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Convergencias. Cuarenta encuentros con Teilhard de Chardin Juan Antonio Martínez de la Fe , 19/08/2025
Convergencias. Cuarenta encuentros con Teilhard de Chardin
Ficha Técnica

Título: Convergencias. Cuarenta encuentros con Teilhard de Chardin
Editor: Juan V. Fernández de la Gala
Edita: Sal Terrae, Cantabria, 2025
Colección: Servidores y Testigos
Encuadernación: Tapa blanda sin solapas
Número de páginas: 292
ISBN: 978-84-293-3254-4
Precio: 17,58 euros

La figura de Pierre Teilhard de Chardin vuelve a recuperar actualidad, si es que en algún momento dejó de tenerla. Es cierto que, en la década de los sesenta del pasado siglo, emergió con fuerza, una vez fallecido y cuando sus obras fueron publicadas. Causó sensación en una época de gran convulsión ideológica, cuando los avances de la ciencia por un lado y de los movimientos sociales por otro, junto a las definiciones del concilio Vaticano II, hicieron tambalear no pocos paradigmas y dogmas que se daban por sólidamente asentados. Pero el hecho de que el Papa Francisco lo citara no solo una vez, le da especial relevancia hoy día; la última, en el viaje postrero que realizó a Mongolia.

Este libro que Juan V. Fernández de la Gala ha coordinado no se plantea como un recopilatorio coral del pensamiento filosófico, teológico y científico del jesuita francés. Tampoco se trata de una biografía suya, de la que ya existe, por otra parte, abundante bibliografía.

Lo que pretende la obra es reunir a un variopinto grupo de científicos, religiosos, ateos, escritores, teólogos, … etc., para que, de forma resumida, formulen cuándo y cómo les impactó la obra de Teilhard. Son cuarenta ensayos que tratan de aportar la visión personal de cada uno de sus autores, sin pretensiones de profundizar en el pensamiento teilhardiano, en sus propuestas filosóficas o en sus hallazgos científicos.

Las ideas y el espíritu del científico jesuita, pues, siguen vigentes. Hay reediciones de sus obras, ensayos sobre su figura y propuestas, reuniones y seminarios para debatir sobre ellas. Existen las asociaciones de amigos de Teilhard de Chardin en varios países, entre ellos España. Y no falta un chat, Los zapatos de Teilhard, que cuenta con numerosos seguidores de diferentes nacionalidades.

Objetivo

Los objetivos del libro quedan meridianamente expuestos en la presentación: “una invitación a releer la obra de Teilhard según el relato en primera persona de unos lectores que quedaron seducidos por su percepción mística de un Dios que se nos hace transparente en la materia del universo y que es el Logos donde se despliega el milagro de la evolución”.

Y más adelante: “Con este libro queremos recordar al jesuita fiel a la Iglesia, al geólogo de los desiertos de Mongolia, al místico de La misa sobre el mundo y al teólogo de la evolución, y agradecer la manera en que contribuyó a ensanchar hasta la inmensidad del cosmos nuestros modos de contemplar, de adorar, de entender a Dios”.

Desde luego, hay a lo largo del libro como un leitmotiv que transcurre en la práctica totalidad de las manifestaciones de los autores: el asombro que les causó la primera vez que se acercaron a la obra de Teilhard de Chardin.

Así, la benedictina Joan Chisttister afirma que “esos pocos ensayos me obligaron a replantearme todo lo que había aprendido sobre religión”. O el dominico Matthew Fox: “Teilhard supo encender en mí el deseo de conectar ciencia y religión, teología y espiritualidad”. Monseñor Tomás Halik: “de inmediato, percibí en plena cara sus ideas, como viento fresco de otra primavera”. O Mauricio López Oropeza: “Muy posiblemente, El fenómeno humano fue el texto que más ha cambiado mi manera de ver la vida y mi vida, el mundo y mi mundo”.

Después, son muchos y variados los aspectos de la obra del jesuita francés que aparecen a lo largo del libro. Por ejemplo, la mirada holística que tuvo, o su misticismo o su propuesta sobre la evolución desde la materia hasta la noosfera. Cada autor se expresa desde su propio campo personal del saber.

Y no falta quien admire a Teilhard por su contribución como científico, como es el caso del también científico jesuita Leandro Sequeiros: “mi admiración por Teilhard solo estriba en que fue un gran científico que no se cerró a la pura ciencia y amplió su mente hacia reflexiones interdisciplinarias”.

Incluye también el libro una carta inédita de Pedro Arrupe, superior general de los jesuitas, dirigida al provincial francés con motivo del centenario del nacimiento de Teilhard. En ella, ofrece una reflexión sobre las aportaciones del científico, teólogo y místico, “aunque no nos podamos adherir, al menos sin ciertas reservas, al conjunto de las conclusiones teológicas que el padre Teilhard ha extraído de ese punto de vista fundamental”.

