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Túnez inicia un proyecto piloto con redes alternativas a Internet

El sistema ayudará a los disidentes a comunicarse de forma más rápida y segura


Mientras algunos expertos en seguridad han acusado recientemente al Gobierno de Estados Unidos de poner en entredicho la infraestructura e integridad de Internet, el Departamento de Estado está ayudando a financiar un proyecto que permite la conexión y comunicación a través de redes alternativas, mediante antenas ingeniosamente colocadas de forma dispersa por los tejados de una población. De momento se está probando en Sayada, ciudad tunecina de 14.000 habitantes, y ya se debate la utilidad de la red en Cuba. Por Patricia Pérez


Patricia Pérez Corrales
23/04/2014

Los routers inalámbricos están dispuestos en tejados, balcones o cornisas de edificios. Fuente: Samuel Aranda/ New York Times
Los routers inalámbricos están dispuestos en tejados, balcones o cornisas de edificios. Fuente: Samuel Aranda/ New York Times
En 2011, al comienzo de las movilizaciones contra el régimen tunecino, el gobierno decidió censurar la Red para cortar las vías de expresión subversiva, bloqueando el acceso a gran parte de blogs y redes sociales. Facebook fue la única que se salvó de la quema, por lo que todo el contenido de protesta contra el régimen migró hacia esta plataforma, cobrando un papel fundamental en el levantamiento.

Para evitar este tipo de vigilancia digital severa, un grupo de hackers estadounidenses, activistas comunitarios y especialistas en software trabajan en un sistema alternativo que permita a los disidentes en el extranjero comunicarse de forma más libre y segura que en una red abierta como Internet. Para ello cuentan con el respaldo económico del [Departamento de Estado]urlblank:http://www.state.gov/ de Estados Unidos.

Según explica The New York Times en un [reportaje]urlblank:http://www.nytimes.com/2014/04/21/us/us-promotes-network-to-foil-digital-spying.html?_r=0 , el proyecto comenzó hace tres años y ha dado lugar a la creación de un sistema denominado red de malla que, desde diciembre, se está probando en la población tunecina de Sayada. Se trata de un pueblo de pescadores de 14.000 habitantes, pero sus residentes tienen un sorprendente nivel de comprensión digital y vivos recuerdos aún de cómo Internet puede ser manejado.

Incluso antes de que la red se pusiera en marcha en Sayada, los proyectos piloto ya demostraron que la malla podía servir a los residentes de barrios pobres de Detroit o jugar un papel clave en las comunicaciones en Brooklyn tras el paso del huracán Sandy. Por ello, no es de extrañar que la utilidad de la red haya llegado a oídos de Cuba, donde la [Agencia para el Desarrollo Internacional]urlblank:http://www.usaid.gov/ de EEUU ha prometido una importante inversión para la creación allí de este tipo de sistemas de comunicación.

Al igual que sus homólogos en el extranjero, los estadounidenses cada vez confían más en este tipo de redes ante el temor por el espionaje del gobierno. Resulta paradójico, pues cuando se inició este proyecto, su objetivo original era frustrar espías del Gobierno, lo cual se ha convertido en un tema incómodo para quienes apoyaron el proyecto y algunos de los expertos técnicos que lo llevaron a cabo tras la filtración de documentos secretos de Edward J. Snowden.

Sascha Meinrath, fundador del Instituto de Tecnología Abierta de la Fundación New America, uno de los grupos de investigación que ha desarrollado el sistema de malla, subraya que su grupo ha tenido "cientos de consultas de todo EEUU" desde que comenzaran las filtraciones. "La gente nos está pidiendo cómo proteger su privacidad", añade. Así, es evidente que EEUU ve Sayada como una prueba de fuego antes de que la red de malla despegue en otras zonas.

