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La industria informática fracasa en el ahorro energético

En 2010 se duplicará el consumo energético de los ordenadores en todo el mundo, según estimaciones


El sector informático y de las Tecnologías de la Información ha ido concienciándose en los últimos años respecto a la necesidad de limitar el consumo energético de los ordenadores y de los data centers. Pese a esta concienciación, lo cierto es que la era digital sigue siendo poco “verde”. Se calcula que en 2010, dentro de sólo dos años, se habrá duplicado el consumo de energía de todos los ordenadores del mundo respecto a las cifras de 2005. Lo esfuerzos tecnológicos y ecológicos (que los data centers funcionen con energías renovables, por ejemplo) se muestran todavía insuficientes, y sólo un cambio desde la base (que los consumidores adquieran sólo equipos eficientes) podría tener un efecto de más impacto. Por Raúl Morales.


Raúl Morales
22/05/2008

Es cierto que las telecomunicaciones, las compras por Internet o las videoconferencias ahorran energía respecto a cuando se hacen “offline” . Sin embargo, y pese estas y otras cosas, lo cierto es que la reputación “verde” de la era digital no es muy buena que se diga. Sólo las búsquedas en Internet y el uso de correo electrónico consumieron 61.000 millones de kilovatios/hora en los Estados Unidos el año pasado, o lo que es lo mismo, el 1,5% de toda la electricidad de este país (la mitad del cual proviene de un combustible tan contaminante como el carbón)

Según informa Scientific American en 2005, los ordenadores del mundo se “comieron” 123.000 millones de kilovatios/hora de energía, una cifra que se va a duplicar en 2010 si se cumplen la previsiones hechas por el Lawrence Berkeley Nacional Laboratory.

Como resultado, la factura de la luz que tenemos que pagar durante la vida útil de un ordenador sobrepasa lo que nos costó comprar el propio ordenador. En definitiva, las empresas de Internet y los fabricantes de ordenadores tienen muchas buenas razones para hacer un esfuerzo en este sentido.

Una de las mayores sangrías energéticas no proviene del ordenador en sí, sino del aire acondicionado que se necesita para mantenerlos refrigerados. Por cada kilovatio/hora usado para llevar a cabo trabajos de computación se necesita otro kilovatio/hora para refrigerar los servidores. En porcentajes, entre un 30% y un 60% de la energía usada en los data centers sencillamente se desperdicia, y gran parte de la culpa la tienen los sistemas de refrigeración. Sin duda, uno de los grandes retos de la industria es resolver este problema.

Por añadidura, los expertos estiman que el consumo de energía de los data centers se dobla cada cinco años. A este respecto, se puede decir que la situación que vive el sector es muy parecida a la que vivía la industria del automóvil hace veinte años.

Datos como este han llevado a empresas como Google a idear acciones concretas, como instalar paneles solares en su sede central. Estos paneles le proporcionan el 30% de toda la energía que consumen. Ideas como éstas se enmarcan dentro de la iniciativa RE<C, con la que pretende generar electricidad mediante fuentes de energía más baratas que el carbón. En principio, se van a centrar, además de en la energía solar, en la eólica y en la geotérmica.

Pocos trucos

Mientras, la industria en su conjunto no se ha preocupado mucho por ahorrar energía. Por ejemplo, han recortado el número de transformaciones que la electricidad debe sufrir hasta alcanzar el voltaje correcto para que funcione un ordenador. Quizá el mayor avance es usar software para crear múltiples ordenadores virtuales en lugar de desplegar máquinas reales. Esta virtualización ha permitido, por ejemplo, a Hewlett-Packard aglutinar los 86 centros de datos que tenía esparcidos por el mundo en sólo tres.

La industria también tiene que centrarse en los propios chips del ordenador para conseguir ese ahorro energético. Cada vez que se dobla la potencia de los equipos se dobla también su consumo energético. Para ahorrar energía, fabricantes como Intel o AMD han inventado la tecnología “multi núcleo”, en la que se combinan dos o más procesadores independientes en un solo circuito integrado (IC). Un dispositivo doble núcleo contiene solamente dos microprocesadores independientes. Este concepto tan sencillo permite ahorrar sustancialmente energía.

El siguiente paso es ir reduciendo el tamaño de los circuitos hasta situarlos en el umbral nanométrico. Esto significará que los chips necesitarán mucha menos electricidad para hacer las mismas funciones.

Con tales chips, cada vez más ordenadores personales van a tener que cumplir varios estándares de eficiencia, como el conocido Energy Star, que obliga a los ordenadores a no consumir más de 65 vatios.

Una cadena

El que los ordenadores cada vez consumen menos también dependerá en gran medida de que los compradores decidan adquirir sólo aquellos equipos realmente eficientes. Por ejemplo, el gobierno federal de los Estados Unidos, impulsado por la NASA o por el Departamento de Defensa, muy pronto sólo adquirirá aquellos productos o servicios que haya suscrito el estándar Electronic Product Environment Assessment.

Ante iniciativas como esta, los fabricantes se están viendo obligados a mover pieza. Así, empresas como Google o Intel han formado la iniciativa Climate Savers Computing, que tiene como objetivo reducir la energía que consumen los ordenadores en un 50% de aquí a 2010.

Otros sistemas de gestión de la energía, como el famoso “modo ahorro de energía”, que incorporan la mayor parte de los sistemas operativos, son una buena alternativa. Bien instalados y configurados ayudaría a evitar miles de toneladas de CO2 a la atmósfera cada año.



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