Tendencias 21
   




El pensamiento analítico reduce la religiosidad

Un estudio demuestra que este efecto se da tanto en escépticos como en creyentes


En los últimos años, ha aumentado el interés científico por desentrañar los factores cognitivos que subyacen a las creencias religiosas. Sin embargo, se han realizado pocos estudios experimentales sobre los procesos cognitivos que propician justo lo contrario: el escepticismo hacia la religión. Ahora, los resultados de una investigación realizada por especialistas de la University of British Columbia de Canadá sugieren que el pensamiento analítico sería uno de los factores cognitivos capaces de reducir la fe, tanto de escépticos como de creyentes. Por Yaiza Martínez.


02/05/2012

La figura de "El pensador", de Rodin, fue utilizada en el desarrollo de los experimentos. Fuente: Wikimedia Commons.
La figura de "El pensador", de Rodin, fue utilizada en el desarrollo de los experimentos. Fuente: Wikimedia Commons.
En los últimos años, ha aumentado el interés científico por desentrañar los factores cognitivos que subyacen a las creencias religiosas. Sin embargo, se han realizado pocos estudios experimentales sobre los procesos cognitivos que propician justo lo contrario: el escepticismo hacia la religión.

Una investigación reciente, llevada a cabo por investigadores de la University of British Columbia de Canadá, ha revelado ahora que el pensamiento analítico puede reducir la fe religiosa, tanto de los escépticos como de los creyentes devotos.

Según publica dicha Universidad en un comunicado, los resultados de este estudio arrojarían luz sobre la psicología subyacente a la religiosidad.

Will Gervais, del Departamento de psicología de la University of British Columbia y autor del estudio, explica que el objetivo de la investigación fue explorar una cuestión fundamental: “por qué hay diversos grados de fe en Dios”.

Gervais añade que sería una “combinación de factores complejos lo que influye sobre la espiritualidad individual”, aunque “los nuevos hallazgos sugieren que el sistema cognitivo relacionado con el pensamiento analítico sería uno de los factores que propician el escepticismo religioso”.

Factor cognitivo influyente

Para alcanzar estas conclusiones, los investigadores utilizaron tareas de resolución de problemas y aplicaron condicionamientos experimentales sutiles (como pedirle a los participantes que completaran cuestionarios escritos en grafías difíciles de leer o mostrarles la escultura de “El pensador”, de Rodin), para provocar en ellos la activación del pensamiento analítico.

Por otro lado, Gervais y sus colaboradores evaluaron los niveles de creencias religiosas de los participantes, a través de diversas mediciones auto-informadas.

De este modo, comprobaron que las creencias religiosas de los voluntarios se redujeron cuando éstos se implicaron en tareas analíticas, en comparación con otros participantes no implicados en este tipo de tareas.

Según han escrito los científicos en un artículo publicado al respecto en la revista Science, estos resultados “indican que el procesamiento analítico es un factor (presumiblemente, entre varios otros) propiciador del escepticismo religioso”.

Aunque dichos resultados “no hablen directamente sobre la racionalidad inherente, el valor o la verdad de las creencias religiosas, sí iluminan uno de los factores cognitivos que influyen en este tipo de creencias y en su grado”, añaden.

Procesamiento de información y religiosidad

Gervais explica que el estudio se ha basado en un antiguo modelo de la psicología humana, según el cual los humanos contamos con dos sistemas cognitivos distintos, aunque relacionados, el procesamiento de la información.

Uno de estos sistemas sería el “intuitivo”, que se apoya en “atajos” mentales para producir respuestas rápidas y eficientes. El segundo sistema es el analítico, que nos proporciona respuestas razonadas, más deliberativas.

El psicólogo de la University of British Columbia y otro de los autores del estudio, Ara Norenzayan, señala que la presente investigación se basó asimismo “en estudios previos que habían relacionado las creencias religiosas con el pensamiento intuitivo”.

Norenzaya añade que los hallazgos realizados “sugieren que activando el sistema cognitivo analítico del cerebro se puede socavar el apoyo “intuitivo” a las creencias religiosas, al menos temporalmente”.

En este sentido, Gervasi señala que en futuras investigaciones analizarán si el incremento del escepticismo religioso es temporal o duradero, así como el efecto de los experimentos en individuos de culturas no occidentales. En el presente estudio participaron 650 personas de Estados Unidos y de Canadá.

