Ficha Técnica
Título: El monstruo como condición humana. Antropoceno y colapso de la civilización
Autor: Adriano Messias
Edita: Punto de Vista Editores, Madrid, 2024
Colección: Historia y Pensamiento
Traducción: José Luis Sansáns
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 314
ISBN: 978-84-127476-4-5
Precio: 24 euros
Antropoceno. Un término que es frecuente encontrar en cualquier ámbito al que dirijamos la mirada. Pero no es sencillo definirlo. La pretensión de situarlo como una nueva era geológica se ha tropezado con la negativa de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas; pero, sin embargo, se ha instalado en el lenguaje habitual de nuestro tiempo.
Sí parece existir consenso en que su comienzo arranca cuando el ser humano empieza a intervenir de manera activa en la casa común, en nuestro planeta tierra. Ahora bien, ese punto de inicio es el campo donde se desarrolla el debate. Y es aquí donde se sitúa este libro de Adriano Messias.
Propone tres pilares de teorización: antropoescenas, el sujeto en el antropoceno y antropotécnicas.
En el primero, antropoescenas, emplea una perspectiva antropológica con introspecciones sobre el origen de la especie humana y sus interferencias en el planeta. En el sujeto en el antropoceno presenta cuestiones relativas a la conformación de la subjetividad en el siglo XXI; mientras que antropotécnicas aborda las relaciones entre la tecnología y el cuerpo humano.
Antropoescenas
Analiza Messias varios aspectos de nuestra realidad: el uso más que frecuente de los selfies; la costumbre creciente de evitar el cara a cara para resolver cuestiones, llevándolas por las vías virtuales; el plantationoceno, es decir, las transformaciones devastadoras provocadas por las plantaciones y la agricultura intensiva y extensiva; etc.
Especial relevancia cobra el momento en que accedimos a la categoría de Homo sapiens, que el autor sitúa en los primeros sonidos que dan lugar al nacimiento del lenguaje y todas sus premisas de aprehensión del simbolismo. Insinúa Messias que esto es lo que realmente nos convierte en humanos. Desde aquí, recorre varios hitos de nuestra especie: el sedentarismo, la agricultura, el cerebro y su relación con el clima, la industria, etc.
Realiza su personal trayectoria de nuestra especie hasta hoy. En ella afirma que estamos sujetos a los caprichos de la evolución natural; que nuestro cerebro ya no necesita crecer tanto para acumular datos; que atravesamos una fase de inercia genética de resistencia a las modificaciones; que las ricas interacciones humanas propician más intensos hibridismos con un mayor intercambio genético. Augura, pues, grandes modificaciones futuras en la especie humana.
El sujeto en el Antropoceno
El autor, en este bloque, no se refiere únicamente a las consecuencias del lado perverso de la cultura para con lo que se suele llamar ecología. Incluye aquí todos los intentos de eliminar al otro, de no tolerar las diferencias culturales o étnicas, de imponer la propia voluntad, coaccionar y reprimir los derechos del otro; de considerar a animales y plantas como meros sujetos de explotación. “En este sentido, el antropoceno es fruto de la pulsión de muerte y, por otro lado, de rasgos altamente perversos que pueden caracterizar a los individuos de nuestra especie”.
En este apartado son recurrentes las citas a Lacan y Freud, principalmente, autores cuya sombra planea continuamente sobre las propuestas que nos ofrece Adriano Messias.
Antropotécnicas
Las dos grandes antropotecnias occidentales tienen que ver con el derecho y la biomedicina. El deseo de inmortalidad va llevando cada vez más a intervenciones biotecnológicas en nuestro organismo. Tema que se trata en las más altas cumbres de personalidades, como se desveló en el reciente encuentro entre Putin y Xi Jinping, recogido por medios de comunicación.
A tal extremo pueden llegar las intervenciones en nuestro cuerpo que, no sin cierta ironía, el autor afirma que “a partir de ahora no pensaremos solo en otras prendas de ropa, sino también en otros cuerpos, en continua interacción con el internet de las cosas y con entornos autoconectados”.
Con base en las tendencias del arte, no faltan en este bloque las alusiones a todo tipo de máquinas: autómatas, robots, androides, ciborgs, drones, clones, hombres-máquina, máquinas bélicas, máquinas sexuales, etc.
