Tendencias 21
   




La ciencia orienta sobre la cuestión de Dios

Presenta un universo enigmático que deja abiertas las hipótesis atea, teísta y agnóstica


La cuestión de si la ciencia es compatible con la existencia o no existencia de Dios tiene sentido porque, aunque la ciencia no trata como disciplina acerca de lo metafísico, ofrece datos y teorías sobre el mundo que podrían orientar la filosofía hacia el teísmo o el ateísmo. La ciencia presenta un universo enigmático que deja abierta la posibilidad de las hipótesis atea y teísta, con la posición agnóstica intermedia. Negar que ambas hipótesis sean viables (admitiendo una sola de ellas) nos coloca en el dogmatismo, fuera ya del espíritu crítico, ilustrado y tolerante de nuestra cultura. Pero esta verosimilitud atea o teísta es sólo un punto de partida para la resolución de la cuestión personal ante el enigma metafísico. Nadie es religioso porque pondere tal o cual consideración científico-filosófica. El problema de Dios se resuelve de una forma existencial, personalista. Por Javier Monserrat.


Javier Monserrat
02/03/2008

Dios y las matemáticas. ABC News.
Dios y las matemáticas. ABC News.
“Tendencias de las Religiones” ha venido publicando diversos artículos que muestran una variedad de formas de análisis del problema de la “existencia de Dios” y del sentido de las religiones. En numerosos artículos hemos presentado puntos de vista ateístas y en otros, en cambio, se ha seguido el hilo de los argumentos teístas.

Esta variedad de artículos y enfoques multiformes muestra sin lugar a dudas la complejidad tanto del asunto en sí mismo como de las actitudes personales ante él. Actitudes casi siempre asociadas a densas tramas emocionales derivadas del compromiso personal de unos y otros ante la ineludible cuestión del “sentido último de la vida”.

Este artículo, por tanto, no pretende otra cosa que ofrecer un ensayo de respuesta a la pregunta por la existencia de Dios y por el sentido de la religión, valorada desde los resultados de la investigación científica actual.

Este “ensayo”, evidentemente, representa un punto de vista personal. Pero reflexionar sobre los argumentos que presenta puede ayudar a matizar la forma en que otros se enfrentan con la misma pregunta y tratan de responderla, bien desde posiciones teístas, ateístas o agnósticas.

La pregunta es, por tanto: la existencia de Dios, y la viabilidad consecuente de los comportamientos religiosos, ¿son hoy compatibles con la imagen científica del universo, de la vida y del hombre? Preguntar por esta “compatibilidad” no significa necesariamente sugerir que la ciencia “demuestre” la existencia o no-existencia de Dios. Podría haber una compatibilidad por vía de “verosimilitud”. Es decir, la ciencia podría quizá no permitirnos un conocimiento cerrado y absolutamente seguro de lo real, sino que más bien podría dejarnos abiertos a una realidad enigmática. Debemos explicarnos con mayor precisión.

¿Demostración o verosimilitud?

En este caso, si la ciencia nos mostrara en efecto este “universo enigmático”, quizá fuera posible construir hipótesis alternativas que, cada una en su línea, pudieran contar con argumentos que las hicieran “verosímiles”. Creemos que esto es lo que en realidad ocurre. Hay argumentos (cuya aceptación depende de la libertad valorativa personal de cada científico o filósofo) que hacen verosímil la hipótesis de un universo sin Dios (ateísmo); pero al mismo tiempo es posible también formular argumentos que hacen verosímil la hipótesis alternativa de que se funde en un ser que responda a lo que llamamos Dios (teísmo).

El universo en sí mismo, ciertamente, o responderá al ateísmo o al teísmo; no será al mismo tiempo las dos cosas (o sea, Dios existirá o no existirá, pero no las dos cosas a la vez, obviamente). Sin embargo, el conocimiento humano discurre desde la precariedad y no puede dilucidar con seguridad cuál de estas hipótesis alternativas es verdadera. El universo –visto desde dentro por la razón humana- es así enigmático y se resiste a ser conocido últimamente con seguridad por la razón humana, por la ciencia y por la filosofía. Es “enigmático” porque es oscuro cuál sea su verdad última.

Ahora bien, puesto que hablar de la existencia o no existencia de Dios supone referencia a cuestiones metafísicas últimas, debemos advertir también que, desde un enfoque epistemológico (o sea, teorético-científico), es correcto decir que las disciplinas científicas no abordan como tales el conocimiento de lo metafísico. Esto es sólo propio de la disciplina que llamamos “filosofía”. Ahora bien, si no es competente para lo metafísico y Dios es algo metafísico, ¿tiene sentido entonces plantear la cuestión de si la ciencia es compatible con la existencia o no existencia de Dios?

Creemos que sí lo tiene porque, aunque la ciencia no trata como disciplina acerca de lo metafísico, sin embargo ofrece datos y teorías sobre el mundo real que, al ser sometidos a la reflexión filosófica (que sí se plantea las cuestiones metafísicas), podrían orientar la filosofía hacia el teísmo o el ateísmo; esto es, hacia la verosimilitud de la existencia o de la no existencia de Dios. En otras palabras, los resultados de la ciencia, según lo que fueran, podrían hacer posible o no posible una filosofía teísta o ateísta.

Podemos, pues, precisar más nuestra opinión: la imagen del universo, de la vida y del hombre en la ciencia, al ser asumida por la reflexión de una disciplina de conocimiento distinta de la ciencia – la filosofía –, no conduce a una única explicación metafísica última de lo real, y menos a una que se impusiera con una certeza absoluta incuestionable, bien fuera teísta o ateísta. Conduce más bien a la idea de un universo cuya verdad y naturaleza última es enigmática, dejando abiertas diversas hipótesis metafísicas que, de hecho, son sometidas a discusión, tanto en dimensión personal como social.

Ciencia y sociología de la cuestión de Dios

Decir que la ciencia nos lleva a una idea enigmática del universo es, por otra parte, algo que se entiende perfectamente desde la epistemología actual. Esta no es dogmática: no cree que la ciencia pueda llevarnos a un conocimiento cierto, absoluto, que “cierre” ciertos conocimientos, definitivamente establecidos, que se consideren algo así como “dogmas” inamovibles. Para Popper y la totalidad de las epistemologías postpopperianas, la ciencia es sólo un sistema de hipótesis siempre revisables. La ciencia procede ponderando hipótesis alternativas que se discuten; los científicos toman posición inclinándose hacia unas u otras. Esto acontece en muchos campos de conocimiento.

