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document.write(' Se plantea la necesidad inminente de
cambiar el paradigma cartesiano que rige el
pensamiento estratégico, ya que los seres humanos, las organizaciones y la sociedad civil demandan, hoy,
nuevos perfiles de estrategas, nuevos modelos y nuevas maneras de pensar para abordar la
estrategia, adaptándose, así, a los cambios impuestos por la turbulencia del entorno característica del s. XXI.
Se señala que el reconocimiento del conflicto obliga a trasladarlo a
una articulación social, basada en
sistemas de cooperación, integración y relación entre las personas y las organizaciones, lo cual impone reflexionar en profundidad sobre el papel que juega la
estrategia en los nuevos contextos que, a su vez, presentan nuevos retos, preguntas y oportunidades no sólo para los estrategas, sino, asimismo, para los ciudadanos y los consumidores.
Se reafirma que, desde que el hombre existe, es un ser en
situación relacional permanente, como propugna la
NTE, si bien, con la eclosión de las
nuevas tecnologías de la información, se ha configurado como actor de una sociedad en red, de modo que la estrategia, en ese nuevo contexto, define la comunicación como el cauce de un río, creando ambientes vivos, verdaderos ecosistemas de
interconectividad y de diálogo, que ensalzan y valoran la alteridad, el reconocimiento real del "otro".
Se constata que el conflicto, hoy, en contraposición a los modelos políticos tradicionales característicos del s. XX, aparece mudado en algunas de sus formas de expresión, como es el caso, por ejemplo, del movimiento globalizado de los
Indignados del 15M o de la chilena R
ebelión de los Pingüinos, a menudo como un ejercicio de deliberación colectiva que introduce la rebelión en lo cotidiano, de forma cercana a la concepción anarquista, incluyendo un nuevo elemento: el sentido del humor.
Se aprecia la emergencia de dos puntos críticos para la teoría de la articulación frente al conflicto, cuando el desequilibrio en las relaciones de poder son evidentes y una de las partes no reconoce al "otro" y se niega a otorgarle el rol efectivo de interlocutor, ya que, así, no es posible valorar la diferencia como un posible elemento a articular. Esa parte excluyente que sólo persigue la anulación del "otro", de forma que el conflicto únicamente puede abordarse con conflictos, impone la necesidad de revisar y debatir el concepto del poder.
Se plantea, asimismo, que en la realidad altamente compleja en la que nos encontramos inmersos, frente al deseo de algunos de pasar
del conflicto a la articulación social en la gestión de las tensiones, otros utilizan el propio
conflicto como estrategia, lo cual obliga a una actuación madura por parte de todos los actores, para gestionar adecuadamente la articulación de las diferencias.
En definitiva, pues, no habiéndose constatado la presencia de crítica ni oposición alguna a la propuesta planteada desde FISEC a la
4ª condición de la NTE, basada en repensar la
estrategia desde el conflicto a la articulación social- ni entre los 31 participantes de 10 nacionalidades diferentes , ni en las intervenciones del público presente- se desprende y se concluye que quedan reafirmados y verificados los postulados teóricos presentados a debate en el
IX Encuentro Iberoamericano sobre Estrategias de Comunicación 2011, tanto desde la perspectiva académica, como de la praxis profesional, lo cual da paso y apertura a debatir la siguiente y última 5ª etapa del planteamiento teórico de la NTE, para su verificación o refutación, en el próximo
X Encuentro de FISEC en 2012.
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