La inversión para mejorar la seguridad puede conseguir ahorros considerables, así como mejoras para los pacientes, ya que el coste de la prevención del daño es, generalmente, menor que el coste derivado de afrontar sus consecuencias.
La seguridad de los pacientes está prevista en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, cuyo objetivo general es "garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos a todas las edades", siendo un objetivo primordial el procurar el acceso de todas las personas a los servicios de salud esenciales con todas las seguridades.
Ello es responsabilidad de todos los profesionales implicados en el amplio esquema de desarrollo de la actividad sanitaria, y se deben adoptar las acciones necesarias para aplicar todas las medidas de seguridad a nuestro alcance con eficacia y eficiencia, garantizando así, tanto la salud y bienestar del usuario, como los de los profesionales sanitarios.
La seguridad del paciente y de los trabajadores sanitarios no puede garantizarse sin acceso a infraestructuras, tecnologías y dispositivos de prevención y protección que deben estar bien informados, y con un personal sanitario, técnico y de gestión cualificado y comprometido, desarrollando su labor en un entorno propicio y seguro.
Riesgos, amenazas y vulnerabilidades
Los hospitales presentan, con carácter general, un catálogo de riesgos y amenazas muy diferenciado en razón a su categoría. Su aplicación está muy condicionada a la conjugación de las distintas variables básicas, de las diferencias que definen a cada uno de los establecimientos hospitalarios y sus condiciones implícitas o puntuales de seguridad derivadas de circunstancias típicas o atípicas.
Los riesgos y amenazas en este tipo de actividad se orientan hacia la consecución de unos daños provocados a las personas, los bienes, las instalaciones y el equipamiento.
Los riesgos y amenazas y su valoración más importante y básica en este tipo de establecimientos se concentran, generalmente, en cuatro grupos principales:
Los riesgos de la naturaleza. En los establecimientos hospitalarios, este tipo de riesgos, se centra principalmente en la posibilidad y la probabilidad de que, por su situación geográfica y urbanística, puedan de manera ocasional verse afectados directamente por inundaciones o tormentas, principalmente de tipo eléctrico, de notable magnitud.
Los riesgos técnicos. Este tipo de riesgos, presentes en todo tipo de establecimientos, son aquellos que están más relacionados con la calidad de la construcción, de sus instalaciones y con los buenos o malos estudios y diseños de todos y cada una de las partes que constituyen el conjunto del propio establecimiento. Integran este grupo de los que llamamos riesgos técnicos, las potenciales averías, los incendios y explosiones fortuitas y los procesos de corrosión.
El riesgo de incendios fortuitos en los establecimientos hospitalarios, integrados igualmente en este apartado, es, sin duda, y desde un planteamiento general, la amenaza potencial más importante en la mayoría de los casos.
Los riesgos derivados de la actividad social y laboral. Son aquellos que están directamente relacionados con las distintas actividades que se desarrollan en el hospital, su dimensión y categoría. Están integrados por los derivados de accidentes laborales, pérdidas o hurtos internos, contaminación y abstención laboral.
En todo caso, se requerirá de la creación de un programa de análisis y evaluación continua, dentro de un plan de seguridad y salud laboral debidamente contrastado.
Los riesgos derivados de las actividades antisociales. Este tipo de riesgos y amenazas, según los casos y circunstancias, pueden llegar a materializarse en actos de intimidación o agresión (violación o agresión física de personas, secuestros, etc.); robo y hurto (bienes y valores, documentos, vehículos, etc.); fraude (manipulación de la información, balances e inventarios, etc.); atraco (agresión con violencia para el robo o hurto de bienes en habitaciones y vehículos aparcados, etc.); sabotaje de instalaciones (como reivindicación laboral o venganza por despido, etc.); agresión terrorista, vandalismos y destrozos (por diversas causas e intenciones); amenaza de bomba, etcétera.
Garantizar la seguridad de los profesionales es sinónimo de proteger la de los usuarios, por lo que la prevención de riesgos laborales es uno de los pilares sobre los que debe asentarse el trabajo desempeñado en los centros asistenciales y hospitalarios.
