INNOVACIÓN: Mónica Edwards Schachter


Aquí va una síntesis un poco más detallada del reporte New Nature of Innovation, aún considerando que en los tiempos que corren una publicación del 2009 puede parecer algo arcaica. No menos cierto es que dentro de los supersistemas o de las sistémicas superestructuras que hemos ido construyendo en el mundo, las ideas viajan a una velocidad superior a la de la luz mientras que ciertos hábitos culturales permanecen casi inamovibles.



¿Por qué una 'nueva naturaleza' de la innovación?

Tecnología y ciencia siempre han jugado un papel importante en el impulso de la innovación, y seguirán haciéndolo. Pero en el informe se sostiene que para muchas empresas la tecnología está pasando y pasará de ser un motor de la innovación a convertirse en un facilitador o mediador de la innovación. Las sociedades se están transformando y ante estas transformaciones las empresas tendrán que ser más abiertas, estar más próximas a las necesidades de sus clientes, más dispuestas a colaborar con los demás y a asumir una mayor responsabilidad social. Globalización y tecnología están cambiando las reglas del juego y si las empresas no se adaptan, no van a sobrevivir.

Los nuevos impulsores/conductores de la innovación


Se citan explícitamente cuatro nuevos drivers de la innovación, vinculados a esta 'nueva naturaleza' de la innovación' con unas propiedades emergentes que la diferencian de la innovación de la era industrial y que están transformando la forma de innovar en las empresas. Estos son:

- la co-creación o co-generación de valor con los clientes y usuarios
- el acceso al conocimiento global y a las redes de colaboración, innovación a través del networking
- los grandes desafíos globales, que plantean la necesidad urgente de encontrar soluciones, como el cambio climático, la problemática energética, el abastecimiento de agua potable ...
- los problemas relacionados con la pérdida del estado de bienestar, los desequilibrios demográficos y la provisión de servicios públicos

Estos cuatro motores de la innovación ya están manifestandose en nuevas maneras de innovar en las empresas y en el surgimiento de nuevos nichos de mercado, también están cambiando aceleradamente las estrategias y los modelos de negocio. Es también una oportunidad de oro para la emergencia de la asociación entre lo público y lo privado, al crecimiento exponencial de las ONGs se suma con fuerza el impacto de la denominada economía social, las empresas sociales, los emprendedores sociales ...

Una revisión del propio concepto de innovación

En el informe se sostiene que el concepto de innovación está cambiando de un modo radical. Anteriormente, la I + D en las empresas se proyectaba destinando una gran cantidad de recursos en proyectos a largo plazo y con el rol preponderante de los departamentos específicos de I + D. Pero hoy en día la innovación ya no es sólo la tecnología de base y la innovación requiere de una mentalidad diferente, la innovación es abierta (open innovation). Los consumidores exigen cada vez más productos y servicios basados en la experiencia individual. Las empresas deben pensar en nuevas formas de dar respuesta a demandas cada vez más sofisticadas, donde el uso de herramientas de co-creación junto a las tecnologías emergentes han de tener en cuenta las experiencias individuales de un gran número de usuarios.

Las empresas están comenzando a darse cuenta de que los desafíos globales, tales como el cambio climático, el suministro de agua potable, las epidemias, y las necesidades sociales, constituyen enormes posibilidades para abrir nuevos mercados. Mediante la creación de nuevas soluciones y desde una posición socialmente más responsable, las empresas pueden crear nuevas oportunidades de negocio en líneas convergentes con un desarrollo sostenible. 'La innovación social de la empresa' puede ser un área importante de negocio para empresas privadas y un eje central para innovaciones futuras.

La demanda de innovación en los servicios públicos es enorme y presenta importantes dificultades. Los ciudadanos quieren una provisisión de servicios más individualizada y de mayor calidad, pero la cantidad de recursos asignados al sistema de seguridad social están bajo una enorme presión, y la capacidad de dar una respuesta adecuada está siendo cuestionada en muchos países. Estos desafíos proporcionan oportunidades para las empresas privadas para buscar formas de innovar en servicios. En tal dirección, el informe plantea la necesidad para las empresas de aprender a trabajar en asociación con otras empresas y organizaciones, abriendo sus procesos de innovación, por ejemplo, a la participación de los usuarios, socios, proveedores, etc. con el fin de obtener nuevas ideas. Las empresas tendrán que formar redes de colaboración y participar en alianzas de innovación vinculante. No hay empresas - independientemente de su tamaño - que posean todos los conocimientos y los recursos necesarios para innovar por su cuenta. Por lo tanto, las empresas tendrán que acceder y combinar los conocimientos dispersos por el mundo a escalas cada vez mayores.

La innovación fluirá del networking de una diversidad de agentes, incluyendo proveedores y clientes, instituciones de investigación, empresas públicas y privadas, gubernamentales y no gubernamentales. Si bien las empresas transnacionales siempre han de originar conocimiento a nivel mundial, en el futuro incluso las empresas más pequeñas tendrán la oportunidad de generar este conocimiento respondiendo a la dinámica de la competencia global.

Implicaciones de la 'nueva naturaleza' de la innovación en las políticas de ciencia, tecnología e innovación

Los gobiernos se verán obligados a desempeñar nuevas funciones en el futuro. Deben ser sensibles y capaces de comprometerse en las relaciones de interdependencia con las empresas del sector privado y las organizaciones públicas, respondiendo a los movimientos del tercer sector: la sociedad civil. Nuevas alianzas surgirán y serán cruciales para la innovación futura, donde será imprescindible la formación de redes de colaboración entre el gobierno, las instituciones públicas y las empresas. Ello requerirá de un cambio importante de mentalidad y del desarrollo de nuevas competencias. La confianza y los modos de regulación cumplirán un papel importante en estas redes colaborativas y podrían suponer una nueva cultura en el sector público. Se trata de innovar en la intersección de las propias actividades de innovación y de regulación.
Para encontrar el equilibrio adecuado entre la regulación y la innovación se requieren políticas inteligentes del sector público. Los gobiernos deben establecer estándares nuevos y exigentes, pero al mismo tiempo deben asumir las posibilidades tecnológicas. Si las autoridades reguladoras no tienen los conocimientos necesarios para formular una regulación inteligente, será necesaria la colaboración con instituciones de investigación y empresas privadas para ayudar en su diseño e implementación.



El paradigma de la innovación bajo el impulso dominante de la ciencia y la tecnología es cosa del pasado. Una nueva 'naturaleza' de la innovación está emergiendo en las últimas décadas. Estas rotundas afirmaciones y su justificación se detallan en un informe financiado por los gobiernos danés y finlandés como alimento (quizás no-perecedero) de las recientes propuestas estratégicas de la OCDE sobre innovación. Antes de leerlo, pensaba en los nuevos discursos sobre innovación social, preguntándome: ¿nuevas formas de innovar o un modo más profundo de entender el papel de la innovación en la sociedad? Pero para mi sorpresa la expresión 'social innovation' aparece una sola vez en el documento de casi un centenar de páginas.