Es así comprensible que el problema más complejo de todos – el de conocer metafísicamente qué es el universo en su verdad final – pueda dar lugar a la incertidumbre, al enigma, a hipótesis alternativas ante las que debe decidirse la libertad personal valorativa de los científicos. Pero estos, al tomar posición ante un problema metafísico – aunque deban tener en cuenta la ciencia –, no hacen “ciencia, sino “filosofía”, de acuerdo con lo que antes decíamos.

Esta “borrosidad” y precariedad inevitable del conocimiento humano se aplica a todo: no sólo a la ciencia natural, sino también a las ciencias humanas (de ahí la idea de la sociedad “abierta y crítica” popperiana). Por ello la sociedad de la segunda mitad del siglo XX ha evolucionado tanto a la modestia en la defensa de las propias convicciones y como a la tolerancia hacia las opiniones de los demás. La sociedad “ilustrada y crítica” sólo es más y más “intolerante” con la “intolerancia”.

Es inevitable recordar que en siglos pasados – sobre todo en el XIX – lo común era defender posiciones “dogmáticas”, tanto teístas como ateístas. La razón, en la ciencia y la filosofía, permitía demostrar con toda certeza, según la posición de cada uno, la existencia (teísmo) o la no existencia de Dios (ateísmo). Así, el teísmo pensaba que los ateos (digamos para simplificar) o eran “tontos” o eran “malos”. Por su parte, el ateísmo pensaba también, simplificando, que los teístas o eran “tontos” o “psicológicamente débiles”.

Estas posiciones dogmáticas no han desaparecido completamente. El ateísmo de autores como Dawkins o Dennett, por ejemplo, (considerados en otros artículos de esta sección de Tendencias21) no sólo es “dogmático”, sino que se ríe de lo religioso con fuerte agresividad. Por otra parte, todavía hay teísmos dogmáticos que consideran a los ateísmos con la misma falta de tolerancia, aunque en una dirección distinta. Residuos de este mismo dogmatismo se pueden hoy constatar en la reciente disputa en torno al inteligent design: se pretende hacer “ciencia” pero lo que en realidad se hace es metafísica camuflada, bien para defender una teoría de la evolución “metafísicamente atea”, bien para defender una evolución “metafísicamente teísta”, siendo así que la ciencia como tal ni es teísta ni es ateísta.

En realidad, tanto el ateísmo como el teísmo dogmático están hoy fuera del sentir de nuestra cultura crítica e ilustrada, consciente de vivir en un universo enigmático y tolerante ante las ideas alternativas que nacen del ejercicio libre de la razón de cada persona. Lo inapropiado del dogmatismo – bien sea teísta o ateísta – se ve en un simple análisis sociológico. De hecho hay personas que “lo saben todo”, perfectamente formadas, que son ateas, unas, y teístas, otras. Es un hecho social incuestionable que es así, y en proporciones aproximadamente similares dentro del mundo intelectual (ya que las masas son mayoritariamente teístas). ¿Qué pasa? ¿Es que unos son tontos y los otros listos? Evidentemente que no. Lo que pasa es que el universo es enigmático, borroso, y deja abiertas las hipótesis teístas y ateístas que de hecho constatamos. Unos se inclinan honestamente por unas hipótesis y otros por las otras.

El enigma metafísico

Es verdad que de inmediato lo único que el hombre percibe por sus sentidos es el mundo (la experiencia de la vida humana en el universo). Este es, en efecto, el hecho real de que partimos. A Dios nadie lo ha visto. Pero hay algo también cierto: que el hombre tampoco ha visto cuál es la explicación final, última, metafísica de ese universo. Lo metafísico no es evidente y, por ello, debe ser argumentado. El hombre percibe el mundo por una experiencia fenoménica: percibe sólo el “fenómeno” (aparecer) que no nos da todo el contenido del universo desde sus fundamentos radicales: la materia se nos escapa en su profundidad “hacia adentro” y el universo nos desborda en el espacio y en el tiempo.

Por otra parte, es un hecho que desde siempre el hombre ha querido responder a los enigmas metafísicos últimos. El hombre busca su verdad humana – para vivir en consecuencia – y ésta depende de la verdad última, metafísica, del universo. En el marco de esta inquietud metafísica han nacido las religiones en la historia. Es verdad que en los últimos siglos se ha producido un crecimiento de quienes han respondido a la metafísica con el ateísmo (o agnosticismo). Pero es también un hecho evidente que durante toda la historia, e incluso en el presente, la gran mayoría de la humanidad ha respondido a la inquietud metafísica con las ideologías religiosas. Este hecho condiciona en forma no trivial nuestro planteamiento de la cuestión de Dios.

Es cierto que a Dios no lo vemos. Pero también es cierto que tampoco vemos la verdad metafísica última de lo real. Además, es cierto que la inmensa mayoría de la humanidad ha sido teísta, aunque con una presencia creciente del ateísmo (agnosticismo) en el mundo moderno. Por ello – por su naturaleza racional en busca del “sentido” y por la misma historia – se plantea el hombre la pregunta ante el enigma metafísico, que es el enigma acerca de la existencia (teísmo) o no existencia (ateísmo) de Dios. Lo evidente es sólo un enigmático mundo fenoménico. Ni el teísmo ni el ateísmo son “evidentes” por cuanto no es evidente el fundamento metafísico de lo real. Teísmo y ateísmo deben ser argumentados: se deben exponer las razones que bien demuestren (cosa que, como hemos dicho, no creemos viable), bien hagan más o menos “verosímil”, en un sentido u otro, ambas hipótesis explicativas.

El universo descrito por la ciencia y la cuestión metafísica

Pero, tras estos preámbulos, volvemos a la pregunta que antes planteábamos. Los resultados de la ciencia en el conocimiento del universo, de la vida y del hombre, asumidos por el discurso filosófico, ¿demuestran o hacen verosímil el teísmo o el ateísmo? En todo caso, no todo resultado de la ciencia tendrá la misma capacidad de aportar algo a la respuesta de esta pregunta.

Hay resultados científicos que apenas tienen proyección metafísica. Por ejemplo, la investigación que nos lleva a conocer una nueva fórmula bioquímica que hará más eficaz un cierto antobiótico para combatir determinados gérmenes; o la investigación sobre el sistema motor de una especie de artrópodos. Pero, frente a ciertas investigaciones y conocimientos metafísicamente irrelevantes, hay también ciertos campos, preguntas y resultados de la ciencia que tienen una gran importancia metafísica. Son aquellos resultados en que la ciencia aporta elementos sustanciales para que la filosofía trate de responder las preguntas en torno a la naturaleza metafísica última de la realidad.

