El miércoles se jugó un partido de Premier League (Chelsea-Reading) a la misma hora que se disputaba la fase previa de la Liga de Campeones. Desde hace años, es habitual que partidos de Liga o Copa inglesa se jueguen cuando a los ingleses les apetece. Son los únicos que lo hacen.
A la UEFA no le hace ninguna gracia. En abril de este año, la UEFA y la asociación de Ligas europeas (la EPFL) firmaron un memorándum (que seguramente imitaba a otros anteriores) por el cual las Ligas se comprometen a no celebrar partidos televisados a la hora en que se juega la Champions o la Europa League, aunque en casos concretos la UEFA pueda dar permisos especiales. Todas las Ligas lo firmaron... menos la Premier League (a pesar de pertenecer a la EPFL).
La UEFA, después de años de repetidas infracciones realizadas en las islas, amenaza con quitarles el millón de libras anual que reciben en conjunto los clubes ingleses que no se clasifican para la Champions. Pero el caso es que la amenaza no se ha materializado.
La federación inglesa (que se llama Football Association, a secas, no en vano inventaron el fútbol), la escocesa, la galesa y la de Irlanda del Norte están acostumbradas a los privilegios: son las únicas que están representadas en la International Board (la que hace el reglamento del fútbol), y tienen un vicepresidente propio en la FIFA. No es el único ámbito en el que las islas hacen de su capa un sayo... que se lo digan a la Unión Europea.
Es posible que, aun podiendo emitir el partido a las 21 h., se hubiera emitido a las 22:30, que quizás les viene mejor a las televisiones (y quizás también a los jugadores, que anoche sudaban a chorros). Pero por el momento, en España conducimos por la derecha, manejamos el euro, y cumplimos las normas de la UEFA.