'Una oportunidad para compartir tendencias y experiencias en innovación social' ... 'Un espacio para aprender y para inspirar a una comunidad creciente de gente apasionada por resolver los retos sociales de una forma distinta'... Con este espíritu se llevó a cabo el II Foro Internacional de Innovación Social.

Cuando las cosas se hacen con ilusión, con optimismo, con muchas ganas...esa pasión y esa alegría se vuelven contagiosas. ¡Y se nota! De eso dan cuenta las sonrisas y los aplausos de cientos de personas -me incluyo- congregadas en el 'cubo azul' del Campus de la Universidad Politécnica de Valencia. Se notó en las decenas de experiencias, en el entusiasta Gigalab y el torbellino de ideas generadas por los más de 300 participantes. Networking social y mucho más, gracias al impulso de la Red Creactiva, una red formada hace un año por Jovesolides, Iwith.org, Fundación Esplai, Sinnergiak y el IVAJ para el impulso del emprendimiento y la innovación social. Cuando acaba esa explosión de energía compartida y volvemos a nuestros 'cubículos' llega la pregunta inevitable: ¿qué me quedó de todo esto?

Resumo 'mis sensaciones' en tres afirmaciones:

1) los monstruos todavía están aquí ... y luchar contra ellos no es fácil

2) la buena noticia es que... ¡se puede!

3) 'lo pequeño es hermoso'. Eso dijo Ernst Friedrich 'Fritz' Schumacher, para caracterizar la emergencia de una nueva economía. Pero más hermoso aún es ver que vamos avanzando 'desde lo pequeño', superando la fragmentación y el aislamiento, hacia la integración y la tan ansiada escalabilidad de las innovaciones sociales.

LA LUCHA CONTRA LOS MONSTRUOS NO ES FÁCIL

Esto se vislumbró en casi todas las ponencias: limitación de recursos, ausencia de soporte institucional, falta de conectividad y espacios de interacción, escaso diálogo entre diferentes actores, infoxicación, gestión ineficiente...sentir que a veces parece que todo cambia y nada cambia.

Los monstruos asomaron en la primer ponencia, agazapados bajo un título tan prometedor como el de @GonzaloFanjul : 'Innovación social para la paz'
Me quedó en la retina la imagen de la primer foto que puso en la pantalla: una barca repleta de inmigrantes. Creo no equivocarme al afirmar que la mayoría de los presentes compartió su indignación ante la ambigüedad, la desinformación y la impunidad de un ejercicio del derecho comunitario que nada tiene ya del 'sueño de la gran Europa'.

 

Bajo la avasallante información que transmitía cada diapositiva, cada gráfica, cada descarnada síntesis estadística, fue poniendo de manifiesto la ambigüedad instaurada en los media como pretexto bajo un rótulo que aúna la categoría de 'refugiado' a la de 'inmigrante'; la paradoja de vivir en la sociedad de la información y el conocimiento, donde día a día aumenta la capacidad para procesar información (mi cabeza voló a los incontables tweets sobre big data) ... y la enorme dificultad para capturar datos debido a su instantaneidad y a las limitaciones de contexto. La importancia de todo 'aquello que no vemos' en los medios de comunicación y que invisibiliza diversas formas de violencia. Aplaudo su denuncia sobre la violación de derechos fundamentales ante el fenómeno migratorio, su análisis sobre los aspectos que considera claves para poder avanzar hacia las soluciones: la cuestión de los recursos económicos, la voluntad política en juego y la fuerza de la creatividad y la innovación de las personas, así como la necesidad de generar partneriados entre los espacios público y privado.

No obstante, me quedé pensando en nuestra incapacidad para superar la fragmentación en nuestros modos de captar la información y percibir eso que podemos llamar el 'estado del mundo'. Recordé unas palabras que escribí hace una década en un libro -Redes para la paz  y en una tesis doctoral (sobre la atención a la situación del mundo en la educación científica). Una retrospectiva mental de frases que resumían los más concienzudos análisis de la época sobre la globalización de la inmigración y un fenómeno que también era considerado inevitable: el incremento en el movimiento de refugiados a nivel mundial, debido a diferentes y múltiples causas. Los viejos monstruos que avivan la llama de la pobreza, la inequidad y la injusticia social siguen vivitos y coleando. Mientras tendemos a ignorar los procesos y focalizarnos en el corto plazo, en la espectacularidad de los hechos coyunturales y en ir poniendo parches en la medida de lo posible. La conferencia de Gonzalo volvió a ratificar la necesidad de derribar esas barreras, de ir más allá de buscar soluciones en el corto plazo, como por ejemplo, en la gestión de la informarción y las interacciones de lo público y lo privado. De atacar las causas que impiden dar una respuesta eficaz a la violencia 'estructural y sistémica' desde perspectivas sistémicas. La imagen de la primer diapo venía a mi cabeza una y otra vez, quizás por su contraste con esa idea de 'la nave espacial Tierra', de la fragilidad de la humanidad en búsqueda de una cultura de paz compartida. Y del enorme potencial de la creatividad y la innovación para derrotar a los 'viejos monstruos'.
 

LA BUENA NOTICIA ES QUE... ¡SE PUEDE!