La intuición potencia la fe

Uno de los estudios recientes que han sugerido la relación entre el pensamiento intuitivo y la religión de la que hablan Gervais y sus colaboradores ha sido el llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Harvard en 2011.

En aquel caso, los científicos realizaron una serie de experimentos con más de 1.000 personas, en los que se determinó el grado de pensamiento intuitivo y analítico que tenían todas ellas, además de evaluarse su religiosidad.

Los resultados demostraron que aquellos individuos con un estilo de pensamiento más intuitivo tendían a tener una fe más fuerte en Dios que las personas más reflexivas, según los científicos.



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1.Publicado por Joaquin González Alvarez el 02/05/2012 16:22
En mi opinión el resutlado de la investigación es algo que se podía anticipar con sólo escuchar el discurso que desde el púlpito y la cátedra aún se emite en plena alborada del Tercer Milenio, con los mismos argumentos que en el Primer Milenio.

2.Publicado por Cornelio Gonzalez el 03/05/2012 02:00
Sobre este mismo tema y con fecha 21/09/2010, Tendencias 21 me publicó el siguiente comentario* a un interesante artículo (como todos los que de su pluma salen) de San Miguel de Pablos, del cual quiero resaltar estos dos parágrafos, y que tocan íntimamente con la idea central de este artículo de Yaiza Martínez:

“Lo que, esencialmente, impedía a Panikkar participar de la admiración generalizada hacia la Ciencia Moderna era un diagnóstico que él hacía de ella, y con el que, por supuesto, se puede estar o no de acuerdo. Panikkar definía a la ciencia que, nacida de la revolución galileana llega hasta nuestros días, como una pretensión de conocimiento sin amor”.

Parece evidente que Panikkar basaba esta definición en determinados rasgos del método científico, básicamente la petición de dejar de lado toda componente afectiva para alcanzar la objetividad. Y pienso que también en el rechazo cartesiano de la intuición, ligada inextricablemente a dimensiones perceptivas que no son lógico-deductivas y sí precisan de la afectividad –es decir, del amor– para su despliegue. También en una muy concreta praxis, histórica y todavía actual, impulsada por el cientifismo clásico (pero no sólo por él), que es la misma que ha tenido como una de sus consecuencias la multidimensional catástrofe ecológica”.(Hasta aquí la trascripción de los dos apartes del articulo de San Miguel de Pablos).

Desde siempre he sostenido la hipótesis que no es en vano que la Naturaleza haya establecido el que, para casi el 100% de las personas, nuestro cerebro muestre una asimetría bilateral: hemisferio derecho-hemisferio izquierdo. Las funciones de ambos también son muy específicas: mientras - y desde la decisiva influencia de Descartes - el hemisferio izquierdo muestra el dominante ejercicio de un conocimiento racional y abstracto, basado indirectamente (es decir, mediatizado) por los signos propios del lenguaje oral, escrito o de movimientos manuales, por el contrario, el conocimiento propio del hemisferio derecho es un entendimiento directo, inmediato, tal como lo es la intuición, la emotividad, la afectividad (léase: el amor), el arte en sus formas no-lingüísticas, en fin, todos ellos y de manera injusta, no muy gratamente subordinados a la racionalidad lingüística, habiéndose ganado por ello la no muy clara categorización de conocimiento inferior.

La verdad es que esto no debería ser así cuando al parecer la misma Naturaleza habría diseñado para nosotros una equilibrada forma de conocer: un 50% para el indirecto (luego mediato), conocimiento lingüístico-racional mientras que para el “otro” 50%, el conocimiento sería directo (es decir: inmediato) intuitivo-afectivo-emotivo **. Es aquí donde me parece se ven claros los motivos que impulsaron a Pannikar a criticar el actual método científico al manifestar su inconformidad con el “...rechazo cartesiano a la intuición, ligada inextricablemente a dimensiones perceptivas que no son lógico-deductivas y sí precisan de la afectividad –es decir, del amor– para su despliegue...”.

