Reseñas
Neodarwinismo y evolucionismo cristiano. Una crítica filosófica a la conciliación entre fe y evolución
Juan Antonio Martínez de la Fe , 13/06/2025

Ficha Técnica
Título: Neodarwinismo y evolucionismo cristiano. Una crítica filosófica a la conciliación entre fe y evolución
Autor: Juan Carlos Monedero
Edita: Sekotia, Córdoba, 2025
Colección: Reflejos de Actualidad
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 304
ISBN: 978-84-19979-7
Precio: 21 euros
Desde la cubierta, se nos informa de que el autor, el argentino Juan Carlos Monedero, es filósofo y experto en epistemología de las ciencias. Y también de que se trata de “un texto fundamental para comprender los límites del diálogo entre el pensamiento cristiano y las teorías científicas contemporáneas”. Recurriendo ya a la portada, nos encontramos una mayor concreción bajo el título: “Fisuras e incongruencias”; lástima que no figuren estas palabras en la cubierta: aclararía mucho del contenido de la obra, que se presenta como un ambicioso proyecto, sin duda.
El autor no deja lugar a la duda; de entrada, dedica unos párrafos a explicar a quiénes va dirigida su obra: “está destinada especialmente a quienes, familiarizados con la teoría de la evolución, poseen cierto conocimiento acerca de las posturas y los debates que se vienen dando al respecto”.
Para alcanzar sus objetivos, el autor se propone analizar los planteamientos (especialmente los originados y sustentados por católicos) que pretenden afirmar la compatibilidad entre la teoría de la evolución y las verdades de la fe, para concluir con la patente debilidad “que yace en la postura de quienes alegan la compatibilidad entre la teoría evolutiva y las verdades de la fe católica, entre ellas la creación”.
Y ¿qué no pretende el libro? Por ejemplo, probar que Dios no hizo el mundo evolutivamente; no se declara una imposibilidad real (p.e., Dios no hizo tal cosa) sino que pretende establecer un juicio respecto del aserto “Dios hizo el mundo evolutivamente” porque carece de todo fundamento. Eso sí: advierte el autor que las conclusiones de su ensayo son estrictamente filosóficas.
Posibles coincidencias
No significa lo expuesto que no existan coincidencias con el sector académico que presenta la teoría evolutiva como compatible con las verdades de la fe; por ejemplo, cuando se afirma que todos los órdenes de conocimiento tienen su origen en Dios o cuando se dice que tanto el conocimiento científico experimental como el conocimiento filosófico y sobrenatural son verdaderos conocimientos. Por supuesto, existe coincidencia cuando se considera que el conocimiento científico está siempre sujeto a revisión de sus conclusiones. Y, moviéndose dentro del ámbito cuando menos teísta, hay acuerdo en que la revelación sobrenatural constituye un cúmulo de verdades que no podrían haber sido descubiertas si Dios no las hubiese revelado y que estas verdades no entran en contradicción con verdad natural alguna.
Entre los intelectuales católicos que se manifiestan sobre la teoría de la evolución, distingue Monedero tres posturas: a) quienes la desestiman o niegan; b) quienes dan por descontada su validez abierta y despreocupadamente; y c) quienes, prudentemente, la consideran una hipótesis científica de la que solo cabe juzgar su grado de verosimilitud. Aunque todos ellos coinciden en que esta teoría no colisiona con la fe ni con otras verdades contenidas en ella.
Y aquí se aborda el núcleo fundamental del libro: “parece difícil entender cuál sería el sentido de una ‘evolución teísta/cristiana/católica’, dado que la misma teoría de la evolución ‘a secas’ está permanentemente sujeta a demasiados cuestionamientos y revisiones como para tomarla por punto de partida seguro e inamovible”.
A partir de aquí, con una metodología con perfume de escolástica, dedica Monedero su atención a ir desmontando los argumentos que se aducen como confirmación de la teoría evolutiva.
Argumentos a discutir
Y, también con metodología escolástica, se comienza definiendo los conceptos: darwinismo, neo-darwinismo o teoría sintética de la evolución, el propio de evolución enfrentado a teoría de la evolución o evolucionismo neodarwinista.
Delimita el autor lo que sí admite: cambios dentro de una misma especie, cambios pequeños que se producen a lo largo de los muchos años; pero no acepta los que se producen transitando de una especie a otra nueva, ni siquiera el emergentismo o saltacionismos, en la denominación aquí utilizada.
Acusa a sectores científicos o cientifistas que presionan para que se dé como confirmada la evolución. No es aceptable, a juicio del autor, que el ser humano proceda, junto al resto de seres vivos, de un ancestro común, sino que su origen entra dentro del misterio, poniendo la inteligencia al servicio de la obra creadora de Dios.
Desde aquí, va el autor exponiendo la debilidad de los diferentes argumentos que apoyan la hipótesis de la evolución: la existencia de encontradas opiniones de la ciencia, la carencia de fósiles que puedan dar fe de un gradualismo en las mutaciones de los seres más primitivos hasta los que conocemos en la actualidad, la estabilidad de formas fósiles que no exhiben cambios, la complejidad de los seres incompatible con un desarrollo gradual, el carácter ideológico de la teoría evolutiva, etc.
No faltan las páginas dedicadas a la postura oficial de la Iglesia Católica con relación a la evolución en las voces de los papas Pío XII y Juan Pablo II, en documentos oficiales en los que abordan el tema. A juicio del autor, ambos pontífices no se manifiestan en contra de la teoría evolutiva, siempre que esta sea bien entendida, aunque siempre queda en el aire la concreción de ese “bien entendida”.
Concluyendo
Juan Carlos Monedero dedica un capítulo final a las conclusiones de su ensayo. Enumera nueve ideas clave; pero, probablemente, la última es la que encierra lo que constituye la tesis fundamental de todo el texto: que los argumentos a favor de la conciliación entre fe católica y teoría de la evolución no son concluyentes; ¿por qué? Lo expresa claramente: “Se debe considerar privada de todo fundamento la afirmación, en términos categóricos, de que ‘Dios creó el mundo de manera evolutiva’”. Por la sencilla razón de que existen razones para considerar falsa la teoría de la evolución, que ha de ser considerada como una pseudociencia repleta de elementos retóricos e hipótesis imposibles de contrastar.
Por el contrario, afirmar al hombre como creación de Dios es respetar el carácter misterioso de su origen. Y culmina la obra con siguiente cita: “Solo aceptando el misterio el hombre puede, a la luz de lo que no se deja comprender, ver y comprenderlo todo. En el último acto de este teatro, la muerte rasgará el velo que cubre nuestra inteligencia”.
Por lo demás, el libro está muy bien redactado, guiando al lector, paso a paso en cada uno de los apartados en los que, a modo de cuasi silogismo, llega a las conclusiones que se propone alcanzar. Es cierto que su desarrollo no siempre aporta suficientes elementos para coincidir con sus propuestas; el lector podrá o no estar de acuerdo con el autor, pero no cabe duda del buen proceso discursivo que plantea.
La bibliografía, siendo amplia, parece no ser suficiente: se echa en falta la cita a autores que tanto han discurrido sobre estos temas. Sin ir más lejos, no encontramos entre los pensadores y científicos citados a Teilhard de Chardin que, pese a que muchos de sus planteamientos filosóficos están hoy superados, tiene mucha vigencia en ambas orillas del océano.
Índice
Agradecimientos
Destinatario de este libro
Prólogo
Consideraciones preliminares
Lo que no decimos
Estatus epistemológico
Puntualizaciones
De lleno en el tema
Corolario
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN Y ACLARACIÓN PRELIMINARES
Presupuestos fundamentales: lo que está fuera de discusión
La posición de los intelectuales católicos evolucionistas
El centro de la cuestión
Precisiones terminológicas
Una distinción necesaria entre cambios dentro de la especie y “evolución”
Análisis en concreto de un artículo periodístico
Deshaciendo otros equívocos: otras cosas que tampoco son “evolución”
La importancia de un fenómeno: el sesgo de confirmación
Más allá del sesgo: ¿hay presiones dentro del establisment científico?
La inteligencia frente al misterio del origen del hombre
CAPÍTULO II. SISTEMATIZACIÓN Y CRÍTICA DEL INTENTO DE CONCILIACIÓN
El juego de las posibilidades. Si una “evolución teísta” es posible
El problema de la carga de la prueba
Si es evidente, ¿por qué tantas escuelas adversarias?
La afirmación del consecuente
CAPÍTULO III. LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN Y LAS DECLARACIONES DE LOS PAPAS
El papa Pío XII y el párrafo 29 de la Humani generis
¿Por qué no se condenó el evolucionismo en la Humani generis?
La Humani generis incomprendida
Juan Pablo II y la teoría de la evolución en 1985 y 1986
Repercusiones de la frase de 1986 en la interpretación de la Humani generis
Interpretación de la Humani generis
Juan Pablo II y la teoría de la evolución en 1996
Conclusiones parciales y reflexiones sobre el capítulo
CAPÍTULO IV. OBSTÁCULOS, PROBLEMAS Y DIFICULTADES DE LA TEORÍA EVOLUTIVA
Las objeciones resueltas por la apelación a Dios
El gradualismo, pilar de la teoría evolutiva
La ausencia de formas fósiles intermedias
La estabilidad de formas fósiles que no exhiben cambios
La apariciones repentinas: la Explosión Cámbrica
La complejidad de los seres, incompatible con un desarrollo gradual
El origen de la vida, incompatible con un desarrollo gradual
Crítica a la versión saltacionista de la teoría evolutiva
CAPÍTULO V. SOBRE EL CARÁCTER IDEOLÓGICO DE LA TEORÍA EVOLUTIVA
Darwin y sus líneas de defensa
La reformulación respecto de la tesis originaria de Darwin: la teoría sintética
La reformulación respecto de la teoría sintética: el “equilibrio puntuado”
Primera reformulación de la teoría en cuanto al origen de la vida
Segunda reformulación de la teoría en relación al origen de la vida: los extraterrestres
Tercera reformulación de la teoría en relación al origen de la vida
La teoría evolutiva y el principio científico del uniformismo
Réplica: ¿no hay libertad para reformular una teoría?
