo de La Haya. Hasta ese momento, en Chile se había desarrollado una especie de respeto sacrosanto a los jueces de La Haya. No se los podía tocar ni con un pétalo ni hablarles de "cosas políticas", pues eran muy susceptibles. Me pareció un episodio desafortunado.
-Ud. ha enfatizado el elemento político-histórico de este litigio y el lateral de Bolivia....
-Para mí, en el principio fue el conflicto de poder, la razón política. Ahí está la motivación de la demanda. Si esa motivación no se explicita, los textos y los alegatos quedan vacíos de realidad. Es decir, el elemento político histórico, en cuanto explicativo del hecho jurídico, que es la demanda, no debe estar ausente. Como algunos lectores míos sabrán, la motivación política histórica fue, para mí, el acuerdo bilateral boliviano-chileno de Charaña, de darle a Bolivia un corredor soberano por Arica. La reacción peruana, plasmada en un libro del almirante Guillermo Faura, de 1977, tuvo un componente tácito de retorsión. No había que permitir que entre el mar de Grau y el mar de Chile se interpusiera mar boliviano.
-¿Y hay conciencia de esto?
-Creo que no, pero también creo que grave sería ignorarlo después de este pleito, pues el tema boliviano seguiría marcando negativamente la relación chileno-peruana. Si volviéramos a los textos de 1929, veríamos que lo allí pactado fue una alianza focalizada de Chile y Perú y no un procedimiento para dar salida al mar a Bolivia. La solución para la mediterraneidad de Bolivia tiene que enfrentarse a esa realidad.
-Bolivia fue a presenciar los alegatos en La Haya y anuncia también una demanda contra Chile.
-En vez de pensar en demandas imposibles, los bolivianos debieran asumir que en Derecho las cosas se deshacen como se hacen: en este caso, previo acuerdo de Chile y Perú. En la medida en que se resuelva bien el post-pleito, chilenos y peruanos podríamos conversar francamente el tema y decirnos que todas las peleas graves que hemos tenido después del 29 han sido por no negociar directamente una política común hacia Bolivia... ahora podríamos hacerlo.
 
NOTA.- Libro sobre Guerra de las Malvinas
Con las exposiciones de Juan Emilio Cheyre y Hernán Felipe Errázuriz fue presentado este mediodía el libro "Guerra de las Malvinas, noticia en desarrollo 1982-2012", última obra de José Rodríguez Elizondo que relata los pormenores de dicho conflicto, tanto en el Reino Unido como en Argentina, además del rol que jugó Chile. El autor siguió el enfrentamiento bélico como redactor de la revista peruana Caretas.
José Rodríguez Elizondo
| Sábado, 15 de Diciembre 2012
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