Y la verdad es que razones fundamentales no le faltan a Panikkar toda vez que en el mejor de los casos y de acuerdo con la mecanocuántica incertidumbre heisenbergiana, para que el Humano Conocer intrínseco a nuestro campo bio-electromagnetico pueda ser UNIFICADO y TOTAL, sería necesario que, como máximo, nuestro conocimiento mediato-lingüístico-racional fuese de un 50%, mientras que el “otro” 50% fuese inmediato-intuitivo-afectivo-emotivo y entre los dos encontrasen ese conocimiento UNIFICADO y TOTAL, al que con justicia aspira Panikkar.

Lógicamente, hay muchísima tela para cortar sobre los fundamentos mecanocuánticos de un tema como este, pero desafortunadamente no es este ni el sitio ni el momento para hacerlo. Sin embargo, al lector interesado en iniciarse en este tipo de pensamientos, le sugiero la lectura de mi artículo: "La vida y la conciencia: ¿fenómenos originados en la unidad electromagnética?". http://www.redcientifica.com/doc/doc200210250300.html .
………………………………………………………

* http://www.tendencias21.net/Raimon-Panikkar-filosofo-mistico-del-Tercer-Milenio_a4861.html

3.Publicado por Manuel el 03/05/2012 14:02
A ver si lo entiendo. Por eso a lo largo de la historia muchas religiones (y la que nos toca) han negado el acceso a la cultura, destruyendo libros, quemando en hogueras a personas acusadas de brujos/as (cuando ejercicia de químicos o médicos), por eso las evangelizaciones se centran en los niños que todavían no tiene base de conocimiento, por esto tambien es la utilización del terror amenazante para exigir respeto a lo absurdo.

4.Publicado por Gustavo Rozas Valz el 03/05/2012 16:09
No debe haber sido muy difícil arribar a esa conclusión... El pensamiento religioso, pertenece a una etapa primordial y poco sofisticada del desarrollo de la mente humana. Condicionamientos culturales, impuestos deliberadamente a edades tempranas en las permeables mentes de los niños, es la receta del éxito para la supervivencia del pensamiento religioso...

Por eso la religión se basa exclusivamente en la fé, la fé ciega, la fé del carbonero: " creo, porque quiero creer..." El análisis más somero de las flagrantes contradicciones e inconsistencias que constituyen el precario andamiaje sobre el que se sostiene el pensamiento religioso, necesariamente conducirá al escepticismo y a la evolución hacia el pensamiento analítico y racional.

Saludos.

5.Publicado por Gustavo Rozas Valz el 03/05/2012 16:09
No debe haber sido muy difícil arribar a esa conclusión... El pensamiento religioso, pertenece a una etapa primordial y poco sofisticada del desarrollo de la mente humana. Condicionamientos culturales, impuestos deliberadamente a edades tempranas en las permeables mentes de los niños, es la receta del éxito para la supervivencia del pensamiento religioso...

Por eso la religión se basa exclusivamente en la fé, la fé ciega, la fé del carbonero: " creo, porque quiero creer..." El análisis más somero de las flagrantes contradicciones e inconsistencias que constituyen el precario andamiaje sobre el que se sostiene el pensamiento religioso, necesariamente conducirá al escepticismo y a la evolución hacia el pensamiento analítico y racional.

Saludos.

6.Publicado por Beatriz Basenji el 03/05/2012 18:58
Tal vez no debamos centrarnos en la palabra "religiosidad" . Sigo adherida a la palabra TAO, que tienen los chinos y que para mi modo de ver y sentir tiene mayor conexión con lo que se quiere aludir. TAO entre una de sus acepciones es "Sentido" . Es ESE SENTIDO que los seres captan en la misma Naturaleza, en su propio e íntimo ser, cuya perfección se hace visible en todo el Universo. Mas allá de cualquier análisis advertimos sobre todo cuando nos encontramos en dificultades que nos rodea una fuerza inmensa que nos incentiva, que nos brinda señales muy sutiles o muy evidentes, pero que ESTA AHÍ donde nuestros ojos miren. Para aquellos que han estado en el Santuario de la Virgen de Lourdes, les pido que memoricen el rostro de la Virgen del interior del Templo. No hay palabras para expresar lo que esa imagen nos trasmite.

7.Publicado por Cornelio Gonzalez el 04/05/2012 14:01

Trascribo a continuación esta información. Cada cual la puede tomar de acuerdo a sus conveniencias ideológicas.

EL SENTIMIENTO CÓSMICO RELIGIOSO *
Albert Einstein.

