Crean una guía para regular los sueldos y primas de los ejecutivos

Para nadie en un secreto que la confianza de la gente en las compañías estadounidenses no pasa por el mejor momento, más aún después de las revelaciones de los excesivos pagos a los altos ejecutivos de distintas corporaciones, mientras que las acciones de las mismas se desplomaban en medio de la crisis financiera.

Por otra parte, y relacionado con el tema que mencionamos hace unas semanas en Tendencias 21, se ha destapado un gran debate sobre la distancia que hay entre los pagos y el desempeño, ya que estudios recientes encontraron que en épocas de crisis para las empresas sus directivos siguieron recibiendo millonarias compensaciones iguales o mayores que las que acostumbraban percibir.

Todo esto ha llevado a que las personas estén mucho más pendientes de las prácticas corporativas relacionadas con la compensación de los ejecutivos y fue por eso que el Conference Board Task Force on Executive Compensation construyó una guía de cinco principios en los que debe estar basada una reforma vital para tomar acciones inmediatas y creíbles encaminadas hacia la reconstrucción de la confianza en las compañías estadounidenses.

De acuerdo con los autores de la guía, un acercamiento basado en reglas no proporciona la flexibilidad necesaria para que puedan acomodarse las más de 12.000 compañías públicas estadounidenses, cada una con sus diferentes modelos y estrategias, por lo que se hace necesaria una guía como la presentada, que es, según ellos, muy importante ya que una compensación atractiva para los ejecutivos es vital para la salud de la economía del sector de negocios americano.

Varias organizaciones se han comprometido ya con el cumplimiento de estos principios con el fin de demostrarle sus esfuerzos de buena voluntad a la sociedad.

Principios de la compensación a ejecutivos

Estos son los cinco principios mencionados en la guía como las mejores prácticas para establecer la compensación de los ejecutivos:

1. Pagar por las cosas adecuadas y pagar por el desempeño. Los programas de compensación deben estar diseñados para hacer funcionar la estrategia y los objetivos de un negocio y crear valor para sus accionistas, siendo consistentes con un perfil de riesgo aceptable a través de medios legales y éticos.

2. La compensación total “adecuada”. La compensación total debe ser atractiva para los ejecutivos, asequible para la compañía, proporcional a la contribución de los ejecutivos y justa con los accionistas y empleados, al mismo tiempo que los pagos estén claramente alineados con el desempeño real.

3. Evitar las prácticas de pagos controvertidas. Eliminar las prácticas de compensación que entren en conflicto con las nociones de justicia y pago por desempeño, a menos que existan justificaciones específicas.

4. Supervisión creíble de la junta a las compensaciones de ejecutivos. Debe haber independencia, experiencia y conocimiento del negocio.

5. Comunicaciones transparentes y aumento en el diálogo con los accionistas. Las compensaciones deben ser transparentes, entendibles y comunicadas efectivamente a los accionistas.

Recuperando la confianza

La guía fue realizada debido a que el Task Force cree firmemente que las compañías públicas y los accionistas institucionales deben tomar un papel activo en la reconstrucción de la confianza que se ha perdido con la crisis económica.

Como explican Robert E. Denham y Rajiv L. Gupta, de la presidencia del Conference Board Task Force on Executive Compensation, “Los accionistas de las compañías americanas y el público merecen ver programas de compensación de ejecutivos que sirvan a los intereses de los accionistas y que les sean explicadas en diálogos atentos. La implementación de los principios de compensación que recomendamos es un paso importante en la restauración de la aporreada confianza en las compañías americanas”.

Más allá de hablar sobre cuáles deben ser las prácticas específicas que deben llevarse a cabo, es importante que las compañías, no solo en Estados Unidos, sino en todo el mundo, tengan presentes y respeten a los ciudadanos que creen en ellas, construyendo unas rutinas de trabajo y unas estrategias transparentes y que lleven no solamente al crecimiento de sus negocios, sino también, a largo plazo, a la construcción de mejores ciudadanos, sociedades y países.