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Viaje a Asia, en busca del origen de la estrategia

Redactado por Rafael Alberto Pérez el Jueves, 22 de Febrero 2018 a las 22:10

La Estrategia ocupa hoy un lugar destacado en los estudios sobre la Decisión, la Comunicación y el Management, a los que con frecuencia califica. Es el caso del Management que desde 1979 y de la mano de Ansofff se autocalifica de “estratégico”. Y es así cómo el término “estrategia” está presente en las conversaciones de los ejecutivos de todo el mundo, para muchos de los cuales representa “la ciencia del éxito”.


Como es lógico a los ejecutivos de hoy les preocupan los problemas de hoy y también los enfoques y modelos recién salidos del horno para resolverlos. Pero las cosas cambiarían si nos remontásemos al pasado y si les preguntásemos ¿cuándo y cómo empezó todo? ¿Cuáles son las raíces de la Estrategia? tal vez les creásemos un problema. Aunque, pienso que la mayoría tendría una respuesta preparada. Nos diría que esas raíces emergieron en el siglo V a.c. con la aparición de la palabra y de los primeros textos en la Grecia clásica. Los o
 
Grecia es nuestro gran referente. Tendríamos que seguir indagando, y llegar a otros expertos - Quinn (1980) entre ellos- para encontrar que esas raíces también hay que buscarlas en la China de los “Reinos combatientes” y, para que no nos quedasen dudas, aportarían como argumento “El arte de la guerra” de Sun Tzu
Un tercer grupo completaría el escenario y a Grecia y a China les añadiría Maquiavelo y los grandes tratados militares del XIX. Es el caso de McKiernan (1996 ) para quien la fundación histórica, no ya de la Estrategia sino del propio Managemet Estratégico, echa sus raíces en:  “… ancient Athens and China, Machiavelli’s Prince, nineteenth-century military thinking and early twentieth-century contributions to management and organizational knowledge”. Una observación que nos hace ver que la Estrategia no fue nunca un producto terminado sino que se fue haciendo y rehaciendo a lo largo de su recorrido histórico.  
 
Pero la cosa, no terminar ahí. Un cuarto grupo, se permitiría anticipar unos millones de años la cronología del origen. Su tesis sería que si bien la palabra surge en el siglo V a. c., el fenómeno es tan antiguo como el ser humano. Nace con el hombre. Una idea que encontramos en el Darwin (1871) de “The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex”  cuando señala que los seres humanos “anticipates future events” al tiempo que usa el término “stratagem” (strategy) (p. 166) como “uno de los  rasgos humanos”.  Pero Darwin no fue el único, como señala Gísli Jón Kristjánsson (2011)  en su interesante tesis doctoral presentada en la Faculty of Business Adminis-tration de la  University of Iceland:  “Indications and findings from various scientists support the observation that humans are most likely natural born strategists (…) the nature of the phenomenon called strategy is in general embedded into man’s existence” . Una aproximación que también encontramos en el padre del pensamiento complejo, Edgar Morin, En sus propias palabras:
 
 “Desde este enfoque antropológico, las cuevas en donde el hombre primitivo se protege de fríos y fieras, los arcos y  flechas que les permitieron cazar a distancia con un menor riesgo para su vida e incluso la magia con la que  deslumbró a los otros miembros de su etnia no fueron sino estrategias de supervivencia y de cohesión del grupo”    
 
Y que volvemos a encontrar en el contralmirante chileno Eri Solís Oyarzun(1985).  “La estrategia nace con el hombre y su necesidad de supervivencia y desarrollo.”
 
Sin embargo, basta visionar algunos documentales del National Geography  y ver las conductas  de algunos animales que nos precedieron en la escala evolutiva, para llegar a la conclusión de que la Estrategia es anterior al hombre.  ¿Muy anterior? Pues parece que sí.
Para la Nueva Teoría Estratégica (a la que no soy ajeno) la Estrategia surge con la vida misma. Y eso nos hace retroceder el origen de la Estrategia al momento en que esa vida emerge en la Tierra hace entre 3.800 y 3.000 millones de años.
 
He de aclarar, para tranquilidad del lector, que el viaje que ahora estoy preparando no nos lleva tan lejos en el tiempo. He limitado mi búsqueda al origen de la Estrategia que está documentado por escrito lo que “solo” nos lleva atrás unos 2.500 años. Tampoco me ha preocupado donde exactamente surgieron las primeras referencias pues con frecuencia los expertos se ven obligados a rectificar esas cronologías. En cambio sí me he focalizado en la zona del mundo donde aparecen más referencias de inicio sobre el fenómeno estratégico.Y esa zona es Asia, un Oriente que a los occidentales siempre nos pareció lejano y difícil de interpretar.
 
Y para que eso no nos ocurra también a nosotros vamos a viajar a Asia. Abusando de su receptividad y su paciencia les voy a hablar de los nuevos enfoques estratégicos de Occidente, y muy en especial de la Nueva Teoría Estratégica, eso será en un Master en la Chulalongcorn University de Bangkok como profesor invitado por la Frofesora Narudeen Crhistianin y del  Director,  Prof. Saravudh.
 