Todo cuanto ha hecho y pensado la raza humana tiene que ver con la satisfacción de necesidades profundamente sentidas y con la mitigación del dolor. Es preciso tener esto continuamente presente si se desea comprender el significado y evolución de los movimientos espirituales. El sentimiento y el anhelo son las fuerzas motivadoras que se esconden detrás de todo empeño y toda creación humanos, por elevada que sea la forma de que puedan revestirse. ¿Cuáles son entonces los sentimientos y necesidades que han conducido al hombre al pensamiento y a las creencias religiosas en el más amplio sentido de estas palabras? Una pequeña reflexión bastará para mostrarnos cómo el nacimiento del pensamiento y la experiencia religiosa están presididos por las más variadas emociones. En el hombre primitivo, lo que evoca los conceptos religiosos es, sobre todo, el miedo - miedo al hambre, a las fieras, a la enfermedad y a la muerte -. Como en este estadio de la existencia la comprensión de las conexiones causales está aún muy escasamente desarrollada, la mente humana crea para sí misma seres imaginarios, más o menos análogos a sí mismo, de cuya voluntad y acciones dependan tales acontecimientos temidos. Intenta así asegurarse el favor de esos seres llevando a cabo acciones u ofreciendo sacrificios que, de acuerdo con la tradición recibida de generación en generación, consigan tenerlos propicios y bien dispuestos hacia los mortales. Me refiero, en ese sentido, a una religión fundada en el miedo. Este viene, si no creado, sí estabilizado por la formación de una casta sacerdotal especial que se erige a sí misma en mediadora entre el pueblo y los seres a quienes éste teme, estableciendo sobre esta base su propia hegemonía. En muchos casos, el líder, el gobernante, o la clase privilegiada que deriva su situación de otros factores, combina las funciones sacerdotales con su autoridad secular, a fin de asegurarse ésta de un modo más firme; o bien, los dirigentes políticos y la casta sacerdotal hacen causa común de sus respectivos intereses.

Los impulsos sociales son otra fuente de cristalización de la religión. El padre, la madre, y los dirigentes de otras formas más amplias de comunidad humana, son mortales y falibles. El deseo de sentirse amados, guiados y apoyados inclina a los hombres a formarse un concepto social o moral de Dios. Éste es el Dios providente, que protege, dispone, recompensa y castiga; el Dios que, según sean los límites de la perspectiva del creyente, ama y cuida la vida en cuanto tal; el que conforta en las penas y en los anhelos insatisfechos; el que salva a las almas de la muerte. Éste es el concepto social o moral de Dios.

Las sagradas escrituras de los judíos constituyen un ejemplo admirable de evolución que se continúa en el Nuevo Testamento. Las religiones de todos los pueblos civilizados, en especial las de los pueblos orientales, son primariamente religiones morales. La evolución de una religión basada en el miedo a una religión moral supone un gran paso en la vida de los pueblos. Y, sin embargo, pensar que las religiones primitivas estaban totalmente basadas en el miedo y las religiones de los pueblos civilizados meramente sobre la moralidad constituye un prejuicio frente al que debemos estar en guardia. La verdad es que todas las religiones suponen, de algún modo, una mezcla variada de ambos tipos, con una diferencia: que en los niveles más elevados de la vida social, lo que predomina es la religión de la moral.

Común a todas estas concepciones religiosas es el carácter antropocéntrico de su idea de Dios. Por lo general, sólo ciertos individuos excepcionalmente dotados o algunas comunidades de una altura mental por encima de la norma consiguen elevarse de un modo considerable sobre ese nivel.

Pero la experiencia religiosa se da también en un tercer nivel, presente en todas esas concepciones, si bien raramente en forma pura: me refiero al sentimiento cósmico religioso. Resulta muy difícil explicar esta sensación a quien no la haya experimentado en absoluto, particularmente al no llevar anexo ningún concepto antropomórfico correspondiente de Dios.

El individuo siente la futilidad de los deseos y aspiraciones humanas, y percibe al mismo tiempo el orden sublime y maravilloso que se pone de manifiesto tanto en la naturaleza como en el mundo del pensamiento. La existencia individual se le impone como una especie de prisión, y ansía experimentar el universo como un todo único significativo. Los albores del sentimiento cósmico religioso se dejan ya sentir en muchos de los Salmos de David y en algunos profetas. En el budismo, según aprendimos especialmente en algunos escritos maravillosos de Schopenhauer, aparece con mucha mayor fuerza este elemento.

