EDIFICIO Y CIUDAD. Guadalupe Gª Catalán




Blog sobre urbanismo y arquitectura de Tendencias21
Editado por
Guadalupe García Catalán
Eduardo Martínez de la Fe
Guadalupe García Catalán obtuvo el título de Arquitecto en 1982 en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid. A lo largo de más de veinticinco años de ejercicio profesional, ha compaginado éste con otras actividades.
En 1994 obtuvo la Suficiencia Investigadora en Geografía en la Facultad de Historia de la Universidad de Salamanca, sin llegar a redactar la Tesis Doctoral.
Le fueron otorgados tres premios y un accésit en sendos concursos sobre Diseño Urbano en la Comunidad Autónoma de Castilla y León.
Trabajó varios años como Secretaria Técnica del Colegio de Arquitectos, primero en Salamanca, después en Las Palmas de Gran Canaria y por último en Segovia. También fue vocal por Salamanca en el Colegio de Arquitectos (COAL).
Fue miembro de la Junta Directiva por Madrid de la ONG “ASF-E” (Arquitectos Sin Fronteras), así como coordinadora de esa revista durante los años 2000 a 2002.
En la última década ha compaginado la experiencia como docente en Urbanismo en la Universidad SEK de Segovia (hoy IE, Instituto de Empresa) con las tareas de arquitecto municipal en varios ayuntamientos de Castilla y León.




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La pasarela desemboca (o comienza) en el Parque de las Avenidas, a la altura del popular Colegio de los Menesianos, antaño clásico “colegio masculino de curas”; hoy mixto, imagino que centro concertado.
El Parque de las Avenidas es un barrio madrileño espacioso, alegre, variado; muy digno y bien comunicado.


PASARELA DE LA M-30 (IV): Parque de las Avenidas
El Parque de las Avenidas (continuación).



Su origen se remonta a la política desarrollista de los años sesenta-setenta (con Franco había política de vivienda, y buena, aunque nadie se atreva a decirlo). El barrio responde a un esquema mixto, mezcla de residencial (viviendas) y equipamientos (colegios, mercado...); primer acierto: la mezcla de usos. Se estructura en torno a una amplia calle (Avenida de Bruselas) que funciona como eje comercial en sus bajos, aunque en sus plantas altas hay viviendas, grandes viviendas, de las que apenas ya se construyen: cuatro, cinco dormitorios. La promoción de las viviendas fue estatal (como era casi todo entonces) destinada a funcionarios del Ministerio de Defensa (militares en su mayor parte) pero también de otros (Educación, por ejemplo). Coexisten varias calidades y tamaños, desde modestas VPO hasta enormes, burguesas casas, como ya he escrito. La malla urbana se ata con la antigua Colonia de la Guindalera (años 30), pequeña área de casitas bajas con su jardincillo, de la que todavía se conservan algunos ejemplos a salvo de la feroz especulación posterior, años ochenta-noventa.
El barrio es muy arbolado, cuenta con placitas muy agradables y es, en suma, desde mi punto de vista, un bálsamo a medio camino entre la densificación de la cercana zona Ventas (plaza de toros) y las insípidas e incómodas áreas modernas donde hasta para ir a por el pan tienes que coger el coche.
Un modelo a imitar, aunque sea franquista, que a mí lo mismo me da a estos efectos.
Guadalupe García Catalán
Lunes, 25 de Abril 2011





Francisco Javier Sáenz de Oíza (arquitecto, 1918-2000), excelente profesional conocido por sus polémicas obras madrileñas como TORRES BLANCAS, la torre del BBVA del Paseo de La Castellana y el edficio de la M-30 "POZO DEL HUEVO", entre otros muchos, fue mi MAESTRO.
Desde aquí, mi más sincero homenaje. Nunca se olvida a un buen Maestro.


El único, junto con Mariano Bayón, a quienes yo les debo ser lo que soy, saber lo que sé -poco o mucho- de este oficio cuya práctica me resulta cada día más dura.

