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¿Puede la física cuántica explicar las experiencias cercanas a la muerte?

El cardiólogo Pim Vam Lommel analiza y especula sobre este extraño fenómeno en su libro “Conciencia más allá de la vida”


La teoría de Kuhn sobre las revoluciones científicas contempla la aparición de las llamadas “anomalías científicas”. Así parece que habría que calificar hoy las llamadas "Experiencias Cercanas a la Muerte” (ECM), sobre las que se ocupa el cardiólogo holandés Pim Vam Lommel en su libro “Conciencia más allá de la vida”. Durante 25 años, Vam Lommel ha investigado este tipo de experiencias en pacientes recuperados tras un estado de muerte clínica, y a ellas trata el investigador de dar explicación desde la física cuántica. Por Gonzalo Haya.


Gonzalo Haya
28/11/2012

El cardiólogo Pim Van Lommel trata de dar una explicación a las ECM desde la física cuántica, en su libro "Conciencia más allá de la vida". Fuente: pimvanlommel.nl.
El cardiólogo Pim Van Lommel trata de dar una explicación a las ECM desde la física cuántica, en su libro "Conciencia más allá de la vida". Fuente: pimvanlommel.nl.
Durante muchos siglos se pensó que sólo existían los objetos físicos que había descrito la mecánica clásica. Ese mundo clásico estaba regido por la diferenciación de los objetos, su ubicación delimitada en el espacio-tiempo, y el determinismo.

Con el nacimiento de la mecánica cuántica se descubrió la existencia de una realidad profunda de la materia donde regían una serie de incuestionables fenómenos extraños. El mundo psíquico estaba lleno de fenómenos extraños. La conciencia animal y humana es sin duda un fenómeno real, pero extraño.

Para los creyentes, la existencia de Dios como conciencia que llena el fondo del universo es también algo extraño. Existen evidencias de otros muchos otros fenómenos psíquicos extraños que no pueden negarse como tales, pero ante los que la ciencia puede callar (anomalías) o puede intentar emprender una explicación. Pueden aventurarse, como hace Pim Vam Lommel en su libro “Conciencia más allá de la vida” (Atlanta, 2012), explicaciones posibles, aunque arriesgadas, pero que, en el fondo, nos hacen caer en la cuenta del enorme misterio de la realidad que todavía está más allá de cuanto la ciencia puede decirnos.

Pim Van Lommel ha estudiado las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) en la bibliografía actual (75 páginas de notas bibliográficas), en los estudios retrospectivos y en los estudios prospectivos iniciados a pie de cama con todo el protocolo científico.

Reconoce que el título de ECM, que se le ha dado a estas experiencias, no es exacto, porque se presentan las mismas características en otras situaciones en que no se corre peligro, como en experiencias religiosas.

Él mismo habla en algún momento de “experiencias extracorpóreas”, pero prefiere considerarlas “experiencia de Consciencia no local o infinita”, y las considera algo “bastante común”. Consciente de la novedad de su explicación reconoce: “No espero que las nuevas ideas encuentren aceptación inmediata, pero deben ser cuando menos examinadas más de cerca”.

Datos experimentales de las ECM

Algunos pacientes que han sido reanimados después de una muerte cerebral (muerte clínica y legal, encefalograma plano, sin actividad electromagnética ni riego sanguíneo durante más de diez minutos) han contado experiencias que responden a un patrón común, y que resultan inexplicables con el paradigma materialista.

Estas experiencias narran visiones de cosas acaecidas durante su muerte clínica, incluso fuera de la habitación o del quirófano, y es imposible que el paciente pudiera haberlas percibido aun estando consciente.

Un ciego de nacimiento tuvo una experiencia de visión de luces y de personas a las que reconoce. Una mujer conoce a su padre biológico del que nunca le habían hablado y ve allí a otra persona que había muerto mientras que ella estaba en coma. Otros no sólo tienen una instantánea panorámica de su vida sino que tienen una prognosis de su futuro, que luego se confirma.

También se producen experiencias semejantes en estado normal. Es bastante común ver a personas que están a gran distancia, o ver a un familiar o amigo poco después de su muerte; sobre estos fenómenos existen datos estadísticos, denominados “experiencias perimorten o postmortem”. Una mujer vio con uniforme militar a un antiguo amigo sacerdote que le comunicó que había muerto. Después supo que murió como capellán militar. Este tipo de experiencias han sido recogidas por diversas culturas (capítulo V), aunque han sido desestimadas porque no pudieron ser registradas con nuestro aparato científico actual.

Como consecuencia de una ECM, el autor señala una sensibilidad intuitiva agudizada, mayor capacidad de empatía, visión remota, genialidad, influjo de la mente sobre la materia (perturbación no local, psicoquinesia, teleportación), y sueños premonitorios.

Explicación reduccionista del paradigma materialista

La medicina actual mantiene que la Consciencia es una actividad del cerebro. Van Lommel se plantea cómo puede darse una Consciencia –incluso más lúcida que la Consciencia habitual- en una situación de total inactividad cerebral. Considera que las experiencias constatadas son inexplicables con el paradigma materialista, pero que la medicina actual lo acepta como un dogma inapelable.