Los genios religiosos de todas las épocas se han distinguido por esta especie de sentimiento religioso que no conoce dogmas ni concibe a Dios a imagen y semejanza humana; y que carece por tanto de iglesia alguna que deba basar en ellos sus principales enseñanzas. Por eso, es precisamente entre los herejes de todos los tiempos entre quienes encontramos a esos hombres impregnados de esta forma suprema de sentimiento religioso, y que en muchos casos fueron considerados por sus contemporáneos como ateos, y también en otros como santos. Mirados a esta luz, hombres como Demócrito, Francisco de Asís y Spinoza son íntimamente afines entre sí.

¿Cómo puede comunicarse de una persona a otra el sentimiento cósmico religioso si no da lugar a un concepto definido de Dios ni a una concreta teología? En mi opinión, la función más importante que corresponde al arte y a la ciencia consiste en despertar y mantener vivo este sentimiento en quienes tienen capacidad de recibirlo.

Llegamos así a una concepción de la relación entre la ciencia y la religión muy diferente a la ordinaria. Cuando abordamos históricamente este tema, nos sentimos inclinados a considerar a la ciencia y la religión como antagonistas irreconciliables, y ello por una razón evidente. Quien está plenamente convencido del alcance universal de la ley de la causalidad no puede admitir ni por un momento la idea de que algún ser pueda interferir en el curso de los acontecimientos – con tal que, naturalmente, se tome realmente en serio la hipótesis de la causalidad -. Para él, la religión del miedo no tiene ningún sentido, ni lo tiene tampoco la religión moral o social. Le resulta inconcebible la idea de un Dios que premie o castigue, porque las acciones humanas están sencillamente determinadas por la necesidad, externa e interna, de modo que el ser humano no puede ser a los ojos de Dios más responsable que lo que puede serlo un objeto inanimado de los movimientos a que está sujeto. Se ha acusado, por tanto, a la ciencia de socavar la moralidad, pero esa acusación es injusta. El comportamiento ético del hombre debería estar efectivamente basado en criterios de compasión, educación y lazos y necesidades seculares; no se precisa para nada una base religiosa. Mal andaría la humanidad si su único freno fuese el miedo al castigo o la esperanza de recompensa en la otra vida.

Resulta fácil entonces entender por qué las iglesias han atacado siempre a la ciencia y han perseguido a sus seguidores. Por otra parte, yo sostengo que el sentimiento cósmico religioso constituye la más fuerte y noble motivación de la investigación científica. Solamente quienes pueden percatarse del inmenso esfuerzo, y sobre todo de la devoción, que requiere trabajar como pionero en un campo científico teórico, son capaces de comprender que semejante trabajo, por alejado que pueda parecer de las realidades de la vida, sólo puede surgir de la fuerza emocional vinculada a tal sentimiento.

¡Qué profunda convicción de la racionalidad del universo, y qué ansia de comprender, aunque sólo fuera una brizna de la mente creadora que revela este mundo, debieron de tener Kepler y Newton, para hacerlos capaces de gastar años y años de solitario trabajo en el empeño de desenmarañar los principios de la mecánica celeste! A aquellos cuyo contacto con la investigación científica proviene principalmente de sus aplicaciones prácticas les resulta fácil hacerse una idea completamente falsa de la mentalidad de esos hombres que, en medio de un mundo escéptico, han sido capaces de abrir el camino a otros espíritus afines desperdigados a lo largo y ancho del mundo y de los siglos. Sólo quien ha dedicado su vida a empeños semejantes puede hacerse una idea vivida y adecuada de lo que inspiró a tales hombres y les proporciono la fuerza necesaria para permanecer fieles a su propósito a pesar de incontables fracasos. Lo que proporciona a un hombre esa fuerza es el sentimiento cósmico religioso. Un contemporáneo nuestro ha dicho, no sin razón, que en esta era materialista en que vivimos, los únicos seres profundamente religiosos son quienes trabajan con la máxima seriedad.

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* Ken Wilber: Cuestiones cuánticas. Escritos místicos de los mas grandes físicos del mundo.