Conclusiones
CAPÍTULO VI. CRÍTICA ESPECÍFICA DE LOS ARGUMENTOS EN PRO DE LA CONCILIACIÓN
El argumento del malentendido y de la confusión de los planos
El argumento de que la evolución “presupone” la creación
El recurso de las puras posibilidades
El argumento circular de que los ateos “usan” al evolucionismo
El argumento de distinguir entre evolución “como hecho y como teoría”
Conclusiones del capítulo
CONCLUSIONES FINALES
Cuáles son y cuáles no son las conclusiones de este libro
BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía citada
Bibliografía consultada
Fragmentos de la Suma Teológica citados o consultados
Documentos de la Iglesia citados o consultados
Título: Neodarwinismo y evolucionismo cristiano. Una crítica filosófica a la conciliación entre fe y evolución
Autor: Juan Carlos Monedero
Edita: Sekotia, Córdoba, 2025
Colección: Reflejos de Actualidad
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 304
ISBN: 978-84-19979-7
Precio: 21 euros
Desde la cubierta, se nos informa de que el autor, el argentino Juan Carlos Monedero, es filósofo y experto en epistemología de las ciencias. Y también de que se trata de “un texto fundamental para comprender los límites del diálogo entre el pensamiento cristiano y las teorías científicas contemporáneas”. Recurriendo ya a la portada, nos encontramos una mayor concreción bajo el título: “Fisuras e incongruencias”; lástima que no figuren estas palabras en la cubierta: aclararía mucho del contenido de la obra, que se presenta como un ambicioso proyecto, sin duda.
El autor no deja lugar a la duda; de entrada, dedica unos párrafos a explicar a quiénes va dirigida su obra: “está destinada especialmente a quienes, familiarizados con la teoría de la evolución, poseen cierto conocimiento acerca de las posturas y los debates que se vienen dando al respecto”.
Para alcanzar sus objetivos, el autor se propone analizar los planteamientos (especialmente los originados y sustentados por católicos) que pretenden afirmar la compatibilidad entre la teoría de la evolución y las verdades de la fe, para concluir con la patente debilidad “que yace en la postura de quienes alegan la compatibilidad entre la teoría evolutiva y las verdades de la fe católica, entre ellas la creación”.
Y ¿qué no pretende el libro? Por ejemplo, probar que Dios no hizo el mundo evolutivamente; no se declara una imposibilidad real (p.e., Dios no hizo tal cosa) sino que pretende establecer un juicio respecto del aserto “Dios hizo el mundo evolutivamente” porque carece de todo fundamento. Eso sí: advierte el autor que las conclusiones de su ensayo son estrictamente filosóficas.
Posibles coincidencias
No significa lo expuesto que no existan coincidencias con el sector académico que presenta la teoría evolutiva como compatible con las verdades de la fe; por ejemplo, cuando se afirma que todos los órdenes de conocimiento tienen su origen en Dios o cuando se dice que tanto el conocimiento científico experimental como el conocimiento filosófico y sobrenatural son verdaderos conocimientos. Por supuesto, existe coincidencia cuando se considera que el conocimiento científico está siempre sujeto a revisión de sus conclusiones. Y, moviéndose dentro del ámbito cuando menos teísta, hay acuerdo en que la revelación sobrenatural constituye un cúmulo de verdades que no podrían haber sido descubiertas si Dios no las hubiese revelado y que estas verdades no entran en contradicción con verdad natural alguna.
Entre los intelectuales católicos que se manifiestan sobre la teoría de la evolución, distingue Monedero tres posturas: a) quienes la desestiman o niegan; b) quienes dan por descontada su validez abierta y despreocupadamente; y c) quienes, prudentemente, la consideran una hipótesis científica de la que solo cabe juzgar su grado de verosimilitud. Aunque todos ellos coinciden en que esta teoría no colisiona con la fe ni con otras verdades contenidas en ella.
Y aquí se aborda el núcleo fundamental del libro: “parece difícil entender cuál sería el sentido de una ‘evolución teísta/cristiana/católica’, dado que la misma teoría de la evolución ‘a secas’ está permanentemente sujeta a demasiados cuestionamientos y revisiones como para tomarla por punto de partida seguro e inamovible”.
A partir de aquí, con una metodología con perfume de escolástica, dedica Monedero su atención a ir desmontando los argumentos que se aducen como confirmación de la teoría evolutiva.
Argumentos a discutir
Y, también con metodología escolástica, se comienza definiendo los conceptos: darwinismo, neo-darwinismo o teoría sintética de la evolución, el propio de evolución enfrentado a teoría de la evolución o evolucionismo neodarwinista.
Delimita el autor lo que sí admite: cambios dentro de una misma especie, cambios pequeños que se producen a lo largo de los muchos años; pero no acepta los que se producen transitando de una especie a otra nueva, ni siquiera el emergentismo o saltacionismos, en la denominación aquí utilizada.
Acusa a sectores científicos o cientifistas que presionan para que se dé como confirmada la evolución. No es aceptable, a juicio del autor, que el ser humano proceda, junto al resto de seres vivos, de un ancestro común, sino que su origen entra dentro del misterio, poniendo la inteligencia al servicio de la obra creadora de Dios.
Desde aquí, va el autor exponiendo la debilidad de los diferentes argumentos que apoyan la hipótesis de la evolución: la existencia de encontradas opiniones de la ciencia, la carencia de fósiles que puedan dar fe de un gradualismo en las mutaciones de los seres más primitivos hasta los que conocemos en la actualidad, la estabilidad de formas fósiles que no exhiben cambios, la complejidad de los seres incompatible con un desarrollo gradual, el carácter ideológico de la teoría evolutiva, etc.
No faltan las páginas dedicadas a la postura oficial de la Iglesia Católica con relación a la evolución en las voces de los papas Pío XII y Juan Pablo II, en documentos oficiales en los que abordan el tema. A juicio del autor, ambos pontífices no se manifiestan en contra de la teoría evolutiva, siempre que esta sea bien entendida, aunque siempre queda en el aire la concreción de ese “bien entendida”.
Concluyendo
Juan Carlos Monedero dedica un capítulo final a las conclusiones de su ensayo. Enumera nueve ideas clave; pero, probablemente, la última es la que encierra lo que constituye la tesis fundamental de todo el texto: que los argumentos a favor de la conciliación entre fe católica y teoría de la evolución no son concluyentes; ¿por qué? Lo expresa claramente: “Se debe considerar privada de todo fundamento la afirmación, en términos categóricos, de que ‘Dios creó el mundo de manera evolutiva’”. Por la sencilla razón de que existen razones para considerar falsa la teoría de la evolución, que ha de ser considerada como una pseudociencia repleta de elementos retóricos e hipótesis imposibles de contrastar.
Por el contrario, afirmar al hombre como creación de Dios es respetar el carácter misterioso de su origen. Y culmina la obra con siguiente cita: “Solo aceptando el misterio el hombre puede, a la luz de lo que no se deja comprender, ver y comprenderlo todo. En el último acto de este teatro, la muerte rasgará el velo que cubre nuestra inteligencia”.
Por lo demás, el libro está muy bien redactado, guiando al lector, paso a paso en cada uno de los apartados en los que, a modo de cuasi silogismo, llega a las conclusiones que se propone alcanzar. Es cierto que su desarrollo no siempre aporta suficientes elementos para coincidir con sus propuestas; el lector podrá o no estar de acuerdo con el autor, pero no cabe duda del buen proceso discursivo que plantea.
La bibliografía, siendo amplia, parece no ser suficiente: se echa en falta la cita a autores que tanto han discurrido sobre estos temas. Sin ir más lejos, no encontramos entre los pensadores y científicos citados a Teilhard de Chardin que, pese a que muchos de sus planteamientos filosóficos están hoy superados, tiene mucha vigencia en ambas orillas del océano.
Índice
Agradecimientos
Destinatario de este libro
Prólogo
Consideraciones preliminares
Lo que no decimos
Estatus epistemológico
Puntualizaciones
De lleno en el tema
Corolario
CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN Y ACLARACIÓN PRELIMINARES
Presupuestos fundamentales: lo que está fuera de discusión
La posición de los intelectuales católicos evolucionistas
El centro de la cuestión
Precisiones terminológicas
Una distinción necesaria entre cambios dentro de la especie y “evolución”
Análisis en concreto de un artículo periodístico
Deshaciendo otros equívocos: otras cosas que tampoco son “evolución”
La importancia de un fenómeno: el sesgo de confirmación
Más allá del sesgo: ¿hay presiones dentro del establisment científico?
La inteligencia frente al misterio del origen del hombre
CAPÍTULO II. SISTEMATIZACIÓN Y CRÍTICA DEL INTENTO DE CONCILIACIÓN
El juego de las posibilidades. Si una “evolución teísta” es posible
El problema de la carga de la prueba
Si es evidente, ¿por qué tantas escuelas adversarias?
La afirmación del consecuente
CAPÍTULO III. LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN Y LAS DECLARACIONES DE LOS PAPAS
El papa Pío XII y el párrafo 29 de la Humani generis
¿Por qué no se condenó el evolucionismo en la Humani generis?
La Humani generis incomprendida
Juan Pablo II y la teoría de la evolución en 1985 y 1986
Repercusiones de la frase de 1986 en la interpretación de la Humani generis
Interpretación de la Humani generis
Juan Pablo II y la teoría de la evolución en 1996
Conclusiones parciales y reflexiones sobre el capítulo
CAPÍTULO IV. OBSTÁCULOS, PROBLEMAS Y DIFICULTADES DE LA TEORÍA EVOLUTIVA
Las objeciones resueltas por la apelación a Dios
El gradualismo, pilar de la teoría evolutiva
La ausencia de formas fósiles intermedias
La estabilidad de formas fósiles que no exhiben cambios
La apariciones repentinas: la Explosión Cámbrica
La complejidad de los seres, incompatible con un desarrollo gradual
El origen de la vida, incompatible con un desarrollo gradual
Crítica a la versión saltacionista de la teoría evolutiva
CAPÍTULO V. SOBRE EL CARÁCTER IDEOLÓGICO DE LA TEORÍA EVOLUTIVA
Darwin y sus líneas de defensa
La reformulación respecto de la tesis originaria de Darwin: la teoría sintética
La reformulación respecto de la teoría sintética: el “equilibrio puntuado”
Primera reformulación de la teoría en cuanto al origen de la vida
Segunda reformulación de la teoría en relación al origen de la vida: los extraterrestres
Tercera reformulación de la teoría en relación al origen de la vida
La teoría evolutiva y el principio científico del uniformismo
Réplica: ¿no hay libertad para reformular una teoría?