Sobre la nueva naturaleza de la innovación: unas primeras reflexiones

Lo confieso: partía con ciertos prejuicios cuando encontré este reporte con el sugerente título de New Nature of Innovation... Mi pensamiento se focalizaba en las nuevas corrientes sobre innovación social.

En la casuística de un primer análisis buscando palabras clave, encontré tres veces mencionada la expresión Corporate social innovation invocando a las empresas a innovar desde la responsabilidad, a generar productos y servicios (y supongo que más cosas) como respuesta a los cambios globales a los que, nos guste o no, nos enfrentamos. Son estos desafíos globales los nuevos conductores/orientadores de la innovación. Dice el reporte textualmente en la página 57:

'Las empresas constantemente buscan nuevas oportunidades de negocio, y se darán cuenta de que desafíos globales como el cambio climático, el suministro de agua potable, las epidemias y las necesidades sociales constituyen un enorme nuevo mercado. Mediante la creación de nuevas soluciones, más responsables y sostenibles, las empresas pueden crear nuevas oportunidades de negocio. La 'innovación social corporativa' puede ser una nueva e importante área de negocio para las compañías privadas y un eje clave de la innovación'.

Esta es mi primera lectura, absolutamente sesgada por una búsqueda de palabras clave. Aunque el reporte merece un análisis detallado, por cuanto tiene como principal objetivo cambiar la mirada de la innovación desde el tradicional punto de vista cenrado en la empresa hacia una perspectiva más focalizada en el individuo y en las personas como co-generadoras de innovación. En ello me detendré en una próxima entradilla.


Se abusa tanto de la palabra innovación, que a menudo resulta difícil hacer visible su impacto real en la existencia (y sobre todo en la esencia) de las personas más allá de la incandescencia mediática. 'las TIC (y sobre todo Internet) nos han cambiado la vida', se afirma con rotundidad. Y cabría agregar que tales cambios se perciben 'según con el cristal con que se miren'. En mi caso, me encanta acudir a esa sencilla y poderosa reflexión de Machado que dice 'no hay que confundir valor y precio'. Tenemos que esforzarnos por hacer visibles muchos proyectos como 'Spread the Sign', un ejemplo de innovación social puesta al servicio de la mejora de la comunicación y la inclusión entre los seres humanos.




Redes de signos que irrigan el planeta



Spread the Sign cuya traducción al español es algo así como ‘Difunde el signo’, surgió como un proyecto piloto financiado por la Comisión Europea en una de las convocatorias del programa Leonardo da Vinci. Su idea es muy simple y a la vez muy novedosa: la construcción de un diccionario visual que aglutine vídeos en lenguas de signos de distintos países. De esta manera las personas sordas y aquellas que deseen aprender lengua de signos tienen la oportunidad de mejorar sus habilidades comunicativas en diferentes lenguas signadas.

Aunque suele pensarse que tienen carácter universal, las lenguas signadas –de modo similar a lo que sucede con las lenguas habladas- son diferentes dependiendo del país e incluso de la región en la que se utilicen, ya que mantienen sus peculiaridades tanto desde el punto de vista léxico como gramatical. A nivel mundial existen unas 200 lenguas de signos diferentes y en España, por citar un ejemplo más próximo, se utilizan la Lengua de Signos Española (LSE) y la Lengua de Signos Catalana.

El proyecto surgió de la mano del profesor sueco Thomas Lydell-Olsen, que se preguntaba cómo podía responder a las necesidades de alumnos sordos a la hora de enfrentarse a estancias académicas en el extranjero. En la actualidad continúa desarrollándose y ampliando su difusión internacional como un proyecto de cooperación multilateral. Spread the sign está presente en varios países europeos, como Austria, República Checa, Alemania, Francia, Reino Unido, Japón, Lituania, Portugal, Rusia, Suecia, Turquía y España. En nuestro país participa la Fundación Accesibilidad sin Barreras.



Innovación como respuesta a una necesidad social


Según datos de la Federación Mundial de Sordos (World Federation of the Deaf, WFD) alrededor de 70 millones de personas en el mundo son sordas. En España la Confederación Estatal de Personas Sordas calcula que alrededor de un millón de personas son sordas o padecen algún tipo de discapacidad auditiva. En su mayoría, la lengua de signos es un instrumento indispensable para la comunicación cotidiana y uno de los vehículos más importantes de cohesión para la comunidad sorda.

El 13 de diciembre de 2006 se aprobó la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, instando a los países participantes a “reconocer y promover la utilización de lenguas de signos”, facilitar su aprendizaje y la 'promoción de la identidad lingüística de las personas sordas, tomar medidas para emplear a maestros en lengua de signos para formar a profesionales en todos los niveles educativos y aceptar y facilitar su utilización como medio de comunicación para las personas sordas en sus relaciones oficiales'. La Convención suma ya 153 firmantes y más de un centenar de ratificaciones

Este documento oficial le dio un nuevo impulso a la lengua de signos como vehículo de comunicación a nivel internacional, explicitando además su relevancia como instrumento de cohesión ciudadana.



Tecnología como instrumento para la innovación social


El concepto de Spread the Sign es muy sencillo, consiste en un diccionario visual disponible en diferentes lenguas de signos, lo que permite conocer la forma de signar miles de palabras y expresiones en diferentes lenguas. Los usuarios pueden buscar una palabra, frase o número e incluso categorizar qué tipo de palabra esperan encontrar (adjetivo, adverbio, preposición, nombre, verbo, interjección, pronombre…).

Es posible realizar una búsqueda gracias al filtro en categorías temáticas que se propone, que agrupa las palabras en grupos: arte, niños y recreo, común, electricidad y energía, comida, asistencia sanitaria y social, frases, deporte, viajes y turismo, vehículos, tecnología, negocio y números, entre otras. Una vez completada la búsqueda, aparecen una serie de términos sugeridos y a su lado, en forma de banderas nacionales, las piezas disponibles en distintas lenguas signadas. En octubre de 2011 el proyecto ya cuenta con más de 52.000 vídeos y 41.000 archivos de sonido. Los signos pueden encontrarse en lenguas como español, inglés (en sus variedades británica y estadounidense), sueco, francés, alemán, checo, lituano, portugués, ruso, turco, y japonés.



Participación de agentes sociales como co-generadores de innovación


El proyecto se genera con la participación de diferentes actores sociales, con quienes se cuenta para la recopilación de las palabras y signos, así como para la grabación y la evaluación de la calidad en sus diversos aspectos. Las piezas se graban en los países socios con la colaboración de voluntarios (alumnos) que realizan el trabajo de actores. Los socios supervisan y realizan pruebas de lectura para comprobar que todo está correcto y también participan expertos nacionales en lengua de signos. Todo el contenido se coloca en una plataforma web

Para conseguir que la página crezca y que el contenido cumpla con los estándares de calidad establecidos se mantiene un equipo central que consta de un coordinador, un diseñador gráfico y de animación y un experto en bases de datos y se contratan administradores locales en cada país participante. Las cuestiones tecnológicas (creación de la plataforma web, animaciones de palabras para mejorar la comprensión) son responsabilidad del experto en bases de datos y del diseñador. El coordinador centraliza el trabajo, se ocupa del cumplimiento de los presupuestos, mantiene el contacto con los impulsores iniciales, organiza reuniones de seguimiento y consigue socios a nivel nacional que colaboren en el proyecto, generalmente instituciones educativas (universidades, escuelas) o asociaciones. Cada socio se compromete a realizar unas funciones concretas para el desarrollo, que el coordinador se encarga de controlar.