Concluyendo

“Este libro contiene cuarenta encrucijadas de vida, testimonios de cuarenta encuentros personales con la mística de Teilhard de Chardin. Son cuarenta testimonios de hombres y mujeres que, ya sea desde la fe o desde las ciencias
de la naturaleza, se sintieron un día deslumbrados por las provocadoras intuiciones formuladas por este buscador francés. Teilhard, para muchos, supo anticiparse proféticamente en medio siglo a las propuestas eclesiales
del Concilio Vaticano II”. Este comentario de Leandro Sequeiros, presidente de la Asociación Española de Amigos de Teilhard de Chardin, resume a la perfección lo que se puede decir de este libro.

Tratándose de una obra coral, el estilo de cada autor difiere mucho unos a otros, tanto en su forma de expresarse, como en la extensión de su comentario, como corresponde a la variada experiencia personal de cada uno de ellos. En cualquier caso, es una obra que se lee con facilidad y en ella encontrará el lector una fuente fresca de la que manan el respeto y admiración por la obra de este visionario científico que fue Teilhard de Chardin.

Índice

A modo de presentación
¿Por qué cuarenta, por qué encuentros, por qué convergencias, por qué Teilhard?

ENCUENTROS

Lista alfabética de testimonios

Un testimonio familiar. Marie Bayon de La Tour
Mis recuerdos de Teilhard. María Luisa de Berzosa
Pierre Teilhard de Chardin, profeta del Cristo cósmico y hermano en la tribulación. Leonardo Boff
Teilhard de Chardin y el Dios de los católicos. Joan Chittister
La diafanía de los pañales. Andrew Del Rossi
El dinamismo de Teilhard de Chardin. Ilia Delio
Teilhard desde La misa sobre el mundo. Kathleen Duffy
Teilhard de Chardin en mi camino espiritual. François Euvé
Teilhard y yo o las confesiones de un viejo profesor. José Luis Febas Borra
Teilhard mucho antes de Teilhard. Juan V. Fernández de la Gala
Caminar con Teilhard por la senda de la espiritualidad de la creación: recuerdos y reflexiones sobre el futuro. Matthew Fox
Teilhard en mi vida. Isabel Gómez-Acebo
Cuatro perlas teilhardianas. José Ignacio González Faus
Reflexiones diafánicas o cómo Teilhard influyó en mi vida. John Grim
Teilhard como maestro. Mons. Tomás Halík
Dos breves reflexiones a propósito de Teilhard. John F. Haught
Teilhard desde la India. Savarimuthu Ignacimuthu
Tocar a Dios en el mundo. Pedro Miguel Lamet
Peregrinar con Teilhard por la belleza amenazada de la Amazonía. Mauricio López Oropeza
Teilhard desde Japón: una relectura de El medio divino. Juan Masiá Clavel
Caminando doce pasos con Teilhard. Xavier Melloni
El sarampión materialista y el reencantamiento del mundo. Rafa Millán
La experiencia de Teilhard. Gianluigi Nicola
Teilhard desde el cielo de Chile. Ana Nicuesa Guelbenzu
… Y me encontré con Teilhard. Ignacio Núñez de Castro
Teilhard visto desde las islas Galápagos. Santiago Ortiz y José Astudillo
Tres virtudes teilhardianas. Libby Osgood
¿Por qué Teilhard? António Paixao
Pierre Teilhard de Chardin, científico y jesuita interdisciplinario. Leando Sequeiros San Román
Una manera de mirar el mundo. Antonio Spadaro
Ante la tumba de Teilhard. Brian Thomas Swimme
El Cristo cósmico de Teilhard de Chardin. Juan José Tamayo-Acosta
Despertar a una conciencia y a una espiritualidad holísticas. Pepa Torres Pérez
Crónica de un viaje por la espiritualidad ecológica de Teilhard. Mary Evelyn Tucker
De la sismotectónica a Teilhard. Agustín Udías Vallina

UNA CARTA INÉDITA DE ARRUPE SOBRE TEILHARD, con motivo del centenario de su nacimiento

OTROS TESTIMONIOS DE LECTURA
Gaston Roupnel
Georges Loustaunau-Lacau
Algunos testimonios anónimos
Un lector judío a Jacques Madaule
Jean Laroche

Epílogo para leer en tiempos oscuros
Cronología de Teilhard de Chardin (1881-1955)
Bibliografía en español:
Obra crítica
Obra de Teilhard




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19/08/2025 Comentarios

Reseñas

El diseño chapucero. Darwin, la biología y Dios Juan Antonio Martínez de la Fe , 07/08/2025
El diseño chapucero. Darwin, la biología y Dios
Ficha Técnica