Conclusiones
CAPÍTULO VI. CRÍTICA ESPECÍFICA DE LOS ARGUMENTOS EN PRO DE LA CONCILIACIÓN
El argumento del malentendido y de la confusión de los planos
El argumento de que la evolución “presupone” la creación
El recurso de las puras posibilidades
El argumento circular de que los ateos “usan” al evolucionismo
El argumento de distinguir entre evolución “como hecho y como teoría”
Conclusiones del capítulo
CONCLUSIONES FINALES
Cuáles son y cuáles no son las conclusiones de este libro
BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía citada
Bibliografía consultada
Fragmentos de la Suma Teológica citados o consultados
Documentos de la Iglesia citados o consultados
Reseñas
El loco de Dios en el fin del mundo
Juan Antonio Martínez de la Fe , 19/05/2025
Ficha Técnica
Título: El loco de Dios en el fin del mundo
Autor: Javier Cercas
Edita: Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., Barcelona, 2025
Colección: Biblioteca Javier Cercas
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 486
ISBN: 978-84-397-4529-7
Precio: 22,70 euros
Javier Cercas no necesita presentación. Solo su nombre ya es garantía de que nos encontramos ante una obra muy bien escrita. Y cuando se trata de un texto que se acerca como nunca antes al Vaticano y a su cabeza, el Papa, tenemos todos los ingredientes para garantizar un documento que merece la pena ser leído; con independencia, evidentemente, de que se esté o no de acuerdo con las propuestas del autor o con el punto de actualidad que ha supuesto la muerte del papa Francisco.
Este que comentamos es un libro de difícil catalogación. No es una realidad novelada, tampoco un reportaje, ni siquiera un conjunto de entrevistas con un hilo conductor. Ya lo dice el propio Cercas en la página 89: “este libro no debería ser una crónica, sino un libro extravagante, un experimento alegre y chiflado, un batiburrillo de géneros”.
El entorno de Bergoglio
Y es cierto. Encierra en sus páginas muchas, muchísimas entrevistas a personajes muy diversos: sacerdotes, periodistas, vaticanistas, cardenales, obispos, monjas, misioneros, … Y, en prácticamente todas ellas, trata de conseguir del o de la entrevistada la respuesta a la pregunta que motivó la aventura de esta obra singular: ¿existe la vida eterna después de la muerte?
Cuenta el autor que su madre creía a pies juntillas que, tras su fallecimiento, volvería a encontrarse con su esposo, con quien convivió tantos años. Y él quería recibir del Papa la confirmación de que esto era así, pese a las muy reiteradas manifestaciones de ateísmo de Javier Cercas a lo largo de los centenares de páginas de su libro.
Y consigue, desde luego, plantearle personalmente la cuestión a Francisco, obteniendo de él respuesta. Una respuesta que no desvela hasta casi las últimas líneas de la obra, aunque resulte evidente cuál ha de ser para un cristiano en cuyo credo figura la resurrección de la carne.
Cuestión aparte es la interpretación que pueda hacerse de la palabra resurrección; algo aventura el autor, en la página 73. Afirma que, para Francisco, un cristiano que no cree en la vida eterna no es un cristiano; pero, más adelante, dice que, en opinión del Papa, “la resurrección no nos devolverá nuestro cuerpo, sino que nos proporcionará un cuerpo distinto; la resurrección no será la prolongación de la vida pasada, sino el inicio de una vida nueva”.
Con esto y la crónica, estupenda crónica, de lo que ocurrió en Mongolia durante este viaje pastoral del Sumo Pontífice, que se desarrolla desde la página 198 a la 386, el libro habría cumplido el núcleo de su objetivo. Pero no satisface esto al autor. De ahí que nos ofrezca un nutrido bloque de entrevistas a personas cercanas al papa Francisco sobre diversos temas: la espiritualidad ignaciana (Francisco era jesuita), el discernimiento, la comunicación y la información de la Santa Sede, la posible significación geopolítica de este viaje a un país con una minoría tan exigua de católicos, sobre la resurrección de la carne, …
De entre todas estas entrevistas, destaca especialmente la que hizo al jesuita Antonio Spadaro, quien fuera director de La civiltà católica y, luego, subsecretario del Dicasterio para la Cultura y Educación del Vaticano. En ella se abordan variados temas, como pueden ser la relación entre fe y razón o la unión entre religión y el poder político; la cuestión es que, al parecer, esta entrevista no se realizó en español, idioma en que aparece en el libro, lo que puede inducir a pensar que algunos matices pudieron escapar a alguien quizás no familiarizado en profundidad con los asuntos abordados. Mencionemos, por ejemplo, la referencia a alguna expresión de Teilhard de Chardin citada en el transcurso de la conversación que puede no quedar suficientemente clara o, incluso, pronunciada en otro contexto por el científico jesuita francés.
Otros entrevistados son el cardenal José Tolentino de Mendonça, con el director editorial de los medios de comunicación del Vaticano Andrea Tornielli, con el periodista Paolo Ruffini, el vaticanista ya jubilado Lucio Brunelli, etc.
En Mongolia
Pero, probablemente, las entrevistas más directamente relacionadas con el viaje a Mongolia y las que, al parecer, más vivamente impactaron en el entrevistador, son las que realizó a los misioneros, misioneras y laicos católicos que trató durante su estancia en el país. El cardenal Marengo, el padre Ernesto Gerolamo Viscardi, el padre Gian Paolo o las hermanas Francesca y Ana, … No faltó un encuentro con unos monjes budistas, de los que alguno estuvo presente en el acto interreligioso que protagonizó Francisco.
En cualquier caso, se trasluce el impacto que produjeron estos misioneros en el autor, no hasta el punto de convertirlo de su ateísmo, sino por el ejemplo de su vida. En algún momento de la obra, se comenta que la fe tiene mucho que ver con una intuición poética y que, para su comprensión, es necesario conocer el lenguaje poético. En esta ocasión, es el modo de vivir su fe, de manera tan profunda y viva, la que impresiona a Cercas. Hasta el punto que, en algunas de las páginas se manifieste que la solución a los problemas de la Iglesia está en que todos sus fieles sean misioneros.
Su conclusión es que, en el tema de la creencia en la resurrección, habrá que recordar las palabras ya clásicas de Lucano: Felices errore suo.
En general, quien se acerque a esta obra disfrutará con su lectura. El estilo de Cercas es muy vívido, cercano y asequible; y su técnica narrativa, sumamente atractiva, que engancha al lector, al que habrá que arrastrar para que interrumpa su inmersión en el libro. Lo que no es óbice para que no todos participen de las premisas de las que parte el autor.
Siendo verdad que en el credo católico figura la resurrección y que es uno de sus pilares, reducir a ella la esencia del cristianismo puede resultar bastante discutible. Para muchos cristianos, el centro de su creencia es Jesús y lo fundamental de sus enseñanzas es el amor al prójimo; ya lo dicen las estrofas del soneto que cita el propio Cercas:
No me mueve mi Dios para quererte
El cielo que me tienes prometido
Ni me mueve el infierno tan temido
Para dejar por eso de ofenderte.
[…]
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
Que, aunque no hubiera cielo, yo te amara
Y, aunque no hubiera infierno yo te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Pues, aunque lo que espero no esperara
Lo mismo que te quiero te quisiera.
Por otro lado, se deslizan algunas pequeñas incorrecciones que, desde luego, no restan mérito alguno al valor del texto. Por ejemplo, calificar a la Compañía de Jesús como una congregación, cuando, en realidad es una orden religiosa: la diferencia entre ambos conceptos es mínima, pero real.
Concluyendo
Al final del libro, Javier Cercas puede transmitir a su madre la respuesta del Papa a su pregunta. Pero, ¿responde la obra a lo que espera encontrar el lector? Ante un texto que, como se ha dicho por el propio autor, es un “batiburrillo” de conceptos y estilos, no es fácil responder a esta pregunta.
Es cierto que se contesta, sin que ello suponga una sorpresa, a la pregunta que motivó a Javier Cercas a escribir la obra impulsado por la firma creencia de su madre. Pero también se produce un acercamiento a la figura del papa Francisco, su biografía, su carácter, su entorno y su desempeño como cabeza visible de la Iglesia católica y sucesor de san Pedro. Un asunto que cobra especial relevancia por su reciente muerte.
Índice
En busca de Bergoglio
Los soldados de Bergoglio
El secreto de Bergoglio
Epílogo
Nota del autor
Título: El loco de Dios en el fin del mundo
Autor: Javier Cercas
Edita: Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., Barcelona, 2025
Colección: Biblioteca Javier Cercas
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 486
ISBN: 978-84-397-4529-7
Precio: 22,70 euros
Javier Cercas no necesita presentación. Solo su nombre ya es garantía de que nos encontramos ante una obra muy bien escrita. Y cuando se trata de un texto que se acerca como nunca antes al Vaticano y a su cabeza, el Papa, tenemos todos los ingredientes para garantizar un documento que merece la pena ser leído; con independencia, evidentemente, de que se esté o no de acuerdo con las propuestas del autor o con el punto de actualidad que ha supuesto la muerte del papa Francisco.
Este que comentamos es un libro de difícil catalogación. No es una realidad novelada, tampoco un reportaje, ni siquiera un conjunto de entrevistas con un hilo conductor. Ya lo dice el propio Cercas en la página 89: “este libro no debería ser una crónica, sino un libro extravagante, un experimento alegre y chiflado, un batiburrillo de géneros”.
El entorno de Bergoglio
Y es cierto. Encierra en sus páginas muchas, muchísimas entrevistas a personajes muy diversos: sacerdotes, periodistas, vaticanistas, cardenales, obispos, monjas, misioneros, … Y, en prácticamente todas ellas, trata de conseguir del o de la entrevistada la respuesta a la pregunta que motivó la aventura de esta obra singular: ¿existe la vida eterna después de la muerte?
Cuenta el autor que su madre creía a pies juntillas que, tras su fallecimiento, volvería a encontrarse con su esposo, con quien convivió tantos años. Y él quería recibir del Papa la confirmación de que esto era así, pese a las muy reiteradas manifestaciones de ateísmo de Javier Cercas a lo largo de los centenares de páginas de su libro.
Y consigue, desde luego, plantearle personalmente la cuestión a Francisco, obteniendo de él respuesta. Una respuesta que no desvela hasta casi las últimas líneas de la obra, aunque resulte evidente cuál ha de ser para un cristiano en cuyo credo figura la resurrección de la carne.
Cuestión aparte es la interpretación que pueda hacerse de la palabra resurrección; algo aventura el autor, en la página 73. Afirma que, para Francisco, un cristiano que no cree en la vida eterna no es un cristiano; pero, más adelante, dice que, en opinión del Papa, “la resurrección no nos devolverá nuestro cuerpo, sino que nos proporcionará un cuerpo distinto; la resurrección no será la prolongación de la vida pasada, sino el inicio de una vida nueva”.
