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El sector europeo de las telecomunicaciones se cae del pedestal

Aunque mantiene un dinamismo significativo, está amenazado por concurrentes poderosos como China


La consultora francesa IDATE acaba de hacer público un informe en el que revela la creciente importancia del sector de las telecomunicaciones para la economía europea, cuya contribución al PIB regional es superior al de las tecnologías de la información, con un dinamismo superior al de Estados Unidos. La realidad sin embargo es que esta tendencia se está invirtiendo y que, si no se desarrollan las políticas adecuadas y se realizan las inversiones precisas, Europa perderá relevancia en el mercado global del sector frente a concurrentes poderosos como China, que en 2010 tendrá más móviles y clientes de banda ancha que toda Europa Occidental y tres veces más usuarios de las telecomunicaciones que Estados Unidos. Por Olga Castro-Perea.


Olga Castro-Perea
22/03/2007

El sector europeo de las telecomunicaciones se cae del pedestal
La consultora francesa IDATE acaba de hacer público un informe en el que revela el estado de las telecomunicaciones en Europa en 2015, proyectando tres posibles escenarios que dependerán de las políticas aplicadas al sector, especialmente en el tema de la regulación de las inversiones.

El informe aporta algunos datos significativos que constituyen el punto de partida para el diseño de los escenarios: los servicios de telecomunicaciones y equipamientos desempeñan un creciente papel en la economía europea. En los últimos cinco años, han contribuido más al PIB europeo que el sector de las tecnologías de la información: un 4,3% anual, frente al 0,2%. Además, su crecimiento es más dinámico que el de Estados Unidos, que es del 0,9% anual.

Sin embargo, no es menos cierto también que en los últimos cinco años el crecimiento de los servicios de telecomunicaciones ha decaído significativamente, abandonando los dos dígitos de otras épocas para situarse en el 4% en 2005 y estimándose en el 3% su crecimiento en 2006. Además, las inversiones también se han resentido en ese período.

Para superar esta situación, el informe advierte de la necesidad de incrementar dichas inversiones, con el fin de que Europa llegue para entonces a un escenario más cercano al “ideal”, esto es, con las infraestructuras necesarias de acceso a redes de telecomunicaciones para todos y desde cualquier parte. Según IDATE, el sector de las telecomunicaciones en nuestro continente debe fortalecerse, porque de él dependerá que nuestra economía sea cada vez más dinámica y competitiva.

Varios interrogantes se perfilan en el horizonte del sector en la próxima década: ¿Qué tipo de servicios se ofertarán y para quiénes? ¿Llegará a ser nuestro continente un líder dentro de la sociedad de la información¿ o ¿como será la industria de las telecomunicaciones de aquí a diez años?

Todas estas preguntas han sido planteadas por la consultora francesa en un informe realizado en colaboración con LECG. El informe proporciona posibles respuestas a través del diseño de escenarios en el horizonte 2015, extrapolados del análisis de la situación actual europea en este sector.

El informe, titulado “Telecoms en Europa 2015”, señala asimismo el importante papel que jugará la regulación de las inversiones en nuevas infraestructuras, y que éste es un asunto crítico, ya que de dicha regulación dependerá el bienestar del consumidor, derivado en última instancia de la fuerza de la competencia en el mercado.

Diversos puntos

Pero, más allá de las inversiones, el informe ha surgido de un análisis realizado durante medio año, y se centra en los siguientes puntos: diagnóstico a fondo del estado actual de la industria y de las telecomunicaciones en Europa, análisis de las diferentes agentes implicados (tecnología, público, reglamentación, costumbres y gustos de los usuarios y globalización) y de su influencia potencial a largo plazo; encuesta sobre los puntos críticos que pueden redefinir la industria y, por último, se propone un modelo de desarrollo.

IDATE llega a la conclusión de que, en los próximos años, el sector deberá hacer frente a desafíos que van en aumento. No hay que olvidar que, por ejemplo, en el último lustro, los servicios del mercado de las telecomunicaciones en Europa han aguantado el lastre del estancamiento del sector no inalámbrico, con un declive de la telefonía fija que sólo ha sido equilibrado en parte gracias al aumento de los accesos a través de banda ancha.