En nuestra opinión, estos campos problemáticos abiertos a lo metafísico son tres: primero, el problema de la consistencia (estabilidad, suficiencia, absolutez) del universo; segundo, el problema de las causas reales que permiten explicar la producción de orden dentro del universo; tercero, el problema del origen y de la naturaleza del psiquismo animal o humano (problema de la conciencia). Nos referimos ahora muy brevemente a cada uno de estos problemas.

Muchas preguntas, una respuesta personal.
Muchas preguntas, una respuesta personal.
Consistencia y absolutez del universo

La ciencia constata por los sentidos un universo fáctico que está ahí, constituido ante nosotros, y trata de conocer cuáles son las causas de que efectivamente esté ahí en la forma en que podemos describir en tiempo real (que es la única que nos es asequible y que constituye el punto de referencia experimental a todas luces incuestionable). Pero la expectativa de la razón científica (justificada en epistemología) es que ese universo está ahí porque “puede estar”: porque se funda en un conjunto de contenidos que consisten (se mantienen establemente en el tiempo) en interacción relacional, de forma suficiente y absoluta en orden a existir en el tiempo pasado y en el futuro, sin deshacerse.

La expectativa racional de la ciencia es, pues, que el universo sea “suficiente” (que se baste a sí mismo para explicar el hecho de su existencia). Pero, ¿cuál es el resultado de la ciencia? Ateniéndonos a los hechos experimentales y otras evidencias empíricas dadas en el estado actual del universo, la ciencia ha reconstruido su historia evolutiva desde un primer momento “conjeturable” que conocemos como el big bang. ¿Qué había antes? En función de las evidencias, la ciencia como tal no es capaz de hacer ninguna otra conjetura que vaya más allá del big bang. El conjunto de esta imagen, conforme con la física experimental, es lo que se llama “modelo cosmológico estándar” (tratado en otros artículos de tendencias y que aquí no vamos a exponer). Pero la cuestión es, repetimos, ¿qué había antes?

Si el universo está hecho de materia organizada en estructuras, ¿dónde surgió la materia-energía producida en el big bang? ¿Qué propiedades primordiales de la naturaleza de la materia serían la causa de la materia que vemos emergente en el big bang? El razonamiento empírico y experimental de la ciencia nos lleva al “modelo estándar de la física” que constituye el marco general de la física de partículas. Pero bucear hacia la causas y naturaleza primordial de la materia ha obligado a los físicos teóricos a ir más allá del big bang, de la “era de Plank” e incluso de las posibilidades de contrastación empírica de la física ortodoxa, entrando en el campo de la pura especulación sobre modelos matemáticos e hipótesis físicas.

Las teorías de cuerdas y supercuerdas han especulado sobre las propiedades emergentes de la materia y las variables o dimensiones en cuya función se haría la explicación de su desarrollo evolutivo. Aunque estas especulaciones han sido, y en parte siguen siendo, lo “políticamente correcto”, distan mucho de estar aceptadas y fuera de sospecha (recordemos, por ejemplo, la crítica de Leo Smolin, recientemente comentada en otros artículos de Tendencias).

Desde una y otra perspectiva, además, parece exigirse un ámbito de fondo que fuera origen de la génesis y disolución de partículas. Este fondo ha sido sugerido y postulado desde diferentes contextos teóricos y se le han dado nombres como éter, campo de energía, espacio-tiempo, orden implícito o vacío cuántico. En realidad, la idea de “surgir de la nada” no parece aceptable en la ciencia. Si en alguna ocasión se habla de “nada” no se está pensando en la “nada absoluta”, sino en vacío cuántico, geometría del espacio o cosas similares.

Como se ve, esta imagen del universo físico es compleja y discutible, todavía muy oscura. También lo es al ser sometida a la reflexión filosófica en orden a una metafísica última. No es fácil ver la suficiencia del universo en orden a su propia realidad. El “modelo cosmológico estándar” presenta un universo que sorprendentemente nace en el tiempo. Por otra parte, con la ayuda de una gran especulación, podríamos concebir la posibilidad de un campo metafísico de realidad en el que fueran apareciendo fluctuaciones que dieran lugar a infinitos universos burbuja, finitos e insuficientes, pero fundados en un ámbito físico metafísico al que atribuiríamos estabilidad, suficiencia y absolutez.

Sin embargo, esta gran complejidad nos hace entender la viabilidad de una hipótesis también verosímil (posible y congruente con los hechos): la hipótesis de que la estabilidad, suficiencia, absolutez del universo que vemos, se fundara en una dimensión metafísica que respondiera a lo que llamamos Dios. El ateo considerará que su hipótesis es la más verosímil y se esforzará en argumentarla. Pero el teísta no piensa así y se inclina a pensar que el teísmo es más verosímil, argumentando en su favor. No existe un Tribunal neutro e independiente que pueda dictaminar qué hipótesis es mejor y más verosímil (y ciertamente no creemos que ese juez absoluto sea el señor Dawkins). Lo que la sociología nos impone es que ambas hipótesis son verosímiles y cuentan con gente a su favor que las argumenta. Si esto pasa es, pues, porque “puede pasar”: porque el universo físico es oscuro, enigmático, y permite construir alternativas metafísicas verosímiles y argumentables.

Producción de orden dentro del universo

Ya con más brevedad comentemos el segundo campo en que los resultados de la ciencia se abren a dimensiones metafísicas: la producción de orden, tanto físico como biológico. Supuesta la descripción de la naturaleza misma del orden, la ciencia debe plantearse el conocimiento de las causas que lo han producido. Se trata, pues, de dos cuestiones en principio diferentes. La primera previa a la segunda.

El orden es, pues, un hecho. Un hecho físico que depende de las propiedades ontológicas de la materia que explican por qué se ha producido la ordenación estructural de la materia que conduce desde la radiación del big bang al mundo real de cuerpos y objetos estables. Sin embargo, no hay causas que justifiquen por qué los valores precisos de una serie numerosa de variables son los que de hecho son, con los valores precisos para producir al hombre evolutivamente (es lo que llamamos “principio antrópico”, que aquí tampoco exponemos pero que ya consideramos conocido).

Pero el orden es también un hecho biológico. Si el orden físico es ya sin duda sorprendente, mucho más el orden biológico. No sólo se trata de un orden estático, sino de un orden funcional y dinámico, desplegado en el tiempo secuencialmente, tal como vemos en el desarrollo embriogenético, hasta el estado adulto por medio de la actuación bioquímica regulada del ADN.