Con esto y la crónica, estupenda crónica, de lo que ocurrió en Mongolia durante este viaje pastoral del Sumo Pontífice, que se desarrolla desde la página 198 a la 386, el libro habría cumplido el núcleo de su objetivo. Pero no satisface esto al autor. De ahí que nos ofrezca un nutrido bloque de entrevistas a personas cercanas al papa Francisco sobre diversos temas: la espiritualidad ignaciana (Francisco era jesuita), el discernimiento, la comunicación y la información de la Santa Sede, la posible significación geopolítica de este viaje a un país con una minoría tan exigua de católicos, sobre la resurrección de la carne, …
De entre todas estas entrevistas, destaca especialmente la que hizo al jesuita Antonio Spadaro, quien fuera director de La civiltà católica y, luego, subsecretario del Dicasterio para la Cultura y Educación del Vaticano. En ella se abordan variados temas, como pueden ser la relación entre fe y razón o la unión entre religión y el poder político; la cuestión es que, al parecer, esta entrevista no se realizó en español, idioma en que aparece en el libro, lo que puede inducir a pensar que algunos matices pudieron escapar a alguien quizás no familiarizado en profundidad con los asuntos abordados. Mencionemos, por ejemplo, la referencia a alguna expresión de Teilhard de Chardin citada en el transcurso de la conversación que puede no quedar suficientemente clara o, incluso, pronunciada en otro contexto por el científico jesuita francés.
Otros entrevistados son el cardenal José Tolentino de Mendonça, con el director editorial de los medios de comunicación del Vaticano Andrea Tornielli, con el periodista Paolo Ruffini, el vaticanista ya jubilado Lucio Brunelli, etc.
En Mongolia
Pero, probablemente, las entrevistas más directamente relacionadas con el viaje a Mongolia y las que, al parecer, más vivamente impactaron en el entrevistador, son las que realizó a los misioneros, misioneras y laicos católicos que trató durante su estancia en el país. El cardenal Marengo, el padre Ernesto Gerolamo Viscardi, el padre Gian Paolo o las hermanas Francesca y Ana, … No faltó un encuentro con unos monjes budistas, de los que alguno estuvo presente en el acto interreligioso que protagonizó Francisco.
En cualquier caso, se trasluce el impacto que produjeron estos misioneros en el autor, no hasta el punto de convertirlo de su ateísmo, sino por el ejemplo de su vida. En algún momento de la obra, se comenta que la fe tiene mucho que ver con una intuición poética y que, para su comprensión, es necesario conocer el lenguaje poético. En esta ocasión, es el modo de vivir su fe, de manera tan profunda y viva, la que impresiona a Cercas. Hasta el punto que, en algunas de las páginas se manifieste que la solución a los problemas de la Iglesia está en que todos sus fieles sean misioneros.
Su conclusión es que, en el tema de la creencia en la resurrección, habrá que recordar las palabras ya clásicas de Lucano: Felices errore suo.
En general, quien se acerque a esta obra disfrutará con su lectura. El estilo de Cercas es muy vívido, cercano y asequible; y su técnica narrativa, sumamente atractiva, que engancha al lector, al que habrá que arrastrar para que interrumpa su inmersión en el libro. Lo que no es óbice para que no todos participen de las premisas de las que parte el autor.
Siendo verdad que en el credo católico figura la resurrección y que es uno de sus pilares, reducir a ella la esencia del cristianismo puede resultar bastante discutible. Para muchos cristianos, el centro de su creencia es Jesús y lo fundamental de sus enseñanzas es el amor al prójimo; ya lo dicen las estrofas del soneto que cita el propio Cercas:
No me mueve mi Dios para quererte
El cielo que me tienes prometido
Ni me mueve el infierno tan temido
Para dejar por eso de ofenderte.
[…]
Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
Que, aunque no hubiera cielo, yo te amara
Y, aunque no hubiera infierno yo te temiera.
No me tienes que dar porque te quiera,
Pues, aunque lo que espero no esperara
Lo mismo que te quiero te quisiera.
Por otro lado, se deslizan algunas pequeñas incorrecciones que, desde luego, no restan mérito alguno al valor del texto. Por ejemplo, calificar a la Compañía de Jesús como una congregación, cuando, en realidad es una orden religiosa: la diferencia entre ambos conceptos es mínima, pero real.
Concluyendo
Al final del libro, Javier Cercas puede transmitir a su madre la respuesta del Papa a su pregunta. Pero, ¿responde la obra a lo que espera encontrar el lector? Ante un texto que, como se ha dicho por el propio autor, es un “batiburrillo” de conceptos y estilos, no es fácil responder a esta pregunta.
Es cierto que se contesta, sin que ello suponga una sorpresa, a la pregunta que motivó a Javier Cercas a escribir la obra impulsado por la firma creencia de su madre. Pero también se produce un acercamiento a la figura del papa Francisco, su biografía, su carácter, su entorno y su desempeño como cabeza visible de la Iglesia católica y sucesor de san Pedro. Un asunto que cobra especial relevancia por su reciente muerte.
Índice
En busca de Bergoglio
Los soldados de Bergoglio
El secreto de Bergoglio
Epílogo
Nota del autor
Reseñas
Poesía universitaria palmense, 1992-1998. (Retazos testificales autobiográficos)
Juan Antonio Martínez de la Fe , 23/04/2025

Ficha Técnica
Título: Poesía universitaria palmense. 1992-1998. (Retazos testificales autobiográficos)
Autor: Victoriano Santana Sanjurjo
Edita: Mercurio Editorial, Madrid, 2025
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 664
ISBN: 978-84-10092-97-6
Precio: 26 euros
Es este un libro difícil de clasificar. Y lo es principalmente por la originalidad del autor para desarrollar su contenido. No solo encontrará el lector capítulos; hallará también digresiones y digresiones de digresiones; y también abundantes notas a pie de página, algunas tan extensas que podrían figurar dentro del mismo texto, si es que no lo están ya bajo esta humilde apariencia.
También pueden llamar la atención los distintos cuerpos de letra, los párrafos recuadrados, el uso abundante de negritas y cursivas, así como de corchetes. Pero nada de esto es fruto de un capricho del autor, no. Se trata de facilitar la lectura, sabiendo en cada momento en qué parte de ella nos encontramos. Todo queda bien explicado desde los inicios.
Eso sí: el período abordado por el autor está tratado de forma exhaustiva; puede decirse que nada ha escapado a su seria investigación, apoyada en las vivencias de Victoriano Santana Sanjurjo. Aparecen aquí la situación editorial, los problemas de y con las imprentas, los catálogos accesibles y su compleja exhaustividad; todo.
Panorama exouniversitario
En un primer apartado, se nos ofrece un panorama exouniversitario, es decir, lo que ocurría fuera del campo estrictamente universitario muy particularmente en el terreno de la poesía. ¿Qué podemos encontrar? Aspectos tan recurridos como la informática doméstica e internet, la artesanía (no se puede emplear mejor atributo) editorial, la faceta mercantil de talleres de impresión y editoriales, etc.
Por estas páginas discurren publicaciones que han representado un importante momento en el devenir cultural de Canarias. Por ejemplo, la colección Ágape o la más delicada Colección para Treinta Bibliófilos o los Cuadernos de Poesía y Crítica; Mafasca y Mafasca para Bibliófilos, la colección Biblioteca Popular Canaria, Tagoro y el siempre recordado bloque de Nuevas Escrituras Canarias. Y no faltan aquí las convocatorias de premios, los suplementos culturales de la prensa local y, por supuesto, el Centro de la Cultura Popular Canaria. Nada escapa a la perspicaz investigación del autor.
Panorama endouniversitario
Ya dentro del campo que el autor denomina endouniversitario, el horizonte se amplía considerablemente. Por supuesto, el papel preponderante del profesorado sobre los esfuerzos de realización poética es destacado. Los nombres de Eugenio Padorno (figura en todos los rincones de la obra), Yolanda Arencibia, Jorge Rodríguez Padrón, … son asiduos visitantes de estas páginas en justo, más que justo, reconocimiento a su extraordinaria labor e influencia.
Lógicamente, hablando de poesía y de poetas, no podían faltar los festivales internacionales de poesía que promovió Justo Jorge Padrón, así como los premios establecidos por el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria o Montblanc.
La labor desarrollada por el Centro Insular de Cultura encuentra amplio espacio en el libro, con especial dedicación a sus actividades y a su revista La Plazuela de las Letras en sus dos etapas. Por las páginas de esta publicación discurren textos, movimientos poéticos, y las firmas de destacadas personalidades y nuevas generaciones de poetas.
Revistas y poetas
Luego vienen las revistas universitarias, de las que se hace un vaciado acompañado de las pertinentes digresiones que aportan marco de interpretación a la labor que desarrollan. Aparece, en primer lugar, Philologica canariensia, a la que siguen Espejo de Paciencia, La voz del grumete, Tiresias, Al margen y Calibán; todas ellas bien historiadas y con relación de sus contenidos, acompañados frecuentemente de comentarios acertados de Victoriano Santana Sanjurjo.
El número de poetas y profesores que discurren por las más de seiscientas páginas del libro es muy de destacar; no hay sino que examinar con detenimiento el amplio, amplísimo, índice que ocupa gran espacio de la obra. Un índice que, con su peculiar originalidad no exenta de sólidos criterios, se consulta no por apellidos, sino por el nombre de pila y que siempre remite, con acierto, a las páginas de la obra en donde es mencionado el personaje.
Algo más que una recopilación
Dicho así, parece que pudiera tratarse de una simple recopilación de datos que Victoriano Santana Sanjurjo, siempre activo investigador y riguroso escritor y editor, fue agavillando a lo largo de los años en que estudió su carrera de Filología y su tiempo de doctorando. Pero no es así.
Esta obra es un exhaustivo recorrido analítico y crítico por todos los movimientos poéticos y culturales del período estudiado. Poco se podrá hallar, si es que ello es posible, fuera de estas páginas sobre tales temas. Pero es que, además, de una gran cantidad de los autores que desfilan en esta Poesía Universitaria Palmense, se ofrece su biografía y su bibliografía, así como muchos avatares de su producción poética.
También se pueden encontrar editoriales, debates, entrevistas sobre temas tales como la posible existencia de una literatura canaria o, incluso, de una cultura propia. Voces tan doctas como las de Lázaro Santana, Manuel y Eugenio Padorno, por solo citar unos nombres, discurren por el libro, aportando destacados elementos para la reflexión y el estudio.