El autor dedica los capítulos centrales de su estudio a analizar el funcionamiento del cerebro y los protocolos seguidos en las investigaciones de las ECM. Rechaza, en base a experiencias comprobadas, la principal objeción que atribuye estas visiones a la falta de oxígeno en el cerebro.

Tampoco se trata de meras alucinaciones, porque puede comprobarse su adecuación con la situación real que describen y porque provocan un cambio permanente en el sujeto en el sentido de empatía, comprensión y amor incondicional a los demás. Aumentan el sentimiento religioso (la espiritualidad) pero disminuyen el interés por la religión institucionalizada. A consecuencia de una ECM, algunos descubren que tienen poderes curativos.

En el capítulo XI el autor enumera y expone ampliamente las diversas explicaciones de las ECM según los modelos materialistas o los modelos inmateriales. Constata que, aunque expertos en diversas especialidades de medicina o de física superan las explicaciones materialistas, “en el ambiente académico se considera que hay una explicación materialista para todo. Algunos científicos no creen en las preguntas sin respuestas”, y el autor termina definiendo su posición: “Yo me inclino firmemente por el panprotopsiquismo”.

Lo que nos aporta la física cuántica

La explicación presentada por el autor se basa en los estudios cada vez más avanzados de la física cuántica. Nos resulta difícil cambiar la visión del mundo que nos ha inculcado la física clásica, según la cual la realidad percibida en el mundo físico equivale a la realidad objetiva, las cosas se mueven de maneras predecibles dentro de un espacio vacío, y la interacción entre ellas tiene que producirse por un contacto directo.

Los principios de la física cuántica trastocan esta visión del mundo. La esencia de la física cuántica es el principio de incertidumbre. Predice posibilidades, no certezas.

La teoría implica que todos los sistemas materiales (partículas subatómicas, electrones…) tienen entre sus propiedades dos características opuestas, pueden manifestarse como ondas o como partículas. Sucede algo semejante a la información emitida por la radio o la televisión. Los objetos no están aquí o allí, están como ondas en todo el espacio (no están en un sitio concreto) y sólo son localizados en un punto –y su función de onda se ‘colapsa’ en un estado de partícula– cuando el receptor, un observador (el cerebro), los hace presentes.

Antes de ser observada, sólo podemos calcular la probabilidad de que la partícula se encuentre en un punto dado y no podemos saber dónde terminará en realidad (Principio de incertidumbre y ondas de probabilidad). La Consciencia determina de qué modo experimentamos la realidad.

Si tomamos un átomo y lo dividimos en dos, cada parte será homóloga de la anterior y decimos que están “entrelazadas” porque en algún momento pasado han estado en contacto. Si separamos estas partes y actuamos sobre una de ellas, la otra responde instantáneamente de la misma manera.

Por ejemplo si se cambia el sentido de giro de un electrón en una de las partes, cambia de la misma manera el sentido de giro del electrón de la otra parte. Cualquiera que sea la distancia a la que se separen, unos metros o cientos de kilómetros, se cumple el principio de no-localidad (no localización) o acción a distancia.

También se han realizado experimentos aislando en jaulas de Faraday a dos personas, que han estado previamente vinculadas entre sí; al estimular aleatoriamente a uno de los sujetos aislados, se produjeron los mismos efectos en el otro.

Se han documentado pruebas de la resistencia a ciertos antibióticos por parte de variedades de bacterias alojadas en animales que viven en estado salvaje en áreas extremadamente remotas, lo que descarta cualquier contacto con el antibiótico en cuestión. Lo único que podemos suponer es la transmisión de la información a través del espacio no local.

Tenemos pruebas de comunicación instantánea y no local entre la conciencia de un sujeto y sus glóbulos blancos aislados en un medio de cultivo a una distancia considerable en jaula de Faraday (Experiencias de Backster). En algunos transplantes de corazón se ha comprobado que el sujeto receptor puede sentir retazos de sentimientos e ideas propias del donante, porque ese corazón tiene el ADN específico del donante (“memoria transplantada”).


Más aún, se han realizado experimentos en los que un objeto, o un insecto vivo, encerrado en un recipiente de vidrio ha desaparecido sin romper el recipiente y ha sido “teletransportado” a otro lugar; es decir, su función de onda no se materializó ya (no se “colapsó”) en ese recipiente sino en otro lugar. Estos fenómenos constan en el informe de la Fuerza Aérea Norteamericana “Teleportation Physics Study”. Para todo esto es necesario un potente receptor-transmisor de esas ondas.

Durante la guerra fría, la CIA financió una investigación sobre la “visión remota” para obtener datos sobre Rusia. Estas experiencias se han confirmado incluso en sujetos aislados en una jaula de Faraday o en un submarino a 170 metros de profundidad. El “Instituto para la Investigación de Anomalías de Ingeniería de Princeton” ha estimado que la posibilidad de que los resultados de la visión remota fueran mera coincidencia es de una entre mil millones. Algunas visiones han anticipado el descubrimiento de un anillo alrededor de Júpiter o han orientado posteriores descubrimientos arqueológicos. En esta línea habría que entender también la inspiración genial de los artistas y de los inventores.

