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La crisis medioambiental demanda una nueva ética global

Un nuevo estudio desvela que el cambio climático afectará más duramente a los países pobres


El cambio climático afectará cada vez más a los países más pobres del planeta, a pesar de que no son ellos los que han creado el problema. Los estadounidenses, por ejemplo, producen una cantidad de dióxido de carbono seis veces mayor que la media global (un 25% del total del planeta) pero disfrutan de un riesgo relativo significativamente menor de sufrir los efectos de su propia contaminación que el resto del mundo. Así lo desvela un estudio realizado por la universidad de Wisconsin-Madison, que señala la gravedad de un problema ético sin precedentes: nuestra forma de vida dañará sobre todo a los más indefensos. Mujeres y niños serán los que más sufran en esos países el impacto. Por Olga Castro-Perea.


Olga Castro-Perea
27/11/2007

Fuente: universidad de Wisconsin-Madison
Fuente: universidad de Wisconsin-Madison
El coste que para la salud pública supone el cambio climático será mayor en aquellas áreas del mundo que menos han contribuido a agravar el problema, lo que sin duda genera un grave dilema ético que el mundo desarrollado debe afrontar.

Esta es la conclusión que se deriva de un estudio cuyos resultados ha publicado la revista EcoHealth de la International Association for Ecology and Health, y que ha estado liderado por Jonathan Patz, científico de la Universidad estadounidense de Wiscosin-Madison y miembro durante una década del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC de las Naciones Unidas.

Los investigadores señalan que los efectos del cambio climático recaerán de manera desproporcionada sobre las partes más pobres del mundo, señala la universidad de Wisconsin-Madison en un comunicado. Pero no son ellos precisamente los que han generado el problema.

Nuestro enorme consumo energético está produciendo una gran cantidad de enfermedades en lugares muy remotos para nosotros, afirma Patz en dicho comunicado. Existen muchas enfermedades graves sensibles al clima, y que se transmiten con mayor rapidez y virulencia como consecuencia de nuestra acción sobre el medio ambiente.

160.000 muertes al año

Según declaró Patz en la revista Ecology and Public Health, los países en vías de desarrollo son más vulnerables al efecto del cambio climático que los países desarrollados. Esto conlleva un profundo problema ético, porque nuestra forma de vida y nuestras políticas energéticas están exportando indirectamente enfermedades a otras partes del planeta.

Patz y sus colaboradores ya lo advirtieron en el año 2005 en la revista Nature, en la que compararon las diferencias globales en lo que a vulnerabilidad ante las enfermedades se refiere debida a esta causa: el clima lleva cambiando desde mediados de la década de los 70 y este cambio podría haber causado ya una media de 160.000 muertes al año.

El aumento de enfermedades como la diarrea y la malaria en los países pobres, así como del hambre y de la desnutrición, estaría vinculado a elementos como la deforestación o la mala gestión energética de los países desarrollados.

Pero Patz advierte de que el problema no tiene porque permanecer lejos de nosotros para siempre, puesto que vivimos en un “mundo global” en el que las epidemias remotas de los países en vías de desarrollo pueden extenderse a nuestros propios países, por medio del comercio internacional y del transporte.

Las olas de calor de años recientes son un ejemplo de cómo puede llegar el problema hasta nuestra sociedad. En Europa, la ola de calor del año 2003 segó la vida de alrededor de 45.000 personas.

Un asunto moral

Con el nuevo estudio realizado por Patz, se empiezan a cuantificar científicamente aspectos del cambio climático que adquieren una dimensión ética. Y demuestra lo que, algunos especialistas, entre los que se incluye al Premio Nobel de la Paz, Al Gore, llevan argumentado desde hace algún tiempo: que la crisis del calentamiento global no es un asunto político, sino moral.

Patz ha cuantificado la dimensión ética del cambio climático midiendo las emisiones per capita de dióxido de carbono y comparando estos datos con la presencia de enfermedades relacionadas con el clima en las zonas más afectadas del mundo. Los resultados han demostrado un enorme contraste entre lo que padecen aquellos países que han provocado el cambio climático y aquéllos que sufren el impacto de éste.

Los estadounidenses, por ejemplo, producen una cantidad de dióxido de carbono seis veces mayor que la media global (un 25% del total del planeta) pero disfrutan de un riesgo relativo significativamente menor de sufrir los efectos de su propia contaminación que el resto del mundo.