Se puede decir que, en estos momentos, quien desee acercarse a la actividad cultural y al movimiento poético de los años 1992 a 1998, en Las Palmas de Gran Canaria, así como a muchas de las iniciativas culturales que se dieron cita en ese período, tendrá que recurrir necesariamente a este libro de Victoriano Santana Sanjurjo, que viene a unirse al resto de obras que han salido de su pluma.
Índice
I. Yo, testigo. Poco más
II. Todo tan nuevo
II. 1. Panorama exouniversitario
II. 2. Panorama endouniversitario
III. Manifiesto poético último (1992)
III.1. i[La Plazuela de Las Letras de 1992
III.2. Los manifestantes
III.3. La Plazuela de las Letras de 1993
IV. La Plazuela de las Letras (1995-2000)
V. Revistas universitarias
V.1. Philologica canariensia (1994)
V.2. Espejo de paciencia (1995-2000)
V.3. El alumnado toma y ofrece la palabra
V.3.1. La voz del grumete (1988)
V.3.2. Tiresias (1994-1995)
V.3.3. Al margen (1997-1998)
V.3.4. Calibán (1998-2002)
VI. Última generación del milenio (1998)
VII. Es la hora. Voy terminando (2024)
Bibliografía esencial
Esencial índice onomástico
De un epígono de la mismidad, una misiva epilogal
Título: Poesía universitaria palmense. 1992-1998. (Retazos testificales autobiográficos)
Autor: Victoriano Santana Sanjurjo
Edita: Mercurio Editorial, Madrid, 2025
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 664
ISBN: 978-84-10092-97-6
Precio: 26 euros
Es este un libro difícil de clasificar. Y lo es principalmente por la originalidad del autor para desarrollar su contenido. No solo encontrará el lector capítulos; hallará también digresiones y digresiones de digresiones; y también abundantes notas a pie de página, algunas tan extensas que podrían figurar dentro del mismo texto, si es que no lo están ya bajo esta humilde apariencia.
También pueden llamar la atención los distintos cuerpos de letra, los párrafos recuadrados, el uso abundante de negritas y cursivas, así como de corchetes. Pero nada de esto es fruto de un capricho del autor, no. Se trata de facilitar la lectura, sabiendo en cada momento en qué parte de ella nos encontramos. Todo queda bien explicado desde los inicios.
Eso sí: el período abordado por el autor está tratado de forma exhaustiva; puede decirse que nada ha escapado a su seria investigación, apoyada en las vivencias de Victoriano Santana Sanjurjo. Aparecen aquí la situación editorial, los problemas de y con las imprentas, los catálogos accesibles y su compleja exhaustividad; todo.
Panorama exouniversitario
En un primer apartado, se nos ofrece un panorama exouniversitario, es decir, lo que ocurría fuera del campo estrictamente universitario muy particularmente en el terreno de la poesía. ¿Qué podemos encontrar? Aspectos tan recurridos como la informática doméstica e internet, la artesanía (no se puede emplear mejor atributo) editorial, la faceta mercantil de talleres de impresión y editoriales, etc.
Por estas páginas discurren publicaciones que han representado un importante momento en el devenir cultural de Canarias. Por ejemplo, la colección Ágape o la más delicada Colección para Treinta Bibliófilos o los Cuadernos de Poesía y Crítica; Mafasca y Mafasca para Bibliófilos, la colección Biblioteca Popular Canaria, Tagoro y el siempre recordado bloque de Nuevas Escrituras Canarias. Y no faltan aquí las convocatorias de premios, los suplementos culturales de la prensa local y, por supuesto, el Centro de la Cultura Popular Canaria. Nada escapa a la perspicaz investigación del autor.
Panorama endouniversitario
Ya dentro del campo que el autor denomina endouniversitario, el horizonte se amplía considerablemente. Por supuesto, el papel preponderante del profesorado sobre los esfuerzos de realización poética es destacado. Los nombres de Eugenio Padorno (figura en todos los rincones de la obra), Yolanda Arencibia, Jorge Rodríguez Padrón, … son asiduos visitantes de estas páginas en justo, más que justo, reconocimiento a su extraordinaria labor e influencia.
Lógicamente, hablando de poesía y de poetas, no podían faltar los festivales internacionales de poesía que promovió Justo Jorge Padrón, así como los premios establecidos por el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria o Montblanc.
La labor desarrollada por el Centro Insular de Cultura encuentra amplio espacio en el libro, con especial dedicación a sus actividades y a su revista La Plazuela de las Letras en sus dos etapas. Por las páginas de esta publicación discurren textos, movimientos poéticos, y las firmas de destacadas personalidades y nuevas generaciones de poetas.
Revistas y poetas
Luego vienen las revistas universitarias, de las que se hace un vaciado acompañado de las pertinentes digresiones que aportan marco de interpretación a la labor que desarrollan. Aparece, en primer lugar, Philologica canariensia, a la que siguen Espejo de Paciencia, La voz del grumete, Tiresias, Al margen y Calibán; todas ellas bien historiadas y con relación de sus contenidos, acompañados frecuentemente de comentarios acertados de Victoriano Santana Sanjurjo.
El número de poetas y profesores que discurren por las más de seiscientas páginas del libro es muy de destacar; no hay sino que examinar con detenimiento el amplio, amplísimo, índice que ocupa gran espacio de la obra. Un índice que, con su peculiar originalidad no exenta de sólidos criterios, se consulta no por apellidos, sino por el nombre de pila y que siempre remite, con acierto, a las páginas de la obra en donde es mencionado el personaje.
Algo más que una recopilación
Dicho así, parece que pudiera tratarse de una simple recopilación de datos que Victoriano Santana Sanjurjo, siempre activo investigador y riguroso escritor y editor, fue agavillando a lo largo de los años en que estudió su carrera de Filología y su tiempo de doctorando. Pero no es así.
Esta obra es un exhaustivo recorrido analítico y crítico por todos los movimientos poéticos y culturales del período estudiado. Poco se podrá hallar, si es que ello es posible, fuera de estas páginas sobre tales temas. Pero es que, además, de una gran cantidad de los autores que desfilan en esta Poesía Universitaria Palmense, se ofrece su biografía y su bibliografía, así como muchos avatares de su producción poética.
También se pueden encontrar editoriales, debates, entrevistas sobre temas tales como la posible existencia de una literatura canaria o, incluso, de una cultura propia. Voces tan doctas como las de Lázaro Santana, Manuel y Eugenio Padorno, por solo citar unos nombres, discurren por el libro, aportando destacados elementos para la reflexión y el estudio.
Se puede decir que, en estos momentos, quien desee acercarse a la actividad cultural y al movimiento poético de los años 1992 a 1998, en Las Palmas de Gran Canaria, así como a muchas de las iniciativas culturales que se dieron cita en ese período, tendrá que recurrir necesariamente a este libro de Victoriano Santana Sanjurjo, que viene a unirse al resto de obras que han salido de su pluma.
Índice
I. Yo, testigo. Poco más
II. Todo tan nuevo
II. 1. Panorama exouniversitario
II. 2. Panorama endouniversitario
III. Manifiesto poético último (1992)
III.1. i[La Plazuela de Las Letras de 1992
III.2. Los manifestantes
III.3. La Plazuela de las Letras de 1993
IV. La Plazuela de las Letras (1995-2000)
V. Revistas universitarias
V.1. Philologica canariensia (1994)
V.2. Espejo de paciencia (1995-2000)
V.3. El alumnado toma y ofrece la palabra
V.3.1. La voz del grumete (1988)
V.3.2. Tiresias (1994-1995)
V.3.3. Al margen (1997-1998)
V.3.4. Calibán (1998-2002)
VI. Última generación del milenio (1998)
VII. Es la hora. Voy terminando (2024)
Bibliografía esencial
Esencial índice onomástico
De un epígono de la mismidad, una misiva epilogal
Reseñas
Recuerdos, memorias y vivencias de Francisco Marín Lloris, Marqués de la Frontera
Juan Antonio Martínez de la Fe , 21/04/2025
Ficha Técnica
Título: Recuerdos, memorias y vivencias de Francisco Marín Lloris, Marqués de la Frontera
Autor: Francisco Marín Lloris
Editorial: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2024
Colección: Alexis Ravelo. Ficción, Memoria y Ensayo
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 470
ISBN: 978-84-9042-550-3
Precio: 20 euros
Un libro con este título puede llevar a confusión: pensar que se trata de las memorias simples de una persona destacada de la sociedad de Las Palmas de Gran Canaria que solo podrían despertar el interés de quienes la conocen. Pero es que esta obra, pensada y redactada al estilo de unas memorias, encierra en sí unas posibilidades informativas que sobrepasan los límites de lo personal. En efecto: sus páginas nos abren la posibilidad de conocer variados aspectos de la sociedad española.
Sobre la personalidad del memorialista da cumplida cuenta el prólogo firmado por el catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Maximiano Trapero. Luego son las palabras del autor quien nos van abriendo ventanas por las que, a través de sus vivencias personales, nos va mostrando costumbres y situaciones en la época que le tocó vivir.
Primeros años. Familia
De entrada, hablando de sus padres, hermanos y familiares nos descubre muchos aspectos de la vida de una familia de clase acomodada, aunque ajena a lujos de otros ambientes de la época. El afecto paternal, los cuidados maternales, las relaciones con otras líneas del mismo árbol genealógico, … Son aspectos de un interesante carácter sociológico.
Intercalados con los diferentes ciclos de su vida, aparecen retazos de la programación familiar a lo largo del año: vacaciones en familia, traslados de vivienda, diversiones infantiles, … Y, desde luego, su noviazgo y boda, con un retrato vívido de las costumbres y normas sociales que tenían que recorrer los futuros contrayentes antes de formalizar su unión ante el altar. La llegada de los hijos se va produciendo y somos testigos de las dificultades para su educación y cuidado, el papel de la esposa en esta etapa del matrimonio, vínculos con otras parejas de amigos y conocidos, etc., especialmente con los diferentes traslados que tuvo que soportar.
Cuando aborda su etapa escolar, nos muestra cómo un estudiante iba ascendiendo los peldaños educativos, enfrentándose a problemas de estudio, de superación de exámenes, de metodología didáctica, etc.; incluso, relata su vivencia similar a la que se enfrentan muchos jóvenes al estar adecuada su etapa formativa al año de su nacimiento, algo que suele crear desfases a los que el propio autor tuvo que hacer frente.
Lógicamente, aparecen en estas páginas abundantes detalles sobre la manera de acceder y de progresar en la carrera cursada en la Escuela de Ingenieros Agrónomos, a la que tan difícil era acceder y no menos difícil culminar con éxito. No faltan detalles de la experiencia particular de su servicio militar, obligatorio en aquellos años.