Pero la segunda cuestión hace referencia a las causas de este orden. Como ya sabemos hay dos respuestas posibles. Una es naturalista: la misma naturaleza ha producido este orden desde sus propiedades ontológicas (ateísmo); la teoría de los multiversos especula que entre infinitos universos aparece uno con las sorprendentes propiedades antrópicas del nuestro y, además, el avance parsimonioso de una evolución darwinista, paso a paso, justifica la construcción de los complejos sistemas vivientes.

La otra teoría explica el orden postulando la existencia de un diseño inteligente. El pensamiento teísta más serio no postula un diseño en la forma del intelligent design del fundamentalismo americano reciente: un “Dios tapa agujeros” que debe intervenir para que el mundo funcione. El supuesto es que Dios crea el mundo de manera que éste funciona autónomamente por sus propias leyes (el darwinismo se asume perfectamente en este supuesto, e incluso la teoría de multiuniversos). Pero el diseño de este universo autónomo permite la hipótesis verosímil de que responde a un plan racional orientado a la libertad humana. La complejidad del orden y la precisión del diseño hacia la libertad harían verosímil la hipótesis de una razón diseñadora, en la línea del “principio antrópico cristiano” de George Ellis.

Origen y naturaleza del psiquismo

Este sería el tercer campo en que los resultados de la ciencia se proyectan sobre la metafísica. Digamos muy brevemente que hasta hace poco la biología, la explicación del psiquismo y del hombre desde la ciencia, se hacía en el marco del reduccionismo. Éste ofrecía una imagen determinista, mecánica, del hombre y de los seres vivos que culminaría en el computacionalismo actual y su idea robótica de la vida. La verdad es que este robotismo científico no contribuía a que la filosofía pudiera argumentar la verosimiltud del teísmo.

Hoy en día, sin embargo, la explicación científica del psiquismo se orienta hacia la neurología cuántica dentro de una visión mucho más holística del universo. En otros artículos de Tendencias hemos presentado estas nuevas orientaciones de la biología desde una manera de entender el “soporte físico del psiquismo” desde la mecánica cuántica.

No es que esta nueva manera de pensar holística “demuestre” la existencia de Dios. El holismo admite una interpretación ateísta: el universo podría responder a los principios del holismo actual y, sin embargo, excluir la existencia de Dios. Sin embargo, aun siendo así, es verdad también que el holismo hace mucho más verosímil la existencia de Dios. En otras palabras, es mucho más fácil pensar en la verosimilitud de la hipótesis de Dios desde dentro de una imagen holística del universo, que desde una imagen reduccionista clásica de la ciencia.

Decisión filosófica ante la cuestión de Dios

La decisión filosófica ante el enigma metafísico último de lo real debe tener en cuenta la imagen científica del universo, al menos para aquellas personas que tienen acceso a ella. En el marco de este enigma se plantea la cuestión de Dios; cuestión que, al menos, todo el mundo debe proponerse por el hecho de que gran parte de la humanidad ha resuelto la cuestión metafísica de forma religiosa. Y el hecho sociológico es que, en efecto, la ciencia presenta un universo enigmático que deja abierta la posibilidad de argumentar la verosimilitud de las dos hipótesis: la hipótesis atea y la hipótesis teísta, con la posición agnóstica intermedia. Negar que ambas hipótesis sean viables (admitiendo una sola de ellas) nos coloca en el dogmatismo, fuera ya del espíritu crítico, ilustrado y tolerante de nuestra cultura.

Pero esta verosimilitud – atea o teísta – posibilitada por la ciencia y asumida por la argumentación filosófica, es sólo un presupuesto, un punto de partida para la resolución de la cuestión personal ante el enigma metafísico. Nadie es religioso porque pondere tal o cual consideración científico-filosófica. El problema de Dios se resuelve de una forma existencial, personalista, que no abordamos en este artículo. La desarrollaremos próximamente en otro artículo de Tendencias complementario de éste.

Algunas consideraciones desde la teología

1) La teología católica considera que la razón humana – bien sea científica o filosófica – puede acceder a la existencia de Dios. Pero esto no se ha entendido como si la razón pudiera “demostrar”, con certeza absoluta, metafísica, que se impusiera en toda razón humana, la existencia de Dios. La interpretación del Concilio Vaticano I puso ya de manifiesto la moderación con que la teología considera la racionalidad de la fe. Esta no se reduce nunca a razón. Supone una respuesta a la Gracia interior del Espíritu y un compromiso personal libre que no se impone por ningún tipo de mecanicismo racional. El hablar, en la línea de la explicación anterior, de verosimilitud racional de la afirmación de Dios, fundada en la ciencia y asumida por la filosofía, es perfectamente congruente con la “ortodoxia” teológica.

2) Desde el enfoque de la metafísica escolástica se podría objetar la viabilidad del ateísmo diciendo: aunque el universo pueda aparecer como autónomo, nunca se podrá considerar como “necesario”. La razón busca la necesidad y esta sólo se puede atribuir a Dios. Este razonamiento escolástico (que es filosofía y no fe cristiana) no se admite hoy en la epistemología moderna. Para ésta, la razón busca entender la “suficiencia del sistema” en que nos hallamos: si este fuera “puro mundo sin Dios”, habría que atribuir a este sistema la necesidad; si se fundara en Dios, habría que atribuir la necesidad a Dios. Pero, en principio, para la razón ni del universo ni de Dios se puede decir a priori que deban existir “necesariamente”.

3) El relativismo no puede entenderse desde el dogmatismo epistemológico. No ser relativista no debe identificarse con una idea dogmática del conocimiento, ajena a la epistemología actual. El hombre se ve ante un universo borroso y enigmático ante el que debe decidirse con firmeza y estabilidad. Tanto para el ateísmo como para el teísmo no es todo igual: deciden firmemente su posición y se comprometen por ella. Admitir la viabilidad de ateísmo y teísmo – y su tolerancia mutua – no equivale, pues, a ser “relativistas”.


Javier Monserrat es miembro de de la Cátedra CTR.