Aplicación de la física cuántica a la ECM. Explicación del autor

¿Cómo se explica la consciencia durante una ECM? Para Vam Lommel la Consciencia no es producida por el cerebro. “La Consciencia no puede localizarse en ningún lugar, ni siquiera en el cerebro. Es no local (es decir, está en todas partes) en forma de ondas de probabilidad. Por esta razón no puede ser demostrada ni mensurada en el mundo físico”.

El autor sostiene que nuestra Consciencia es una parte de la Consciencia universal no local; una parte en la que, como sucede en las holografías, se encuentra el todo. “Nuestro cerebro funciona como interfaz” entre nuestra Consciencia individual y la Consciencia universal no local; envía y recibe información.

“La Consciencia en vigilia” funciona como corpúsculo de la Consciencia no local (que funciona como onda). En las ECM, cuando el cerebro queda inactivo, se desbloquea el interruptor de entrada y permite el paso de un estado superior de “Consciencia expandida, que atesora tanto información personal como universal”. El cerebro se comportaría como un receptor y como un transmisor de televisión; no produce la imagen sino que la recibe o la emite.

“Cuando el cuerpo muere, la Consciencia no puede seguir comportándose como una partícula... por tanto existirá para siempre en forma de funciones de onda en el espacio no local”.

Profundizando más, el autor se pregunta por el origen de esa Consciencia no local. “La esencia o fundamento de la Consciencia (protoConsciencia) probablemente descansa en el vacío o plenitud del universo, desde donde tiene una conexión no local con la Consciencia en el espacio no local (panprotopsiquismo)”.

Y reseña tres modelos (complementarios) que se han propuesto para explicar el interfaz entre la Consciencia no local y el cerebro; él se decanta por la transferencia de información recíproca mediante la coherencia cuántica del espín con la posible intervención de los fotones virtuales.
Avanzando un paso más en su explicación se pregunta: ¿cómo puede darse la continuidad de la interconexión de la Consciencia no local con un cuerpo continuamente cambiante? El problema se plantea porque cada dos semanas todas las moléculas y átomos de las células de nuestro cuerpo son reemplazadas. ¿Cómo podemos explicar la memoria a largo plazo?

Para Vam Lommel, el ADN es el único elemento permanente de cada célula del cuerpo y debe desempeñar un rol esencial como interfaz para la continuidad de todas las funciones del cuerpo, así como para la interacción entre la Consciencia no local y el cuerpo; especialmente lo que se ha denominado como el ADN basura. También en la epigenética el principio básico es que la función del ADN viene determinada por información externa al propio ADN.

Citando a diversos físicos cuánticos el autor considera que el desarrollo del ADN en los organismos es un proceso cuántico no local, no estadístico y, como tal, incognoscible; al contrario que los procesos mecánicos, estadísticos, predecibles. El ADN funcionaría como una “antena cuántica” para recibir la información almacenada en forma de funciones de onda en el espacio no local.

Y pone el ejemplo de los enjambres de abejas, hormigas, termitas, que funcionan coordinados por la reina, aunque ésta se encuentre aislada de su colonia; pero si la reina muere lejos de su colonia sobreviene el caos y todos los trabajos se detienen. La reina coordina a distancia, de un modo no local, probablemente mediante su ADN. De acuerdo con esta teoría, el ADN no contiene material hereditario pero es capaz de recibir información hereditaria desde la Consciencia no local.

Existe una Consciencia humana universal o colectiva que liga a cada ser humano con cuanto existe, ha existido o existirá y esto se produce por el ADN universal humano con código de acceso compartido (comparable al código de acceso internacional) diferente al de los animales o las plantas. La Consciencia humana compartida es similar al inconsciente colectivo de Jung.

Resumiendo. La Consciencia individual (el sí-mismo) es parte de la Consciencia humana colectiva o universal que trasciende lo individual y conecta a cada individuo, más allá del espacio y del tiempo, con todo cuanto existe, ha existido y existirá (inconsciente colectivo). Esa Consciencia universal recibe diversos nombres como Consciencia no local, Consciencia transpersonal, Consciencia infinita, eterna, unitaria.

“Este vacío absoluto (pleno cuántico), este espacio no local, podría constituir la base de la consciencia”. “Este espacio no local es mucho más que una descripción matemática: es un espacio metafísico en el que la conciencia puede ejercer su influjo”. “Hay quien no aprueba este punto de vista, pero sin duda merece la pena explorarlo con más detalle”.

La investigación de la ECM no nos proporciona pruebas científicas de que, después de la muerte, pasemos a formar parte de la Consciencia infinita no local, pero sí ha demostrado que se puede experimentar la Consciencia independientemente del cuerpo, sin función cerebral. “Tenemos un cuerpo, pero somos Consciencia”.

Subida al Empíreo de El Bosco. Fuente: Wikimedia Commons.
Subida al Empíreo de El Bosco. Fuente: Wikimedia Commons.
Reflexión filosófico-teológica

Esta obra de Vam Lommel puede estimular una reflexión filosófica y teológica ya que, como decía Max Born, “La física teórica es en realidad filosofía”. La física cuántica tiene un precedente filosófico en el noumenon de Kant. La Consciencia infinita de Vam Lommel hace pensar en las ideas platónicas, expresadas en el mito de la caverna.

