Construcción del hospital homeopático de Madrid (1.873-1.878). – Enseñanza de la homeopatía conferencia del dr. Augusto Vinyals, medico homeópata de la época

Carlos Rubio Sáez

El 10 de Mayo de 1.873, la Sociedad Hanemanniana Matritense acordó la construcción de un Hospital, que “sirviendo de asilo a la clase menesterosa, constituyera al mismo tiempo un centro de enseñanza de la doctrina homeopática, utilizando de este modo las Reales Órdenes que en dos ocasiones se habían otorgado (el 18 de Enero de 1.850, y el 15 de Enero de 1.875), para que se diese la referida enseñanza”.

El 2 de Febrero de 1.878 se innauguró el Instituto Homeopático y Hospital de San José, que es una magnífica institución, construída en un solar de unos 40.000 pies. La línea de fachada que daba al Paseo de la Habana (Actualmente Avenida de Eloy Gonzalo), mide 65 metros y medio, y el edificio ocupa una superficie cubierta de unos 212 metros cuadrados. Consta de sótanos, bajo, principal y segundo. Comprende seis salas de enfermería, capaces para 48 camas, contando además con cocina, lavaderos, despensas, almacenes, departamentos para las Hermanas de la Caridad, habitaciones para el Director, Capilla, una Cátedra, local para Farmacia y Secretaría, una galería en la planta baja y otra en la principal, para distracción y paseo de los convalecientes.

Además, aislado dentro del terreno, hay otro pequeño edificio de unos 56 metros cuadrados para Consultorios. Hay también un magnífico chalet para el Director, completamente aislado, pero con comunicación subterránea con el Hospital, todo éllo rodeado de jardines.

Cito estos datos para que se puedan hacer idea de la importancia de esta Institución homeopática particular, cuya iniciativa se debió a la Sociedad Hanemanniana Matritense, seguida de una subscripción pública que, según la lista insertada en el Criterio Médico del 25 de Abril de 1.878, había alcanzado la suma de 433.877 reales (108.469,25 pesetas), habiendo suplido lo que faltó para obras y decorado el Sr. Marqués de Núñez, con una suma aproximada de 150.000 pesetas.

Hemos de repetir una vez más que la finalidad de esta Institución es “la Enseñanza de la Homeopatía”, como claramente se define en la cláusula primera de la Escritura de Fundación, que dice así:

“Primera.- El señor compareciente funda e instituye en el edificio mencionado un Hospital con el título de Instituto Homeopático y Hospital de San José, para que así se comprenda que está destinado a la enseñanza teórica y práctica de la doctrina homeopática y al mismo tiempo a la curación de las enfermedades agudas no contagiosas de las clases desvalidas”.

Esta enseñanza se dio durante algunos años y se expidieron varios títulos de Médico Homeópata, solamente destinados a los previamente graduados por la Facultad de Medicina. Más el sucesor del primer Marqués de Núñez, que no posee el entusiasmo estrictamente hahnemanniano del fundador de esta Institución, fue olvidando las cláusulas fundacionales, suprimió las Cátedras, a pesar de existir un importante legado que aseguraba económicamente el funcionamiento de éstas, y llegó incluso a impedir la entrada a cualquier médico nacional o extranjero que pretendiera simplemente visitar este Hospital.

Este estado de cosas ha durado años, aunque no podía subsistir sin la protesta de los compañeros homeópatas de Madrid, quienes repetidas veces y casi diría año tras año, han denunciado a los Poderes públicos estas irregularidades que, al parecer, iban encaminadas a convertir en propiedad privada lo que era y es una Institución homeopática de carácter benéfico.

En 1.928 llega a Madrid el Dr. Torres Oliveros, y desde luego desarrolla una gran actividad, logrando convencer al Marqués de la imprescindible necesidad de ampliar y modificar los servicios del Hospital, así de que se hiciera efectiva la “Enseñanza de la Homeopatía”; para preparar mejor el ambiente, organizó un ciclo de conferencias sobre Homeopatía en el Salón de Cátedra del Instituto Homeopático.