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1.Publicado por TORRES el 03/03/2008 01:11
Algo debe existir necesariamente, quiero decir COMO ENTIDAD NECESARIA QUE DA CONSISTENCIA A TODO. SEA ESE ALGO LO QUE SEA. De lo contrario la mente chirría, no le cuadran las conclusiones, los hechos, se ve envuelta y burlada porque le quieren " colar" el principio de conrtradicción, se lo quieren hacer "tragar", y entonces la mente enloquece.Toni

2.Publicado por Santiago Ochoa el 18/03/2008 01:24
Es verdad que la ciencia no puede determinar la existencia de dios pero también es verdad que ningún concepto religioso de dios (dado por alguna religión presente, pasada o futura), que no esté basado en hechos científicos comprobables, tiene alguna posibilidad de ser cierto. Es decir, si dios existe, no hay la más mínima posibilidad de que sea nada que alguna religión diga, o haya dicho, que es. Si dios existe, simplemente, no se sabe qué es, ni se sabrá nunca. En conclusión, ningún concepto presente, pasado o futuro, de dios, puede existir. Dios siempre sería algo distinto a lo que alguien pueda creer que es.

3.Publicado por tarseo el 23/04/2008 00:23
Si dios existe y es real se debe buscar desde la ciencia pues no existe mejor herramienta para discernir entre lo real y lo irreal. Aun en el supuesto de que Dios fuera un ser sobrenatural, la comprensión profunda de la creación a través de la ciencia nos permitirá conocer a su creador, es más la ciencia debería descubrir las huellas dejadas por este ser sobrenatural. Si Dios es real no necesita fé sino ciencia que lo reafirme. Las religiones realmente no piden fé para Dios sino para lo que dicen determinadas personas sobre Dios. Se pide fé para lo que dijo Buda, Jesús o Mahoma sobre Dios, o mejor dicho se pide fé sobre unos escritos antiguos que se conservan sobre lo que supuestamente dijeron. En este contexto la fé se hace estrictamente necesaria porque no se puede verificar su autenticidad. Pero si hay un libro que no ha podido ser manipulado ese es el libro escrito en la creación del universo y es el que nos ha de llevar al verdadero Dios o a su inexistencia. El razonamiento y la lógica que han impulsado a la ciencia deberían evitar que los hombres caigan en la fé, porque la fé al ser ciega no distingue entre la verdad y la mentira.

4.Publicado por Ay! el 17/09/2009 03:01
Este artículo adolece de una clara confusión de planos. ¿Qué tendrá que ver el Big-Bang con la metafísica? ¿Cómo se debe entender esta expresión: "...dados en un ámbito físico metafísico..."?

5.Publicado por Antonio Muñoz Saravia el 17/09/2009 20:22
Bueno, lo que sí está claro es que no figura al momento método científico alguno que rechace o acpte la existencia de Dios. Sin embargo, vale la pena anotar lo siguiente: Si tu crees en Dios y él y no existe, entonces no tienes problemas, pero si tu no crees en él, pero que efectivamente existe, entonces estarás con serios problemas.
Atentamente


6.Publicado por Ay! el 18/09/2009 19:02
No entiendo tu comentario, Antonio. ¿Podrías explicarte un poco más?

7.Publicado por Filomeno el 18/09/2009 23:10
El articulista ha caído en una trampa lógica, además de interpretar equivocadamente el agnosticismo que, tal como lo definió Huxley, es ateísmo y no denota indiferencia ni incertidumbre sino escepticismo. El articulista interpreta el agnosticismo como el equivalente de "es probable". Coincide este art. con mi reciente observación en Londres de unos carteles contrarios a la campaña de Dawkins, y con una especie de test de respuesta múltiple a marcar una de tres casillas sobre si "Dios existe / D no existe / Es probable". Este cartel también cae en una trampa lógica. Admitida la opción de un "es probable" respecto del enunciado de un ente supuestamente necesario o absoluto, representa la aceptación de que esa entidad no es necesaria ni absoluta. Por eso la campaña de Dawkins no afirma ni niega la existencia de ninguna entidad metafísica, simplemente afirma que es "probable que no exista".

8.Publicado por Ludo el 24/09/2009 13:46
El ateísmo no es una postura a priori, sino a posteriori. Es una respuesta de rechazo ante una especulación arbitraria, infundamentada, infalsable y gratuíta que ha sido formulada previamente. Según lo que propone el artículo, nunca estaríamos legitimados a rechazar cualquier cosa imaginable que no pueda ser sometida a pruebas; cualquier idea que se le pueda ocurrir a cualquiera, por muy descabellada, aberrante o absurda que sea.

El rechazo o la no aceptación de las ideas arbitrarias y sin fundamento y que además violen las leyes elementales de la naturaleza no tiene nada de dogmático. Es simplemente lógico y razonable. De lo contrario no podríamos negar ni la existencia del Pato Donald, si bien es cierto que hablando estrictamente de probabilidad, es mucho más probable la existencia de un pato parlanchín que la de un ser que siendo inmaterial es creador del Universo, es omnipotente, es omnisciente y omnipresente, y que nos escucha y lo sabe todo de cada uno de nosotros en todo momento. Lo que ocurre es que a nadie se le ocurre preocuparse por un pato que habla porque su tarea no es resolvernos el problema de la muerte, cuya respuesta observable y observada seguimos sin aceptar.

9.Publicado por sol el 09/12/2009 20:09
Insistes en que la inteligencia humana es una característica más de la naturaleza y el universo, que no tiene ningún estatus especial y que no tenemos ningún derecho a usarla como hipótesis para explicar elementos que sugieren diseño en la naturaleza. Y por otra parte insistes en que la ciencia HUMANA, basada en esa inteligencia humana, tiene una potencialidad ilimitada para encontrar todas las respuestas del universo.

10.Publicado por Ana Salcedo el 26/03/2010 22:06
Creo que dada la evidencia de que dios es pura energía cósmica inteligente que se manifiesta de mil formas desde el polvo cósmico hasta las galaxias, planetas con sus correspondientes organismos o bacterias -como nosotros- soles, estrellas, cometas , todo tipo de objeto cósmico, etc, ya no hay que plantearse -creer o no creer- sino tener conocimiento de la verdadera fuente y dirigirse directamente a ésta a través de la meditación, sin intermediarios, ni sectas ni religiones de ningún tipo.
Todo lo demás es perder tiempo y otorgarle poder a unos pocos para poder convertir a la gente en esclavos y borregos fáciles de manipular.
Por tanto dios no es persona ni animal, no habla, no da órdenes, no castiga ni premia y tu felicidad depende solo de como tu jegues con esas energías -La Energía-
La verdad os hará libres!!

11.Publicado por María el 18/08/2011 11:08
La ciencia y la religión (aunque yo prefiero la espiritualidad puesto que no creo en la religión) son perfectamente compatibles. Otra cosa es que los adultos decidan que su campo se sobreponga sobre el otro.
El alma existe (en mi opinión), y es más, nosotros no tenemos alma, somos un alma que se mueve con un cuerpo (materia). Solo en este punto la ciencia y la espiritualidad están unidas.
Me encanta lo que ha dicho Ana Salcedo. Justo lo que yo opino.