Y, acudiendo a la vertiente del derecho, surgen cuestiones de todo tipo. Por ejemplo, quién es el responsable de las acciones de estas figuras, si deben cobrar por trabajar, si existe una clara separación entre humanos y máquinas. En definitiva, la pregunta definitiva que se extiende como una sombra sobre todo el libro: ¿qué significa ser humano? Junto a ella, a esta básica pregunta, abre una gran variedad de cuestiones el autor, suscitada por el arte, la psicología, el derecho, la cultura, etc.
Antropoceno: un punto de no retorno
Tras los pilares básicos en los que apoyaba el autor la estructura de la obra, añade este cuarto capítulo, que se abre con la preocupante pregunta: ¿estamos cerca del fin? Se trata de un importante compendio de todo lo expuesto a lo largo de más de doscientas páginas del libro.
Lo inicia con las siguientes palabras: “En los múltiples enfoques de este libro, he tratado de exponer lo razonable que me parece pensar que el esbozo del Antropoceno se haya producido en los primeros ‘garabatos’ de los albores del lenguaje simbólico, este, a su vez, la impronta especial del Homo sapiens y su agente en los seres y en las cosas”.
Confiesa que no considera aceptable cualquier pseudoteoría alarmista, predicción apocalíptica y postura sensacionalista, mientras desconoce si el Homo sapiens se revigorará en su trayectoria civilizacional eligiendo un camino menos violento y entrando en la sublimación de la pulsión de muerte a favor de la tolerancia, el respeto y la ética.
Igualmente, considera demasiado simplista asociar el antropoceno únicamente con el daño que el ser humano ha causado a la naturaleza. Y no pretende decir que las catástrofes naturales sean instrumentos de ella en venganza por la forma en que la tratamos.
En este proceso del antropoceno, un primer paso ha sido nombrarlo; ahora se trata de medirlo y saber qué hacer con él. Y resume: “el Antropoceno, palabra clave del siglo XXI, comenzó cuando el lenguaje simbólico pasó a habitarnos, cuando la pulsión de muerte nos impulsó a eliminar a los otros en busca de poder, y cuando el sedentarismo engendró un modelo agropastoril al que, muchos siglos después, se sumó lo industrial y lo posindustrial”.
Y culmina su libro así: “Sigo defendiendo que la forma del monstruo está en la estructura de lo humano y en esa frágil red de ilusiones llamada civilización. Cuando hablo de monstruos, me refiero a nosotros”.
Concluyendo
Nos encontramos ante un libro que investiga sobre nosotros. Intenta responder a la cuestión que lo recorre a través de toda la exposición: ¿qué nos hace ser humanos? Porque, una vez que nos reconocemos como Homo sapiens, comienza nuestra interacción, por desgracia no siempre amable, con el otro: otro que abarca no solo a las otras personas con las que convivimos sino, también, a animales, plantas y nuestra casa común, la Tierra, su Naturaleza.
El autor no esconde la influencia que han ejercido en él personas como Lacan y Freud, principalmente, aunque son numerosos los nombres de científicos que se asoman en las páginas de su propuesta.
Ilustra su exposición con recurso a series televisivas, títulos de películas, textos de obras literarias o científicas, aspectos que nos aproximan más a nuestra más reciente actualidad y aligeran la lectura, a veces densa, de una obra de la profundidad de esta.
No es ajena a su exposición, la nacionalidad de Adriano Messias: es brasileño y, pese a que su larga formación ha transcurrido también fuera de sus fronteras patrias, como es el caso de España, Francia o Argentina, abundan en el texto firmas de sus compatriotas y ejemplos vividos en aquel país.
Un libro, en definitiva, muy útil para reflexionar sobre nuestra identidad como seres humanos y la manera en que la desarrollamos en relación con los demás y con la Naturaleza cuyo cuidado tenemos encomendado.