¿En qué consiste la realidad? Van Lommel nos dice que la realidad está en la ondas de la Consciencia no local o, quizá, más allá en la protoConsciencia, el vacío absoluto o plenitud, agujero negro de la energía, del que proceden las ondas de la Consciencia no local que capta nuestro cerebro. Esta explicación viene a coincidir con la intuición que había sido desarrollada de algún modo, desde hace milenios, por la filosofía oriental, los chamanes y la mística cristiana.

¿En qué consiste nuestra orgullosa individualidad? Si nuestra Consciencia se basa en la Consciencia no local, sin ella, ¿se perdería nuestra memoria? ¿Se perdería la coordinación y la directriz en el desarrollo de nuestras células que se renuevan continuamente? El yo, ¿puede aislarse del nosotros o del universo? ¿Quién soy yo? Ya Angelus Silesius en el siglo XVII había reconocido que “no sé quién soy. No soy lo que sé”.

La ciencia, tras largo y laborioso trabajo de análisis, está llegando a lo que había percibido la intuición filosófica –la intuición artística o la religiosa- y que había expresado mediante los mitos.

También la teología cristiana quedó encapsulada desde el principio en la racionalidad griega y se ha replegado después a la defensiva, temerosa del racionalismo científico de la Ilustración. Ambos nos han aportado mucho, pero vamos “Hacia un tiempo de síntesis” (Javier Melloni) de la cultura oriental y occidental. Quizás ahora la teología encuentre en la física cuántica una comprensión realista de “el cuerpo místico” y vuelva al mensaje del evangelio que, antes que “logos”, es “vida”.

Quizás las curaciones que realizaba Jesús fueran el efecto de su potente interfaz emocional que le conectaba con la Consciencia infinita. Quizás la fe profunda –así como el “go for it” de la “Programación Neurolingüística”– pueda mover montañas. Quizás la resurrección de Jesús –y la nuestra– sea la permanencia en la Consciencia no local. Quizás el intenso amor de María Magdalena potenció su interfaz para sentir la presencia del resucitado. Quizás el vacío absoluto –campo unificado, campo punto cero, éter, Consciencia cósmica– coincida con la plenitud de la energía, con la matriz divina, con la “dynamis tou Theou” (la energía de Dios), con el Espíritu Santo, con el inabarcable Dios.


Artículo elaborado por Gonzalo Haya, médico y psiquiatra, colaborador de Tendencias21, comentando el libro de Pim Vam Lommel “Consciencia más allá de la vida”.



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1.Publicado por Joaquín González Álvarez el 28/11/2012 20:11
Primero debo aclarar dos cosas:
-Mis criterios y referencias serán sobre lo que se expresa en el libro que se glosa y no sobre el bien redactado artículo.
-Que lo que leo o escucho sobre ciencia o sobre aparente seudociencia, no lo rechazo terminantemente por absurdo que me parezca.
Desde el principio se declara que lo que se expone se fundamenta en la fFsica cuántica. Es muy utilizado el recurso de darle credibilidad o valor a la tesis que se quiere sustentar, presentarla como fundamentada en principios o conceptos propios de grandes teorías como las de la Relatividad y la Fíisica Cuántica, la mayor parte de las veces citando aquí y allá, términos sueltos propios de la disciplina escogida, tomándolos como "tirando de los cabellos" sin que vengan bien al caso, algunas vces por desconocimiento y otras contando con el desconocimiento del lector u oyente. En el caso que nos ocupa me parece que es muy poco lo que se conoce aunque se crée conocer, sobre tópicos fundamentales de la F;isica Cuántica. cuando se presenta el princiio de Heisenberg como espresando que no hay certezas sino sólo posibilidades. . Pone como ejemplo de la dualidad onda- part;icula, la dualidad ondas radiales-sonido aduciendo que se comportan como una funciíon de onda que se solapsa y se reduce al sonido que como una partícula toma realidad cuando el oyente como observador lo iescuha.. Continúa desmostrando (o solicitando) ignorancia, al seguir forzando la compación, diciendo que onda radial y sonido mientras no act;úa el observador-oyenta, se encuentran en estado de entrlazamiento cuántico. Si todo ésto se presentara como burda modelización de lo cuántico podría pasar, PERO NUNCA COMO UN PROCESO CUÁNTICO EN SÍ.