8.Publicado por Joaquin González Alvarez el 05/05/2012 17:32
Continuando con el tema recomiendo poner en Google LA FE EXIGE EL REALISMO DEL ACONTECIMIENTO, un excelente artículo teológico que utiliza en su exposición el Principio de Incertidumbre de Heisenberg, y sugiero también poner en Google UNA APLICACIÓN DE LA FÍSICA EN UN ENTORNO POCO USUAL , un artículo mío en el que hago un señalamiento sobre lo que en mi opinión es un lapso de entendimiento del citado principio de la Mecánica Cuántica.

9.Publicado por Joaquin González Alvarez el 05/05/2012 21:08
Completando mi cometario 8, le indico al lector de LA FE EXIGE EL REALISMO DEL ACONTECIMIENTO, que analice detenidamente el título, en mi opinión, cada vocablo resume todo el tema y creo advertir en éste, una variante del "petitio principii".

10.Publicado por Cornelio Gonzalez el 06/05/2012 19:38

Apreciado Joaquín (8):

Me encanta la percepción que, por lo menos en mí, induce tu forma de pensar, tanto acerca de las actuales limitaciones que a la mecánica cuántica (MC) le han impartido quienes hasta ahora la han construido, la han “armado”, como quizás y todavía no muy conscientemente de tu parte, la idea de lo que la MC realmente significa como un UNITARIO límite dinámico en y por sí mismo. Como un claro cuadro de tales limitaciones a la MC, trascribo tus propias palabras, extraídas de Una aplicación de la Física en un entorno poco usual http://www.la2revelacion.com/?p=2773 :

“….es necesario referirnos a lo que en esencia expresa y significa el Principio de Incertidumbre de Heisenberg (PI). Expresa que en Mecánica Cuántica es imposible determinar con igual precisión la posición y el momento lineal (producto de la masa por la velocidad) de una partícula: cuanto más precisa sea la medición de la posición, menos lo será la del momento lineal y viceversa. Simplificando en aras de mejor entendimiento para explicar lo que en el PI se afirma comenzaremos por llamar Observador al agente humano o instrumental que efectúa la medición u observación de la posición y momento lineal. Hemos escrito con mayúscula Observador para destacar la excepcional connotación que adquiere el agente ejecutor de la medición u observación tanto en la física como en el discurso teológico que venimos tratando. Para efectuar la medición de posición y momento lineal de una partícula, el Observador no puede evitar con sus dispositivos al efecto, alterar, perturbar, la posición y la velocidad de la partícula motivando la imprecisión a la que se refiere el PI. ADEMÁS LA MECÁNICA CUÁNTICA ESTABLECE UN PRINCIPIO DE TRASCENDENTAL IMPORTANCIA FILOSÓFICA: UN ACONTECIMIENTO U OBJETO SÓLO ADQUIRIRÁ REALIDAD MEDIANTE LA INTERVENCIÓN DE UN OBSERVADOR. Y ya hemos visto que el observador perturba los elementos observados…”.

Como se puede observar, hay prefijada una limitación trascendental: el Observador no puede evitar con sus dispositivos al efecto, alterar, perturbar, la posición y la velocidad de la partícula motivando la imprecisión a la que se refiere el PI; pero al mismo tiempo se hace una exigencia no menos fundamental: UN ACONTECIMIENTO U OBJETO SÓLO ADQUIRIRÁ REALIDAD MEDIANTE LA INTERVENCIÓN DE UN OBSERVADOR. Con otras palabras: en función de una “objetividad” científica llevada a su último límite, se sacrifica el éxito que esa misma ciencia para poder explicar, en términos de consciencia humana, en qué consiste la “realidad” que como un sistema vivo y consciente de sí mismo, tendría tal objeto o acontecimiento.

Pero esta “crisis de objetividad científica” puede tener un desenlace favorable si se decide dar el paso definitivo hacia el interior del límite mismo: el de una sutil y UNITARIA dinámica de tal condición, que la consciencia humana se generaría como un UNITARIO acontecimiento en el cual se integrarían perfectamente y por conmutación (multiplicación), el objeto observado con el agente observador y ello de acuerdo con la siguiente operación:

Objeto (O) x Agente Observador (AO)= 1= la UNIDAD sistematizada como un acontecimiento consciente.