Índice
Prefacio de Gustavo Rick Amaral
Introducción
I. ANTROPOESCENAS
1. Antropoviolaciones bajo la Plaça del Rei
2. El hacedor de selfis
3. Los últimos y los primeros días
4. La cuestión catalana
5. El Antropoceno es (también) una queja
II. EL SUJETO EN EL ANTROPOCENO
6. El desierto de la comunicación humana
7. The walking dead y el destino pulsional de la humanidad
8. ¿De quién es la culpa?: decadencia de la metáfora paterna
9. Norman Bates al diván: una taxidermia sintomatológica de lo contemporáneo
10. Tres miradas sobre la melancolía
11. La literatura fantástica y el joven lector del siglo XXI
12. Zombis, ciborgs y fantasmas
III. ANTROPOTÉCNICAS
13. La invención de lo humano: antropotecnias
14. De los fantasmas en la tecnología hacia la tecnología fantasmagórica
15. Biociborguización: ¿qué cuerpo me pongo?
16. Máquinas célibes en el arte. La seducción por el/del artista
17. Cuando los robots se pongan Dior
18. Los robots humanoides y los problemas de diseño
19. Sloterdijk y la placenta: el hermano que (no) me diste
20. Siempre se nos escapa un gato: el bestiario de Baudelaire
21. Trastornados en el mundo poskafkiano
22. Un tipi para enfrentarse a lo real
IV. ANTROPOCENO: UN PUNTO DE NO RETORNO
23. ¿Estamos cerca del fin?
24. “Ingenuamente culpables”
POST-SCRIPTUM
25. El día que la Tierra se detuvo. Tanatopolítica y antropoceno
Bibliografía
Referencias audiovisuales
Anexo 1: Lista de referencias a animales en Las flores del mal
Anexo 2: Poemas originales de Baudelaire, con nuestras traducciones
Notas
Título: El monstruo como condición humana. Antropoceno y colapso de la civilización
Autor: Adriano Messias
Edita: Punto de Vista Editores, Madrid, 2024
Colección: Historia y Pensamiento
Traducción: José Luis Sansáns
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 314
ISBN: 978-84-127476-4-5
Precio: 24 euros
Antropoceno. Un término que es frecuente encontrar en cualquier ámbito al que dirijamos la mirada. Pero no es sencillo definirlo. La pretensión de situarlo como una nueva era geológica se ha tropezado con la negativa de la Unión Internacional de Ciencias Geológicas; pero, sin embargo, se ha instalado en el lenguaje habitual de nuestro tiempo.
Sí parece existir consenso en que su comienzo arranca cuando el ser humano empieza a intervenir de manera activa en la casa común, en nuestro planeta tierra. Ahora bien, ese punto de inicio es el campo donde se desarrolla el debate. Y es aquí donde se sitúa este libro de Adriano Messias.
Propone tres pilares de teorización: antropoescenas, el sujeto en el antropoceno y antropotécnicas.
En el primero, antropoescenas, emplea una perspectiva antropológica con introspecciones sobre el origen de la especie humana y sus interferencias en el planeta. En el sujeto en el antropoceno presenta cuestiones relativas a la conformación de la subjetividad en el siglo XXI; mientras que antropotécnicas aborda las relaciones entre la tecnología y el cuerpo humano.
Antropoescenas
Analiza Messias varios aspectos de nuestra realidad: el uso más que frecuente de los selfies; la costumbre creciente de evitar el cara a cara para resolver cuestiones, llevándolas por las vías virtuales; el plantationoceno, es decir, las transformaciones devastadoras provocadas por las plantaciones y la agricultura intensiva y extensiva; etc.
Especial relevancia cobra el momento en que accedimos a la categoría de Homo sapiens, que el autor sitúa en los primeros sonidos que dan lugar al nacimiento del lenguaje y todas sus premisas de aprehensión del simbolismo. Insinúa Messias que esto es lo que realmente nos convierte en humanos. Desde aquí, recorre varios hitos de nuestra especie: el sedentarismo, la agricultura, el cerebro y su relación con el clima, la industria, etc.
Realiza su personal trayectoria de nuestra especie hasta hoy. En ella afirma que estamos sujetos a los caprichos de la evolución natural; que nuestro cerebro ya no necesita crecer tanto para acumular datos; que atravesamos una fase de inercia genética de resistencia a las modificaciones; que las ricas interacciones humanas propician más intensos hibridismos con un mayor intercambio genético. Augura, pues, grandes modificaciones futuras en la especie humana.
El sujeto en el Antropoceno
El autor, en este bloque, no se refiere únicamente a las consecuencias del lado perverso de la cultura para con lo que se suele llamar ecología. Incluye aquí todos los intentos de eliminar al otro, de no tolerar las diferencias culturales o étnicas, de imponer la propia voluntad, coaccionar y reprimir los derechos del otro; de considerar a animales y plantas como meros sujetos de explotación. “En este sentido, el antropoceno es fruto de la pulsión de muerte y, por otro lado, de rasgos altamente perversos que pueden caracterizar a los individuos de nuestra especie”.