Título: El diseño chapucero. Darwin, la biología y Dios
Autor: Leandro Sequeiros San Román
Edita: Ediciones Khaf, Grupo Editorial Luis Vives, Madrid, 2009
Colección: Expresar teológico
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 208
ISBN: 978-84-937-6151-6

No se trata de un libro nuevo, pues se publicó en 2010. Sin embargo, su lectura, su relectura, es recomendable, no en vano el tema de las relaciones entre ciencia y fe ha suscitado múltiples debates a lo largo de estos quince años transcurridos, algunos con inusitada virulencia. Y punto clave de tales controversias es el papel de Darwin y su teoría de la evolución que, a su vez, ha tenido tantas aportaciones que a veces resulta casi inidentificable.

Como ejemplo de lo que decimos, baste apuntar, simplemente, el libro reseñado en esta misma sección de Tendencias21, Neodarwinismo y evolucionismo cristiano, de Juan Carlos Monedero.

El diseño chapucero fue ampliamente reseñado en el momento de su aparición. Así, por ejemplo, María Dolores Prieto habló de él en Tendencias21, Avelino Revilla Cuñado lo hizo en Religión y Escuela; también aparecieron reseñas en las revistas Garnata y Razón y Fe, mientras que la propia editorial, Ediciones Khaf recogió, en su sección Sala de prensa, varias reseñas.

Razón y fe: ¿un enfrentamiento?

Pudiera pensarse que esta obra está redactada con ánimo apologético, con el deseo de defender algún planteamiento más que con la voluntad de arrojar luz sobre un posible enfrentamiento, largamente desarrollado, entre la razón y la fe religiosa. Pero no es así: el autor, de talante conciliador pero no exento de rigor científico, pretende iluminar sendas de aproximación y de complementariedad entre los postulados de la ciencia y los de la fe.

Especialmente desde la Ilustración, no han cesado los ataques a cualquier propuesta que no tenga una base científica, basada en su metodología, metiendo en el mismo saco las creencias populares, la brujería, santería y similares y las propuestas nacidas de la religión. Ataques significados con tintes virulentos en ocasiones, que han suscitado en las jerarquías religiosas todo tipo de respuestas no siempre apoyadas en fundamentadas racionalidades; una postura que ha devenido en complicados equilibrios para tratar de salvar los muebles ante la evidencia de su débil estructura.

El autor concibe la obra con un espíritu didáctico, siempre abierto al diálogo, ciñéndose al rigor del método científico . Lo confiesa en el Prólogo: “Este ensayo está escrito por un científico creyente que desde hace más de 25 años intenta tender puentes de diálogo con los científicos no creyentes”. Y más adelante: “La misión de este libro está lejos de la vieja apologética barata de la década de los cincuenta del siglo pasado”.

Es en este Prólogo donde Sequeiros expone una panorámica de la actual situación de la polémica, algo soliviantada por la iniciativa hostil de científicos ateos, en una campaña de ataques a la fe y a la religión.

Darwin y la evolución

Y, como Darwin y sus planteamientos de la evolución se encuentran en la base actualmente del debate, a él y a la biología dedica el autor el primer capítulo de la obra, intentando dar respuesta a la pregunta que lo titula: La biología y Darwin ¿se enfrentan con Dios?

En él se fijan y clarifican los términos del debate, comenzando por el establecimiento de la teoría de la evolución como paradigma científico, que intenta superar el caduco paradigma del creacionismo con pretensiones de rigor. Desde luego, no todos los creacionismos son homogéneos y a describir los más destacados de ellos dedica el autor algunas páginas del libro, resaltando cómo nacen con la idea de rechazar cualquier planteamiento evolucionista.

Pero aborda, igualmente, las posturas que defienden la evolución biológica, diferenciando entre el evolucionismo teísta, el agnóstico, el materialista y el filosófico.

¿Un diseño inteligente?

Un intento de conciliación entre evolucionistas y creacionistas dio como resultado lo que se dio en llamar el diseño inteligente que, aunque con diferentes matices, acepta la evolución como fruto de una finalidad creadora por parte de Dios. Sequeiros analiza detenidamente las propuestas de los más destacados defensores de esta teoría. Al evidente fracaso que suponen las múltiples imperfecciones de lo que sería un diseño inteligente, opone el autor lo que sitúa en el titular de su libro: El diseño chapucero. Una chapuza de diseño en el campo de la biología, en el campo del azar, en el ojo humano, en el sistema inmunitario, en la fisiología: “el diseño del mundo es imperfecto y el de los seres vivos dista mucho de ser óptimo”.