Es decir que O y AO, al multiplicarse y dentro de su propia UNIDAD, se “observan” mutua y simultáneamente, tanto en su física, como en su lógica y en su(s) ontología(s), vale decir, que dentro de su propia UNIDAD, simultáneamente se juzgan, se valoran, se “miden”, uno en función del otro.

En términos de la MC, la UNITARIA explicación ̶ y también aplicación ̶ de esto que acabo de plantear es muy sencilla: la natural y subyacente UNIDAD mediante la cual las dos estadísticas fundamentales que clasifican a las dos formas elementales en que la energía y la masa con las que las partículas sub-atómicas se nos presentan y actúan, son:

1- La energética continuidad-simetría inherente a la onda cuántica denominada bosón magnético, caracterizada por el número primo 2, y:

2 – La(s) másica(s) discontinuidad-asimetría inherente(s) a cada uno de los dos componentes del par eléctrico conocido como: fermión (léase: materia)-antifermión (léase: antimateria), caracterizado(s) por el número primo 5.

En la MC es un asunto de capital importancia el tema de la “medida”. Pues bien, en los términos de una simple aritmética del Sistema de Numeración Decimal, este par de números primos (el 2 y el 5) se “miden” se “observan” mutuamente en su condición de recíprocos inversos (no-lineales) dentro de la sistémica UNIDAD que entre sí constituyen, cuando:

A) 1/2= 0.5, de donde: 2 x 0.5= 1 y/o, a la inversa:
B) 1/5= 0.2, de donde: 5 x 0.2= 1

Entendido de otra manera:

En A), la UNIDAD es “medida”, “observada” dos veces por la fracción 0.5, y/o a la inversa:
En B), la UNIDAD es “observada”, “medida” cinco veces por la fracción 0.2.

No es entonces una simple coincidencia el hecho de que, para la actual MC, la fórmula que define al fermión sea la UNIDAD/2 es decir: 1/2= 0.5 y que, como lógica consecuencia, el antifermión sea simplemente la asimétrica y discontinua “otra” mitad de tal UNIDAD: -1/2= -0.5.

Otra manera de entender lo mismo pero en los términos de la Teoría de la Información y que estaría más cerca de nosotros en tanto que seres poseedores de un lenguaje para intercomunicarnos, sería entender que, tanto en 1/2= 0.5, como en 1/5= 0.2, el 2 y el 5 actúan:

A) Bien como denominadores (es decir, que procesan un “lenguaje” subjetivo o “software”, que les es propio), o

B) Bien como numeradores-cocientes (y en este caso se desempeñan como objetos concretos que, en tanto que “hardware”, permiten el procesamiento del lenguaje que les es “impreso” electromagnéticamente).

Detállese que, tanto en los términos de la MC como en los de la Teoría de la Información, puede darse la UNITARIA conformación de una “medida” determinada por el subjetivo lenguaje (software) del denominador (sea este el 2 o el 5), "medida" la cual, como lenguaje del denominador, es impresa y tenida en cuenta por el objetivo y concreto hardware del numerador-cociente.

De esta manera habremos dado el paso definitivo al UNITARIO interior dinámico del mismísimo límite, dejando de lado una burda limitación (aquella de que el observador no puede evitar con sus dispositivos al efecto, alterar, perturbar, la posición y la velocidad de la partícula motivando con estola imprecisión a la que se refiere el PI) y convirtiéndonos con ello en el… ¡mismísimo y UNITARIO límite de nuestro propio sistema vital-consciente…!

Sugiero al lector dar un vistazo a los comentarios 2, 4 y 5 del artículo de Yaiza Martínez: Descubierto el mecanismo neurológico de la percepción visual. La actividad neuronal sólo se desencadena cuando reconocemos un objeto *, publicado por Tendencias 21 el dia 23 de Febrero de 2008 y en cual se corroboran las ideas en este comentario planteadas, pero esta vez en los términos de la forma como nuestro cerebro, más que conociendo actúa….¡re-conociendo..!!
………………………………………………………………….

* http://www.tendencias21.net/Descubierto-el-mecanismo-neurologico-de-la-percepcion-visual_a2091.html

11.Publicado por Joaquin González Alvarez el 07/05/2012 16:25
Estimado Cornelio (10):
Agradezco mucho que una persona con su capacidad preste tan detenida atención a mi comentario, la misma con lal cual yo he analizado el suyo y lo felicito porque lo encuentro muy interesante.
Respetuosos saludos.