En este apartado son recurrentes las citas a Lacan y Freud, principalmente, autores cuya sombra planea continuamente sobre las propuestas que nos ofrece Adriano Messias.
Antropotécnicas
Las dos grandes antropotecnias occidentales tienen que ver con el derecho y la biomedicina. El deseo de inmortalidad va llevando cada vez más a intervenciones biotecnológicas en nuestro organismo. Tema que se trata en las más altas cumbres de personalidades, como se desveló en el reciente encuentro entre Putin y Xi Jinping, recogido por medios de comunicación.
A tal extremo pueden llegar las intervenciones en nuestro cuerpo que, no sin cierta ironía, el autor afirma que “a partir de ahora no pensaremos solo en otras prendas de ropa, sino también en otros cuerpos, en continua interacción con el internet de las cosas y con entornos autoconectados”.
Con base en las tendencias del arte, no faltan en este bloque las alusiones a todo tipo de máquinas: autómatas, robots, androides, ciborgs, drones, clones, hombres-máquina, máquinas bélicas, máquinas sexuales, etc.
Y, acudiendo a la vertiente del derecho, surgen cuestiones de todo tipo. Por ejemplo, quién es el responsable de las acciones de estas figuras, si deben cobrar por trabajar, si existe una clara separación entre humanos y máquinas. En definitiva, la pregunta definitiva que se extiende como una sombra sobre todo el libro: ¿qué significa ser humano? Junto a ella, a esta básica pregunta, abre una gran variedad de cuestiones el autor, suscitada por el arte, la psicología, el derecho, la cultura, etc.
Antropoceno: un punto de no retorno
Tras los pilares básicos en los que apoyaba el autor la estructura de la obra, añade este cuarto capítulo, que se abre con la preocupante pregunta: ¿estamos cerca del fin? Se trata de un importante compendio de todo lo expuesto a lo largo de más de doscientas páginas del libro.
Lo inicia con las siguientes palabras: “En los múltiples enfoques de este libro, he tratado de exponer lo razonable que me parece pensar que el esbozo del Antropoceno se haya producido en los primeros ‘garabatos’ de los albores del lenguaje simbólico, este, a su vez, la impronta especial del Homo sapiens y su agente en los seres y en las cosas”.
Confiesa que no considera aceptable cualquier pseudoteoría alarmista, predicción apocalíptica y postura sensacionalista, mientras desconoce si el Homo sapiens se revigorará en su trayectoria civilizacional eligiendo un camino menos violento y entrando en la sublimación de la pulsión de muerte a favor de la tolerancia, el respeto y la ética.
Igualmente, considera demasiado simplista asociar el antropoceno únicamente con el daño que el ser humano ha causado a la naturaleza. Y no pretende decir que las catástrofes naturales sean instrumentos de ella en venganza por la forma en que la tratamos.
En este proceso del antropoceno, un primer paso ha sido nombrarlo; ahora se trata de medirlo y saber qué hacer con él. Y resume: “el Antropoceno, palabra clave del siglo XXI, comenzó cuando el lenguaje simbólico pasó a habitarnos, cuando la pulsión de muerte nos impulsó a eliminar a los otros en busca de poder, y cuando el sedentarismo engendró un modelo agropastoril al que, muchos siglos después, se sumó lo industrial y lo posindustrial”.
Y culmina su libro así: “Sigo defendiendo que la forma del monstruo está en la estructura de lo humano y en esa frágil red de ilusiones llamada civilización. Cuando hablo de monstruos, me refiero a nosotros”.
Concluyendo
Nos encontramos ante un libro que investiga sobre nosotros. Intenta responder a la cuestión que lo recorre a través de toda la exposición: ¿qué nos hace ser humanos? Porque, una vez que nos reconocemos como Homo sapiens, comienza nuestra interacción, por desgracia no siempre amable, con el otro: otro que abarca no solo a las otras personas con las que convivimos sino, también, a animales, plantas y nuestra casa común, la Tierra, su Naturaleza.
El autor no esconde la influencia que han ejercido en él personas como Lacan y Freud, principalmente, aunque son numerosos los nombres de científicos que se asoman en las páginas de su propuesta.
Ilustra su exposición con recurso a series televisivas, títulos de películas, textos de obras literarias o científicas, aspectos que nos aproximan más a nuestra más reciente actualidad y aligeran la lectura, a veces densa, de una obra de la profundidad de esta.