El soporte inicial del proyecto fue una plataforma web, aunque con posterioridad se adaptaron los contenidos para su uso en el teléfono móvil y en actualmente ya se dispone de aplicaciones para smartphones con sistemas operativos más populares: iOS (que utilizan los teléfonos inteligentes iPhone de Apple) y Android.

Spread de Sign fue presentado en sociedad en Estocolmo en 2009. La entonces Ministra de Cultura sueca, Lena Adelsohn Liljeroth, señaló que el proyecto constituye una fórmula pionera que traslada el concepto de “lenguas para todos” a la lengua de signos y trabaja por el acercamiento, la comunicación y el enriquecimiento de la vida de miles de ciudadanos.







Redactado por Mónica Edwards el Miércoles, 19 de Octubre 2011 a las 06:42 | Comentarios


Tuve el privilegio de asistir desde el 19 al 21 de septiembre a un encuentro sobre innovación social en Viena. La torre Tech Gate, junto a los acojedores brazos del Danubio, se pobló del bullicio generado por las ideas, pensamientos y emociones de más de 350 personas. En medio de expresiones como 'economía social', 'reinventar el Estado', 'innovar para responder a las necesidades reales de la gente', 'emprendimiento social', 'fomentar la co-generación de innovaciones' ... pensé: está adquiriendo fuerza esto de 'innovar para la sostenibilidad ambiental en sentido amplio, ecológica, económica y social' ... ¿Se trata de otro relato transitorio o estamos empezando a comprender la esencia de la innovación, más allá del poderoso motor de la innovación tecnológica?




Innovación se ha convertido en un vocablo omnipresente en los escenarios comunicativos actuales, la encontramos a diario desde los estandartes y emoticones publicitarios del 'living innovation' hasta multitud de titulares de discursos económicos e informes depositados en escritorios para lectura o indiferencia de decisores políticos. La sola mención de la palabra innovacion parece ejercer un efecto positivo y saneante frente a la agobiante multi-crisis planetaria y la incertidumbre con que nos hemos acostumbrando a convivir. Aquí no se hace distinción en qué clase de innovación es ... aunque desde el mainstream académico en ámbitos de la economía y la sociología, entre otros, existe un background sólidamente edificado con un claro énfasis en la innovación tecnológica.

De esto se habló y mucho en Viena, con debates en los que participaron diferentes voces precursoras del 'nuevo paradigma' de innovación social: Denis Harrisson, Josef Hochgerner, Frank Mulaert, Geoff Mulgan, Jürgen Howaldt y muchos más ...

La innovación social, pese a contar con antecedentes históricos que preceden o se sitúan temporalmente al mismo nivel que la clásica definición de innovación (donde el foco es la innovación tecnológica), es considerado un asunto marginal para la academia que trata los estudios de innovación (dicho de otro modo: todavía no cuenta con muchas publicaciones ISI). Se confunde a menudo con el impacto y la difusión social de algunas tecnologías y ha sido sistemáticamente ignorada -al menos en el campo de economía tradicional- como vertiente de innumerables invenciones sociales.

El debate está abierto y muchos tipos o clases de innovación, que forman parte de territorios tan reales en las prácticas sociales como ocultos para la academia y el Manual de Oslo, pugnan por mostrarse, ser explícitos, examinados e incluso mensurados. ¡Quién sabe, quizás en el futuro aspiremos a construir bases de patentes de inventos sociales! Aunque por el momento hay bastantes quebraderos de cabeza para dilucidar cómo medir innovaciones no tecnológicas, como las organizacionales y de servicios.


Comparto con vosotros el enlace a la Conferencia de Viena, donde pueden disfrutar de un video donde el mismo Schumpeter nos invita a pensar en la naturaleza de la innovación Challenge Social Innovacion, CSI

Si entre muchas otras cosas algo me gustó del encuentro -incluyendo el haber podido participar 'en vivo y en directo' de los debates para redactar el primer borrador de la Declaración de Viena- es el reconocimiento explícito de la innovación como base para el desarrollo de la humanidad.

Como dice Ander Gurrutxaga en el libro 'La luz de la luciérnaga: Diálogos de Innovación Social" (2010) donde comparte con Javier Echeverría reflexiones en torno a estos temas: 'la historia avanza y se construye innovando, haciéndolo tanto en los aspectos materiales de la existencia como en los aspectos sociales, culturales y políticos'.

'La innovación recoge el mar de problemas, quiere interpretarlos desde un concepto fuerte -quizá utópico- que se basa en la capacidad de transformación de los individuos, las sociedades y las instituciones, en la explotación de valores y practicas asociadas con la creatividad, la búsqueda de soluciones y en ofrecer salidas a la competitividad, la productividad, el bienestar, la calidad de vida, la confianza, el respeto o la atención. Dicho de otra manera, es la voz que auspicia salidas con el consiguiente enfrentamiento con el presente'.

Coincido plenamente cuando sostienen que innovar no sólo es un objetivo, sino que forma parte de la condición humana, de la capacidad creativa y la motivación de los seres humanos para ir en busca de nuevas oportunidades y emprender nuevos proyectos de cara al futuro.
Redactado por Mónica Edwards el Miércoles, 5 de Octubre 2011 a las 08:20 | Comentarios


Según el gurú de la Open innovation Henry Chesbrough "sin fracaso empresarial no existe la innovación". Innovar cada vez más y mejor depende del esfuerzo y de la capacidad de aprender de los traspiés. Porque nadie fracasa si pone su máximo talento y esfuerzo en una tarea. Puede que se equivoque, puede que pierda, pero nunca fracasa.



En una reciente entrevista Henry Chesbrough afirmaba que a menudo los mismos directivos que siempre hablan de innovación suelen ser los primeros en castigar el fracaso. Innovación es sinónimo de ÉXITO, y se pone como ejemplo a creativos como Steve Jobs, de Apple, y Jeff Bezos, de Amazon. Estos nombres parecen sonar muy lejos de palabras como riesgo y equivocación. No obstante, eso forma parte de la "historia oculta" de la innovación ya que, como sostiene el profesor en la Haas School of Business de la Universidad de California, Berkeley (EE UU), "sin fracaso no existe innovación".

Para Henry Chesbrough hay que diferenciar entre fracaso y error. El fracaso es una consecuencia natural de experimentar, ayuda a aprender. Un error es repetir algo que ya se ha hecho antes y de lo que no se ha aprendido. En su opinión, para que los directivos abracen la innovación debemos castigar los errores y considerar la equivocación y el fracaso como parte del propio proceso de aprendizaje.