12.Publicado por Gustavo Rozas Valz el 24/08/2011 19:59
A ver, el artículo adolesce de muchas arbitrariedades y errores conceptuales básicos. En el sub título: ¿ Demostración y verosimilitud? Se habla que la existencia o no de Dios es metafísica, es decir está más allá de la física, y entonces primero habría que demostrar si realmente existe algo más allá de la física y hasta si el mismo concepto de existencia, tiene algún sentido más allá del mundo físico... comenzando por ahí, eso es una arbitrariedad, una declaración de parte y verdad asumida alegremente y a priori. En todo caso la " Existencia" de algo, sólo puede ser verificada en el mundo de la física y a través de la espistemología... la existencia es de carácter positivo, y por lo mismo tiene que ser demostrada y no al contrario, asumir como válida una existencia y que los que la refutan o por lo menos cuestionan, tengan que correr con el cargo de la prueba de una " no existencia", una absurda negación de negación... Bajo ese punto de vista, cualquiera podría pedir al resto del mundo que le demuestren la " no existencia" de cuanta fantasiosa identidad de pronto cobre vida en lo más profundo de su imaginación desbordante y febril....

En el subtítulo: " Ciencia y Sociología de la cuestión de Dios" , El autor recurre al insostenible y taimado ardid de comparar teísmo y ateísmo como si de dos dogmas opuestos y permeables a la intolerancia se tratase. Esa afirmación tan de moda no resiste el menor análisis... para comenzar teísmo y ateísmo no tienen directamente relación con lo científico, en cuanto a referentes de conocimientos, y por lo mismo sobre paradigmas acerca de la realidad. El ateísmo es una postura política, frente a lo que han sido y aún son, las religiones institucionalizadas y poderosas, que no conformes con controlar las creencias y costumbres de las sociedades, todavía se resisten a perder una importante cuota de poder ( porque deja sin sustento sus absurdos dogmas de fé ) en cuanto al establecimiento de paradigmas y conocimiento actualizado de lo que denominamos realidad... y ahí es donde encuentra su espacio un ateísmo militante, que impida que se desinforme a la sociedad sobre los avences últimos de la ciencia, cuando estos de alguna manera dejan sin piso o directamente ponen en ridiculo siglos de creencias anacrónicas que en el fondo no son más que instrumentos de control y burda manipulación... ¿.Como no manifestarse militantemente ateo, cuando se toma conocimiento, que un grupo de ignorantes creacionistas, ejercen todo su gran poder político y económico para prohibir la enseñanza de la evolución y selección natural , en algunos estados del sur de USA, porque atenta contra leyendas y alegorías en las que se basa su absurda religión?. El día que las religiones se circunscriban al ámbito socio cultural de sus fieles y congregaciones en el marco de estados cien por ciento laicos, con curriculas escolares en el mismo sentido ( para no influenciar las permeables e inocentes mentes de los niños ) y dejen a la ciencia, único instrumento que hasta ahora nos ha ha conducido en el establecimiento de paradigmas sobre la realidad, el conflicto automáticamente se acabará...

En el subtítulo: El enigma metafísico: volvemos a lo mismo... partimos como verdad a priori que hay algo " más allá " de lo físico... falta la demostración para tamaña afirmación... y sutilmente plantea como un argumento a favor del teísmo, el hecho evidente e rrefutable por cierto, de que la mayoría de la humanidad es religiosa... y entonces me pregunto yo: ¿ Desde cuando la inteligencia, capacidad de abstracción y razonamiento son " democráticos" ? todo lo contrario, son por desgracia en extremo elitistas... Menos del 1% de la humanidad, es la responsable de todos los avances científicos, tecnológicos; y hasta los promotores de cambios en cuanto a referentes en el campo más directamente vinculado con lo humano, con lo antropológico, es decir lo socio-cultural... codigos morales, contratos sociales etc.. Y en el último párrafo argumenta que si bien nadie ha visto a Dios, tampoco nadie ha llegado a la verdad metafísica,( vuelve con la metafísica ) última.... y acaso ese sea el punto más peligroso como para buscar confundir al lector.. Es bien sabido que existe un límite natural para el campo de la verificación, del conocimiento... acaso lo único que nos ha sido dado conocer es justo el fenómeno; porque al existir el límite natural de cuantificación de la energía, más allá de ese límite no existe transferencia alguna de la misma y por lo tanto ya nada es observable y verificable ( a escalas de Planck, el concepto de espacio-tiempo parecen perder todo sentido al punto que se especula que sería un efecto macroscópico de la expansión del universo...).

Llegado a ese punto, seguro que en ese " espacio " ( por llamarlo de alguna manera ya que espacio no sería ) o límite natural, es donde como siempre oportunistas, los teístas querrán finalmente ubicar a Dios ( a salvo de todo cuestionamiento y verificación ), pero es justo en ese escenario, donde " nada ocurre ni puede suceder", donde el concepto de un Dios creador, se hundiría en su principal contradicción ( entre tantas ), porque sería justo ese escenario la antinomia del dinamismo, que una voluntad omnipotente, omnipresente y omnisciente requeriría para plasmar lo que sería una magnificente y aplastantemente evidente " Creación".

( continúo ).

13.Publicado por Gustavo Rozas Valz el 24/08/2011 23:39
( continuación ) El universo descrito por la ciencia y la cuestión metafísica": Comienza por plantear si los descubrimientos de la ciencia hacen verosimil el teísmo o el ateísmo, y la verdad es que en el fondo me parece que no afecta a ninguna de las dos; ni a las creencias socio-culturales y estructura de poder basadas en el teísmo, ni a su contraparte o reacción, que trata de impedir que la primera se inmiscuya en un campo que no le corresponde como la ciencia, más allá de su inaceptable injerencia política en muchos estados, donde no sólo gozan de privilegios especiales, sino que marcan tendencias es costumbres y lo más grave, en legislación y relaciones del hombre con la naturaleza. Lo más que hasta ahora ha conseguido la ciencia y como efecto marginal, es hacer cada vez más evidente lo innecesario de la presencia o actuación de un Dios, para explicar las leyes que rigen el universo... y mal haría la ciencia en pronunciarse sobre el teísmo, porque no hay argumentos lo suficientemente sólidos, para refutar simples creencias y que para colmo se suponen a priori en un escenario fuera de toda verificación, como uno metafísico... es decir, que está más allá de la física y por lo mismo de la realidad...