Concluye Sequeiros: “El argumento del Diseño Inteligente no es una explicación científica porque se basa en la acción de fuerzas extranaturales omnipotentes y la ciencia se basa en hechos verificables del mundo físico real, explicando lo complejo a partir de la evolución, por causas naturales, desde algo más simple, lo cual es más lógico y plausible”.

Es claro que, desde el punto de vista de la teología católica, no es necesario tener que aceptar los postulados del Diseño Inteligente; muy al contrario: no es su postura puesto que dichos postulados presentan una imagen de Dios inadecuada para la actual teología, que se inclina por la idea de que Dios crea en la evolución sin actuar inmediatamente en la realidad natural.

La fe de Darwin

Un interesante capítulo es el dedicado a analizar la postura de Darwin en relación con la fe, las dudas que le atormentaron y cómo desarrolló su pensamiento establecida su teoría de la evolución que tantos ataques recibió, principalmente del mundo de la religión. Un análisis de su crisis religiosa personal y sus intentos de solución, aunque sin entrar en la influencia de la teología de la época en la formulación del paradigma evolucionista.

Ateísmo

Pero en la actualidad hay unos científicos que sobrepasan el agnosticismo de Darwin y plantean que Dios es un espejismo y que el ateísmo es la conclusión más adecuada, excediendo los límites del mundo científico. Los más destacados adalides en el mundo mediático son Richard Dawkins y Daniel Dennet, a los que el autor dedica todo un capítulo, exponiendo sus planteamientos.

También se detiene el autor en el debate del semanario Time entre Dawkins y el entonces neoconverso Francis S. Collins, atendiendo a aspectos tales como si la proposición “Dios existe” tiene sentido, o si lo tiene hablar de lo sobrenatural, si está Dios fuera del espacio y el tiempo, Dios y las leyes físicas, si son posibles los milagros, la relación entre ética, biología y Dios, etc.

No termina su análisis en este interesante debate, sino que ofrece Sequeiros un apartado para relacionar a científicos del pasado y de los actuales y su creencia en Dios: Copérnico, Bacon, Kepler, Galileo, Descartes, Newton, Boyle, Faraday o Mendel, entre otros.

El paradigma Evo-Devo

La conclusión a la que llega es importante, porque entra en escena el paradigma Evo-Devo, un paradigma biológico que incluye las ideas de Darwin y las del Diseño dentro de un marco más amplio, menos dogmático y más flexible; en definitiva, más propicio a encontrar puentes de diálogo entre Darwin, la biología y Dios.

Evo-Devo: Evolution-development. Es este el nuevo paradigma, un proyecto de investigación que estudia la canalización de las expresiones de los genes reguladores del desarrollo desde el embrión hasta el adulto. “La emergencia de este nuevo campo de investigación promete una nueva síntesis para la explicación de la evolución. La unión entre la teoría neodarwinista de la selección natural y la genética del desarrollo constituye la biología evolutiva y del desarrollo”.

Entra en juego entonces la filosofía de la biología que muestra que la vida no es solo puro mundo físico-químico, sino que lo viviente tiene sus raíces en lo físico, aunque, eso sí, presenta una novedad emergente, el emergentismo: una alternativa filosófica que trasciende el monismo materialista y el antiguo dualismo filosófico de raíces platónicas.

Este apartado es fundamental en el libro, mereciendo una detenida lectura. El Diseño Inteligente se presentó con afán de teoría científica, basándose en que la complejidad de la naturaleza exige la existencia de un diseñador; pero esta idea no es nueva: ya apareció en la teología natural del siglo XIX que bien conocía Darwin; pero este argumento no lo convenció y desembocó en el agnosticismo. Por su parte, Dawkins y Dennett opinan que la falsedad del Diseño Inteligente supone la victoria sobre las religiones. Pese a ello, el paradigma del Evo-Devo abre la puerta a nuevos significados.

El libro se cierra con un destacado capítulo, donde Leandro Sequeiros expone un pensamiento sumamente sugerente: El necesario encuentro entre Darwin, la biología y Dios.

Parte de la base de que, para el estudio de la vida es necesaria una nueva alianza entre biología y filosofía. Teniendo en cuenta que la biología, como ciencia, no trata de la vida en sí misma, sino que estudia las manifestaciones o fenómenos de los que llamamos organismos vivos en contraposición al mundo inorgánico, hay que tener presente la biofilosofía, la filosofía de la biología, donde destaca la ontología de la complejidad holística y de la teleonomía.

No podía faltar en este apartado la presencia de Teilhard de Chardin, místico, poeta y soñador, obsesionado por la necesidad de diálogo entre ciencia y religión. Su concepción holística de la realidad, que supone que el espíritu arranca de la materia, que somos materia, pero que en nosotros ha emergido una forma de ser real que trasciende la materia, nos habla ya del emergentismo al que ya ha aludido el autor en su obra. Es un capítulo este último en el que se resume la postura y la propuesta de Leandro Sequeiros.

