Bitácora

Consejos Prácticos para la redacción de un Cuestionario en Marketing ( y 2 )

Redactado por Javier Barranco Saiz el Jueves, 1 de Agosto 2019 a las 08:31

Concluimos, con este artículo, los consejos prácticos, fruto de la propia experiencia y de la ajena, que facilitan la eficacia de un cuestionario. Como ya hemos indicado, éste no debe ser un documento improvisado, sino un elemento planificado al máximo, probado en una submuestra reducida y corregido de los posibles errores que lleve implícito.

Por otro lado, hay que facilitar la labor del encuestador y la dedicación en tiempo del entrevistado, procurando que dicho tiempo se reduzca a la mínima expresión.



(Continuación)

Siguiendo con los consejos prácticos que iniciamos en el artículo anterior, vamos a concluir con los nueve restantes para completar una posible normativa que nos puede hacer más efectivo el diseño del cuestionario.

6.- Indicar las unidades físicas en las que deseamos que se concreten las respuestas. No obstante, conviene huir de aquellas preguntas, especialmente las de respuesta cuantitativa, que no sean estrictamente necesarias.

En el caso de que no nos quede más remedio que formularlas, hay que evitar dejar las respuestas a la propia interpretación del encuestado. Para ello, lo más práctico es indicar la unidad física concreta en que requerimos la contestación.

Por otro lado, esto facilitará la tabulación posterior ya que se homogenizan las diferentes respuestas.

7.- Evitar, en lo posible, que el encuestado tenga que realizar cálculos mentales para poder responder a la pregunta, ya que es bastante factible que se equivoque.

8.- No confiar demasiado en la memoria de los encuestados cuando se formulen preguntas acerca de hechos transcurridos tiempo atrás, ya que las personas tenemos tendencia a acortar o a alargar los períodos en los que se solicita el hecho concreto.

9.- Eliminar todas aquellas preguntas cuya respuesta esté implícita en la propia cuestión. Es fácil que, en estas circunstancias, el encuestado se acoja a lo sugerido en la formulación por simple pereza mental.

10.- Evitar preguntas que estén relacionadas con temas personales referidos al encuestado. Molestan y, lo más probable, es que no contesten o lo hagan con respuestas falsas. Los temas que podemos considerar ”íntimos” suelen ser los económicos, los sexuales o los referidos a la higiene personal.

11.- Formular preguntas que sólo estén relacionadas con los objetivos preestablecidos de la investigación. Se exceptúa, como veremos cuando describamos los diferentes tipos de preguntas, los casos de las cuestiones introductivas y las de relleno ya que éstas tienen unos fines concretos y diferentes.

12.- Evitar preguntas que ya estén implícitas en otras anteriores ya que molestan y, muchas veces, desconciertan al encuestado. Por otro lado, dan una deplorable y poco profesional imagen del propio cuestionario.

13.- Respetar, en lo posible, un orden lógico en la estructura interna del cuestionario, empezando por las preguntas introductivas y finalizando por las de control.

14.- Tener en consideración que hay una fase posterior a la captación de la información que es la de tabulación de las respuestas obtenidas.

Esto implica la necesidad de diseñar un cuestionario que la tenga en cuenta. Para ello es conveniente codificar, previamente, las respuestas, limitando las preguntas abiertas al mínimo posible, ya que son las más difíciles de tabular.

Jueves, 1 de Agosto 2019 | Javier Barranco Saiz
| Redactado por Javier Barranco Saiz el Jueves, 1 de Agosto 2019 a las 08:31