2.Publicado por Alejandro Álvarez Silva el 29/11/2012 09:40
Artículo,así como a la obra a la que remite, altamente sugerente, pero muy comprometido científicamente... Yo lo tomaría con muchas reservas. Saludos:
Alejandro Álvarez

3.Publicado por Gustavo Rozas Valz el 29/11/2012 14:47
Esto sucede, cuando un " especialista" en este caso un médico, incursiona alegremente en campos que son de su total desconocimiento... y el asunto se agrava, si para colmo, creyentes en almas inmortales, en franca retirada por la desmitificación de la ciencia, se acogen a una teoría descabellada que responde a sus más profundos anhelos... Podría objetarse muchos aspectos del artículo. El primer comentarista ya lo ha hecho, voy corto de tiempo pero me animo por algunas cosas a riesgo de descuidar algo importante... A ver, por lo pronto la magnitud de transferencia de energía en el cerebro, se en el orden molecular, es decir no pertenece a la mecánica cuántica sino a la física clásica.... Si el Dr ha demostrado " según" no sé que testimonios y estudios de la cia y la nasa, que se tiene datos fidedignos de supraconciencia en cerebros clínicamente muertos, ¿ como se explica entonces que una trombosis o severa lesión cerebral, reduce a la inacción total a la mente más brillante? De ser ciertas las antojadizas conclusiones del Dr. y la conciencia no reside en el cerebro o si sólo es una simple interfaz, una lesión por severa que fuere de parte de él, debería ser suficiente para mantener plenamente consciente al individuo, total una lesión parcial se supone a todas luces, un escenario menos desfavorable que la inactividad total...

Eso sucede, cuando no se tiene una cabal comprensión de las escalas de realidad y las leyes que rigen en cada estadío... total largarse opinando y utilizando conceptos que no son de la comprensión de la mayoría, aunque deshonesto, puede resultar muy redituable.... El mundo material, la escala de realidad en la que para comenzar es posible la decoherencia cuántica, se rige por la física clásica; es el mundo de lo fenomenológico, posible gracias al espacio tiempo y causalidad, lo que nuestro mundo psíquico, lo que hace posible el fenómeno de la consciencia.... nadie piensa en átomos o partículas, ni siquiera los podemos ver. Toda construcción en nuestro cerebro, toda imágen, todo recuerdo, pertenece a esta escala específica de realidad.... y bueno, para terminar ( tal vez retome con más tiempo el artículo despue´s ) que fácil resulta citar a la nasa, a la cía a experimentos gubernamentales adonde nadie puede acudir para falsar información. Lo que si tengo claro, es que la cía hace años descartó un millonario experimento para conseguir comunicación telepática entre sus espías, que resultó en un rotundo fracaso y tiempo perdido...

Saludos.

4.Publicado por hugo luchetti el 29/11/2012 16:14
RELACION ENTRE ADN Y FOTONES:
LA PRUEBA DE LA SILLA:

Para entremezclar pensamientos entre una persona y otra deben de usar la misma silla. Al tiempo, una de las personas empezará a interesarse por contenidos y asuntos que "son del otro". Esos contenidos de información se propagan transportada por fotones que intercambian las moléculas de ADN. La ropa, el roce de la piel, un simple estornudo, cualquier acción humana deja un reguero de moléculas de ADN. Ello hace muy fácil esta comunicación..

5.Publicado por Beatriz Basenji el 29/11/2012 19:20
El libro de este médico es super interesante,porque reúne experiencias de seres en los que se habia comprobado la muerte cerebral. El artículo está excelentemente tratado por Gonzalo Haya ,dado que estamos en un campo muy sutil ,de muy difícil comunicación. Me inclino a pensar que nuestra Consciencia es como él dice "no local" . Sucede que olvidamos que nosotros mismos somos una entidad espiritual, la cual posee órganos sensoriales capaces de trasmitirnos experiencias extra corpóreas.

6.Publicado por Javier el 29/11/2012 22:17
Francamente, me parece impropio de esta web este articulo. Es lamentable. Y por favor, dejad a la fisica cuantica en paz. Aplica a escala atomica, pero no aplica en absoluto a escala molecular. Y la escala molecular es la minima escala que se puede y debe considerar cuando se habla del cerebro y del pensamiento.


7.Publicado por hugo luchetti el 30/11/2012 13:56



Es la ciencia la que torna relativos los términos "vida-muerte" desde que comenzó a estudiar y a especular con la posibilidad de revivir a un dinosaurio o a un mamut ... Siempre y cuando se hallaran fósiles que contuvieran restos de ADN, que pudieran ser clonados, o tal vez utilizando ADN de elefante que es un descendiente del mamut. De manera que todo está allí.

8.Publicado por Luz Cabello López el 30/11/2012 19:41
Solo quiero expresar mi apoyo a este médico y su dedicación a este tema, somos muchas las personas que teniendo unos estudios ciéntificos también hemos tenido experiencias personales de este calibre y que la mente racional no puede ni podrá jamas considerarla como validas, pero teniéndo en cuenta que "haberlas, haylas!, lo considero muy gratificante porque estoy totalmente de acuerdo con esta teoría. Luz Cabello

9.Publicado por clean el 03/12/2012 13:14
Cuando el hombre aprenda a comomunicar a con su interior.llegara al conocimiento Universal................?

Cuando os quiten la vida lo sentireis. en el interior todo es vida...............?









10.Publicado por Alf Escobedo el 03/12/2012 14:12
Sobre la pregunta que encabeza el artículo consideraría, como apuntan otros comentarios, que quizás estuviera fuera de lugar, conformándome con un más modesto ¿puede la física cuántica explicar siquiera los fenómenos materiales? En todo caso pocos dudas hay de que el conocimiento científico ha tenido nulo éxito en establecer que es la conciencia y como se produce.