Los cambios en los patrones de aparición y propagación de las enfermedades sugieren que el mundo desarrollado debe empezar a buscar soluciones equitativas que protejan en primer lugar a los grupos de población más vulnerables. Según Patz, “muchas de estas enfermedades sensibles al clima afectan a los niños. En el mundo desarrollado necesitamos reconocer hasta que punto nuestra forma de vida está imponiendo un impacto negativo a las naciones pobres y, especialmente, a sus niños”.

Mujeres y niños

Los mapas del estudio de Patz y sus colaboradores que reproducimos en Tendencias21, que publican la Universidad de Wisconsin-Madison, reflejan visualmente el problema: el de arriba representa el tamaño de cada país según su nivel de emisiones de CO2, mientras que en el de abajo el tamaño aumenta a medida que se incrementa el riesgo de padecer enfermedades derivadas (o empeoradas) por cambio climático.

De esta forma, queda claro que los que sufrirán más los efectos de una mala gestión energética y de emisiones de los países más desarrollados serán las regiones más pobres y desfavorecidas de la Tierra y, dentro de esas regiones, los niños y las mujeres serán los que se vean más afectados.

El estudio de EcoHealth alerta por otro lado de que las soluciones potenciales para los problemas de suministro energético del planeta exacerban negativamente el impacto del calentamiento global sobre la salud. En particular, el informe cita la generalización del uso de los biocombustibles, que podría ocasionar otros problemas, como la aceleración de la deforestación, que afectaría al suministro y a los precios de los alimentos, es decir, a los más pobres.



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1.Publicado por wilner el 27/10/2009 16:52
requiero material para exponer en seminarios

2.Publicado por melissa garcia el 25/09/2011 00:42
pues oviamente es un problema grave pero no creo qe sea nada nuevo en absoluto, es mas creo qe es ya un mensaje bastante difundido pero al contrario de qe esto ayude o mejore la situacion solo crea mas apatia en las personas y mas qe hacer estudios yo creo qe se deberian hacer campañas para combatir las deforestacion o hacer conciencia en las personas qe gastan demasiada electricidad.
es cierto qe no es nada justo para los paises pobres y qe en un futuro tambien sera nuestro problema pero no hay mucho qe se pueda hacer si los goviernos no se ven envueltos en el problema; uno qe yo considero bastante grave

3.Publicado por Samuel Avila Rodriguez el 26/09/2011 04:52
Pues, si es verdad, no es algo nuevo, pero no creo que esta noticia genere mas apatía en las personas, creo que la incistencia de los medios de comunicación en dar estas noticias, ayudan a concientizar a las personas de las consecuencias que puede generar el excesivo gasto de energía y el desperdicio, pero estoy de acuerdo en que se deberian de hace campañas para combatir la deforestacion.

4.Publicado por Lidia Carolina Torres Flores el 02/10/2011 20:34
Yo también estoy muy de acuerdo en realizar diversas campañas que ayuden para combatir la deforestación, plantando árboles o dándole vida a los que ya están plantados pero que son en los que nadie pone atención. Y en sí, el artículo no ofrece cosas nuevas o relevantes a lo que ya sabemos con anterioridad, pero que aún pese al esfuerzo de mucha gente que se dedica a esto muchos gobernantes de diversos países prefieren dejar este tema de lado al considerarlo no muy importante cuando en realidad es el tema primordial. En mi conclusión debemos de ayudar a concientizar a más personas a que ayuden con la reforestación y eviten el desperdicio de muchos recursos.

5.Publicado por Jesús Eduardo Cerda Govea el 04/10/2011 00:42
Esto es muy interesante, yo no sabía que en los países con mayor necesidad el cambio climático era mayor, y me parece algo muy injusto, porque estos países son al mismo tiempo los que menos daños causan, recibiendo las mayores consecuencias.
Si es realmente necesario un cambio en la ética ambiental, para así reducir esta situación, aunque esto es un reto muy difícil, pues para eso se necesita concientizar a un gran número de gente y dirigentes nacionales, pero podemos hacer un cambio empezando por nosotros mismos.

6.Publicado por Alex Fernando Reyes Acuña el 16/10/2011 21:11
Es muy importante cambiar la etica ambiental ya que por lo visto aqui y en muchas otras noticias de divulgacion sobre la contaminacion, nos podemos dar cuenta de la injusticia que existe a nivel mundial ya que los paises que mas consumen son los menos afectados, esto no se puede dejar asi, hay que pensar en los demas como iguales.

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