Sus palabras al final del texto son el mejor cierre del comentario: “Como resumen de todo lo dicho en este ensayo solamente se concluye que la ciencia experimental es, por definición, analítica y, desde el análisis, nunca podremos tener la completa explicación de lo que pertenece a la totalidad. Concedemos al dualismo su papel histórico explicativo y aceptamos el emergentismo no monista y la opción por la afirmación del mundo del espíritu como la vía más abierta en la búsqueda del sentido de la realidad que nos trasciende”.

Concluyendo

Quien quiera conocer cómo ha ido evolucionando las relaciones entre la ciencia y la fe, encontrará en esta obra un resumen muy documentado de los postulados de científicos en su relación con su postura ante la creencia en Dios.

De manera muy didáctica, con un estilo muy próximo y claro, pero con rigor metodológico y fundamentado, Leandro Sequeiros nos acerca a este debate presente en nuestra sociedad y que adquiere, de manera recurrente, caracteres de actualidad, especialmente a partir del nacimiento de la teoría de la evolución propuesta por Charles Darwin.

Por todo ello, pese a los años transcurridos desde su publicación, este libro no debe de faltar en la bibliografía de quienes se sientan interpelados por un posible sentido de trascendencia.

Índice

Prólogo

La biología y Darwin ¿se enfrentan con Dios?
La teoría de la evolución como paradigma científico
Evolución biológica frete a fijismo o constancia de las especies
Breve historia de un conflicto entre ciencia y religión
Los ecos de un viejo debate
Situación actual: los diversos “creacionismos científicos”
Renacer del creacionismo científico
Conclusión

¿Diseño inteligente o diseño chapucero?
El nuevo creacionismo científico. El Diseño Inteligente
La complejidad irreductible de Michael J. Behe
Las debilidades de la pretensión del Diseño Inteligente
Las chapuzas de los diseños biológicos
Conclusión

Darwin y el diseño: la respuesta agnóstica
El agnosticismo de Darwin
La Autobiografía de Darwin: el drama de la duda
Historia de una duda de fe
Dudas y perplejidades sin esperanza
Según Darwin, no hay contradicción entre las ideas científicas y la religión
La búsqueda de sentido
Conclusión

El espejismo de Dawkins y Dennet: la peligrosa idea de Darwin
Richard Dawkins: la lucha entre ciencia y religión
El espejismo de Dawkins
Dennet y la peligrosa idea de Darwin
Las críticas de Stephen Jay Gould

Collins y el gen de Dios
Otras posturas sobre la biología y Dios
Francis S. Collins: el buscador que fue encontrado
Los genes hablan
El diálogo y el encuentro entre Darwin, la biología y Dios es posible
Las opiniones conflictivas de Francis Collins: el debate Dawkins-Collins

Los científicos ¿se preguntan sobre Dios?
Dios, entre Darwin y la biología
La creencia en Dios de los científicos en el pasado
Las creencias religiosas de los científicos actuales
Conclusión

Reinventar a Darwin: el modelo Evo-Devo
Emerge una nueva racionalidad sistemática de la vida: el paradigma Evo-Devo
La llamada “emergencia de novedad” por la biofilosofía
Nuevo impulso al debate sobre el emergentismo
Un concepto cuestionable: ¿qué se entiende hoy por gen?
El nuevo paradigma evolutivo Evo-Devo
Desafíos y oportunidades del nuevo paradigma del Evo-Devo
Conclusión

El necesario encuentro entre Darwin, la biología y Dios
Para el estudio de la vida es necesaria una nueva alianza entre biología y filosofía
Epistemología del discurso biológico. Una nueva racionalidad
La comprensión holística de la realidad
El ser vivo como sistema jerarquizado
La imprescindible finalidad
Teleología (teleonomía) en la explicación biológica
La novedad de la vida en el universo
El emergentismo vincula el espíritu a sus raíces neurales
El problema del dualismo en la tradición occidental
Emergentismo no monista
Complejidad neuronal
Stuart Kauffman: emergentismo y autoorganización evolutiva
El misterio de la constitución humana
La vía más abierta
La imagen de Dios en la era de la biotecnología
Conclusión: el necesario encuentro entre Darwin, la biología y Dios








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07/08/2025 Comentarios

Neodarwinismo y evolucionismo cristiano. Una crítica filosófica a la conciliación entre fe y evolución
Ficha Técnica

Título: Neodarwinismo y evolucionismo cristiano. Una crítica filosófica a la conciliación entre fe y evolución
Autor: Juan Carlos Monedero
Edita: Sekotia, Córdoba, 2025
Colección: Reflejos de Actualidad
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 304
ISBN: 978-84-19979-7
Precio: 21 euros

Desde la cubierta, se nos informa de que el autor, el argentino Juan Carlos Monedero, es filósofo y experto en epistemología de las ciencias. Y también de que se trata de “un texto fundamental para comprender los límites del diálogo entre el pensamiento cristiano y las teorías científicas contemporáneas”. Recurriendo ya a la portada, nos encontramos una mayor concreción bajo el título: “Fisuras e incongruencias”; lástima que no figuren estas palabras en la cubierta: aclararía mucho del contenido de la obra, que se presenta como un ambicioso proyecto, sin duda.