Finalizados sus estudios ha de enfrentarse, como los jóvenes de hoy día, a la necesidad de desarrollar un trabajo profesional con el que ganarse la vida. Su primer destino fue en el Instituto Nacional de Colonización de Jerez de la Frontera. No solo conocemos los aspectos personales de su llegada y comienzos de actividad laboral: el autor nos hace partícipes de distintas realidades vinculadas con el sistema social y económico de la región: proyectos, explotación de vastas fincas y ganaderías, problemática, …
Canarias
Cambia un tanto su panorama cuando decide trasladarse definitivamente a Canarias, concretamente a Las Palmas de Gran Canaria. Ofrece, como hiciera con Andalucía, una descripción de la situación de economía agrícola de las islas.
Trabajador durante toda su carrera en la Administración pública, asistimos a una narración en directo de la manera de proceder, especialmente en los años anteriores a las décadas de los 90 y siguientes, de las costuras de las que tanto se suele hablar referidas al funcionariado y la toma de decisiones, muchas veces con motivaciones personales ajenas a la objetividad profesional. Actuaciones que no son ajenas a las influencias políticas de las que fue víctima en más de una ocasión, entre ellas, las ramificaciones del pleito insular.
Aspecto de especial interés es el relativo a su progresiva inserción e integración en la sociedad de las islas, especialmente de Gran Canaria, vinculándose en actividades culturales y académicas: Amigos Canarios de la Ópera, Club Inglés, Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Real Sociedad Económica de Amigos del País así como de otras asociaciones de diferente índole. Es un recorrido por los principales entresijos de una sociedad como la grancanaria.
Por la obra desfilan personalidades de todo tipo: empresarios agrícolas, políticos, promotores culturales, profesores y catedráticos, … un sinfín de personajes con los que trabó una cordial amistad mantenida, con muchos de ellos, a través de los años pese al discurrir del tiempo y la no pequeña distancia.
Y todo ello salpicado de multitud de anécdotas que llenan de colorido los diferentes escenarios que recorre en su periplo vital, convirtiendo la obra en un libro de fácil y amena lectura que engancha a quien se acerque a sus páginas.
Índice
Prólogo, por Maximiano Trapero
Introducción
Mi vida en Madrid (1940-1964)
Mi vida en Jerez de la Frontera (1964-1969)
En Las Palmas de Gran Canaria (1969 en adelante)
Anejo nº 1. Puestos de trabajo, cargos y reconocimientos ordenados por fechas
Anejo nº 2. Concesión del Marquesado de la Frontera
Título: Recuerdos, memorias y vivencias de Francisco Marín Lloris, Marqués de la Frontera
Autor: Francisco Marín Lloris
Editorial: Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 2024
Colección: Alexis Ravelo. Ficción, Memoria y Ensayo
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 470
ISBN: 978-84-9042-550-3
Precio: 20 euros
Un libro con este título puede llevar a confusión: pensar que se trata de las memorias simples de una persona destacada de la sociedad de Las Palmas de Gran Canaria que solo podrían despertar el interés de quienes la conocen. Pero es que esta obra, pensada y redactada al estilo de unas memorias, encierra en sí unas posibilidades informativas que sobrepasan los límites de lo personal. En efecto: sus páginas nos abren la posibilidad de conocer variados aspectos de la sociedad española.
Sobre la personalidad del memorialista da cumplida cuenta el prólogo firmado por el catedrático de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Maximiano Trapero. Luego son las palabras del autor quien nos van abriendo ventanas por las que, a través de sus vivencias personales, nos va mostrando costumbres y situaciones en la época que le tocó vivir.
Primeros años. Familia
De entrada, hablando de sus padres, hermanos y familiares nos descubre muchos aspectos de la vida de una familia de clase acomodada, aunque ajena a lujos de otros ambientes de la época. El afecto paternal, los cuidados maternales, las relaciones con otras líneas del mismo árbol genealógico, … Son aspectos de un interesante carácter sociológico.
Intercalados con los diferentes ciclos de su vida, aparecen retazos de la programación familiar a lo largo del año: vacaciones en familia, traslados de vivienda, diversiones infantiles, … Y, desde luego, su noviazgo y boda, con un retrato vívido de las costumbres y normas sociales que tenían que recorrer los futuros contrayentes antes de formalizar su unión ante el altar. La llegada de los hijos se va produciendo y somos testigos de las dificultades para su educación y cuidado, el papel de la esposa en esta etapa del matrimonio, vínculos con otras parejas de amigos y conocidos, etc., especialmente con los diferentes traslados que tuvo que soportar.
Cuando aborda su etapa escolar, nos muestra cómo un estudiante iba ascendiendo los peldaños educativos, enfrentándose a problemas de estudio, de superación de exámenes, de metodología didáctica, etc.; incluso, relata su vivencia similar a la que se enfrentan muchos jóvenes al estar adecuada su etapa formativa al año de su nacimiento, algo que suele crear desfases a los que el propio autor tuvo que hacer frente.
Lógicamente, aparecen en estas páginas abundantes detalles sobre la manera de acceder y de progresar en la carrera cursada en la Escuela de Ingenieros Agrónomos, a la que tan difícil era acceder y no menos difícil culminar con éxito. No faltan detalles de la experiencia particular de su servicio militar, obligatorio en aquellos años.
Finalizados sus estudios ha de enfrentarse, como los jóvenes de hoy día, a la necesidad de desarrollar un trabajo profesional con el que ganarse la vida. Su primer destino fue en el Instituto Nacional de Colonización de Jerez de la Frontera. No solo conocemos los aspectos personales de su llegada y comienzos de actividad laboral: el autor nos hace partícipes de distintas realidades vinculadas con el sistema social y económico de la región: proyectos, explotación de vastas fincas y ganaderías, problemática, …
Canarias
Cambia un tanto su panorama cuando decide trasladarse definitivamente a Canarias, concretamente a Las Palmas de Gran Canaria. Ofrece, como hiciera con Andalucía, una descripción de la situación de economía agrícola de las islas.
Trabajador durante toda su carrera en la Administración pública, asistimos a una narración en directo de la manera de proceder, especialmente en los años anteriores a las décadas de los 90 y siguientes, de las costuras de las que tanto se suele hablar referidas al funcionariado y la toma de decisiones, muchas veces con motivaciones personales ajenas a la objetividad profesional. Actuaciones que no son ajenas a las influencias políticas de las que fue víctima en más de una ocasión, entre ellas, las ramificaciones del pleito insular.
Aspecto de especial interés es el relativo a su progresiva inserción e integración en la sociedad de las islas, especialmente de Gran Canaria, vinculándose en actividades culturales y académicas: Amigos Canarios de la Ópera, Club Inglés, Consejo Social de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Real Sociedad Económica de Amigos del País así como de otras asociaciones de diferente índole. Es un recorrido por los principales entresijos de una sociedad como la grancanaria.
Por la obra desfilan personalidades de todo tipo: empresarios agrícolas, políticos, promotores culturales, profesores y catedráticos, … un sinfín de personajes con los que trabó una cordial amistad mantenida, con muchos de ellos, a través de los años pese al discurrir del tiempo y la no pequeña distancia.
Y todo ello salpicado de multitud de anécdotas que llenan de colorido los diferentes escenarios que recorre en su periplo vital, convirtiendo la obra en un libro de fácil y amena lectura que engancha a quien se acerque a sus páginas.
Índice
Prólogo, por Maximiano Trapero
Introducción
Mi vida en Madrid (1940-1964)
Mi vida en Jerez de la Frontera (1964-1969)
En Las Palmas de Gran Canaria (1969 en adelante)
Anejo nº 1. Puestos de trabajo, cargos y reconocimientos ordenados por fechas
Anejo nº 2. Concesión del Marquesado de la Frontera
Reseñas
Momentos estelares en la historia del pensamiento cristiano. Escritos sobre religión y filosofía
Juan Antonio Martínez de la Fe , 21/12/2024
Ficha Técnica
Título: Momentos estelares en el pensamiento cristiano. Escritos sobre religión y filosofía
Autor: Manuel Fraijó Nieto
Edita: Editorial Trotta, Madrid, 2024
Colección: Estructuras y Procesos
Serie: Religión
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 320
ISBN: 978-84-1364-251-2
Precio: 22 euros
Nos encontramos ante un libro pensamos que necesario en la bibliografía de Manuel Fraijó. Un libro que nos permite varias aproximaciones tanto al autor como a su obra y, sobre todo, su pensamiento.
Podríamos abordar este texto partiendo desde una sana curiosidad intelectual. No en vano Fraijó es una firma insoslayable en el panorama de la filosofía y la teología del momento. Si esta fuera la motivación para el acercamiento a estas páginas, no saldríamos defraudados: dentro de su sencillez expositiva, no exenta de elegante redacción, se nos ofrece material de reflexión.
Pero igualmente la aproximación a la obra se podría producir arrancando desde la academia, es decir, sometiendo su lectura al análisis de un texto universitario, pues sus páginas cuentan con abundantes párrafos referidos a la filosofía de la religión y, por ende, de la propia filosofía.
Otro arrimo posible sería la condición de cristiano, abarcando no solo el catolicismo sino también, y ampliamente, a variadas corrientes protestantes. Como religiones que, como tales, pretenden aportar respuestas a las más profundas inquietudes del ser, no pueden ausentarse de un libro en el que filosofía y religión se dan la mano frecuentemente.
Finalmente, podemos buscar en la lectura de este libro una respuesta personal a quien, inquieto por las grandes preguntas del ser, busca un atajo que le conduzca a soluciones que aquieten su desasosiego. Se trata de ahorrar el arduo trabajo de estudio, lectura y reflexión que alguien, con las condiciones y capacidades de Manuel Fraijó ha desarrollado a lo largo de su trayectoria vital, y que ahora nos pone al alcance de la mano exponiendo, de manera concreta y comprimida ese zumo de conocimientos y vivencias que ha exprimido para volcarlo en estas páginas. El autor ofrece, pues, con la modestia y sencillez de que siempre ha dado muestras, los límites que ha logrado tras tantos años de dedicación y reflexión.
Cualquiera de estas aproximaciones obtendrá su recompensa al culminar la lectura. Quizás no encuentre la respuesta que calmaría su sed de saber y comprender; es probable. El resultado que ofrece el autor es el que él ha logrado. Pero es que no hay nada más allá: eso es todo. Es una meta a la que ha llegado la extensa nómina de eximios filósofos y teólogos que aparecen en el texto; todos han arribado a la última frontera, más allá de ella todo son posibilidades, desde la nada más absoluta hasta la culminación de la más luminosa de las esperanzas.
