Notas

Réplica amistosa a Xabier Pikaza (II). Su crítica de “Los Libros del Nuevo Testamento” (II) (07-03-2022) (1218)

Redactado por Antonio Piñero el Lunes, 7 de Marzo 2022 a las 11:27

Escribe Antonio Piñero
 
Afirma Xabier (en su reseña de "Religión Digital de 23 de enero de 2022) que libros parecidos al volumen “Los libros del Nuevo Testamento (LLNT) son los grandes manuales de Ph. Vielhauer y de  H.  Köster. Y que la traducción crítica del Nuevo Testamento de Manuel Iglesias Gonzáles (para Pikaza la mejor que existe) y el comentario al Nuevo Testamento de Senén Vidal son obras totalmente equiparables a LLNT.
 
Mi respuesta es: El tratado de literatura cristiana primitiva, muy independiente, sin duda, y crítico de Philipp Vielhauer, o la novedosa “Introducción al Nuevo Testamento de Helmut Köster, son otro tipo de publicación; algo muy distinto. Pueden compararse, también sin duda, en el empleo del sentido puramente histórico y crítico literario, muy independiente y librepensador, de sus autores, pero tales obras no son un comentario, sección por sección, a todos los libros del Nuevo Testamento  atendiendo a su sentido para el lector del siglo I, y discutiendo la historicidad de lo que se propone. Sencillamente, las obras de Vielhauer y de Köster son  otro tipo de publicación.
 
Que Xabier Pikaza estime que la traducción del Nuevo Testamento de Manuel Iglesias es la mejor que existe actualmente me parece muy bien. Es perfectamente posible. Pero en nuestro caso no era factible la utilización de una traducción ajena, sobre la que propondríamos muchas divergencias. Teníamos que ofrecer obligatoriamente nuestra propia traducción y sobre ella hacer los comentarios. Cualquier texto previo diferente no era posible por tales presuntas diferencias. Por tanto, diría que, guiándose por Pikaza, el lector podría comparar, si tiene los dos libros, una traducción con otra, y elegir en cada caso la que mejor le parezca. Tendría que ver entonces si el comentario se acomoda a esa propuesta. Así que, como puede verse, era obligatorio hacer una traducción propia.
 
El Nuevo Testamento de Senén Vidal es ciertamente el libro que más se asemeja a nuestro volumen, LLNT, que reseña Pikaza. Y También es cierto que muchos comentarios de Senén a secciones de los evangelios son muy críticas a cuanto a su pertenencia al Jesús histórico o a la Iglesia primitiva. Vea, por ejemplo, el lector lo que opina Vidal de la historicidad de Mc 5,1-20, el endemoniado de Gerasa, milagro que atribuye a un seguidor “gentil de Jesús que había experimentado la liberación de la multitud de poderes demoníacos que le atormentaban (p. 265). Y más casos. Pero también es verdad que en muy diversos temas nuestra posición es mucho más radical y libre que la de Senén. Por ejemplo, no admitimos como cierta históricamente la idea de Jesús sobre el reino de Dios era la de un Reino que había comenzado ya con su presencia en la tierra; ni estamos de acuerdo con el tercer proyecto de Jesús en la que –según Vidal– Jesús percibe de algún modo que su muerte puede ser redentora, o en la institución de la eucaristía, etc. Y su tratamiento de Hechos y revelación / Apocalipsis de Juan es totalmente diferente.
 
Yo atribuyo esa diferencia a que Senén Vidal era un teólogo católico y que no tenía más remedio que acotar su crítica a unos parámetros que no podía traspasar.
 
Y a este propósito creo, por poner más ejemplos, que la interpretación de Josep Montserrat  al contexto filosófico y el trasfondo helénico de la cosmología (con implicaciones en ala angelología) de las cartas atribuidas a Pablo, Colosenses, Efesios, 2ª Tesalonicenses) no se hallan de ningún modo en el libro de Vidal.
 
Del mismo modo, y tras haber leído no solo el Comentario de Vidal al Nuevo Testamento sino también su obra acerca de la construcción del corpus johánico, opino que ese conjunto ha sido esclarecido por Gonzalo Fontana de una manera más convincente en su tratamiento de esos escritos en LLNT. La explicación de Fontana sobre la formación en Éfeso a partir de un grupo de samaritanos que se traslada a Asia Menor (comprobado por la epigrafía griega) y la formación en esa misma ciudad minorasiática de tres grupos cristianos, el responsable del Evangelio y Cartas; el lucano y el que está detrás de Juan el presbítero autor de la Revelación, me parecen extraordinariamente clarificadora.
 
Y la aclaración del mismo Fontana del enigma cómo unos judeocristianos de finales del siglo I pudieron aceptar como palabras del Jesús histórico, dichos y sentencias de sus profetas en los oficios litúrgicos de los domingos, que no se parecían en nada a los dichos de Jesús en los evangelios sinópticos, como “representaciones parateatrales” de esos profetas que hablaban con el mismo espíritu de Jesús en los oficios litúrgicos, me parece muy esclarecedora. Los oyentes / asistentes sabían que esas palabras no las había dicho el Jesús de la historia; pero que no eran al mismo tiempo contrarias a las escritas en los evangelios precedentes, porque igualmente sabían que esos profetas, iluminados por el Paráclito, estaban representando la figura profunda del Jesús místico, el Revelador del Padre celestial, que solo después de su resurrección podía ser comprendida plenamente. Mientras que ese punto no lo tocaban los evangelios anteriores.
 
Hay, pues, en el ámbito de la comparación entre el Comentario de LLNT y el de S. Vidal profundas diferencias de perspectiva. Y debo añadir: no sé si hay muchos lectores de Senén en España que hayan estudiado con detenimiento su obra –en  especial sobre Jesús y Pablo– como yo mismo. Las páginas de S. Vidal están llenas de subrayados y anotaciones mías, a lápiz, al margen, notas que califico de muy abundantes. Por eso creo que lo que creíamos perfectamente asimilable de la investigación de Senén ha sido incorporado al volumen LLNT, para tranquilidad de Xabier Pikaza.
 
Seguiremos.
Saludos cordiales de Antonio Piñero
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Lunes, 7 de Marzo 2022
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