Esto me hizo recordar unas frases de un autor anónimo que leí hace tiempo:

Fracaso no significa
que somos unos fracasados
Significa que todavía
no hemos tenido buen éxito.

Fracaso no significa
que no hemos logrado nada
Significa que
hemos aprendido algo.

Fracaso no significa
que hemos actuado como necios
Significa que
hemos tenido mucha fé.

Fracaso no significa
que hemos sufrido el descredito
Significa que estuvimos
dispuestos a probar.

Fracaso no significa
falta de la capacidad
Significa que debemos
hacer las cosas de distinta manera.

Fracaso no significa
que somos inferiores
Significa que
no somos perfectos.

Fracaso no significa
que hemos perdido nuestra vida
Significa que tenemos
buenas razones para empezar de nuevo.

Fracaso no significa
que debemos echarnos atrás
Significa que tenemos
que luchar con mayor ahínco.

Fracaso no significa
que jamás lograremos nuestras metas
Significa que tardaremos
un poco más en alcanzarlas.


Redactado por Mónica Edwards el Domingo, 25 de Julio 2010 a las 14:17 | Comentarios


El pasado 1 de julio fui invitada a dar una conferencia en la apertura de las "Jornadas para la mejora del éxito escolar" organizadas por el Centro de Formación de Profesores (CEFIRE) de Valencia, focalizadas en el papel de la creatividad para educar en estos tiempos de complejidad y reflexionando sobre su papel en la formación de competencias básicas.



La importancia de la creatividad ha quedado de manifiesto en iniciativas como la Declaración del Año Europeo de la Creatividad y la Innovación, quizás una manera de hacer reflexionar al sistema educativo sobre sus contradicciones a la hora de pensar en eso que llamamos enseñar y aprender yendo un poco más allá del hemisferio izquierdo de nuestro cerebro.

No obstante un primer hecho a resaltar es que la creatividad es considerada una competencia de tipo genérica o transversal en la mayoría de los listados y taxonomías circulantes de los nuevos grados universitarios pero no una competencia básica entre las 8 competencias clave sugeridas por el documento "Competencias clave", editado por Eurydice en el año 2002 considerando el horizonte del aprendizaje permanente de la ciudadanía (aprendizaje a lo largo de toda la vida).

Adjunto una presentación power point que contiene algunas ideas de las que tuvimos oportunidad de intercambiar con los asistentes a las jornadas.
Redactado por Mónica Edwards el Domingo, 25 de Julio 2010 a las 12:47 | Comentarios


Innovar significa transformar conocimiento en algún tipo de valor. Pero existe la tendencia a pensar en una innovación de "primer orden" asociada a la generación y/o desarrollo de conocimientos científicos y tecnológicos que es la que "realmente" produce valor (sobre todo económico). En contraposición y fuera de las fronteras académicas, vibra una innovación "light" más emparentada al todo vale de la propaganda mediática, donde conviven sin conflicto los discursos políticos de la tríada I+D+i y el living innovation.



La cuestión reside en pensar cuáles son las fuentes de conocimiento de las que se alimenta la innovación para dar lugar a nuevos productos, a usos de nuevas fuentes de materia prima, la introducción de mejoras o nuevos métodos de producción o una nueva forma de mercadear, como decía Joseph Schumpeter hace ya mucho tiempo (1934). Y ya más en sintonía con las épocas actuales, habría que pensar en qué clase de conocimiento da lugar a innovaciones organizacionales, sociales y culturales. En este sentido, me complace compartir las profundas reflexiones realizadas hace poco por Javier Echeverría en un pequeño artículo que tituló Innovación sin ciencia

Como bien dice, "La ciencia es importante para la industria, pero muchas actividades industriales no están basadas en conocimiento científico, sino en otras modalidades de conocimiento. La enseñanza de la ciencia también es importante, pero la cultura innovadora requiere de otras habilidades y destrezas, algunas de ellas basadas en las artes, las humanidades y las ciencias sociales, que han sido las hermanas pobres de las políticas científicas".

"Los sistemas de innovación (locales, regionales, nacionales) son más complejos y abigarrados que los sistemas de I+D. No hay innovación sin conocimiento, pero hay conocimientos no científicos que generan importantes innovaciones, en particular innovaciones sociales y culturales. Como bien sabe la CEPAL de la ONU y su programa de innovación social, que tiene gran éxito en América Latina, las fuentes de la innovación social y cultural son muy diversas y muy pocas provienen de los laboratorios científicos. Sólo una parte ínfima de la innovación social está basada en conocimiento científico. Es cierto que la ciencia ha generado mucho desarrollo tecnológico e importantes innovaciones. Sin embargo, ni toda la tecnología proviene de la ciencia ni tampoco todas las innovaciones. Otras modalidades de conocimiento también son fuentes de innovación, por ejemplo las artes (Picasso, Almodóvar), las humanidades (J. Rowling y su Harry Potter), la música (los Beatles) y, last but not the least, los conocimientos generados por los pueblos indígenas. América Latina no es la vanguardia en la innovación tecnológica basada en conocimiento científico, pero aventaja a otras muchas regiones del mundo en la innovación oculta de la que habla el NESTA británico. Dicha institución contrapone la innovación basada en conocimiento científico a la hidden innovation (innovación oculta) que no suele ser contabilizada por el Manual de Oslo ni por el de Bogotá, pero que sin embargo existe, y sigue creciendo. Lo notable es que el Gobierno británico ha hecho suyas estas tesis, incorporándolas como una aportación estratégica relevante al Libro Blanco sobre la innovación en el Reino Unido, el informe i[Nation Innovation (2008)"]i

En esto de la innovación el conocimiento puede provenir de científicos, tecnológos, ingenieros y sus correspondientes y menos difundidas homólogas femeninas pero también de los propios usuarios/as y distribuidores del conocimiento, que Echeverría llama la sociedad civil del conocimiento, por oposición a la preponderante versión aristocráctica.

"En Gran Bretaña distinguen el sector público, el sector privado y lo que allí denominan el tercer sector, compuesto por organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales, ecologistas, cooperativistas, comunidades solidarias e incluso algunas variantes del emprendizaje social tan publicitado en los últimos años. Conviene expandir esta distinción, que surge de las sociedades industriales, a las sociedades iberoamericanas de la información y el conocimiento. Habría entonces tres sectores del conocimiento: el público, el privado y un tercer sector complejo y variopinto, la sociedad civil, que también genera innovaciones relevantes".

Aquí me vino a la cabeza un artículo reciente que he leído de Björn Asheim donde hace referencia a las bases de conocimiento diferenciadas para innovar, incluyendo el papel del conocimiento explícito y tácito, clasificándolas en tres tipos: analítica, sintética y simbólica.

La fuente de conocimiento analítico hace referencia a escenarios industriales en los que cobra relevancia el conocimento científico (generalmente explícito) y en los que la creación de conocimientos se basa a menudo en modelos formales, poniendo como ejemplo la biotecnología y la nanotecnología. Aquí cabría el conocimiento generado en la visión tradicional de los departamentos de I+D, en las universidades y en centros de investigación.