Sin embargo no es baladí recordar cual es el comportamiento de la materia en sus formas más simple. Si una partícula elemental conserva memoria de su estado entrelazado podemos establecer que ninguna estructura material propia es la portadora de esa información puesto que ya hemos llegado a la mínima expresión estructural. Es decir , la memoria del estado del entrelazado no puede alojarse en la misma partícula. Y sin embargo, toda partícula entrelazada obsederá empáticamente al estado de sus homologas bajo un poder ejecutivo que no se puede haber grabado tampoco en su misma estructura material . No me importa mucho que el lenguaje de esta descripción le chirríe a los puristas de la física porque es perfectamente consecuente con lo descrito en los experimentos de laboratorio.

Si esta no localidad y esa ausencia de estructura material que justifique el comportamiento de las partículas elementales es aplicable en el ámbito de materia. ¿por qué demonios habríamos de restringir la conciencia, de la que nada hemos podido establecer como conocimiento científico, a fenómenos locales y deterministas? No ha a lugar.

En todo caso, lo más importante para mí del libro y del artículo, es que la no localidad de la conciencia no es algo que solo podamos experimentar subjetivamente gran parte de la población humana, sino que es algo que se puede constatar clínicamente. La incapacidad de experimentarlo subjetivamente es únicamente un problema de cognitivo de algunos sujetos.

Si “algunos pacientes que han sido reanimados después de una muerte cerebral (muerte clínica y legal, encefalograma plano, sin actividad electromagnética ni riego sanguíneo durante más de diez minutos) narran visiones de cosas acaecidas durante su muerte clínica, incluso fuera de la habitación o del quirófano, y es imposible que el paciente pudiera haberlas percibido aun estando consciente” la no localidad y la no responsabilidad del cerebro en la producción de la conciencia es un hecho objetivo e irrevocable. Abandonemos el fanatismo religioso del materialismo (el materialismo no es más que otra religión (a)-Teísta) y rijámonos por la evidencia científica si queremos avanzar el conocimiento objetivo de la realidad. Es urgente.

E n lo que si difiero con Pim Vam Lommel es en considerar al cerebro como un interface entre nuestra Consciencia individual y la Consciencia universal no local. El cerebro sería más bien un interfaz entre la conciencia y el cuerpo físico. Es por ello por lo que si dañamos al cerebro comprometemos la capacidad de la conciencia de expresarse a través del cuerpo.

Saludos.

11.Publicado por hugo luchetti el 03/12/2012 19:19


MEMORIAS DE FLUJO:

De la información que circula entramos y salimos diariamente. A la capacidad de actualizar la información que está siendo movida, o circulante o que nos atraviesa le llamaríamos "memorias de flujo". Es otro modo de decir "el presente". Pero esta conciencia del presente es a la vez una conciencia distribuída o entrelazada. Como un sedimento de todo lo hablado o pensado durante 24 hs. por todos los habitantes del planeta. Ese residuo o sedimento, es la "gravedad" de los símbolos, es decir, no se actualiza cualquier cosa sino todos los actos ejecutados en ese período. La vida planetaria que ejercemos entre todos. De toda esa trama de flijos, hasta ahora "no medibles", sale "el día siguiente"...

12.Publicado por hugo luchetti el 03/12/2012 19:36


CONCIENCIA COMO MEMORIAS DEL FLUJO GLOBAL:

De manera que si consideramos a la conciencia como el entrelazamiento a un nivel molecular o entrelazamiento de la información "entre todos" en el presente, es más fácil comprender de qué estamos hablando, para que el término conciencia se entienda ahora en forma más concreta. Así que cuando hablamos o pensamos, lo que hacemos es tomar "de la conciencia" o "movimiento general de simbolos o imágenesl" los que usamos para enunciar lo que decimos. Este hablar es individual pero la conciencia o "surtido de todo lo que hay o existe" es impersonal, social, histórico, inconciente (hasta ahora).

13.Publicado por Joaquín González Álvarez el 04/12/2012 17:51
Resulta baldío el intento de validar una creencia esotérica apelando a la Física Cuántica, ésta sólo es aplicable a partículas tan pequeñas que hasta una molécula "le queda grande" algo, a lo que ha aludido Javier en su excelente comentario 6.

