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La gran capacidad de la biotecnología para desarrollar artefactos de potencial importancia en nuestra sociedad, como es la producción de carburantes, es ineludible. Por esta razón ambas actividades han estrechado sus vínculos para llegar a implementar el mejor biocombustible posible. Una gran esperanza para los que creen que los biocarburantes podrían ser el futuro de los carburantes.


Fuente: Biotechnology for Biofuels
Fuente: Biotechnology for Biofuels
Como es bien conocido los biocarburantes son un gran opción de sustitución de los carburantes convencionales para el transporte. De hecho, las investigaciones sobre su desarrollo y su mejora no han parado. En este sentido, se habló hace mucho tiempo de los biocombustibles de primera generación, los que usaban materias primas que ya tenían utilidad alimentaria para el ser humano (maíz, trigo, etc.). Actualmente los que tienen mayor relevancia son los de segunda generación, es decir aquello que se obtienen de materias primas que no son empleadas como alimento por el ser humano (microalga, Jatropha, etc.). No obstante, el avance en las investigaciones sobre estos nuevos carburantes es tan elevada que ya se hablan de los biocombustibles de tercera y cuarta generación.

Los primeros, los de tercera generación, emplean métodos de producción adaptados, en cierto modo, a la transformación de la biomasa en biocombustible. Es decir, obtención de organismos vegetales con poca lignina o con celulasas. Los de cuarta generación, en cambio, buscan la captación y almacenamiento de carbono en los organismos que se vayan a utilizar como carburantes. De tal modo que con estos últimos se busca no sólo minimizar el impacto del uso de los carburantes, sino incluso llegar a revertir casi el proceso y capturar más CO2 que el que se llegue a emitir en el proceso.

Biotecnología para biocombustibles
Como muchos de los lectores habrán adivinado, para lograr que los combustibles de tercera y cuarta generación (3G y 4G) tengan éxito es imprescindible incrementar el conocimiento de las técnicas y mecanismos de producción, así como de los factores biotecnológicos que condicionen la obtención del biocarburante final. Por esta razón, en abril del 2008 comenzó a funcionar la revista Biotechnology for Biofuels donde se publican muchos de los grandes trabajos especializados sobre esta temática.

En esta revista se implementan las condiciones de hidrólisis enzimática que permite la obtención de bioetanol, se han estudiado hongos productores de celulasas (como Tricoderma reesei), la producción de recombinantes de Saccharomyces cerevisiae, etc.

Al revisar la revista parece que la consecución de estos biocombustibles 3G y 4G, así como la mejora de los 2G, está muy cerca. ¿Podría ser que en un plazo de unos pocos años estemos usando estos nuevos carburantes de manera generalizada? La cuestión que me viene ahora a la cabeza es: Si estas nuevas tecnologías y estos nuevos biocarburantes están tan avanzados, ¿Para qué se fomentan los transportes eléctricos, en especial los coches? Intentaremos ver algunas respuestas posibles en otra ocasión.

Jueves, 17 de Febrero 2011
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