El autor no deja lugar a la duda; de entrada, dedica unos párrafos a explicar a quiénes va dirigida su obra: “está destinada especialmente a quienes, familiarizados con la teoría de la evolución, poseen cierto conocimiento acerca de las posturas y los debates que se vienen dando al respecto”.

Para alcanzar sus objetivos, el autor se propone analizar los planteamientos (especialmente los originados y sustentados por católicos) que pretenden afirmar la compatibilidad entre la teoría de la evolución y las verdades de la fe, para concluir con la patente debilidad “que yace en la postura de quienes alegan la compatibilidad entre la teoría evolutiva y las verdades de la fe católica, entre ellas la creación”.

Y ¿qué no pretende el libro? Por ejemplo, probar que Dios no hizo el mundo evolutivamente; no se declara una imposibilidad real (p.e., Dios no hizo tal cosa) sino que pretende establecer un juicio respecto del aserto “Dios hizo el mundo evolutivamente” porque carece de todo fundamento. Eso sí: advierte el autor que las conclusiones de su ensayo son estrictamente filosóficas.

Posibles coincidencias

No significa lo expuesto que no existan coincidencias con el sector académico que presenta la teoría evolutiva como compatible con las verdades de la fe; por ejemplo, cuando se afirma que todos los órdenes de conocimiento tienen su origen en Dios o cuando se dice que tanto el conocimiento científico experimental como el conocimiento filosófico y sobrenatural son verdaderos conocimientos. Por supuesto, existe coincidencia cuando se considera que el conocimiento científico está siempre sujeto a revisión de sus conclusiones. Y, moviéndose dentro del ámbito cuando menos teísta, hay acuerdo en que la revelación sobrenatural constituye un cúmulo de verdades que no podrían haber sido descubiertas si Dios no las hubiese revelado y que estas verdades no entran en contradicción con verdad natural alguna.

Entre los intelectuales católicos que se manifiestan sobre la teoría de la evolución, distingue Monedero tres posturas: a) quienes la desestiman o niegan; b) quienes dan por descontada su validez abierta y despreocupadamente; y c) quienes, prudentemente, la consideran una hipótesis científica de la que solo cabe juzgar su grado de verosimilitud. Aunque todos ellos coinciden en que esta teoría no colisiona con la fe ni con otras verdades contenidas en ella.

Y aquí se aborda el núcleo fundamental del libro: “parece difícil entender cuál sería el sentido de una ‘evolución teísta/cristiana/católica’, dado que la misma teoría de la evolución ‘a secas’ está permanentemente sujeta a demasiados cuestionamientos y revisiones como para tomarla por punto de partida seguro e inamovible”.

A partir de aquí, con una metodología con perfume de escolástica, dedica Monedero su atención a ir desmontando los argumentos que se aducen como confirmación de la teoría evolutiva.

Argumentos a discutir

Y, también con metodología escolástica, se comienza definiendo los conceptos: darwinismo, neo-darwinismo o teoría sintética de la evolución, el propio de evolución enfrentado a teoría de la evolución o evolucionismo neodarwinista.

Delimita el autor lo que sí admite: cambios dentro de una misma especie, cambios pequeños que se producen a lo largo de los muchos años; pero no acepta los que se producen transitando de una especie a otra nueva, ni siquiera el emergentismo o saltacionismos, en la denominación aquí utilizada.

Acusa a sectores científicos o cientifistas que presionan para que se dé como confirmada la evolución. No es aceptable, a juicio del autor, que el ser humano proceda, junto al resto de seres vivos, de un ancestro común, sino que su origen entra dentro del misterio, poniendo la inteligencia al servicio de la obra creadora de Dios.

Desde aquí, va el autor exponiendo la debilidad de los diferentes argumentos que apoyan la hipótesis de la evolución: la existencia de encontradas opiniones de la ciencia, la carencia de fósiles que puedan dar fe de un gradualismo en las mutaciones de los seres más primitivos hasta los que conocemos en la actualidad, la estabilidad de formas fósiles que no exhiben cambios, la complejidad de los seres incompatible con un desarrollo gradual, el carácter ideológico de la teoría evolutiva, etc.