El 8 de Noviembre de 1.928 tuve el honor de desarrollar la primera conferencia, titulada “La Homeopatía: lo que ha sido lo que es y lo que puede ser”, seguida de una serie de proyecciones de las más importantes Instituciones Homeopáticas mundiales, que despertó gran interés, siendo felicitado por el Ilustre Señor Obispo de Madrid-Alcalá, que presidía el acto y por los distinguidos compañeros homeópatas y alópatas que llenaban el local. Y fueron desarrollándose con igual éxito los temas del programa todos los jueves, hasta el 10 de Enero.

- Hahnemann, su vida y su obra, por el Dr. Juárez Prieto.

- La experimentación en el hombre sano como primer fundamento de la Medicina homeopática, por el Dr. Miguel Balari, de Barcelona.

- Dinamismo vital y medicamentoso, como segundo fundamento de la Medicina homeopática, por el Dr. M. Torres Oliveros.

- Individualización del enfermo y del remedio, como tercer fundamento de la Medicina homeopática, por el Dr. Raimundo Alfonso.

Finalmente completaron este ciclo con sendas conferencias de su especialidad los doctores Barco Pons (Oftalmología), Hernández Jordán (Tuberculosis), José Pellicer (Preparación de los medicamentos homeopáticos), Ojeda (Otorrinolaringología), y Juárez Cejudo (Afecciones gastrointestinales), de las que se ocupó con elogio la prensa diaria y profesional.

El 10 de Junio de 1.929, la Comisión organizadora del “I Congreso Nacional de Medicina Homeopática”, celebrado en Madrid, solicitó al Ministro de la Gobernación la creación oficial de una “Escuela de Homeopatía para Post-Graduados”, y desde esa fecha hemos aprovechado todas las oportunidades para insistir en este asunto.

En Barcelona, tras algunos intentos por parte de los médicos homeópatas de agruparse formando una asociación, el 13 de Abril de 1.890 se logró dar vida a la llamada “Academia Médico-Homeopática”, y dos años después, el 30 de Marzo de 1.892, fue innaugurado el “Hospital Homeópata del Niño Dios”, pudiendo atenderse así la parte teórica y la práctica de la Homeopatía, contribuyendo uno y otra a la formación de un gran número de médicos homeópatas, para gloria de la Homeopatía catalana.

Pero años después, las luchas internas en el seno de la Academia, y el deficiente estado económico del Hospital, produjeron un verdadero desánimo hasta el extremo de que, suspendida la publicación de la Revista Homeopática, queda prácticamente anulada toda idea de propaganda homeopática y sin relación alguna con las entidades y revistas homeopáticas extranjeras.

Ante tal estado de cosas, un grupo de entusiastas médicos homeópatas de Barcelona, a la cabeza del cual figuraban los doctores Miguel Balari y Augusto Vinyals, y al que se sumaron desde luego los doctores Laureano Torrent y Juan Vergés, dio vida a la LIGA HISPANO-AMERICANA PROMEOPATÍA, en la que figuraron como socios fundadores los ya citados compañeros de Barcelona y del Dr. Manuel Torres de Madrid.

Esta Liga, fundada el 10 de Abril de 1.929, tiene como una de sus finalidades más importantes la enseñanza de la Homeopatía, como así se hace destacar en el artículo 2º de sus Estatutos, que dice así:

Artículo 2º.- El objeto de la Liga es: Difundir los principios de la Homeopatía y los ventajosos resultados de su aplicación práctica. Fomentar el estudio de los problemas científicos relacionados con la Homeopatía, la enseñanza de ésta y la propagación de las doctrinas de HAHNEMANN en toda su pureza. Procurar el mayor desarrollo de dicha ciencia en todos sus órdenes y apoyar a la clase médico-homeopática para lograr de los Poderes públicos la creación de Cátedras para la enseñanza de la Homeopatía.