Gráfico sobre cómo crear una red de malla. Fuente: Commotion
Gráfico sobre cómo crear una red de malla. Fuente: Commotion
Routers visibles

Sin embargo, desde que el presidente Zine el-Abidine Ben Ali fuera derrocado en 2011, los ciudadanos de esta población tunecina están más centrados en el uso de la malla para la gobernanza local y la construcción de la comunidad que en luchar contra la vigilancia digital.

La red cubre zonas de la ciudad como la calle principal, el mercado, el ayuntamiento y la estación de tren, y los usuarios tienen acceso a un servidor local que contiene Wikipedia en francés y árabe, un callejero de la ciudad, 2.500 libros gratuitos en francés y una aplicación segura para chatear y compartir archivos.

La malla no está vinculada a Internet, "un punto a su favor cuando se invita a las familias a conectarse en esta comunidad musulmana", explica el profesor Kerkeni, pues la mayoría no permite que sus hijos pequeños se conecten a Internet.

El software de malla, denominado [Commotion]urlblank:http://commotionwireless.net/blog/ , es un importante rediseño de sistemas ejecutados durante años por expertos de toda Europa. La idea era aprovechar esta tecnología, disponible para descargar de forma gratuita desde la web del proyecto, y hacerla accesible al público.

Para ello deben hacerse con routers inalámbricos, que cuestan de 50 a 80 dólares cada uno, y colocarlos en tejados, balcones o en las cornisas de edificios altos. Sólo se necesita que cada uno tenga visión de uno o dos dispositivos, para que el software Commotion forme automáticamente la red de malla, explica Ryan Gerety, analista senior en la fundación New America.

Los mismos routers pueden proporcionar acceso a cualquier persona con un dispositivo móvil de alta gama. La simplicidad del sistema parece innegable: en Túnez, Gerety y dos compañeros trabajaron con el profesor Kerkeni en talleres con cerca de 50 residentes locales. En poco más de dos fines de semana de diciembre, instalaron 13 routers y pusieron en marcha la malla.

Ventajas e inconvenientes

Hay algunos inconvenientes, como retrasos en las comunicaciones cuando las señales hacen múltiples "saltos" de un router a otro, lo que ha llevado a algunos expertos en Internet a cuestionar cuánto podría crecer una única malla. Sin embargo, otros expertos contrarrestan esa opinión recurriendo a modelos en uso en Europa, entre ellos algunos que sirven a grandes sectores de Berlín, Viena y [Barcelona]urlblank:http://guifi.net/en/node/2413/view/map , con miles de routers conectados, aunque estas requieren habilidades muy técnicas.

Muchas de esas redes se crearon para compensar la cobertura irregular o inexistente por parte de las compañías proveedoras de Internet. Motivación similar es la que movió a algunos barrios de Detroit, donde también temían problemas de privacidad, en particular entre grupos que históricamente han sido víctimas de discriminación racial.

Por su parte, los residentes de Red Hook, en Brooklyn, encontraron la utilidad de la malla cuando el huracán Sandy azotó la costa en octubre de 2012. Por casualidad, dos activistas, JR Baldwin y Tony Schloss, estaban tratando de crear una red de malla instalando dos routers entre un centro comunitario y un apartamento con vistas a Coffey Park, un punto de reunión local a pocos metros de distancia. La tormenta inhabilitó redes estándares de Internet y telefonía, pero la malla sobrevivió.

Ello llevó a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias a instalar una conexión a Internet vía satélite en el centro comunitario, utilizando la malla para difundir el acceso a Internet hasta el parque, donde se habilitaron las actividades de socorro. Los residentes dependían de la malla para obtener actualizaciones de emergencia y conectar con la gente fuera de la ciudad.

La resistencia podría convertirse en el argumento principal para las redes de malla, además de la privacidad, destaca Jonathan Zittrain, profesor en la Universidad de Harvard. "Es similar a Internet en sus orígenes, antes de que fuera controlado por manos corporativas y rastreado por espías del gobierno", apunta.



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