La base de conocimiento sintético hace referencia a la ubicación industrial, a través de la aplicación de conocimientos existentes o por medio de nuevas combinaciones de conocimiento, incluyendo la participación de clientes y proveedores. El conocimiento no se crea tanto a través de la abstracción y la deducción sino a través de la prueba, el ensayo y el error y el conocimiento tácito, el know-how adquiere mayor relevancia.

La base de conocimiento simbólico, dice Asheim, reside en los atributos estéticos de los productos, en la creación de diseños e imágenes y la cultura en sentido general. Considera que existe una mayor dependencia del conocimiento tácito, de destrezas y habilidades prácticas especializadas más en la interpretación de símbolos culturales en lugar del procesamiento de la información.

Una industria como el cine, por ejemplo, produce innovaciones con bases de conocimiento simbólica y sintética, aunque ello no quita que desde la base analítica provenga alguna apuesta radical. Esto quiere decir que , en la práctica, las fronteras entre las distintas fuentes de conocimiento son más "difusas", dependiendo mucho del tipo de industrias o sector de actividad que se lleve a cabo.

Lo importante, y con esto vuelvo a lo que afirma Echeverría, es que los estudios de innovación deberían tener en cuenta las propuestas y resultados que provienen de la sociedad civil del conocimiento, tradicionalmente silenciado en los estudios de I+D. Las políticas de innovación deberían considerar la diversidad de fuentes de conocimiento que generan valor porque la "i" minúscula de la I+D+i es mucho más extensa y diversa que la que surge de la investigación científica e incluso a veces no tiene ninguna relación con ella. Como bien dice Echeverría "Hay mucha innovación sin ciencia, que también hay que detectar, analizar y promover".


Referencias para leer algo más ...

Asheim, B. T. (2007). Differentiated Knowledge Bases and Varieties of Regional
Innovation Systems. Innovation – The European Journal of Social Science Research, 20,
3, 223-241.

Asheim, B.T. (2007). Sistemas regionales de innovacion y bases de conocimiento
diferenciadas: Un marco teorico analitico. En Buesa, M. y Heijs, J. (Eds.), Sistemas
regionales de innovacion: Nuevas formas de analysis y medicion. Fundacion de las Cajas
de Ahorros, Madrid, 65-89.

Redactado por Mónica Edwards el Jueves, 22 de Julio 2010 a las 08:13 | Comentarios

Relacionar las palabras innovación y paz puede parecer una cuestión alejada de la realidad. Pero mucho podemos decir de sus interrelaciones, si por paz entendemos un conjunto de procesos para desarrollar un proyecto político y cultural de las sociedades en el que existan mínimos de violencia y máximos de desarrollo humano. La paz aspira a la conjunción del desarrollo sostenible, los derechos humanos, la democracia y el desarme (las famosas 4D). Y la innovación puede y debe contribuir a fortalecer el entramado de interacciones para hacer las paces, para construir culturas de paz. ¿Es esto una utopía? No lo es, la innovación social está adquiriendo cada vez un mayor protagonismo y tenemos en las últimas décadas ejemplos de este y otros tipos de innovación con enorme potencial para transformar nuestro mundo. La innovación no pertenece sólo al ámbito de las empresas, forma ó debería formar parte del corazón neurálgico de todas las organizaciones, apostando por el cambio, por la mejora, por la búsqueda del beneficio/bien común.


Podríamos hablar de políticas innovadoras que ayuden a la regulación noviolenta de los conflictos y con ello hacer referencia a una concepción de paz directa, la que se opone a la violencia más visible. Sin embargo, existen ejemplos poderosos de innovaciones que producen verdaderas revoluciones en la manera de pensar, en sus beneficios sociales, económicos, políticos y culturales. Un ejemplo sobre el que quiero reflexionar y compartir y que ya forma parte de la historia (es ya una eutopía -como lugar- alcanzada) es la del llamado Banco de los Pobres.

¿Alguien podría imaginar un banco que actuara en contra de sus propios principios, esto es, prestando dinero sin tener demasiadas expectativas de recuperarlo? El Banco Grameen (o Banco de la Aldea) fue fundado en Bangladesh en 1976 por iniciativa de Muhammad Yunus, Jefe del Programa Económico Rural de la Universidad de Chittagong. Yunus, doctor en Economía, es conocido mundialmente por su invención de un sistema de microcréditos destinado a personas pobres y con una mayoritaria participación de las mujeres (96%).

Para quien quiera visitar este particular Banco, un ejemplo vivo del significado de innovar para la paz, puede acudir a su web Grameen.com

El Grameen Bank cuenta en la actualidad con 2.560 sucursales, operando en aproximadamente 85 mil aldeas con unos 25 mil empleados. El capital total desembolsado en préstamos por este banco desde su creación asciende a 6,55 billones de dólares, con un índice de devolución superior al 98%. Los pobres de las zonas rurales prestatarios poseen el 96% de las acciones, mientras que el 4% restante pertenece al gobierno. En 1997 se celebró en Washington una Cumbre sobre el Microcrédito, que adoptó el objetivo de brindar este y otros servicios financieros a 100 millones de las familias más pobres, con especial participación de mujeres. Los préstamos son destinados principalmente a la creación de pequeños emprendimientos, a la construcción de viviendas y para financiar estudios en familias pobres. El microcrédito de tipo Grameen y su metodología de implementación se han extendido y adaptado en más de cien países del mundo durante las últimas dos décadas.


El contexto y los orígenes del Banco de los Pobres


Bangladesh es un estado del sur de Asia declarado independiente en diciembre de 1971. Tiene aproximadamente 154 millones de habitantes y es uno de los países con mayor densidad de población, con 1.147 habitantes por km² y el mayor índice de pobreza del sureste asiático.

Muhammad Yunus regresó a Bangladesh luego de obtener su grado de Doctor en Economía en la Universidad de Vanderbilt (Estados Unidos) en 1970. El país estaba sumido en un ambiente de sangrientos enfrentamientos e inestabilidad política, a lo que se sumó una hambruna generalizada durante los años 1973-74. En medio de la situación de pobreza imperante, Yunus observó en una aldea próxima a la universidad donde trabajaba que gran parte de sus habitantes sobrevivían pidiendo prestado dinero a usureros para poder elaborar cestos y venderlos en el mercado. Los prestamistas a cambio de unos pocos dólares para la compra de materia prima se quedaban con toda la producción, convirtiendo a las personas prácticamente en esclavas. Yunus elaboró una lista de todos los que trabajaban de esta manera en la aldea de Jobra, un total de 42 personas que necesitaban un capital de 27 dólares. En una conferencia pronunciada en el año 2002, cuenta el impacto que provocó en él esta situación:

“fue chocante para mí, porque como profesor de economía enseñaba sobre los planes nacionales de desarrollo de un país, cómo se elaboraba el plan quinquenal, cómo los planes quinquenales cambiaban la calidad de vida de los pobres en Bangladesh. Allí hablamos de millones de dólares, de miles de millones de dólares de inversión. Nunca hablamos sobre menos de un dólar por persona para cubrir las necesidades de las personas. Realmente era una gran sorpresa. No sabía qué respuesta podía dar en una situación como ésta. De todas formas, di los 27 dólares a esas 42 personas y les dije que devolvieran el dinero que debían a los usureros. Les dije que podían seguir con su trabajo y guardar todo el dinero que generaran con el uso de ese dinero. Les dije que podían devolverme el dinero si lo querían, cuando estuvieran en condiciones de hacerlo. Pero la ilusión generada en estas 42 personas es lo que me llevó a involucrarme en todo esto. ¡Estaban tan contentos! Para ellos parecía como un milagro que alguien realmente les diera dinero sin las condiciones de los usureros. Y se me vino la idea de que si puedes hacer tan contenta a tanta gente con una cantidad tan pequeña de dinero, ¿por qué no hacer más de lo mismo?”