Del 27 al 31 de Mayo de 1.929, organizó el I CONGRESO NACIONAL DE MEDICINA HOMEOPATICA, cuya finalidad principal era facilitar la oportunidad de que se conocieran personalmente la mayoría de los compañeros homeópatas que sin duda alguna asistirían a esta asamblea nacional, y fomentar la unión de todos, creando al efecto una SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HOMEOPATIA, “ para que pueda en su día pedir que se declare oficial nuestra doctrina, que nos permitan ser considerados como “especialistas”, dando validez a los títulos que otorguen las Instituciones ya existentes y otras que se funden debidamente legalizadas. Únicamente de este modo daremos al traste con esa pléyade de intrusos que medran a la sombra de nuestra bandera, y saldrán a la luz de la verdad muchos médicos que por ignorancia no son homeópatas”. Estas son las palabras, copiadas al pie de la letra, con las que la Comisión organizadora se dirigió a todos y cada uno de los médicos homeópatas españoles.

En 1.930 y 1.931, el Dr. Miguel Balari desarrolló dos cursillos de Homeopatía para Post-Graduados, que tuvieron un éxito importante, hasta el extremo que se creyó indispensable adelantar la fecha en la que queríamos fundar un Consultorio Homeopático; y en sesión de la Liga del 19 de Mayo de 1.931, se nombró una Comisión para que estudiara el asunto y formulara un reglamento interno de dicho Consultorio. El día 4 de Junio, festividad del Corpus Christi, la Liga tomó posesión del local destinado a Consultorio, instalado en la calle Blasco de Garay número 21, principal, siendo directores médicos los doctores Miguel Balari, Laureano Torrent y Juan Vergés, y médicos numerarios los doctores Felipe de Arce, Eugenio Balari, Pedro Mayol y José Feliu.

En Octubre de 1.932, y con el título de “Hay que resolver el problema de la Enseñanza de la Homeopatía”, el Dr. Vinyals publicó un artículo encareciendo la necesidad de concentrar todas nuestras fuerzas para llegar a la creación de “Escuelas de Homeopatía para Post-Graduados”, y en uno de sus párrafos, decía:

“Al hablar de la Enseñanza de la Homeopatía, conviene no olvidad ni un momento que para enseñarla mal, mejor dejarla como está. Las ideas que primero se graban en nuestra mente, aún siendo erróneas, difícilmente se borran de ella; de ahí que todo cuidado ha de parecernos poco para que esta enseñanza sea enteramente ortodoxa, netamente hahnemanniana”.

Y desde entonces, tanto en Madrid, como en Barcelona, se ha desarrollado una enorme actividad, casi diría un pugilato, para ver cual de las dos capitales lograba establecer primero de un modo firme la enseñanza de la Homeopatía para Post-Graduados.

Omito mencionar los obstáculos de diversa índole, los pasos perdidos, las esperanzas fallidas, para llegar al momento actual, y confesar lisa y llanamente que el triunfo logrado por el Dr. Manuel Torres Oliveros ha sido completo y es de esperar que sea definitivo.

Ahí está la Gaceta del 10 de Abril de 1.936, que habla de nuestra Liga como la mejor Institución Homeopática que existe en España. Quizás sea oportuno copiar integro el texto de la Orden a que hacemos referencia, pues puede ser la base de un verdadero progreso de la Homeopatía en España. De todos modos, el triunfo logrado es ya tan grande, que me creo en el deber de proponer al Dr. Manuel Torres Oliveros como Miembro de Honor de nuestra Liga, por sus méritos personales y por el derroche de actividad y entusiasmo desplegado hasta ahora en bien de la Homeopatía española.

Hoy en día, el Hospital Homeopático de San José, en la calle Eloy Gonzalo de Madrid, ha sido rehabilitado y se puede visitar sin inconvenientes.

| Lunes, 28 de Mayo 2012