14.Publicado por José Luis San Miguel el 04/12/2012 19:09
Interesante artículo. A varios niveles, incluido el sociológico (reacciones). Y ello, a pesar de los peros, que son importantes.
A Van Lommel le publicaron un largo artículo en The Lancet hace algunos años. Es un médico y científico serio, sin la menor duda. Ha visto cosas sumamente extrañas, por un lado, y tiene sus convicciones, por otro. El problema consiste en desglosar.
Las cosas que ha visto Van Lommel son sorprendentes, pero... pertenecen evidentemente al terreno "maldito" de la parapsicología, lo cual lleva a un lector a considerar que un artículo que se aventura en semejante territorio es indigno de ser publicado. ¿Por qué? Yo diría que algo así merece conocerse para poder someterlo a crítica. Severa si se quiere, pero imparcial. Me centraré en una. Sin entrar en la fenomenología, que no puedo juzgar pero que considero perfectamente verosímil porque "cosas más raras se han visto", el auténtico problema es que nada de lo expuesto demuestra la consciencia postmortem, por la sencilla razón de que al final todos los protagonistas de tales experiencias siguieron con vida. Como, claro está, no podía ser de otra manera. Pero, se nos dice, estuvieron en muerte clínica. Respuesta: no era tal muerte puesto que revivieron; y sus experiencias pudieron ser vividas incluso en apenas una fracción de segundo antes de despertar, cuando la actividad cerebral se estaba recuperando, ¿o es que preferimos olvidar la distorsión del tiempo que se da en tales estados?
Hago de abogado del diablo porque no encuentro convincentes las supuestas pruebas de Van Lommel. Y lo más curioso es que coincido con su conjetura teórica: la consciencia universal no localizada, y todo eso... Pero una cosa son las intuiciones metafísicas y otra las demostraciones científicas rigurosas, plenamente exigibles desde nuestra condición de entidades conscientes "en modo corpuscular" (por ahora, al menos).

15.Publicado por Sergio el 04/12/2012 20:33
Para Javier : http://axxon.com.ar/noticias/2009/09/entrelazamiento-cuantico-en-el-macromundo/
http://www.tendencias21.net/Confirman-que-la-fotosintesis-es-un-proceso-cuantico_a1511.html
http://www.20minutos.es/noticia/748088/0/animal/fisica/cuantica/
Gustavo, una metáfora que solemos usar los "creyentes en almas" acerca del repetido ejemplo sobre las lesiones cerebrales y los cambios en la conciencia es la del receptor: si una televisión cambia de canal, pasamos de ver una tertulia a un partido de futbol. Si se estropea, la película se ve con interferencias, etc. Si un niño que aplicara la navaja de occam pensaría que hay unos hombrecitos en el interior del aparato. Trasladado al cerebro, podríamos hablar de este último como de un receptor de la mente: la actividad cerebral "captaría" a la mente, recibiendola de manera distinta según sean los cambios que experimente el cerebro, cualquier cambio, claro (alzheimer, lesiones, etc).
Un saludo.

16.Publicado por Alf Escobedo el 05/12/2012 12:48
Sr Joaquín González Álvarez, no puedo estar más de acuerdo con su afirmación de que “resulta baldío el intento de validar una creencia esotérica apelando a la Física Cuántica”. Solo espero que no considere entre lo esotérico a los informes clínicos, sería un grave error.

En todo caso vale recordar que ni siquiera la materia está sujeta a procesos exclusivamente locales. Sergio (15) nos recuerda también en su comentario que no es exclusivo tampoco de los fenómenos subatómicos. Incluso el Big Bang –no se me ocurre nada más macrocósmico- se le supone sujeto a fenómenos quánticos. En todo caso dar por hecho que “la escala molecular es la minima escala que se puede y debe considerar cuando se habla del cerebro y del pensamiento” es fe religiosa (materialismo filosófico) y no evidencia científica.


Sr. José Luis San Miguel estoy fundamentalmente de acuerdo con usted. Solo una puntualización, los informes clínicos –que siguen lo más rigurosamente posible en medicina el método científico- no demuestran que haya vida después de la vida sino que la puede haber conciencia sin actividad cerebral. Ya es mucho.

Saludos.



17.Publicado por ELIAS PRADA GALÁN el 08/12/2012 15:18
Por desgracia en estos asuntos es muy complicado conocer la verdad, pues opera una de las dos fuerzas siguientes (muy humanas por cierto): la mentira o el miedo. La mentira sería que que todos estos asuntos de que veo el quirófano y lo que hacen los médicos mientras tengo encefalograma plano (u otras visiones) es un gran montaje. Creo que en lo sucesivo podría rastrearse con pruebas objetivas si estas afirmaciones son verdad. Evidentemente para ello se necesitaría un presupuesto adecuado: definir las pruebas, formar a los médicos, instalar los aparatos, registrar los datos...
El miedo estaría representando porque algún organismo cientifico reconocido haya hecho esas pruebas (o parte de las mismas), haya comprobado que dichas afirmaciones no son mentira si no verdad, y no haya hecho la correspondiente declaración solemne "hemos comprobado que esas afirmaciones son ciertas y no tenemos ni puñetera idea de cómo se producen"
Me inclino a que hay un poco de ambas

18.Publicado por Pepe el 06/01/2013 00:22
Vaya! cuanto temor veo en algunos comentarios a este artículo. Está claro que os inquieta cualquier atisbo de pensamiento que se salga de lo material y de lo que podáis medir y etiquetar.

Mal que os pese, la realidad es mucho más amplia de lo que vuestros 5 sentidos puedan medir y comprender.

Las ECM existen. Y tienen muchos puntos en común que lógicamente rechazáis porque amenaza las murallas de vuestro conocimiento material.

Os da también mucho miedo el pensar que existe algo más inteligente que vuestro cerebro. Lo cual es totalmente absurdo, porque si somos (según vosotros) fruto del mero azar, entonces ¿con qué seguridad argumentáis que vuestra inteligencia es capaz de realizar conclusiones reales? Si somos fruto del azar, según vosotros, lo más probable es que nuestra inteligencia esté llena de lagunas, que lo que captan nuestros sentidos sean solo un pequeño porcentaje de lo que realmente existe, y que por lo tanto, nuestra comprensión de la realidad sea más aleatoria e insustancial que nuestra propia existencia.