12.Publicado por Joaquin González Alvarez el 08/05/2012 17:01
Ampliacion de mi comenterio 9.
Llamados parecidos ai de una FE que EXIGE, que aparece frecuentemente al inicio de los diálogos ciencia-religión opino,que es semejante a la conocida consigna militar "las órdenes se cumplen, no se discuten". Con esa "" orden" encabezando un diálogo ciencia-religión, éste finaliza sin haber comenzado.
Expreso lo anterior aclarando que me considero con espiritu religioso que adecua su conducta en la vida al mensaje de amor humano de Jesús de Nazareth.

13.Publicado por Cornelio González el 09/05/2012 03:13

Respecto a mi comentario 10, veo necesario hacer todavía más claras las ideas que siguen:

En la MC es un asunto de capital importancia el tema de la “medida”. Pues bien, en los términos de una simple aritmética del Sistema de Numeración Decimal, este par de números primos (el 2 y el 5) se “miden” se “observan” mutuamente en su condición de recíprocos inversos (no-lineales) dentro de la sistémica UNIDAD que entre sí constituyen, cuando:

A) 1/2= 0.5, de donde: 2 x 0.5= 1 y/o, a la inversa:
B) 1/5= 0.2, de donde: 5 x 0.2= 1

Entendido de otra manera:

En A), la UNIDAD 2/2= 1 es “medida”, “observada” dos veces por la fracción 0.5, y/o a la inversa:
En B), la UNIDAD 5/5=1 es “observada”, “medida” cinco veces por la fracción 0.2.

No es entonces una simple coincidencia el hecho de que, para la actual MC, la fórmula que define al fermión sea la UNIDAD 2/2 es decir, que 1/2= 0.5 y que, como lógica consecuencia, el antifermión sea simplemente la asimétrica y discontinua “otra” mitad de tal UNIDAD: -1/2= -0.5. En consecuencia y de acuerdo con el pensamiento que traigo:

En A) y en los términos de la UNIDAD 2/2= 1, el BOSÓN 2 es “medido” dos veces por el FERMIÓN 0.5, y/o a la inversa:

En B) y según los requisitos de la UNIDAD 5/5=1, el FERMIÓN 5 es “medido” cinco veces por el BOSÓN 0.2.

Es decir que el BOSÓN y el par FERMIÓN--ANTIFERMIÓN, al multiplicarse y dentro de su propia UNIDAD, se “observan” mutua y simultáneamente, tanto en su física, como en su lógica y en su(s) ontología(s), vale decir, que dentro de su propia UNIDAD, simultáneamente se juzgan, se valoran, se “miden”, uno en función del otro

A mis lectores, gracias por su atención


14.Publicado por hugo luchetti el 17/05/2012 14:24


LOS MISTICOS siempre expesaron que el éxtasis o estado mental unido a Dios o al Todo es inefable. Inefable significa que "no puede describirse con palabras". Como al hemisferio izquierdo se lo trata sobre todo como el área que alberga el lenguaje, entonces, la experiencia mística sería "una experiencia de hemisferio derecho" (no palabras). La pregunta correcta que deberíamos hacernos si tomamos la descripción de los místicos como evidencia, sería: ¿Cómo lograr articular o integrar las exoeriencias de tal modo que pueda intervenir en elllas el cerebro total...? Si lo logramos, la experiencia mística dejaría de ser inefable y podríamos ir más allá en nuestra participación en el universo... Las distintas formas de "arte" indicarían también un rumbo para desentrañar este enigma...

15.Publicado por Cornelio González el 18/05/2012 19:05

Para Hugo Luchetti (14):

La respuesta a tu pregunta: ¿Cómo lograr articular o integrar las experiencias de tal modo que pueda intervenir en elllas el cerebro total...? quizás la encuentres en: la página 204 de ¿Hombre=Cosmos?:

Apéndice 27: Nuestra meta evolutiva como seres Súper-Conscientes:
¿UNITARIA reciprocidad inversa (no-linealidad) entre la subjetividad del “software” y la objetividad del “hardware”?

Cordial saludo

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