No obstante en el artículo se asume tres aspectos abiertos a la metafísica como 1) Los problemas de consistencia y absolutez del universo. 2) El problema de las causas reales, que permitan la producción de un orden dentro del universo y 3) El problema del origen del psiquismo y consciencia animal o humano...

1) Se plantea que la suficiencia y absolutez de un universo en que el estamos de acuerdo todavía presenta muchos enigmas ( aunque cada vez menos ) podría bien encontrar su explicación en Dios, es una respuesta simplista y una vuelta al origen de la invención por parte del hombre del concepto de Dios... que no es otra cosa que una explicación sencilla, para lo que no encontramos explicación. En todo caso esa respuesta era admisible en los primeros estadíos de la civilización... pretender seguir encontrando esa respuesta, para lo que todavía no tenemos muy claro ( que repito, felizmente es cada vez menos ) me parece que no merece al menos, tomarse con la debida seriedad... la pregunta lógica seguiría al infinito ¿ y quién creo a dios? y ¿ qué, como, cuando y donde es Dios? Ni siquiera los teólogos se han preocupado de definir exactamente que puede ser Dios.... y por último cuando se habla de causas últimas y por qués, aclarar que hace tiempo la ciencia se ha avocado a explicar el cómo del funcionamiento del universo, y no el por qué... ¿ tiene que haber necesariamente un por qué?.¿ No será un error de planteamiento en nuestras inquietudes, contaminado y propiciado por un razonamiento contaminado de espacio y tiempo absoluto, trabas linguísticas y limitaciones de nuestras experiencias sensoriales?. Recordemos que el lenguaje de la ciencia, es desde hace mucho tiempo numérico, es decir matemático.... No sabemos si somos parte de un multiverso, universo burbuja o todo comenzó con el big bang... si fuere el caso, no podemos pensar en un " antes", porque espacio y tiempo serían una consecuencia de ese episodio primordial...

2) En este punto el artículo alcanza el paroxismo de la locura... ¿ de qué principio antrópico estamos hablando? ¿ habrá alguién que pueda creer que ha tenido que aparecer un universo de 13,500 millones de años de extensión, con billones de estrellas, para que en un insignificante planetita de 4,500 millones de años, que ha soportado varias extinciones masivas, hace apenas un millón de años aparezca una especie ( bien definida hace apenas 100,000 ) que el fondo y razón de todo el universo? ¿ alguién puede tomarse en serio una simplonería así ? El principio antrópico ha encontrado una marginal e inapelable refutación, cuando se ha demostrado que una constante cosmológica o energía de densidad de vacío ligeramente negativa, sería la medida óptima, ideal para la formación de vida y por lo mismo de un FUERTE principio antrópico.... De cualquier tipo de diseño inteligente, sólo nos podemos reír sin el menor respeto... ¿ inteligente? respecto a qué.... el universo se ha aburrido de mostrarse como caótico y contraintuitivo.... no hay nada en él que nos pueda hacer sospechar de una deliberada intención, proyecto o voluntad...¿ libertad? ¿ otra vez con el mito del libre albedrío? eso si ya ni siquier merece el menor comentario ni refutación... mejor leamos la biblia.

3) ¿ neurología cuántica? ¿ holismo y refutación del determinismo?... ya no puede esconderse el fenómeno de la consciencia y el dualismo en ningún psiquismo cuántico... se ha demostrado que las transferencias de energía en el cerebro, se realizan a nivel molecular, es decir que se rigen en base a la física clásica y no a la mecánica cuántica.... Muchos creyentes se alegraron con los conocimientos iniciales sobre la mecánica cuántica, donde pensaron encontrar un reducto para la libertad, el libre albedrío del hombre, abrumado por las cadenas del determinismo... el tiempo se encargaría de poner las cosas en su lugar, y hasta el mismo Planck terminaría por reconocer que la mecánica cuántica, aún desde su relatividad probabilística, en el fondo no dejaba de ser " determinista".

Para terminar, en las consideraciones finales del artículo se dice que desde la " metafísica escolástica" se puede objetar la viabilidad de ateísmo, porque el universo aunque autónomo, nunca podría considerarse como " necesario" " La razón busca la necesidad y está sólo es atribuíble a dios"... La razon de la sin razón será la que considera un concepto primordial la " necesidad"... a mi más bien se me antoja como como un concepto pueril y mundano, de algo que nos acecha en al vida diaria como entidades biológicas... pero de ahí a extender el concepto de " necesidad " como explicación última de la realidad, realmente resulta el summun de la arbitrariedad...

Saludos.

14.Publicado por Ana Salcedo el 25/08/2011 13:04
A Gustavo
-El Universo como autótomo, nunca podría considerarse como necesario...-
Qué clase de afirmación o frase sin sentido es esa? es lo más prepotente e ignorante que he escuchado en mi vida y corríjeme si alomejor entendí mal, pero creo que cuando se filosofea demasiado se terminan diciendo cosas incongruentes.
Personalmente creo que aquí en esta película los únicos que no son necesarios somos nosotros,-los parásitos terrestres de la superficie, mutantes peligrosos y sin control-
Está claro que imaginarse un dios-hombre, a estas alturas es bastante ridículo y eso se lo dejamos a los FREAKIS RELIGIOSOS, para los que pensamos un poco más allá, el concepto ENERGIA INTELIGENTE CON CONCIENCIA COSMICA E INFORMACION nos basta y nos sobra porque es lógico y entendible.
Nosotros tenemos esa partícula de dios en nosotros, como todo lo que existe en el universo, pero eso no nos convierte en especiales, poderosos, inteligentes o elegidos. Simplemente estamos aquí jugando un papel que hace tiempo se nos escapó de las manos, quizá por culpa de nuestras malas mutaciones o de alguna mano negra -bacteria extraterrestre- que un día experimentó con los monos y salimos nosotros... Mira que putada, expulsados del paraíso y condenados a ser esclavos y tener que trabajar...!!!
Hago una relfexión, todas las especies existentes han pasado por mutaciones a lo largo del tiempo, pero éstas han dado lugar a seres perfectos completamente adaptados al medio, sólo nosotros nos salimos del concepto y estamos condenados a una forma de vida artificial para poder sobrevivir!! Es eso la creación de un buen dios?? Por supuesto que no, en todo caso es la macabra obra de unos malos bichos que se hicieron pasar por dioses y para colmo, aún hay millones de mentes aborregadas adorando e invocándolos a través de primitivos y patéticos escritos religiosos. Estamos aún en la edad media y eso es DEPRIMENTE!!!