No faltan las páginas dedicadas a la postura oficial de la Iglesia Católica con relación a la evolución en las voces de los papas Pío XII y Juan Pablo II, en documentos oficiales en los que abordan el tema. A juicio del autor, ambos pontífices no se manifiestan en contra de la teoría evolutiva, siempre que esta sea bien entendida, aunque siempre queda en el aire la concreción de ese “bien entendida”.

Concluyendo

Juan Carlos Monedero dedica un capítulo final a las conclusiones de su ensayo. Enumera nueve ideas clave; pero, probablemente, la última es la que encierra lo que constituye la tesis fundamental de todo el texto: que los argumentos a favor de la conciliación entre fe católica y teoría de la evolución no son concluyentes; ¿por qué? Lo expresa claramente: “Se debe considerar privada de todo fundamento la afirmación, en términos categóricos, de que ‘Dios creó el mundo de manera evolutiva’”. Por la sencilla razón de que existen razones para considerar falsa la teoría de la evolución, que ha de ser considerada como una pseudociencia repleta de elementos retóricos e hipótesis imposibles de contrastar.

Por el contrario, afirmar al hombre como creación de Dios es respetar el carácter misterioso de su origen. Y culmina la obra con siguiente cita: “Solo aceptando el misterio el hombre puede, a la luz de lo que no se deja comprender, ver y comprenderlo todo. En el último acto de este teatro, la muerte rasgará el velo que cubre nuestra inteligencia”.

Por lo demás, el libro está muy bien redactado, guiando al lector, paso a paso en cada uno de los apartados en los que, a modo de cuasi silogismo, llega a las conclusiones que se propone alcanzar. Es cierto que su desarrollo no siempre aporta suficientes elementos para coincidir con sus propuestas; el lector podrá o no estar de acuerdo con el autor, pero no cabe duda del buen proceso discursivo que plantea.

La bibliografía, siendo amplia, parece no ser suficiente: se echa en falta la cita a autores que tanto han discurrido sobre estos temas. Sin ir más lejos, no encontramos entre los pensadores y científicos citados a Teilhard de Chardin que, pese a que muchos de sus planteamientos filosóficos están hoy superados, tiene mucha vigencia en ambas orillas del océano.

Índice

Agradecimientos
Destinatario de este libro
Prólogo
Consideraciones preliminares
Lo que no decimos
Estatus epistemológico
Puntualizaciones
De lleno en el tema
Corolario

CAPÍTULO I. INTRODUCCIÓN Y ACLARACIÓN PRELIMINARES
Presupuestos fundamentales: lo que está fuera de discusión
La posición de los intelectuales católicos evolucionistas
El centro de la cuestión
Precisiones terminológicas
Una distinción necesaria entre cambios dentro de la especie y “evolución”
Análisis en concreto de un artículo periodístico
Deshaciendo otros equívocos: otras cosas que tampoco son “evolución”
La importancia de un fenómeno: el sesgo de confirmación
Más allá del sesgo: ¿hay presiones dentro del establisment científico?
La inteligencia frente al misterio del origen del hombre

CAPÍTULO II. SISTEMATIZACIÓN Y CRÍTICA DEL INTENTO DE CONCILIACIÓN
El juego de las posibilidades. Si una “evolución teísta” es posible
El problema de la carga de la prueba
Si es evidente, ¿por qué tantas escuelas adversarias?
La afirmación del consecuente

CAPÍTULO III. LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN Y LAS DECLARACIONES DE LOS PAPAS
El papa Pío XII y el párrafo 29 de la Humani generis
¿Por qué no se condenó el evolucionismo en la Humani generis?
La Humani generis incomprendida
Juan Pablo II y la teoría de la evolución en 1985 y 1986
Repercusiones de la frase de 1986 en la interpretación de la Humani generis
Interpretación de la Humani generis
Juan Pablo II y la teoría de la evolución en 1996
Conclusiones parciales y reflexiones sobre el capítulo

CAPÍTULO IV. OBSTÁCULOS, PROBLEMAS Y DIFICULTADES DE LA TEORÍA EVOLUTIVA
Las objeciones resueltas por la apelación a Dios
El gradualismo, pilar de la teoría evolutiva
La ausencia de formas fósiles intermedias
La estabilidad de formas fósiles que no exhiben cambios
La apariciones repentinas: la Explosión Cámbrica
La complejidad de los seres, incompatible con un desarrollo gradual
El origen de la vida, incompatible con un desarrollo gradual
Crítica a la versión saltacionista de la teoría evolutiva

