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Interpretaciones del comportamiento del universo mediante la TID II


Gabriel Barceló

10/05/2021




Gabriel Barceló
 
Continuamos, con esta segunda entrega, interpretando el comportamiento del universo mediante la utilización de los criterios de la Teoría de Interacciones Dinámicas, sin acudir a otras supuestas y exóticas explicaciones, como la energía o la materia oscura.
Precisamente, el experto Luís Alberto Pérez ha desarrollado un video didáctico con estas hipótesis, basadas en la referida Teoría de Interacciones Dinámicas:
https://www.youtube.com/channel/UCmJB4V2qYfOu10n1zKOOymg/videos , y además, ha publicado sus conclusiones en el último número de la revista World Journal of Mechanics , Vol.11 No.4, abril de 2021 .
 
Transcribimos a continuación y en español, la segunda parte del referido texto del artículo de Luís Alberto Pérez: Uncompensated Centrifugal Flow about Accelerated Cosmic Expansion: DOI: 10.4236/wjm.2021.114007 .
 
 
3. Significado del flujo centrífugo
Continuando con las nociones proporcionadas por la teoría de campo y haciendo un uso conceptual de la misma; en un sólido rígido de revolución, como en la generalidad de las estrellas, hay una rotación intrínseca y por tanto, una órbita de cada una de sus partículas alrededor de su centro de masas.
Las interacciones intermoleculares que constituyen este tipo de sistemas, compensan el valor de la intensidad de campo de la aceleración normal (fuerza de flujo de aceleración centrípeta), manteniendo el mismo valor pero en la dirección opuesta a su fuerza de flujo de aceleración centrífuga , sosteniendo cada partícula a una distancia constante del eje de rotación del sistema. 
Esta genera la fuerza del campo de aceleración, experimentada por cualquier masa o sistema m, que es parte de un conjunto o dominio M que está en rotación.
Esta masa m está en órbita alrededor de un eje extrínseco, que es el eje de rotación del conjunto M.
Como muestra esta ecuación, la intensidad del campo de aceleración  experimentado por cualquier masa en órbita, crece como una función de la constante (cuadrado de la velocidad angular) de la rotación-órbita, y también como una función de la distancia al eje de rotación alrededor del cual orbita el sistema (R).
Bien, el resultado obtenido de esto, es que cuando un sistema en órbita m está provisto de una fijación rígida al resto del conjunto o dominio rotacional M al que pertenece, es decir, si no está fuertemente unido, con una consistencia suficiente con los demás sistemas o partes que orbitan (m1, m2, m3,… mn), luego la materia en órbita m deja de mantener su distancia (R) a su eje orbital, y además, esta distancia aumenta en función de un tiempo referido a cualquier observador, ya sea que este observador se encuentre dentro del conjunto rotacional o del propio dominio M, o si es un observador completamente fuera del conjunto rotatorio: ambos los observadores notarán que el sistema m adquiere un aumento de su velocidad con respecto al centro de rotación.
A diferencia de un sólido rígido, el universo conocido carece de vínculos suficientemente rígidos entre sus partes. La intensidad de campo acelerada normal sucumbe a la centrífuga.
El resultado lógico de esto sería que las partes o sistemas no rígidamente unidos orbitan exponencialmente desde sus propios ejes extrínsecos de rotación (ejes orbitales):
Cada galaxia del universo determina su propia distancia a un eje de rotación extrínseco alrededor del cual orbita, lo cual es común no solo a los cúmulos de galaxias sino a los dominios rotacionales-orbitales del cosmos.
Siendo  la distancia desde el centro de una galaxia particular a su eje orbital extrínseco, esa distancia crece en el tiempo de forma rectilínea, siendo su tasa de crecimiento la constante, que es el mismo para todas y cada una de las partes incluidas en el mismo dominio orbital concreto, que lo consideramos como un sistema orbital rotacional aislado (dominio).
Sin embargo, esto implica algo diferente. Al observar la ecuación anterior, vemos que a medida que transcurre cualquier tiempo local, el valor de la intensidad del campo de aceleración  se compone de acuerdo con el valor de la distancia en ese instante teórico, de modo que esta distancia se incrementa según una gráfica o función exponencial, y esto también implicaría que cada posición de cada partícula en el tejido cósmico dentro de ese dominio, se aleja de cualquier otra, y no de forma rectilínea, sino exponencialmente, acelerando en nuestro tiempo local de observación.
Para concebir este hecho mentalmente sin recurrir al video didáctico adjunto y referido a continuación en este artículo, imaginemos un tiovivo en el que hay caballos y otros elementos y objetos; cada objeto está separado por una distancia diferente del centro de rotación O en el tiovivo.
Se da la circunstancia, entonces, que la tendencia a alejarse del centro O de rotación, es mayor para los caballos y los objetos más distantes de O, que para los más cercanos a O.
Aquellos objetos más distantes son posiciones aceleradas con respecto a O, con mayor intensidad que los más cercanos.
 
