Toda estrategia es el producto de un proceso de pensamiento que concibe y selecciona una ruta de acción. Transitar esa ruta y alcanzar nuestras metas exigirá otras habilidades prácticas. Y por eso dominar la Estrategia implica dos cosas: pensamiento y acción.
Que nadie crea que este viaje es fácil. En cuanto al pensamiento, hay que tener el coraje de cuestionarse algunas “certezas” y la humildad de re-aprender.En cuanto a la acción exige flexibilidad, saber adaptarse al terreno y cambiar de marcha (o de neumáticos) cuando las condiciones así lo exigen.
Pero tal vez no baste con cambiar de marcha y sea preciso cambiar de coche. En los últimos 11 años las nuevas corrientes de la comunicación, la estrategia y el management nos han abierto a otras formas de pensar y de hacer muy diferentes (se habla de re-fundación, re-negación y re-invención). En ese escenario la comunicación ha pasado a jugar un papel constituyente (se habla así de conectividad, co-evolución y co-construcción). Nuevas palabras que responden a nuevos enfoques.
Con seguridad los empresas líderes del mañana serán los que hayan entendido y asimilado hoy esa nueva mirada. Pero muchos de esos cambios todavía no han aterrizado en el mundo profesional. Y ahí está el problema.
Por eso, si has tenido alguna vez la sensación de que hay un desfase entre la teoría (que te enseñaron) y la práctica de las estrategias (que aplicas); y si estas no responden a tus expectativas o si, simplemente sientes curiosidad y quieres conocer otras formas de pensar y de hacer estrategias y comunicación, este es su sitio.
¡Bienvenido!
Rafael Alberto Pérez
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Que nadie crea que este viaje es fácil. En cuanto al pensamiento, hay que tener el coraje de cuestionarse algunas “certezas” y la humildad de re-aprender.En cuanto a la acción exige flexibilidad, saber adaptarse al terreno y cambiar de marcha (o de neumáticos) cuando las condiciones así lo exigen.
Pero tal vez no baste con cambiar de marcha y sea preciso cambiar de coche. En los últimos 11 años las nuevas corrientes de la comunicación, la estrategia y el management nos han abierto a otras formas de pensar y de hacer muy diferentes (se habla de re-fundación, re-negación y re-invención). En ese escenario la comunicación ha pasado a jugar un papel constituyente (se habla así de conectividad, co-evolución y co-construcción). Nuevas palabras que responden a nuevos enfoques.
Con seguridad los empresas líderes del mañana serán los que hayan entendido y asimilado hoy esa nueva mirada. Pero muchos de esos cambios todavía no han aterrizado en el mundo profesional. Y ahí está el problema.
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