Además, se espera que en los próximos años se produzca un completo reajuste a nivel regional y que aumenten de forma desmesurada algunos de los nuevos mega-mercados de las telecomunicaciones.

En 2010, China tendrá ya más móviles y clientes de banda ancha que toda Europa Occidental y tres veces más usuarios de las telecomunicaciones que Estados Unidos. Como siempre ocurre, serán esos mercados más fuertes los que transformen la economía de todo el sector y marquen el paso y las direcciones de los modelos tecnológicos a seguir.

Tres escenarios

Ambas situaciones demuestran la complejidad que con que se maneja el sector, la importancia de las inversiones bien gestionadas, y la necesidad de conocer que tendencias subyacen en el presente y que nos depara el futuro. Con este fin, IDATE ha proyectado los escenarios para 2015, que serían tres.

ESCENARIO 1: bautizado como “Teleapocalipsis”, resulta de la postura de sentarse a esperar a ver que pasa retrasando o cancelando las nuevas inversiones para infraestructura de redes mientras que el marco regulador restringe aún más los accesos con políticas de costes para dichas inversiones.

ESCENARIO 2: denominado "compromiso por la convergencia", dibuja una situación en la que los servicios básicos y las aplicaciones convergentes coexisten en beneficio de los consumidores, asegurando al mismo tiempo ingresos extra a las operadoras, además de los derivados de la conectividad. En este entorno, la telefonía de alta velocidad (con fibra) y la banda ancha móvil en áreas urbanas se hacen realidad, mientras que en áreas rurales se extiende la cobertura DSL.

Evernet

ESCENARIO 3: bautizado como “Evernet”, presenta novedosos servicios disponibles, sobre todo para el sector negocios y de la administración pública, lo que supone ganancias para la economía europea. La telefonía fija y la telefonía móvil, así como las comunicaciones multimedia, producen también grandes beneficios para la nuestra sociedad a la larga.

La banda ancha llega a convertirse en este escenario en un elemento más de la construcción social en el continente, con accesos de un mínimo de 50Mbps de velocidad disponibles desde cualquier sitio gracias a una potente infraestructura y a la proliferación de la fibra múltiple, así como al acceso a la banda ancha sin cable desde cualquier lugar.

Esta situación genera un aumento de las oportunidades, tanto para los proveedores de aplicaciones como para los de infraestructuras, y permite que la industria de las telecomunicaciones en Europa fuera dinámica y muy competitiva.

Este escenario ideal sólo se alcanzará si se desarrolla una política europea que estimule las colaboraciones cruzadas para el desarrollo de nuevas aplicaciones, así como si se ofrece un marco regulador que estimule la competencia mediante la infraestructura de banda ancha, fija y móvil, propiciando así inversiones masivas en la creación de nuevas redes sobre el territorio europeo.

El informe señala al respecto que la diferencia fundamental entre, de un lado, la interacción de la reglamentación con las infraestructuras existentes, y, de otro lado, las nuevas infraestructuras y las inversiones que necesitan. Este escenario muestra que si hay dos o varios concurrentes que invierten cada uno en sus propias infraestructuras, generarán mayores inversiones y ventajas para los consumidores que si una única empresa facilita accesos a un operador sin aportar infraestructura.

El informe destaca asimismo en importante papel que puede desempeñar en la consecución de este escenario la implantación de modelos innovadores de cooperación que recojan tanto una colaboración en el nivel de las infraestructuras y una competencia a nivel minorista. Modelos de este tipo se han dado en otros sectores y podrían valer asimismo para el sector de las telecomunicaciones, añade el informe.

Pero, para llegar a este estado ideal, insiste el informe, se deben previamente regular las nuevas inversiones y aplicar políticas acordes con el modelo que se quiera alcanzar. A menos inversiones, menor oferta para el usuario, lo que va en detrimento del servicio. Se ha demostrado, asimismo, que a mayor número de inversores en infraestructuras, mayor competencia, lo que se deriva en una creciente mejoría de los productos y servicios.



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