Era por el año 1980 y en uno de mis bajonazos vocacionales decidí arriesgarme y elegir su Taller de Proyectos. Era poco menos que imposible entrar, pues había mucha más demanda que oferta de plazas, pero me arriesgué y me salió bien; quiero decir que fui finalmente admitida.

Oíza era un hombre de una vocación absolutamente contagiosa, con una cabeza privilegiada, divertido (siempre pensé que ser divertido no es algo frívolo sino un plus), sencillo, caprichoso, caótico, genial. Recuerdo que un día sacó de una caja de zapatos los que se acababa de comprar (“para la boda de mi hija”, dijo) y se puso a elucubrar sobre los zapatos, sus treinta pupilos alrededor riendo a carcajadas…
Otro día nos contó la razón por la que las puertas de los aseos deben abrir siempre hacia afuera, otro de la claustrofobia en los ascensores, otro de las salas que han de habilitar en las Cortes para las personas que ejercen de taquígrafos, otro de cómo la luz se tamiza a través del conjunto de persianas en Torres Blancas…¡Cuánto aprendíamos con él!

No te cuides en exceso del ropaje,
de escultor, no de sastre, es tu tarea,
no te olvides de que nunca más hermosa
que desnuda está la idea.


( De “Credo Poético”, Unamuno).

¿Los grandes arquitectos fueron también poetas?
¿Era Oíza un poeta?
No sé… era, desde luego, un enamorado de la vida.

Desde aquí, mi más sincero homenaje. Nunca se olvida a un buen Maestro.

http://es.wikipedia.org/wiki/Francisco_Javier_S%C3%A1enz_de_Oiza

Artículo de Francisco Alonso en la Revista ARQUITECTURA COAM, nº 355, 1T-2009.

http://palomatorrijos.blogspot.com/2009/11/torres-blancas-madrid.html

http://www.soloarquitectura.com/arquitectos/francisco_javier_saenz_de_oiza.html
Guadalupe García Catalán
Sábado, 16 de Octubre 2010





Me uno al “club” por varias razones. La primera de ellas es esta necesidad de transmitir lo que sé, poco o mucho, a nivel un poco más coloquial y didáctico. Llevo años observando como mis colegas de profesión hablan y escriben desde y para los arquitectos, a menudo con pedantería. A mí me gusta más contar las cosas con sencillez para que las entienda todo el mundo. Creo además, confío en no equivocarme, que el tema suscitará interés, así me lo parece y así lo he constatado en conversaciones con gente de mayor y menor cultura.

Al fin y al cabo todos habitamos en una casa, situada en un barrio que pertenece a un pueblo o a una ciudad. Es decir, vivimos a diario el urbanismo, aunque estemos tan habituados a ello que lo hagamos casi de forma inconsciente. Es interesante saber por qué las cosas son como son y no de otra manera: dónde va a parar el agua de lluvia de las calles, cuál es la razón de que re-aparezcan los tranvías, qué motivos económicos se ocultaban en la creación de la madrileña calle Arturo Soria y por qué es un ejemplo ya clásico de “ciudad jardín” (o mejor dicho, lo fue en sus orígenes), así como un largo etcétera que irá surgiendo de los propios lectores.

La segunda razón es que se me ha dado esta oportunidad y la he aceptado con mucho interés aunque me haya incorporado un poco tarde por motivos de salud. Agradezco a Eduardo Martínez esta oportunidad, a quien espero no defraudar.

El resto de razones, no vienen al caso.

Deseo sincera y profundamente que “TENDENCIAS 21” sea un referente en el mundo académico y que mi aportación sea positiva.

Espero vuestras sugerencias. Procuraré contestar siempre. Estoy abierta a la crítica y soy consciente de mis limitaciones, solo exijo respeto y honestidad, en el sentido más amplio de ambas palabras.
Guadalupe García
Lunes, 27 de Septiembre 2010