4. Comparación con la gravedad
Y es interesante hacer aquí un breve paréntesis sobre la comparación entre la naturaleza de la intensidad del campo gravitacional g, y la naturaleza de la intensidad del campo centrífugo ac:
Sobre el primero, desde Galileo ya se descubrió, a través de sus planos inclinados, que la distancia DD viajado por cualquier masa en caída libre sobre la corteza terrestre, es proporcional al cuadrado de los tiempos:
d=const⋅t2=1/2 g⋅t2, dónde t serían unidades de la hora local.
Esto es en el supuesto de a con un valor constante ("2" en este caso), sin embargo sabemos que cuando tratamos la gravedad, este valor experimenta un aumento en función de la distancia d, es decir, su cuadrado d2.
Sin embargo, la naturaleza de la intensidad del flujo gravitacional g es tal que, en relación con la distancia instantánea de un objeto a un centro de gravedad, presenta una curva no solo con el cuadrado del tiempo local t2, sino también con el cuadrado de la distancia d2, ya que 1/2a no permanece constante, como lo presentó Galileo, pero aumenta a medida que el objeto se acerca al centro de gravedad, y su tasa de aumento corresponde al cuadrado de esa distancia (d2).
Así, la aceleración concluida por Galileo resulta ser solo a nivel local; Eso es cuando1/2a es constante en el tiempo y en la posición del objeto.
Sin embargo, en la naturaleza este valor no es constante; la distancia del objeto se incrementa en un gradiente de potencia “4”.
Por otro lado tenemos otro tipo de campo inercial acelerador:
La fuerza del campo centrífugo ac, presenta otra naturaleza, y por tanto, otro gradiente diferente al g.
En concreto, este gradiente presenta un incremento de potencia “3” desde su centro de órbita con respecto a cualquier tiempo local, debido a que la tasa incremental de su aceleración, en lugar de ser el cuadrado de la distancia (como ocurre con la gravedad), es de la distancia simple, como se refleja en la ecuación: ac2·R, (Figura 4).
Para tener una vista numérica sobre las diferencias de gradiente explicadas, en la figura 4 se incorpora una lista, con una secuencia numérica de gradientes de caída libre de campo gravitacional, en comparación con un gradiente de caída libre de campo centrífugo.
Es una secuencia en la que la posición (distancia), la velocidad y la aceleración del centro de masas de cualquier cuerpo en caída libre se registran en intervalos de tiempo locales idénticos. Estos valores son relativos a la posición de un punto alejado del centro de gravedad (caso gravitacional) y relativos al eje de rotación (caso centrífugo), (Ver Figura 4 en el texto original).
 
5. Conclusiones
Lo anterior es, por tanto, una alternativa lógica a la propuesta de la existencia de “energía oscura”, porque la brecha exponencial podría naturalmente ser causada por una descompensación entre la intensidad del campo de aceleración centrípeta y la intensidad del campo de aceleración centrífuga
En resumen, la presente conjetura propone una explicación abrumadoramente simple para la separación acelerada entre galaxias y cúmulos de galaxias, y podría explicar al menos parte de las observaciones y experimentos fechados hasta la fecha.
También hay un video anexo para una presentación didáctica de esta publicación, que se puede ver: https://www.youtube.com/watch?v=tCPM3PMp6Tc Video 1 link.


 
 

NOTA: Ver la formulación en el documento original.

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Editado por
Gabriel Barceló
Eduardo Martinez
Gabriel Barceló es actualmente uno de los miembros directivos del Club Nuevo Mundo, impulsado por Tendencias21. Es Dr. Ingeniero industrial y estudio la licenciatura de Ciencias Físicas.
Fue durante veinte años funcionario del Ministerio de Hacienda, como Inspector de Finanzas del Estado, Subdirector del Centro de Proceso de Datos del Ministerio de Hacienda, Inspector Jefe de Madrid y fundador y presidente de la Asociación profesional de Inspectores de Hacienda, representativa del Cuerpo Superior de Inspectores de Hacienda del Estado (Actualmente: Inspectores de Hacienda del Estado: IHE).
Posteriormente causó baja como funcionario, y fue fundador y presidente de diversas empresas, de asociaciones no lucrativas y de fundaciones, actuando como presidente de las mismas, ex-Presidente de la Federación de Ingenieros Industriales de España y ex-Vicepresidente del Instituto de la Ingeniería de España, Gabriel Barceló ha sido consultor en ingeniería de la edificación y asesor fiscal.
Desde hace más de treinta y seis años desarrolla un proyecto de investigación científica sobre dinámica rotacional. Autor de numerosos libros, destacando: “Nuevo paradigma en Física” (editado en inglés y español, en dos tomos), y ha publicado más de cien artículos.