A partir de aquí, Yunus se puso en contacto con el banco para proponer líneas de pequeños créditos, idea que fue rechazada de plano. Ante esta negativa, optó por ofrecerse él mismo como avalista de los créditos y asumir el riesgo. En 1976, luego de cuatro meses de deliberaciones, pudo dar el primer préstamo a la gente a través del banco. Entre 1976 y 1979, el proyecto demostró su efectividad en Jobra y en otras aldeas de la zona.

Yunus se observó que las mujeres eran quienes tenían más iniciativas de autoempleo, realizaban una mejor gestión de las ganancias (mejorando las condiciones de alimentación, vivienda y salud de sus hogares) y eran más responsables en el cumplimiento de los pagos. De allí que se pensó que, aunque en la cultura existente quienes recibían créditos eran hombres, los principales destinatarios de los préstamos habrían de ser mujeres. La participación femenina constituyó una de las aristas más problemáticas de este cambio cultural; iban de aldea en aldea convenciendo a las mujeres para formar parte de este programa.

“Cuando vemos a una mujer recibiendo un préstamo, preguntamos ¿qué hace con ese dinero? La gente se pregunta. No tienen ninguna especialización, no han ido a ninguna escuela, no tienen ninguna formación. Básicamente son mujeres analfabetas. ¿Cómo pueden gestionar un negocio? Cuando a uno se le pone delante de un reto le surgen las ideas, ideas que puede manejar. Una mujer que ha dicho repetidas veces que no sabe nada, que no podría nunca utilizar el dinero, por lo que por favor no se le diera el dinero, cuando se entera de que su vecina se ha unido al Banco Grameen y se ha comprado una vaca y está criando la vaca, vendiendo la leche y ganando dinero, de repente su mente se pone en marcha. Dice: ‘Yo lo puedo hacer mejor que ella. ¿Por qué no me compro una vaca y demuestro que lo puedo hacer mejor?’”

Con el patrocinio de Banco Central de Bangladesh y el apoyo de los bancos comerciales nacionalizados, en 1979 se extendió el proyecto a otras zonas del país, con los siguientes objetivos:

- implementar un sistema para que personas pobres (especialmente mujeres) pudieran valerse por sí mismos
- eliminar la explotación de los pobres por parte de prestamistas
- crear oportunidades de auto-empleo para la multitud de desempleados en las zonas rurales de Bangladesh
- revertir el antiguo círculo vicioso de "bajos ingresos, bajos ahorros, baja inversión", convirtiéndolo en un círculo virtuoso de "bajos ingresos, inyección de crédito, inversión, mayores ingresos, mayor ahorro, más inversión, mayores ingresos".

En octubre de 1983 el proyecto se transformó en el Banco independiente Grameen por ley. Hasta 1985 recibieron fondos internacionales en concepto de préstamos y donaciones y a partir de este año decidieron depender de sus propios recursos. Salvo un período inicial de dos años desde que fue creado en que hubo pérdidas, el banco siempre ha generado beneficios. Se han construido más de medio millón de casas con sus préstamos y los estudios del impacto de sus actividades realizados por investigadores independientes muestran que la mortalidad infantil ha bajado en un 37%, el estatus y empoderamiento de las mujeres ha crecido espectacularmente. Se ha implementado un programa especial para indigentes, discapacitados físicos, psíquicos e invidentes, así como ancianos en precario estado de salud denominado "Programa de miembros en lucha" (Struggling Members Programme) en el que han participado unas cien mil personas.


Innovación en el Banco Grameen: el concepto de microcrédito y su metodología de implementación

La etiqueta de "microcrédito" ha llegado a un uso general para todo tipo de pequeños préstamos, incluyendo préstamos agrarios, préstamos cooperativos, préstamos de bancos de ahorro y créditos rurales, etc. En opinión de Muhammad Yunus esto ha creado una confusión en el desarrollo de políticas, al montar instituciones y al diseñar marcos reguladores. En bengalí el concepto se traduce como “microcapital". El papel principal del Banco Grameen es proporcionar un pequeño capital a grupos de cinco individuos. La metodología se basa en la formación voluntaria de pequeños grupos de cinco personas para proveer garantías grupales y moralmente vinculantes en lugar de la garantía requerida por bancos convencionales. En un principio, sólo dos miembros del grupo pueden obtener un préstamo. La obtención del monto solicitado por otros dos prestatarios del grupo, y luego por el quinto, depende del desempeño de reembolso de los primeros en recibir el crédito. El grupo entero pierde la posibilidad de nuevos créditos si uno de ellos no logra cancelar. Esto crea incentivos económicos para que el grupo actúe de forma responsable, haciendo que el banco resulte económicamente viable.

Las operaciones del Banco Grameen se caracterizan por su disciplina, supervisión y servicios intensivos, y son llevadas a cabo por "banqueros ciclistas" organizados en sucursales con un nivel considerable de autoridad delegada. La selección rigurosa por estos trabajadores bancarios de los prestatarios y sus proyectos, la presión grupal ejercida sobre los individuos por el grupo, y el esquema de reembolso de cuotas semanales contribuyen a la viabilidad operacional del sistema.

El éxito de esta metodología demuestra que supervisión y gestión cuidadosas pueden refutar un número de argumentos que advierten sobre los perjuicios de otorgar préstamos a los pobres. Por ejemplo, antes se creía que los pobres no podían tener profesiones remunerativas; pero los los prestatarios de Grameen lo han logrado exitosamente. Se creía que los pobres no podrían cumplir con el reembolso; la tasa de reembolso alcanza el 98%. También se creía que los pobres no podrían ahorrar y el ahorro grupal ha sido tan exitoso como los préstamos grupales.

A través de estos préstamos se desarrollan microemprendimientos en actividades como el descascarillado de arroz, la obtención de cal; manufacturas como alfarería, tejidos y vestimenta; servicios de almacenaje, comercialización y transporte, etc. Inicialmente, se le otorgó igual acceso al programa a mujeres y no sólo probaron ser prestatarios confiables sino empresarias astutas y por ende elevaron su posicionamiento, redujeron la dependencia de sus maridos y mejoraron sus viviendas, la nutrición y la educación de sus hijos.