En contrapartida espero poder departir con mis colegas académicos y aprender mucho de las filosofías estratégicas de  Tailandia y Camboya, que son los que en esta ocasión vamos a visitar  
 
Y si el interés estratégico del viaje no me ofrece dudas,  el interés turístico del viaje no me plantea ninguna pues todos los lugares a los que vamos a ir son verdaderas joyas para el visitante: Bangkok, Ayutthaya, Chiang Mai y Krabi en Tailandia. Siam Reap y el sitio arqueológico de Angkor en Camboya
 
Algunos interrogantes
 
He de decir que los orígenes de la Estrategia plantean todavía algunos interrogantes, lo que aporta una emoción añadida.  En mi opinión, todavía no se ha explicado con la necesaria claridad por qué, si los textos más famosos de esa época se encuadran en el paradigma militar, en cambio sus autores manejaron un concepto del fenómeno estratégico bastante más amplio y concibieron la Estrategia como una capacidad general más que como exclusivamente militar.
 
Tampoco se ha explicado por qué la Estrategia comenzó siendo una cosa entonces y hoy se imparte y se habla de otra. Todo indica que, con el paso del tiempo aquella concepción original, se ha ido desplazando de la causa al efecto en una clara metonimia. Y hoy la Estrategia ya no se presenta como una capacidad sino más bien como la conducta resultante de aquella capacidad: un protocolo que se aplica o una ruta que se elige.  
 
Esos misterios a medias hacen chocante el observar cómo uno de sus padres fundadores, el chino Sun Tzu (s. IV a.c.), se ha puesto de moda.  Y todavía rmás sorprendente ver como se ha convertido en un icono de Hollywood. En “Wall Street” (1987) Michael Douglas -en su papel del tiburón bursátil  Gordon Gekko- lo cita 7 veces.  Steven Seagal no quiere ser menos y, entre karatazo y karatazo,  lo cita un promedio de 3 veces por película, mientras Wesley Snipes lo resucita a tiros en “El arte de la Guerra”.
Extraño sin duda, pero si rascamos un poco veremos que hay razones de peso que podrían explicar ese éxito de Sun Tzu en Occidente. Si se pidiese mi opinión, diría que obedece a 3 circunstancias
  Lo tardío de su llegada. Habría que esperar a 1772 en plena Ilustración, para que el jesuita Padre Amiot trajese el primer ejemplar de “Los 13 Capítulos” a Europa, lo tradujese al francés y lo publicase en Paris como “Art Militaire des Chinois”. Y tendrían que pasar algunos años más para que se le rebautizase con el maquiavélico título de “El arte de la guerra” con el que hoy lo conocemos.
  Sus ideas rupturistas. Su obra aporta nuevas ideas a un Occidente, donde chocan con las ya establecidas.
Sun Tzu (a) Creía más en  los principios estratégicos que en las tácticas operacionales.  (b) Presenta una visión no destructiva del conflicto armado. Una idea válida tanto en la acción armada: “Todo el arte dela guerra está basado en el engaño”.  Como en la potsguerra: ¿para que destruir algo que puede terminar siendo de uno?.
  Su concepción abierta: El hecho de que muchos de sus principios sean aplicables a muy distintos ámbitos de actuación entre ellos el empresarial, evidencian que Sun Tzu trabajó con una concepción de la estrategia que la entiende como una capacidad general y no exclusivamente militar como terminó haciendo Occidente.
  Una buena embajada pero un escaso efecto llamada:
 
Como consecuencia de todo ello le debemos a Sun Tzu la alta imagen y el reconocimiento que tiene hoy en Occidente el discurso estratégico oriental. Un reconocimiento que, sinembargo, no se ha traducido en una adecuada presencia de autores, expertos y académicos de lejano Oriente en Foros y Meetings internacionales. Y si miramos los textos y autores que se citan de forma fluida en Occidente veremos que suelen repetirse los mismos con excesiva frecuencia y que, con la excepción de “La Mente del Estratega” de Kenichi Ohmae; del “Asian Management Systems “ de  Min Chen y, si acaso, unos pocos más,  tienden a ser obras clásicas. Sirvan de ejemplo:  “Dominando el arte de la guerra” de Zhuge Liang; “Las 36 estrategias chinas” (anónimo); ”El libro de los cinco anillos” del  japonés Miyamoto Musashi; “La espada y la mente“ del también japonés Yagu Munemori. Sin olvidar a los 7 clásicos militares que de acuerdo a Ralph D. Sawyer  incluyen los siguientes textos: ​
Seis enseñanzas secretas de Jiang Ziya Los métodos de Sima (también conocido como El arte de la guerra de Sima Rangju) El arte de la guerra del propio Su Tzu Wuzi de Wu Qi Wei Liaozi Tres estrategias de Hunag Preguntas y respuestas entre Tang Taizong y Li Wiegong Mis Intenciones:
Mi deseo con este viaje es tratar de superar esta lista corta y ver hasta qué punto ambas perspectivas se pueden enriquecer recíprocamente. En el fondo, se trata de aplicar a la Estrategia en sí el mismo principio que anima a la Nueva Teoría Estratégica: pasar de la confrontación a la articulación.    
Todo eso hace que espere aprender mucho con mi próximo viaje a extremo oriente. Y prometo compartirlo desde aquí mismo con Vd. Si, como espero, le interesa.
Rafael Alberto Pérez

| Jueves, 22 de Febrero 2018

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