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La realidad virtual se integra en los procesos industriales

Probar prototipos virtualmente antes de fabricarlos ya mueve 1.500 millones de dólares cada año


La realidad virtual parecía cosa del ejército y de los videojuegos. Sin embargo, el hecho de que los sistemas cada vez sean más baratos y que haya aparecido la posibilidad de alquilar centros de recreación virtual por días, ha permitido que distintos sectores de la industria se interesen por probar virtualmente sus productos antes de fabricarlos “realmente”. El resultado final mejora siempre gracias a estas pruebas, además de que suelen ahorrar mucho tiempo y dinero a los empresarios. Para el sector industrial, la realidad virtual ya representa un mercado de 1.500 millones de dólares, con un crecimiento anual del 10% al 12%. Por Marta Morales.


Marta Morales
16/01/2007

Prueba virtual de un modelo de automóvil. Cadwall.
Prueba virtual de un modelo de automóvil. Cadwall.
Cada vez más sectores de negocios utilizan la realidad virtual con el fin de acelerar y mejorar la producción de sus productos. Sistemas para simular situaciones reales (como la reacción de una sillita de coche para bebé en un choque) permiten de esta forma ahorrar tiempo y dinero a sus fabricantes.

Estos sistemas parecían hasta hace poco estar sólo al alcance de la industria de los video-juegos, el ejército y la aviación, pero la reducción de sus precios con el paso de los años ha permitido que otras industrias también accedan a ellos. Por ejemplo, antes, para poder hacer imágenes 3D se necesitaban ordenadores de hasta un millón de dólares, hoy, ordenadores para los mismos fines cuestan menos de 100.000 dólares.

Por otro lado, iniciativas como la de la apertura del llamado VisLab (laboratorio de visualización) en el Joshi Research Center de la Wright State University de Ohio, están permitiendo a las empresas aprovechar la realidad virtual sin tener que comprar la tecnología: un alquiler de 1.000 dólares al día (unos 780 euros) permite a las empresas usar este laboratorio y sus potentes ordenadores para simular los aspectos que necesiten de sus productos, y conocer así cómo funcionarían en una serie de situaciones hipotéticas, sin tener que montar un escenario real, mucho más caro.

Recreación irreal

El VisLab es un espacio equipado con sistemas inteligentes de presentación a gran escala, con tecnología de realidad virtual inmersiva, que permite la colaboración virtual, el análisis de datos de manera inmediata y la toma de decisiones en tiempo real.

Esta realidad virtual inmersiva consiste en imágenes que se proyectan en las cuatro paredes de la sala, el techo y el suelo. Cuando los que lo están viendo se mueven y giran sus cabezas, las imágenes cambian para crear la ilusión de que caminan o flotan en dicha realidad.

El conjunto del laboratorio cuenta con un sistema proporcionado por la compañía belga Barco, el CADWall, que se combina con un entorno virtual inmersivo denominado I-Space y un sistema de presentación.

Con estas herramientas se simultanea la exhibición de múltiples recursos externos, como datos, video, e información en tres dimensiones, en sonido mono y estéreo.

Aprovechar la información

La importancia de la visualización radica en que consigue aportar inteligencia a la información: los negocios y los gobiernos pueden saber “lo que sucedería” si los datos se conectan de una manera apropiada, y procedentes de múltiples fuentes, sin tener que hacer una recreación real.

Según publica la revista Newsfactor.com, una compañía de energía de Houston (USA) utilizará este año el laboratorio para hacer pruebas en una corteza terrestre virtual a la búsqueda de bóvedas de sal que pudieran esconder depósitos de petróleo. De esta forma, podrían descubrir donde se encuentra éste, ahorrándose millones de dólares en costes.

Otro centro de este tipo, el Virtual Reality Applications Center de la universidad de Iowa State (en USA), se ha utilizado, por ejemplo, para probar máquinas agrícolas, como tractores o recolectores mecánicos de algodón, con el fin de hacer diseños altamente eficientes.

Gracias a estas experiencias, pueden identificarse problemas de diseño en los productos o entornos de trabajo que no suelen verse hasta que los prototipos ya están fabricados. La simulación de cualquier cosa conlleva un producto final mejor, por lo que la realidad virtual se perfila cada vez más como una buena estrategia de fabricación. Para el sector industrial, la realidad virtual ya representa un mercado de 1.500 millones de dólares, con un crecimiento anual de entre el 10% y el 12%.



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