La organización y su fundador fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz en el año 2006 "por sus esfuerzos para crear desarrollo económico y social desde abajo". También ha recibido el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia, el Premio Liderazgo Humanitario Rey Hussein, el Premio Indira Gandhi, el Gran Premio Fukoka, el Premio de la Cooperación Internacional y de la Granja de Granada, el Premio de la Ayuda Internacional de Navarra y el 19 de agosto de 2009 recibió la Medalla de la Libertad de manos del presidente Barack Obama en Estados Unidos. ¿Es o no este un ejemplo de que es posible innovar para la paz?
Redactado por Mónica Edwards el Martes, 13 de Abril 2010 a las 12:06 | Comentarios

Un manifiesto por la construcción de una Europa más creativa e innovadora, abierta al resto del mundo y respetuosa de los valores humanos. La creatividad y la innovación son dos conceptos que deben movilizarse para potenciar una sociedad preocupada por un desarrollo sostenible, basada en el diálogo intercultural y en la búsqueda de la salud y el bienestar de las personas de todo el mundo.


Se trata de un escrito para reafirmar la visión y la puesta en acción de la creatividad y la innovación con miras a la sostenibilidad en el medio y el largo plazo. Comparto con vosotros el texto de este manifiesto, en el marco del Año Europeo de la Creatividad y la Innovación

El mundo está avanzando a un nuevo ritmo. Para estar en la vanguardia de este nuevo mundo, Europa debe ser más creativa e innovadora. Ser creativo significa imaginar algo que no haya existido con anterioridad y buscar nuevas soluciones y nuevas formas. Ser innovador implica introducir un cambio en la sociedad y en la economía. El diseño transforma las ideas en valores y tiende un puente entre creatividad e innovación. Para poder avanzar, Europa debe incrementar la inversión, tanto pública como privada, en el conocimiento. Para avanzar sabiamente es preciso respetar la historia y el patrimonio cultural. Los nuevos conocimientos se basan en el conocimiento histórico, y la mayor parte de las innovaciones son resultado de combinar lo que ya existe. La cultura, que respeta la memoria individual y colectiva, resulta esencial para no perder la orientación en estos tiempos de agitados cambios. La creatividad constituye una dimensión fundamental de la actividad humana. Prospera allí donde hay diálogo entre las culturas, en un entorno libre, abierto y diverso en el que existe igualdad entre los distintos grupos sociales y entre hombres y mujeres. Requiere respeto y protección jurídica para los resultados del trabajo creativo e intelectual. La creatividad se encuentra en el corazón mismo de la cultura, el diseño y la innovación; todo el mundo tiene derecho a utilizar su talento creativo. Más que nunca, el futuro de Europa depende de la imaginación y la creatividad de sus ciudadanos. La crisis económica, medioambiental y social nos desafía a encontrar nuevas formas de pensar y actuar. La creatividad y la innovación pueden traer prosperidad a la sociedad, pero esta debe responsabilizarse de su uso. Hoy estos conceptos deben movilizarse en favor de una sociedad justa y preocupada por el medio ambiente, basada en el diálogo intercultural y que respete la naturaleza, así como la salud y el bienestar de las personas de todo el mundo. Para crear una Europa más creativa e innovadora, abierta al resto del mundo y respetuosa de los valores humanos, presentamos el siguiente Manifiesto, en el que expresamos nuestras prioridades y nuestras recomendaciones para la acción. La necesidad de cambio es urgente, y requiere una nueva iniciativa. Europa y sus Estados miembros deben conceder una especial atención a la creatividad y la innovación a fin de encontrar una salida al estancamiento actual.

Manifiesto

1. Cultivar la creatividad en un proceso de aprendizaje permanente en el que teoría y práctica se desarrollen paralelamente.

2. Convertir las escuelas y las universidades en lugares donde estudiantes y profesores se comprometan en el pensamiento creativo y el aprendizaje por medio de la práctica.

3. Transformar los lugares de trabajo en centros de aprendizaje.

4. Fomentar un sector cultural sólido, independiente y diverso capaz de respaldar el diálogo intercultural.

5. Promover la investigación científica para comprender el mundo, mejorar la vida de las personas y estimular la innovación.

6. Fomentar procesos, pensamientos e instrumentos creativos, que tengan en cuenta las necesidades, emociones, aspiraciones o habilidades de los usuarios.

7. Apoyar una innovación empresarial que contribuya a la prosperidad y la sostenibilidad.

Para ello, se definen unas líneas de acción que requieren un cambio en la concepción de las políticas. Aquí van:

Acción 1: invertir en conocimiento

Para reforzar la competitividad de Europa son necesarios nuevos principios presupuestarios que den una prioridad elevada a las inversiones en las personas y los conocimientos. A corto plazo, se debería ofrecer a los trabajadores la oportunidad de poner al día sus habilidades. El mundo empresarial, los sindicatos y los gobiernos deberían cooperar en la organización de la puesta al día de las habilidades de los trabajadores mediante financiación pública y privada. La magnitud y la ambición de los Fondos Estructurales Europeos debe ampliarse, centrarse en la inversión en investigación y desarrollo y vincularse a la creación de marcos institucionales se respalden la formación a lo largo de la vida natural.

Acción 2: reinventar la educación

Profesores y estudiantes deben reinventar juntos las escuelas y las universidades, a fin de que la educación prepare a las personas para la sociedad del conocimiento. Formar de nuevo a los profesores y comprometer a los padres de forma que puedan contribuir en la formación de un sistema educativo que desarrolle los conocimientos, las habilidades y las actitudes necesarios para el diálogo intercultural, el pensamiento crítico, la resolución de problemas y los proyectos creativos. Poner un fuerte énfasis en el diseño en la educación a diferentes niveles. Establecer a nivel europeo un importante esfuerzo de investigación y desarrollo en educación a fin de mejorar la calidad y la creatividad a todos los niveles.

Acción 3: premiar la iniciativa
Debería premiarse a las personas que emprenden nuevas iniciativas en el mundo empresarial, el sector público y la sociedad civil. Las políticas sociales pueden contribuir a la innovación compartiendo los riesgos con los ciudadanos comprometidos con el cambio. Los artistas, creadores, científicos y empresarios que contribuyan con nuevas ideas deberían ser recompensados. Los premios a la excelencia deben combinarse con la protección jurídica de los derechos de propiedad intelectual y se debe establecer un equilibrio entre la creación de compensaciones justas y el fomento del intercambio de conocimientos.

Acción 4: apoyar la cultura

El fortalecimiento del ámbito cultural debe respaldarse mediante programas y mecanismos nacionales y europeos dirigidos a apoyar la diversidad cultural, la independencia y el diálogo intercultural. Deben fomentarse las industrias creativas por medio del establecimiento de nuevos vínculos entre el arte, la filosofía, la ciencia y el mundo empresarial. Deben estimularse el desarrollo y el uso de los nuevos medios de comunicación aumentando la calidad de sus contenidos. Deben desarrollarse nuevos modelos económicos para la financiación de unos informativos digitales libres, diversos, independientes y de alta calidad.