19.Publicado por CalamarMenguante el 05/03/2013 03:23
#6 Le remito al campo de la química cuántica, por favor hay que informarse antes de afirmar cosas incorrectas.
En efecto, aplica no sólo a escala atómica sino también a escala molecular.

20.Publicado por David el 11/08/2013 01:54
Ha perdido toda la credibilidad al decir:

"Sucede algo semejante a la información emitida por la radio o la televisión. Los objetos no están aquí o allí, están como ondas en todo el espacio (no están en un sitio concreto) y sólo son localizados en un punto –y su función de onda se ‘colapsa’ en un estado de partícula– cuando el receptor, un observador (el cerebro), los hace presentes. "

Soy ingeniero de telecomunicaciones y estoy indignado con este párrafo. Las ondas electromagnéticas, que nada tienen que ver con la función de onda, se modulan para transmitir información. Se puede hacer una modulación analógica o digital, pero en cualquier caso el objetivo es transmitir una información. Pongamos que se transmite vídeo, luego el receptor demodula la onda electromagnética (y esto no es nada esotérico, simplemente con sistemas electrónicos), y en este caso el televisor muestra por la pantalla lo que ha recibido excitando los píxeles correspondientes a los niveles que corresponda de cada color básico. Si fuera una radio, hace vibrar la membrana del altavoz para producir la onda acústica original.

Esto, amigos míos, nada tiene que ver con la función de onda que describe la física cuántica. Quiero pensar que cuando nos morimos no se acaba todo, pero este artículo ha caído por su propio peso con el párrafo citado.

21.Publicado por nasly montes de oca lopez el 13/09/2013 21:16
doctor gonzalo haya le ruego se pusiera en contacto con migo, el motivo por cual deseo que esto ocurra es que a lo largo de mis 25 años de vida me a ocurrido un serie de acontecimientos inexplicables hasta hace un año que estoy investigando y leyendo sobre física cuántica, he aprendido a manejar este fenómeno que me ocurre mas por necesidad y el afán de no dejarme dominar por el mismo, siento que es muy importante divulgar esto pero de manera caria y científica, estudiar a profundidad este fenómeno que no se como llamarlo puesto que creo y confió es una clave esencial o mas bien un descubrimiento gigante para la ciencia. Me desespero al saber que posiblemente tengo algo importante y no tengo con quien compartirlo, se preguntara quien soy, mi nombre es nasly montes de oca tengo 25 años vivo en cali colombia, estoy casada hace 5 años y tengo un hijo llevo una vida agradable no me falta nada, mi esposo es mi gran cómplice y mayor testigo..... en cuanto a los sucesos es una larga historia que me gustaría discutirla de manera mas personal solo espero su pronta respuesta.

22.Publicado por Joaquin Gorreta el 15/09/2013 12:01
COMO DE SARROLLAR INTELIGENCA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA


Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.

Ejemplo:

Ceder el paso a un peatón.

Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.

Poner un intermitente.


Cada vez que cedes el paso a un peatón

o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.


Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.


Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.


Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años

23.Publicado por María Inés el 26/01/2014 19:36
' El ADN funcionaría como una “antena cuántica” para recibir la información almacenada en forma de funciones de onda en el espacio no local....' es un concepto que explica lo que me sucedió muy intensamente en un tiempo concentrado al vivir una situación límite durante tres meses.
luego experimenté el ' vacío absoluto (pleno cuántico)'” con una expansión de consciencia y paz indescriptible... reconocí estar en una frecuencia que no conocía. muy novedosa. duró unas semanas y era plenamente consciente de la realidad objetiva en la que me desplazaba, comunicaba, hacía compras, viajaba, trabajaba, cómo 'observando' desde un lugar de mi ser que estaba conociendo. Al recomenzar con una frecuencia mayor la rutina cotidiana ' la permanencia en primer plano de ' ésta frecuencia' se fue diluyendo.
Durante dos año me pregunté si ésta experiencia solamente se vivía en el momento de la muerte. Y muy naturalmente, sin provocarla, se reeditó en otra situación, con otra persona, sin la muerte presente y comencé a vivir -con mucha incertidumbre- lo que algunos definen lazos metafísicos.
No soy científica, mucho de lo que dicen en éstos comentarios no lo entiendo. Pero les aseguro que algo de lo que se está debatiendo es así. Descubrí un modo de vivir en el cual la realidad se reconoce, asume y desarrolla en la interioridad y luego se expresa en la objetividad, con capacidad de transformarla. Tengo certezas intuitivas que más de una vez desconciertan parámetros conocidos, donde el tiempo y el espacio tienen otra dinámica. Un cambio con otras características.

“Este espacio no local es mucho más que una descripción matemática: es un espacio metafísico en el que la conciencia puede ejercer su influjo”. “Hay quien no aprueba este punto de vista, pero sin duda merece la pena explorarlo con más detalle”.

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