Bloques
Los planteamientos del autor se plasman en cuatro grandes bloques. Uno primero lo constituyen artículos de prensa y conferencias. Son los primeros algo más breves, pero con la ventaja de que desarrollan un asunto en el espacio que permiten los tabloides; las segundas, las conferencias, despliegan igualmente un tema, aunque con una extensión mayor y pensadas para ser pronunciadas de viva voz ante un auditorio que se supone interesado en la materia.
Un segundo bloque lo copan las entrevistas; entrevistas que le realizaron a Fraijó y en las que aborda, a veces, más de un tema o, en su caso, una sola cuestión a la que se añaden otras anexas que colaboran en la comprensión de lo que se expone.
Tercer bloque. Son obituarios de algunos de sus amigos, también filósofos. ¿Tienen sentido dentro de la obra? Se trata de otros intelectuales, no siempre concordantes con los planteamientos del autor, pero sí con su postura de búsqueda, apoyada en el andamiaje de la razón. Ellos, los fallecidos, también habían llegado a la frontera y, además, la han traspasado. No dan la respuesta, pero sí muestran el lado humano de Fraijó cuando se enfrenta a la realidad última.
El último bloque es un apéndice: un epílogo. ¿Hemos llegado al absurdo de la existencia? No; queda la esperanza.
Es evidente la dificultad de reseñar una obra de este tipo con tan variada presentación. Por ello, seleccionaremos un capítulo de cada uno de los bloques descritos y, sobre él, se harán las consideraciones.
Artículos y conferencias
Quizás, por el hilo conductor de la obra, sería más apropiado abordar la conferencia sobre el sufrimiento, que culmina en la muerte. Pese a ello, por lo destacada que es la experiencia personal que se narra en el artículo “¿Solo una hamaca vacía?”, la decisión se decanta por este capítulo.
Un prestigioso teólogo protestante alemán pronunció una conferencia en Madrid sobre la muerte, sin mencionar la pervivencia tras ella que proclaman el cristianismo y otras religiones. Fraijó preguntó insistentemente al conferenciante sobre este particular, aduciendo argumentos bíblicos y de otros importantes doctores en teología. Eludía el interpelado la respuesta hasta que, ante la persistencia para que lo abordara, optó por narrar cómo había perdido a su hijo. Era un joven que sufrió una enfermedad larga y dolorosa, que soportaba en una hamaca en la que se sentaba en su jardín. Una hamaca que permanece vacía.
“Todo ello, su novia, los hijos de su novia, el jardín, la hamaca, ya vacía, y un montón de recuerdos es lo que queda de mi hijo. A esas realidades se reduce su nueva vida, por la que usted al parecer tanto se interesa”. Un hombre enfrentado a la desesperación, a la esperanza o a la resignación. Y discurre Fraijó que nuestro ámbito occidental raramente se ha contentado con el mero recuerdo, mostrándose insumiso ante la muerte.
Reflexiona el autor, con apoyo en la historia, en filósofos, cómo las religiones, en especial las monoteístas, son reacias al relato de la “hamaca vacía”: siempre han ofrecido su palabra de honor de que, tras la muerte, hay más vida. Advirtiendo, eso sí, de que las religiones no informan de lo que saben, sino de lo que creen.
Entrevistas
Del capítulo de las entrevistas, merece especial atención el que titula “Una religión pensada y sentida”. Aunque en ella se abordan diferentes aspectos, quizás uno de los más relevantes es el de su necesidad.
Pero ¿qué religión? Habla de que la religión no debe de hacer ascos a la crítica. Es necesario, dice, que la religión, las religiones, se arrimen a la razón para evitar los timos que ensombrecen su historia. No es bastante una repetición literal del mensaje de sus fundadores y sus documentos originarios; se precisa aplicarles la filosofía: un pensamiento crítico, abierto, no dogmático y rigurosamente argumentativo.
Es preguntado si se puede vivir sin religión. La respuesta la basa en Kant, en sus tres preguntas fundantes; qué podemos saber, es decir, la importancia del conocimiento. Qué tenemos que hacer, que nos lleva al campo de la ética. Y qué nos cabe esperar, dominio de la religión que se abre a la esperanza. Antes, era la ética la que sobrevivía a la sombra de la religión; hoy, las tornas se han cambiado.
¿Y vivir sin Dios? “Es bien ‘normal’ vivir como si Dios no existiera, sin ni siquiera experimentar su ausencia como una herida; pero algunos -nunca sabremos cuántos- vivimos con el anhelo de que exista”.
Son solo dos pinceladas de esta larga entrevista pero que dan idea del pensamiento de Fraijó sobre estos particulares.
Adiós a los amigos
El penúltimo bloque, destinado a los obituarios de amigos muy queridos del autor en su fallecimiento, toma fundamentalmente el estilo epistolar. Dirige sus cartas a Quintín Racionero, Jacinto Rivera de Rosales Chacón y Javier Muguerza; y, en forma de artículo algo más extenso, se refiere a Juan José Sánchez Bernal.
Son textos muy sentidos que dejan entrever el dolor que estas separaciones producen en el autor, unido a la admiración, respeto y afecto que profesa a quienes ya partieron más allá de la última frontera.
Pero tienen un sentido especial. A lo largo de las páginas del libro, como tema recurrente, siempre ha aparecido el sufrimiento, la muerte y la esperanza en un más allá que la religión nos promete. Fraijó se acerca, con todo su bagaje intelectual, cultural, de sabiduría y reflexión a ese borde de la existencia y ya de una forma de alguna manera experimental; no en vano afirma que todos morimos un poco cuando se nos va alguien a quien queremos. “La muerte propia no irrumpe de sopetón, viene largamente preparada por las muertes de los seres queridos que se nos adelantaron”, nos dice.
Nos queda la esperanza
Pero el último capítulo es como una respuesta a todo el planteamiento de la obra; lo dedica a la esperanza. Una esperanza que no es vana, endeble por carecer de un andamiaje sólido. No. Recurre a Jürgen Moltmann, quien tanto reflexionara y cimentara la posibilidad de un “algo” más allá. Para un cristiano, esa esperanza tiene su base en la resurrección de Jesús, resurrección que solo podemos asegurar, gesticular, pero no probar.
Y es Aranguren quien pone punto final al libro: “La otra esperanza, la final, la que denominamos ‘resurrección de los muertos’, conviene, si no se posee la fe filial y confiada de Moltmann, dejarla en puntos suspensivos”.
Concluyendo
¿Encontraremos respuestas, en esta obra, a las diferentes aproximaciones que sugeríamos? Esperamos que tanto intelectuales como académicos hallarán en estas páginas suficientes argumentaciones históricas, filosóficas religiosas, esgrimidas por prominentes figuras del pensamiento humano a lo largo de la historia para, cuando menos, poder aceptar que quienes defienden posturas no materialista ni cientificistas, no carecen de un racional y razonable fundamento para su creencia.
Por su parte, los cristianos y quienes se hallan en búsqueda de un sentido final a su existir, no hallarán una respuesta apodíctica; no existe un argumento absoluto que proporcione seguridad total; no. Encontrarán la humilde confesión de quien ha llegado lo más lejos que es posible y que hace suyo el pensamiento de Pascal ante el sufrimiento humano: no es posible que Dios exista; es imposible que Dios no exista. Dios guarda silencio ante el dolor humano, pero la humanidad no puede soportar que las injusticias y barbaries que sufren sus más débiles hijos quede impune. Se puede aplicar a Fraijó lo que decía el cardenal Newman: “la fe es la capacidad de soportar dudas”.
Por todo lo demás, este libro no requiere de una lectura lineal; el lector puede acceder a aquellos apartados que considere más de su interés; en cada uno de ellos encontrará una reflexión que, con toda probabilidad, le satisfará.
No es obra de difícil comprensión. Manuel Fraijó utiliza un lenguaje muy asequible a la par que elegante, que atrapa al lector de manera que le cueste abandonar la lectura.
Índice
Introducción
ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
Carboneros ilustrados
Retorno a Wittenberg
¿Adiós al alma?
La invitación de Martín Lutero
Otra vez es noviembre
¿Por qué no lo hablamos?
¿Solo una hamaca vacía?
La mirada crítica y necesaria de Hans Küng
Judíos y conversos en la España cristiana
La Iglesia cristiana de los concilios de Nicea y Constantinopla
Estoicismo
Epicureísmo y escepticismo
Jansenio y el jansenismo
El catolicismo en la segunda mitad del siglo XIX
El protestantismo en la segunda mitad del siglo XIX
El concilio Vaticano II
El amor y sus concreciones
Ersnt Bloch, retrato breve
Cómo interpretar la Palabra de Dios ante el sufrimiento actual
Javier Muguerza ante la Filosofía de la religión
ENTREVISTAS
¿Posibles escenarios más allá de la muerte?
En la muerte de Hans Küng
Víctimas y verdugos
Una religión pensada y sentida
EN RECUERDO DE LOS AMIGOS
Quintín Racionero
Jacinto Rivera de Rosales Chacón
Javier Muguerza
Juan José Sánchez Bernal
EPÍLOGO
Jürgen Moltmann: elogio de la esperanza
Índice de nombres
Índice general
Título: Momentos estelares en el pensamiento cristiano. Escritos sobre religión y filosofía
Autor: Manuel Fraijó Nieto
Edita: Editorial Trotta, Madrid, 2024
Colección: Estructuras y Procesos
Serie: Religión
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 320
ISBN: 978-84-1364-251-2
Precio: 22 euros
Nos encontramos ante un libro pensamos que necesario en la bibliografía de Manuel Fraijó. Un libro que nos permite varias aproximaciones tanto al autor como a su obra y, sobre todo, su pensamiento.
Podríamos abordar este texto partiendo desde una sana curiosidad intelectual. No en vano Fraijó es una firma insoslayable en el panorama de la filosofía y la teología del momento. Si esta fuera la motivación para el acercamiento a estas páginas, no saldríamos defraudados: dentro de su sencillez expositiva, no exenta de elegante redacción, se nos ofrece material de reflexión.
Pero igualmente la aproximación a la obra se podría producir arrancando desde la academia, es decir, sometiendo su lectura al análisis de un texto universitario, pues sus páginas cuentan con abundantes párrafos referidos a la filosofía de la religión y, por ende, de la propia filosofía.
Otro arrimo posible sería la condición de cristiano, abarcando no solo el catolicismo sino también, y ampliamente, a variadas corrientes protestantes. Como religiones que, como tales, pretenden aportar respuestas a las más profundas inquietudes del ser, no pueden ausentarse de un libro en el que filosofía y religión se dan la mano frecuentemente.
