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document.write(' Por:
Raúl Herrera Echenique Vicepresidente Capítulo Chileno FISEC
Socio-Gerente de Proconsul Ltda.
rherrera@proconsul.cl
En el desarrollo de la
economía que hace énfasis en el conocimiento, se ha destacado la importancia de los
activos intangibles como elementos
generadores de valor, teniendo en cuenta que usualmente se da mayor importancia a los recursos físicos y monetarios, sin tener presente que la identificación de los
activos intangibles es una nueva realidad; la cual proporciona a organizaciones, países y personas un valor mayor de eficiencia y verdaderas fuentes de creación de valor.
Se ha instalado un
nuevo paradigma, este es el de la
co-construcción. En esta lógica, el espacio se transforma a partir de las relaciones entre éste y los usuarios. Las interacciones entre sujeto y espacio generan un nuevo tipo de relación, modificando de igual forma el espacio virtual generado. Hay un cambio de rol creador y creación; se ponen difusas las fronteras. Se desarrolla un proceso dialéctico entre espacio y usuario.
Los grandes cambios que presupone este nuevo paradigma son:
* Desde lo tangible a lo simbólico.
* Desde el dato (información) a la significación (interpretación de la información)
* Desde el control y modelos lineales, a la incertidumbre y la gestión procesos complejos.
* Desde la decodificación de mensajes a la co-construcción.
Alineada con la visión de la
economía del conocimiento,
la nueva teoría estratégica (NTE), modelo que se viene desarrollando desde el 2001 cuando el profesor
Rafael Alberto Pérez publica su libro
“Estrategias de Comunicación” España, ha ido cada día más derivando en la necesidad de sumar un a este nuevo paradigma también al
management, donde el concepto de
Estrategar se instala como el nuevo verbo que genera acción y otorga vida a la acción de hacer estrategias. Este concepto de observa aplicado cuando las organizaciones comprenden la urgente necesidad de tener a sus colaboradores organizacionales motivados, alineados, actualizados y conectados con la organización y sus procesos de cambio.
Las características del entorno actual en que se desenvuelve la empresa exigen una continua adaptabilidad, así como la flexibilidad suficiente para minimizar los efectos del cambio y maximizar el provecho de las oportunidades que ofrece este. Esa condición de adaptabilidad se ve favorecida en organizaciones en las que cada uno de sus miembros conoce y comprende la dirección de la organización, por lo que le otorga sentido. Éste es uno de los objetivos atribuidos también a la comunicación en las organizaciones, es decir, saber transmitir con velocidad y claridad tanto la política empresarial como los cambios acontecidos en la misma.
En este nuevo contexto de cambios tanto en los ámbitos individual, organizacional y social es que
la nueva teoría estratégica propone una nueva mirada que va desde la fragmentación a la complejidad, del actor racional al hombre relacional, de la unidad de producción a nódulo de innovación y significación, de lo contingente a lo inmanente, de la ciencia del conflicto a la ciencia de la articulación, de la economía como centro, a la comunicación como el centro de la acción de Estrategar y finalmente, propone
nuevos instrumentos para hacer estrategia en un mundo complejo, dinámico y a veces caótico. Esta nueva visión de la estrategia propone una
metodología donde el centro del Estrategar es el Hombre, ello presupone un cambio en la forma de pensar y actuar en la realidad tanto los ámbitos individual, organizacional y social; lo que se observa cuando los modelos que hoy imperan en este mundo global han dado claros indicios que no son capaces de leer y articular la nueva realidad, ejemplo de ello son las nuevas demandas sociales y ciudadanas en Egipto, Siria, Palestina, Grecia, España, EE.UU. y ahora último, los movimientos estudiantiles en Chile.
Todo un desafío para los
estrategas de la comunicación. ');
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