Acción 5: fomentar la innovación

Es preciso que la política de innovación sean más ambiciosa y tenga una base más sólida. Una mayor inversión en ciencia, tecnología y diseño debería combinarse con esfuerzos para aumentar la demanda de conocimientos. Se debe animar a las empresas a combinar el conocimiento científico con los conocimientos basados en la experiencia. Se las debe alentar a incrementar la diversidad entre los empleados en términos de género, nivel educativo y nacionalidad. En la formación de ingenieros, directivos y diseñadores deberían combinarse la educación teórica y la experiencia práctica. Un objetivo de las políticas de innovación, así como del mercado laboral y las políticas en el ámbito de la educación, debe ser implicar a los usuarios y los empleados en los procesos de cambio. El desarrollo y la puesta en marcha de unas amplios estrategias de innovación debe ser una de las preocupaciones prioritarias de los líderes políticos.

Acción 6: fomentar el pensamiento global

Europa debería encontrarse a la vanguardia mundial por lo que se refiere a la ciencia, la cultura y la competitividad. La colaboración a nivel europeo en materia de ciencias, tecnología, educación, diseño y cultura debe extenderse al resto del mundo. Una Europa competitiva debe desarrollar la colaboración económica tanto con las potentes nuevas economías emergentes como con los países pobres más necesitados de apoyo. El fomento de la innovación en los países pobres es una obligación moral y reduce la presión de la inmigración. Europa debe contribuir al establecimiento de una normativa justa en lo relativo a la protección y el intercambio de conocimientos a nivel global.

Acción 7: incluir consideraciones ecológicas en la economía

Europa debe apoyarse en la creatividad y la innovación para poder transformarse una sociedad post-carbono. Elementos claves son la innovación ecológica y el establecimiento de una «nueva trayectoria tecnoeconómica» que desde la «gestión de la contaminación», a través de las «tecnologías limpias», hasta las «innovaciones sistemáticas», transforme radicalmente la producción, la distribución y el consumo. Las inversiones deben combinarse con nuevas instituciones, una nueva normativa y nuevos hábitos. La creatividad es la principal herramienta para encontrar soluciones que combinen el desarrollo sostenible y la prosperidad.


Redactado por Mónica Edwards el Lunes, 23 de Noviembre 2009 a las 15:21 | Comentarios

Una nueva visión de lo social nos seduce en una dinámica y gigantesca enredadera digital. En la web 2.0 el tejido social parece recobrar el poder de decisión sobre múltiples ámbitos de la política, la economía y la cultura.



Hace unos años Tim O’Reilly acuñó el término para designar una segunda generación en la evolución de Internet, aunque dicen que el origen de las redes sociales en su vertiente digital se remonta a 1995 con la creación del sitio classmates.com para que la gente mantuviera contacto con antiguos compañeros.

Muy cercana en el tiempo, la Cumbre de Río despertaba nuestra conciencia sobre la devastación que estamos causando en nuestro planeta y la necesidad de repensar el desarrollo humano. Pasadas varias cumbres y los Objetivos del Milenio, aún persiste el escenario de mil millones de personas sobreviviendo con un par de dólares diarios y el incesante goteo de la muerte por hambre. Ahora lo inmediato es salir de la crisis financiera y, por si esto fuera poco, Copenhague nos espera este año para debatir nuestras responsabilidades ante el cambio climático global.

¿Pueden las redes sociales que habitan Internet ayudarnos a reinventar la democracia y a enfrentar por vías alternativas la multicrisis planetaria? El poder de participación crece día a día y es un nuevo motor de la economía del conocimiento. Una suerte de versión digitalizada de innovación social late junto a los bríos del cibercivismo y la webmanía 2.0, ensayando experimentos para inventar otros futuros. Junto a las posibilidades de construir la gobernabilidad con plena participación de la gran familia humana, se proyectan aceleradamente la open innovation, el crowdsourcing, el co-working, el emprendedurismo y el cooperativismo en versiones 2.0 y otros fenómenos del llamado tercer sector, alimentado por empresas sociales y organizaciones sin ánimo de lucro.

La innovación social aúna creatividad con solidaridad y avanza con una mirada distinta sobre el mercado y la satisfacción de las necesidades, tiende a la difusión abierta, a la glocalidad (la conjunción entre lo local y lo global), siempre en pos de un valor social. Observamos ejemplos como los microcréditos del Banco Grameen, fundada por Yunnus (Nobel de la Paz), las actividades de la Fundación Vicente Ferrer, el programa Un portátil por niño y la iniciativa europea Fixing the Future

Se profetizan décadas doradas de innovación social que harán frente a los actuales fallos de mercado y la insostenibilidad mundial. Pero según los análisis del Internet World State el número de internautas aún no llega al 20% de los habitantes del planeta. Cabe preguntarnos si la innovación social podrá con estos desafíos o nos limitaremos a engrosar el tag Pobreza 2.0 y seguir entretenidos diseñando futuros sólo virtuales para la humanidad.
Redactado por Mónica Edwards el Viernes, 11 de Septiembre 2009 a las 00:44 | Comentarios

1 ... « 2 3 4 5 6


Editado por
Mónica Edwards
Monica Edwards Schachter
Mónica Edwards Schachter es investigadora, educadora, consultora, escritora y emprendedora, aunque prefiere definirse como una mujer apasionada por aprender y compartir proyectos para mejorar el mundo. Doctora Cum Laude por la Universidad de Valencia con la tesis doctoral ‘La atención a la situación del mundo en la educación científica’ (2003) y Especialista en Proyectos de Ingeniería e Innovación por la Universidad Politécnica de Valencia (2006). Es Ingeniera en Electrónica, Licenciada en Matemática y Física y posee Diplomas de pos-grado en Gestión del Conocimiento por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (México) y Planificación, Gestión y Evaluación de Proyectos Educativos (Universidad Nacional de Córdoba, Argentina). Con más de 20 años de experiencia en formación y consultoría, ha participado en más de 20 proyectos de investigación a nivel nacional e internacional. Es autora y co-autora de más de un centenar de publicaciones, entre libros, capítulos de libros y artículos en prestigiosas revistas científicas en temas de innovación tecnológica e innovación social, innovación colaborativa, empoderamiento, living-labs, innovación educativa, educación científica y desarrollo y evaluación de competencias, especialmente creatividad, innovación y emprendimiento. Ha recibido seis distinciones literarias en poesía y en 2004 le fue concedido el segundo premio en el Concurso de Ensayo Manuel Castillo (patronato Nord-Sud de la Universidad de Valencia) con la obra “Redes para la Paz”, publicado en 2007 por el Seminario Gallego de Educación para la Paz y la Fundación Cultura de Paz.




Archivo

Noticias de Innovación


RSS ATOM RSS comment PODCAST Mobile



últimos tweets