Finalmente, podemos buscar en la lectura de este libro una respuesta personal a quien, inquieto por las grandes preguntas del ser, busca un atajo que le conduzca a soluciones que aquieten su desasosiego. Se trata de ahorrar el arduo trabajo de estudio, lectura y reflexión que alguien, con las condiciones y capacidades de Manuel Fraijó ha desarrollado a lo largo de su trayectoria vital, y que ahora nos pone al alcance de la mano exponiendo, de manera concreta y comprimida ese zumo de conocimientos y vivencias que ha exprimido para volcarlo en estas páginas. El autor ofrece, pues, con la modestia y sencillez de que siempre ha dado muestras, los límites que ha logrado tras tantos años de dedicación y reflexión.
Cualquiera de estas aproximaciones obtendrá su recompensa al culminar la lectura. Quizás no encuentre la respuesta que calmaría su sed de saber y comprender; es probable. El resultado que ofrece el autor es el que él ha logrado. Pero es que no hay nada más allá: eso es todo. Es una meta a la que ha llegado la extensa nómina de eximios filósofos y teólogos que aparecen en el texto; todos han arribado a la última frontera, más allá de ella todo son posibilidades, desde la nada más absoluta hasta la culminación de la más luminosa de las esperanzas.
Bloques
Los planteamientos del autor se plasman en cuatro grandes bloques. Uno primero lo constituyen artículos de prensa y conferencias. Son los primeros algo más breves, pero con la ventaja de que desarrollan un asunto en el espacio que permiten los tabloides; las segundas, las conferencias, despliegan igualmente un tema, aunque con una extensión mayor y pensadas para ser pronunciadas de viva voz ante un auditorio que se supone interesado en la materia.
Un segundo bloque lo copan las entrevistas; entrevistas que le realizaron a Fraijó y en las que aborda, a veces, más de un tema o, en su caso, una sola cuestión a la que se añaden otras anexas que colaboran en la comprensión de lo que se expone.
Tercer bloque. Son obituarios de algunos de sus amigos, también filósofos. ¿Tienen sentido dentro de la obra? Se trata de otros intelectuales, no siempre concordantes con los planteamientos del autor, pero sí con su postura de búsqueda, apoyada en el andamiaje de la razón. Ellos, los fallecidos, también habían llegado a la frontera y, además, la han traspasado. No dan la respuesta, pero sí muestran el lado humano de Fraijó cuando se enfrenta a la realidad última.
El último bloque es un apéndice: un epílogo. ¿Hemos llegado al absurdo de la existencia? No; queda la esperanza.
Es evidente la dificultad de reseñar una obra de este tipo con tan variada presentación. Por ello, seleccionaremos un capítulo de cada uno de los bloques descritos y, sobre él, se harán las consideraciones.
Artículos y conferencias
Quizás, por el hilo conductor de la obra, sería más apropiado abordar la conferencia sobre el sufrimiento, que culmina en la muerte. Pese a ello, por lo destacada que es la experiencia personal que se narra en el artículo “¿Solo una hamaca vacía?”, la decisión se decanta por este capítulo.
Un prestigioso teólogo protestante alemán pronunció una conferencia en Madrid sobre la muerte, sin mencionar la pervivencia tras ella que proclaman el cristianismo y otras religiones. Fraijó preguntó insistentemente al conferenciante sobre este particular, aduciendo argumentos bíblicos y de otros importantes doctores en teología. Eludía el interpelado la respuesta hasta que, ante la persistencia para que lo abordara, optó por narrar cómo había perdido a su hijo. Era un joven que sufrió una enfermedad larga y dolorosa, que soportaba en una hamaca en la que se sentaba en su jardín. Una hamaca que permanece vacía.
“Todo ello, su novia, los hijos de su novia, el jardín, la hamaca, ya vacía, y un montón de recuerdos es lo que queda de mi hijo. A esas realidades se reduce su nueva vida, por la que usted al parecer tanto se interesa”. Un hombre enfrentado a la desesperación, a la esperanza o a la resignación. Y discurre Fraijó que nuestro ámbito occidental raramente se ha contentado con el mero recuerdo, mostrándose insumiso ante la muerte.
Reflexiona el autor, con apoyo en la historia, en filósofos, cómo las religiones, en especial las monoteístas, son reacias al relato de la “hamaca vacía”: siempre han ofrecido su palabra de honor de que, tras la muerte, hay más vida. Advirtiendo, eso sí, de que las religiones no informan de lo que saben, sino de lo que creen.
Entrevistas
Del capítulo de las entrevistas, merece especial atención el que titula “Una religión pensada y sentida”. Aunque en ella se abordan diferentes aspectos, quizás uno de los más relevantes es el de su necesidad.
Pero ¿qué religión? Habla de que la religión no debe de hacer ascos a la crítica. Es necesario, dice, que la religión, las religiones, se arrimen a la razón para evitar los timos que ensombrecen su historia. No es bastante una repetición literal del mensaje de sus fundadores y sus documentos originarios; se precisa aplicarles la filosofía: un pensamiento crítico, abierto, no dogmático y rigurosamente argumentativo.
Es preguntado si se puede vivir sin religión. La respuesta la basa en Kant, en sus tres preguntas fundantes; qué podemos saber, es decir, la importancia del conocimiento. Qué tenemos que hacer, que nos lleva al campo de la ética. Y qué nos cabe esperar, dominio de la religión que se abre a la esperanza. Antes, era la ética la que sobrevivía a la sombra de la religión; hoy, las tornas se han cambiado.
¿Y vivir sin Dios? “Es bien ‘normal’ vivir como si Dios no existiera, sin ni siquiera experimentar su ausencia como una herida; pero algunos -nunca sabremos cuántos- vivimos con el anhelo de que exista”.
Son solo dos pinceladas de esta larga entrevista pero que dan idea del pensamiento de Fraijó sobre estos particulares.
Adiós a los amigos
El penúltimo bloque, destinado a los obituarios de amigos muy queridos del autor en su fallecimiento, toma fundamentalmente el estilo epistolar. Dirige sus cartas a Quintín Racionero, Jacinto Rivera de Rosales Chacón y Javier Muguerza; y, en forma de artículo algo más extenso, se refiere a Juan José Sánchez Bernal.
Son textos muy sentidos que dejan entrever el dolor que estas separaciones producen en el autor, unido a la admiración, respeto y afecto que profesa a quienes ya partieron más allá de la última frontera.
Pero tienen un sentido especial. A lo largo de las páginas del libro, como tema recurrente, siempre ha aparecido el sufrimiento, la muerte y la esperanza en un más allá que la religión nos promete. Fraijó se acerca, con todo su bagaje intelectual, cultural, de sabiduría y reflexión a ese borde de la existencia y ya de una forma de alguna manera experimental; no en vano afirma que todos morimos un poco cuando se nos va alguien a quien queremos. “La muerte propia no irrumpe de sopetón, viene largamente preparada por las muertes de los seres queridos que se nos adelantaron”, nos dice.
Nos queda la esperanza
Pero el último capítulo es como una respuesta a todo el planteamiento de la obra; lo dedica a la esperanza. Una esperanza que no es vana, endeble por carecer de un andamiaje sólido. No. Recurre a Jürgen Moltmann, quien tanto reflexionara y cimentara la posibilidad de un “algo” más allá. Para un cristiano, esa esperanza tiene su base en la resurrección de Jesús, resurrección que solo podemos asegurar, gesticular, pero no probar.
Y es Aranguren quien pone punto final al libro: “La otra esperanza, la final, la que denominamos ‘resurrección de los muertos’, conviene, si no se posee la fe filial y confiada de Moltmann, dejarla en puntos suspensivos”.
Concluyendo
¿Encontraremos respuestas, en esta obra, a las diferentes aproximaciones que sugeríamos? Esperamos que tanto intelectuales como académicos hallarán en estas páginas suficientes argumentaciones históricas, filosóficas religiosas, esgrimidas por prominentes figuras del pensamiento humano a lo largo de la historia para, cuando menos, poder aceptar que quienes defienden posturas no materialista ni cientificistas, no carecen de un racional y razonable fundamento para su creencia.
Por su parte, los cristianos y quienes se hallan en búsqueda de un sentido final a su existir, no hallarán una respuesta apodíctica; no existe un argumento absoluto que proporcione seguridad total; no. Encontrarán la humilde confesión de quien ha llegado lo más lejos que es posible y que hace suyo el pensamiento de Pascal ante el sufrimiento humano: no es posible que Dios exista; es imposible que Dios no exista. Dios guarda silencio ante el dolor humano, pero la humanidad no puede soportar que las injusticias y barbaries que sufren sus más débiles hijos quede impune. Se puede aplicar a Fraijó lo que decía el cardenal Newman: “la fe es la capacidad de soportar dudas”.
Por todo lo demás, este libro no requiere de una lectura lineal; el lector puede acceder a aquellos apartados que considere más de su interés; en cada uno de ellos encontrará una reflexión que, con toda probabilidad, le satisfará.
No es obra de difícil comprensión. Manuel Fraijó utiliza un lenguaje muy asequible a la par que elegante, que atrapa al lector de manera que le cueste abandonar la lectura.
Índice
Introducción
ARTÍCULOS Y CONFERENCIAS
Carboneros ilustrados
Retorno a Wittenberg
¿Adiós al alma?
La invitación de Martín Lutero
Otra vez es noviembre
¿Por qué no lo hablamos?
¿Solo una hamaca vacía?
La mirada crítica y necesaria de Hans Küng
Judíos y conversos en la España cristiana
La Iglesia cristiana de los concilios de Nicea y Constantinopla
Estoicismo
Epicureísmo y escepticismo
Jansenio y el jansenismo
El catolicismo en la segunda mitad del siglo XIX
El protestantismo en la segunda mitad del siglo XIX
El concilio Vaticano II
El amor y sus concreciones
Ersnt Bloch, retrato breve
Cómo interpretar la Palabra de Dios ante el sufrimiento actual
Javier Muguerza ante la Filosofía de la religión
ENTREVISTAS
¿Posibles escenarios más allá de la muerte?
En la muerte de Hans Küng
Víctimas y verdugos
Una religión pensada y sentida
EN RECUERDO DE LOS AMIGOS
Quintín Racionero
Jacinto Rivera de Rosales Chacón
Javier Muguerza
Juan José Sánchez Bernal
EPÍLOGO
Jürgen Moltmann: elogio de la esperanza
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Tendencias 21 (Madrid). ISSN 2174-6850