Los investigadores demostraron que un grupo de células nerviosas, denominadas neuronas POMC, son las responsables de mantener nuestras ganas de comer postre, a pesar de haber disfrutado de un almuerzo o una cena suculenta que nos ha saciado. En roedores y humanos, estas neuronas se activan tan pronto como se tiene acceso al azúcar, facilitando e incrementando el apetito.
Fuente : https://www.levante-emv.com/tendencias21/2025/02/1...
Fuente : https://www.levante-emv.com/tendencias21/2025/02/1...

Tendencias Científicas
La relación entre piel y cerebro es vital para reconocernos
CIENCIA ON LINE