No es ajena a su exposición, la nacionalidad de Adriano Messias: es brasileño y, pese a que su larga formación ha transcurrido también fuera de sus fronteras patrias, como es el caso de España, Francia o Argentina, abundan en el texto firmas de sus compatriotas y ejemplos vividos en aquel país.
Un libro, en definitiva, muy útil para reflexionar sobre nuestra identidad como seres humanos y la manera en que la desarrollamos en relación con los demás y con la Naturaleza cuyo cuidado tenemos encomendado.
Índice
Prefacio de Gustavo Rick Amaral
Introducción
I. ANTROPOESCENAS
1. Antropoviolaciones bajo la Plaça del Rei
2. El hacedor de selfis
3. Los últimos y los primeros días
4. La cuestión catalana
5. El Antropoceno es (también) una queja
II. EL SUJETO EN EL ANTROPOCENO
6. El desierto de la comunicación humana
7. The walking dead y el destino pulsional de la humanidad
8. ¿De quién es la culpa?: decadencia de la metáfora paterna
9. Norman Bates al diván: una taxidermia sintomatológica de lo contemporáneo
10. Tres miradas sobre la melancolía
11. La literatura fantástica y el joven lector del siglo XXI
12. Zombis, ciborgs y fantasmas
III. ANTROPOTÉCNICAS
13. La invención de lo humano: antropotecnias
14. De los fantasmas en la tecnología hacia la tecnología fantasmagórica
15. Biociborguización: ¿qué cuerpo me pongo?
16. Máquinas célibes en el arte. La seducción por el/del artista
17. Cuando los robots se pongan Dior
18. Los robots humanoides y los problemas de diseño
19. Sloterdijk y la placenta: el hermano que (no) me diste
20. Siempre se nos escapa un gato: el bestiario de Baudelaire
21. Trastornados en el mundo poskafkiano
22. Un tipi para enfrentarse a lo real
IV. ANTROPOCENO: UN PUNTO DE NO RETORNO
23. ¿Estamos cerca del fin?
24. “Ingenuamente culpables”
POST-SCRIPTUM
25. El día que la Tierra se detuvo. Tanatopolítica y antropoceno
Bibliografía
Referencias audiovisuales
Anexo 1: Lista de referencias a animales en Las flores del mal
Anexo 2: Poemas originales de Baudelaire, con nuestras traducciones
Notas
Notas sobre el autor
Adriano Messias es investigador en comunicación, semiótica y psicoanálisis, y autor de más de 200 libros, incluidos varios de ficción infantil y juvenil. Tiene dos posdoctorados en Tecnologías de Inteligencia y Diseño Digital, un doctorado en Comunicación y Semiótica, un máster en Comunicación y Sociabilidad, y un grado en Periodismo y Letras. Estudioso de la cultura española, fue dos veces investigador en la Universitat Autònoma de Barcelona. También estuvo en la Université Paris 8, en la Université Paris 3 y en la Universidad de Buenos Aires, estudiando siempre sobre Antropoceno, comunicación, cine y psicoanálisis. Entre las diversas distinciones que ha recibido, sobresale el premio brasileño Jabuti en 2017 por Todos los monstruos de la Tierra: bestiarios del cine y de la literatura (Punto de Vista Editores, 2020) y el reconocimiento de la Unesco por sus obras para niños y jóvenes.
Adriano Messias es investigador en comunicación, semiótica y psicoanálisis, y autor de más de 200 libros, incluidos varios de ficción infantil y juvenil. Tiene dos posdoctorados en Tecnologías de Inteligencia y Diseño Digital, un doctorado en Comunicación y Semiótica, un máster en Comunicación y Sociabilidad, y un grado en Periodismo y Letras. Estudioso de la cultura española, fue dos veces investigador en la Universitat Autònoma de Barcelona. También estuvo en la Université Paris 8, en la Université Paris 3 y en la Universidad de Buenos Aires, estudiando siempre sobre Antropoceno, comunicación, cine y psicoanálisis. Entre las diversas distinciones que ha recibido, sobresale el premio brasileño Jabuti en 2017 por Todos los monstruos de la Tierra: bestiarios del cine y de la literatura (Punto de Vista Editores, 2020) y el reconocimiento de la Unesco por sus obras para niños y jóvenes.