'Quien quiera una razón para vivir, acabará encontrando el cómo', la frase de Viktor Frankl llenó la pantalla para enfrentar esos 'otros monstruos interiores', los de la apatía, el pesimismo, la soledad y el miedo. El que no sólo atenaza a cada persona desempleada sino que, como dijo Álvaro al presentar el proyecto Lanzaderas de empleo, se difunde como estigma en la percepción y el imaginario social.

Cada ponencia iba mostrando la manida frase que no por manida es menos hermosa: 'otro mundo es siempre posible'. Lo hizo Sergi Picazo Guillamot, miembro fundador del colectivo de periodistas Contrast, dedicado al periodismo social, a debatir sobre la paz y los derechos humanos. 'Somos raros', anunció con una sonrisa, mientras hablaba de innovar en periodismo y contarnos cómo surgió el proyecto Critic. Una cooperativa de trabajo con un presupuesto que a ciertos monstruos periodísticos debe dar mucha envidia, sólo 90.000 euros anuales. Personas apasionadas por el periodismo de denuncia, tomado a través de la controvertida figura de Alfred Charles William Harmsworth, lord Northcliffe y la no tan controvertida idea de intentar capturar 'the whole picture'. Periodismo de denuncia que distingue entre aquellas informaciones que resultan espontáneamente de hechos impactantes, que se producen en el momento, que son 'explotadas' por la inmediatez mediática ante la demanda de conocimiento -también inmediata- de la gente. De nuevo la controversia entre 'proceso versus suceso'... donde el periodismo de denuncia tiene la oportunidad de manejar el tiempo con mayor libertad, ejercer ese 'slow journalism' que trata temas desde la oportunidad de una reflexión más profunda. ¡Se puede! En su caso, como explicó Sergi, comenzaron por: 1) Basta de quejarnos (del desempleo, la precariedad del empleo periodístico, la infoxicación...) y pasemos a la acción, 2) confiemos en la gente (¡y vaya si lo lograron a través del crowdfunding!) ...

El ¡se puede! también tuvo otras manifestaciones más íntimas, como la propuesta formativa de 'educar el ser' de Luis Cacho en la Fundación Promete, la experimentación y el 'se puede' en la administración pública con el ejemplo de La Noria, desde el 'hay que hacer algo, aunque no tengamos una idea clara' ... hasta consolidar un espacio de encuentro con la gente. El 'se puede' estuvo presente en voces que explicaron con pasión maravillosas iniciativas como Esfrog para ayudar a ninis, colectivos en riesgo de exclusión y a personas de todas las edades, incubadoras sociales de envejecimiento, lanzaderas de empleo y de empresas, una diversidad de proyectos brindando soporte para la formación de los emprendedores sociales, proyectos de investigación como SIforAge, ejemplos de intra-emprendimiento social como el caso de Polétika, maneras innovadoras de superar el urbanismo precario desde el pro-común con ideas como el cloud-housing de Improvistos, expresiones de esa 'nueva economía' orientada a generar valores sociales más allá de los beneficios económicos como CREAS, etc., etc. Innovación social puesta de manifiesto en múltiples sectores y ámbitos, desde el individual, reforzando las propias capacidades hasta lo colectivo.
 

'LO PEQUEÑO ES HERMOSO' ... Y MÁS HERMOSO CUANDO SE MULTIPLICA

Lo que más me gustó del #Foro2IS es ver en marcha la respuesta al fenómeno que angustia a unos cuantos académicos a la hora de explicar cuál es el 'mejor modelo de innovación social' y si se puede escalar o no. En este sentido me encantaron los números y los comentarios que circulaban en las ponencias y entre la gente. Sergi Picazo contó que en menos de cinco años han aparecido 297 medios nuevos on-line con formatos similares a su iniciativa de cooperativa periodística. Durante el speed-networking los asistentes comentaban cómo diversas iniciativas se enlazaban con otras similares esparcidas en otros continentes. Espacios de co-working en los que un sistema de bonos permite a las personas trabajar en Valencia o trasladarse a otro espacio similar en otras ciudades del mundo, utilizando una especie de 'pasaporte de coworking', un co-pass... Ciudades enlazadas por iniciativas de jóvenes y no tan jóvenes hermanadas bajo propósitos comunes, Unidad en la unidiversidad.

Alguien me dijo que la crisis se había 'llevado por delante' a muchísimas ONGs y asociaciones y que sólo habían sobrevivido, en su opinión, aquéllas que tienen una buena gestión. Esto también me hizo reflexionar sobre lo que vi en el Foro2IS: se está pasando de la visión a la acción...pero además, se está profundizando en cómo hacerlo de un modo mas organizado y con mayor eficiencia. Si los problemas son contextuales, es muy difícil hablar de 'transferir' un modelo de un lado a otro ... pero tal vez necesitamos ampliar horizontes a la hora de debatir sobre la complejidad de la interacción entre lo local y lo global, la necesidad de fortalecer visiones de complementariedad entre el desarrollo territorial y las oportunidades de la movilidad. Unidad en la unidiversidad. Eso trabajamos en el gigalab... y el resultado fue espectacular.