15.Publicado por Gustavo Rozas Valz el 25/08/2011 18:42
Ana. Saludos: la frase: " Aunque el universo pueda aparecer como autonomo, nunca podrá podrá considerarse necesario" la he extraído literalmente del punto 2, en el subtítulo " Algunas consideraciones desde la Teología" y que decirte: sino que has entendido muy bien y que me parece más un disparate o una declaración de parte desafortunada, que precisamente " prepotente" como si me parece la postulación del principio antrópico o el " creacionismo y modelo inteligente" que son la máxima expresión de la prepotencia de la visión antropomorfista y antropocentrista del universo y la realidad.

Por eso y cuando continúa la siguiente frase: " la razón busca la necesidad y esta sólo es atribuible a Dios" paso a comentar que en todo caso " será la razón de la sinrazón " ( parafraseando un pasaje del Quijote ) la que podría considerar un concepto primordial a la " necesidad" para explicar la inobjetable e incuestionable existencia de un Dios...

16.Publicado por anasalcedo127@hotmail.com el 27/08/2011 18:17
OK, creo haberle entendido, a veces se pueden mal interpretar las frases. En todo caso la Teología no me interesa en absoluto porque la considero un insulto a las mentes inteligentes. Creo que una cosa es darle un repaso a la Historia y otra muy diferente hacer de acontecimientos históricos, o biografías-diarios de un determinado pueblo- sagradas escrituras que haya que leer de forma neurótica compulsiva y hacer de ellas libro de instrucciones para la vida diaria.... eso es para mí un comportamiento primitivo, supersticioso y poco inteligente. Yo me considero una Libre pensadora y estoy convencida que nuestra sociedad sería mejor y más avanzada si todos pensáramos así. Se necesitarán un par de generaciones para conseguirlo!
Saludos

17.Publicado por Beatriz Basenji el 27/08/2011 22:29
El Universo es Energía. La Naturaleza toda está contenida en esa Energía.Nosotros somos el aspecto humano.Es decir, la expresión sensible de una Energía que está en cada átomo del Universo. Como seres inteligentes descubrimos que estamos inmersos en un Universo infinitamente mas inteligente que nosotros.Poseemos la capacidad de relacionarnos con esa INTELIGENCIA UNIVERSAL, porque está permanentemente dentro y fuera de nuestro ser. Poseemos un Sentido que, si estamos en paz con nosotros mismos, con nuestro prójimo, vibrando en Amor hacia cuanto nos rodea, de inmediato lo percibiremos. Dado lo limitado de nuestro cerebro, seguramente no podemos percibir otras dimensiones que acaso existan en lo que llamamos tiempo-espacio. No obstante, si estamos BIEN, hay momentos donde se producen indicios muy claros pero muy breves, de ese Algo Mas que no llegamos a percibir con nuestros cinco sentidos. Lo que tenemos ante nosotros es el escenario donde la Vida tal como la conocemos se desarrolla. Somos seres en proceso de perfectibilidad. Es decir, no somos perfectos. En el esfuerzo que cada uno realice para superar sus aspectos negativos estaremos en mejores condiciones para captar ese Sentido . Actualmente ya toda la Humanidad debería poseer una Consciencia mas amplia y vibrante capaz de contra-restar aquello que implique negatividad. En cambio estamos asistiendo a un ataque masivo de seres obcecados por las ambiciones, la codicia,la usura llevadas al extremo, sin comprender que NINGUNO VAMOS A LLEVARNOS NADA a la esfera del Amor Universal. Excepto, el Amor que cada uno haya derramado durante su vida.

18.Publicado por Ana Salcedo el 28/08/2011 19:21
Estoy deacuerdo con Beatriz, pero hay que tener cuidado con no caer en visiones esotéricas románticas que también pueden engañar y confundir o decepcionar muchas mentes despistadas e infantiles.
Personalmente creo que la única y más directa forma de contactar con esa Energía Cósmica Inteligente es a través de la Meditación que nace casi como un instinto y no como una imposición, es algo espontáneo y auténtico que permite conectar directamente con la fuente sin intermediarios ni libros, ni reglas de ninguna clase. Si nuestra antena cerebral está bién posicionada y la visualización interna es correcta, entonces la conexión es perfecta,

19.Publicado por Wladimir el 02/11/2011 02:48
Que sabemos? Q conocemos? a q llamamos saber? ... me da risa todo este asunto, ya que un ser humano jamas podrá no importa lo inteligente q pueda llegar a ser razonar y entender la distancia de nuestro planeta al sol.. como es q queremos saber el porque de todo? sin duda el atributo mas grande de la humanidad es su insuperable egocentricidad... que la ciencia "explique"? . a estas alturas no sabemos ni porque la materia es materia... o la energía es energía, lo que la ciencia a conseguido y siempre conseguirá es "describir" todo lo q nos rodea! no tenemos ni lenguaje ni matemática ni "capacidad" así de sencillo para legar mas allá de lo q podemos llegar.. caeremos siempre en problemas razonarles, filosóficos hasta llegar a lo absurdo.. para tratar de "entender" .. estamos limitados lo debemos aceptar, asi q todo el mundo como siempre a pasado, creerá lo q kiere creer y vera lo q sea q quiera ver.
no obstante, hay un hecho innegable, todo esta en "armonía" .. todo esta en "orden" .. y si nos arrancamos los pelos razonablemente hablando es para tratar de entender pq eso sucede...
Todo el mundo dígame, q hay de malo en la idea de un Dios.. que acaso los átomos no son minúsculos y aun así se agrupan, forman moléculas, tejido, órganos, sistemas, e individuos inteligentes? pq nosotros simplemente no podemos ser , planeta, ecosistema, sistema solar, galaxias, cúmulos de galaxias, flagelos y Dios? que hay de malo en eso? saben pq no tiene nada de malo? pq simplemente "no sabemos" Yo creo en Dios, y se que existe, y el que no lo crea, que me explique sin ninguna " laguna" y de manera coherente sin caer en lo absurdo... como se formo el ADN? (por nombrar algo pequeñito) sin caer en lo absurdo!, Dios no es solo "la vida después de la muerte" sino " vida y vida en abundancia" dios no solo nos dice " alabarme y adorame" dice " ámame, amate, ama a todo el mundo, ama la vida, ama lo q haces, ama a todo" y que acaso no es el amor la fuerza mas armoniosa del universo y la mas incomprendida por la razón? es simple, dios nos llama a tener FE, pq "entender" no podemos, y como el existe y en el tengo "FE" ( confianza en lo q no se ve y convicción de lo q se espera" todo lo he entendido!

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