En cualquier caso, observando las cuatro áreas de riesgo que determinan el esquema básico relacionado y sus consecuencias históricas se puede comprobar que el riesgo más importante comúnmente presentado y protagonista es el riesgo de incendio en su modalidad de fortuito. Es el más importante y temido por sus consecuencias y, por ende, el que más preocupa a los empresarios y a las Administraciones Públicas e, incluso, a los visitantes y clientes de los hospitales. También a tener en cuenta, se encuentra en preocupante incremento el riesgo de agresión al personal sanitario.
Seguridad desde el diseño
Hemos de hacer notable la importancia de la seguridad desde el diseño y la arquitectura actual que trabaja en lo que se denomina “diseño basado en evidencias”, cuyo objetivo es establecer un vínculo directo entre las estrategias de diseño y los resultados médicos. Uno de los resultados obtenidos con los trabajos actuales es una herramienta que permite identificar posibles actuaciones de mejora, y ordenarlas según su coste, lo que puede resultar de gran utilidad para los centros sanitarios.
El término Security by Design hace referencia a una filosofía en la que la seguridad no se añade al final de un proyecto, sino que se integra desde la etapa inicial de su desarrollo. Es decir, en lugar de construir primero un sistema y luego añadirle medidas de protección, se diseña pensando desde el principio en cómo evitar posibles fallos o accesos indebidos.
Una nueva seguridad global, integral e integrada debe ser totalmente protagonista “desde y no por” el diseño, como valor compartido con la arquitectura.
La propuesta de “seguridad desde el diseño”, puede definirse como el proceso que se desarrolla durante la fase de diseño arquitectónico en el que se incorpora el análisis de los riesgos relacionados con la actividad, las seguridades y salud mental del trabajador.
La arquitectura y los sistemas que están diseñados desde el punto de vista de la aplicación de riesgos/seguridades desde el proyecto, tiene como objetivo prevenir la aparición de vulnerabilidades en las organizaciones y sus actividades. Por ello, estos diseños se centran en establecer espacios, medidas y controles que eviten que surjan los problemas. Durante muchos años, los que llegamos al mundo de la seguridad procedentes de la arquitectura, hemos visto y sufrido como este “no valor compartido”, esa falta de “seguridad desde la arquitectura”, ha generado o incrementado riesgos y vulnerabilidades en el ámbito hospitalario.
Seguridad global, integral e integrada
La Seguridad Global está experimentando una evolución hacia nuevos paradigmas que buscan una protección más efectiva, considerando la complejidad y la interconexión de los desafíos actuales.
Los nuevos paradigmas de Seguridad Global han de protagonizar un enfoque integral que va más allá de la protección física, abarcando aspectos como la Seguridad de la Información y la Ciberseguridad, la Seguridad Ambiental y la Seguridad Humana. Este enfoque holístico considera la seguridad como una estrategia integrada que protege tanto los activos físicos como los intangibles de una organización, incluyendo sus datos, sistemas, personal y entorno de actividad.
Hoy en día, se contabiliza a nivel mundial un número elevadísimo de víctimas y de daños a las personas, en gran medida evitables, a causa de las deficiencias, errores y vulnerabilidades, tanto en los procedimientos e infraestructuras, como en la propia atención sanitaria. Ya sea debido a falta de inversión o a mala gestión, lo que subyace es en gran medida las carencias derivadas de una deficiente cultura para la seguridad de los pacientes y trabajadores.
Medios y medidas de control y seguridad
En la actualidad, los medios técnicos, los sistemas y tecnologías para su aplicación a la Seguridad de los Centros Hospitalarios, están lo suficientemente evolucionados como para no existir problema alguno en el planteamiento de la prevención y protección de todos y cada uno de los riesgos y amenazas que comportan el amplio catálogo de aplicación a este tipo de establecimientos. No obstante, una serie de aspectos pueden condicionar la implantación de ciertos tipos de sistemas de seguridad.