CAPÍTULO V. SOBRE EL CARÁCTER IDEOLÓGICO DE LA TEORÍA EVOLUTIVA
Darwin y sus líneas de defensa
La reformulación respecto de la tesis originaria de Darwin: la teoría sintética
La reformulación respecto de la teoría sintética: el “equilibrio puntuado”
Primera reformulación de la teoría en cuanto al origen de la vida
Segunda reformulación de la teoría en relación al origen de la vida: los extraterrestres
Tercera reformulación de la teoría en relación al origen de la vida
La teoría evolutiva y el principio científico del uniformismo
Réplica: ¿no hay libertad para reformular una teoría?
Conclusiones

CAPÍTULO VI. CRÍTICA ESPECÍFICA DE LOS ARGUMENTOS EN PRO DE LA CONCILIACIÓN
El argumento del malentendido y de la confusión de los planos
El argumento de que la evolución “presupone” la creación
El recurso de las puras posibilidades
El argumento circular de que los ateos “usan” al evolucionismo
El argumento de distinguir entre evolución “como hecho y como teoría”
Conclusiones del capítulo

CONCLUSIONES FINALES
Cuáles son y cuáles no son las conclusiones de este libro

BIBLIOGRAFÍA
Bibliografía citada
Bibliografía consultada
Fragmentos de la Suma Teológica citados o consultados
Documentos de la Iglesia citados o consultados


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13/06/2025 Comentarios

Reseñas

El loco de Dios en el fin del mundo Juan Antonio Martínez de la Fe , 19/05/2025
El loco de Dios en el fin del mundo
Ficha Técnica

Título
: El loco de Dios en el fin del mundo
Autor: Javier Cercas
Edita: Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., Barcelona, 2025
Colección: Biblioteca Javier Cercas
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 486
ISBN: 978-84-397-4529-7
Precio: 22,70 euros

Javier Cercas no necesita presentación. Solo su nombre ya es garantía de que nos encontramos ante una obra muy bien escrita. Y cuando se trata de un texto que se acerca como nunca antes al Vaticano y a su cabeza, el Papa, tenemos todos los ingredientes para garantizar un documento que merece la pena ser leído; con independencia, evidentemente, de que se esté o no de acuerdo con las propuestas del autor o con el punto de actualidad que ha supuesto la muerte del papa Francisco.

Este que comentamos es un libro de difícil catalogación. No es una realidad novelada, tampoco un reportaje, ni siquiera un conjunto de entrevistas con un hilo conductor. Ya lo dice el propio Cercas en la página 89: “este libro no debería ser una crónica, sino un libro extravagante, un experimento alegre y chiflado, un batiburrillo de géneros”.

El entorno de Bergoglio

Y es cierto. Encierra en sus páginas muchas, muchísimas entrevistas a personajes muy diversos: sacerdotes, periodistas, vaticanistas, cardenales, obispos, monjas, misioneros, … Y, en prácticamente todas ellas, trata de conseguir del o de la entrevistada la respuesta a la pregunta que motivó la aventura de esta obra singular: ¿existe la vida eterna después de la muerte?

Cuenta el autor que su madre creía a pies juntillas que, tras su fallecimiento, volvería a encontrarse con su esposo, con quien convivió tantos años. Y él quería recibir del Papa la confirmación de que esto era así, pese a las muy reiteradas manifestaciones de ateísmo de Javier Cercas a lo largo de los centenares de páginas de su libro.

Y consigue, desde luego, plantearle personalmente la cuestión a Francisco, obteniendo de él respuesta. Una respuesta que no desvela hasta casi las últimas líneas de la obra, aunque resulte evidente cuál ha de ser para un cristiano en cuyo credo figura la resurrección de la carne.

Cuestión aparte es la interpretación que pueda hacerse de la palabra resurrección; algo aventura el autor, en la página 73. Afirma que, para Francisco, un cristiano que no cree en la vida eterna no es un cristiano; pero, más adelante, dice que, en opinión del Papa, “la resurrección no nos devolverá nuestro cuerpo, sino que nos proporcionará un cuerpo distinto; la resurrección no será la prolongación de la vida pasada, sino el inicio de una vida nueva”.

Con esto y la crónica, estupenda crónica, de lo que ocurrió en Mongolia durante este viaje pastoral del Sumo Pontífice, que se desarrolla desde la página 198 a la 386, el libro habría cumplido el núcleo de su objetivo. Pero no satisface esto al autor. De ahí que nos ofrezca un nutrido bloque de entrevistas a personas cercanas al papa Francisco sobre diversos temas: la espiritualidad ignaciana (Francisco era jesuita), el discernimiento, la comunicación y la información de la Santa Sede, la posible significación geopolítica de este viaje a un país con una minoría tan exigua de católicos, sobre la resurrección de la carne, …

De entre todas estas entrevistas, destaca especialmente la que hizo al jesuita Antonio Spadaro, quien fuera director de La civiltà católica y, luego, subsecretario del Dicasterio para la Cultura y Educación del Vaticano. En ella se abordan variados temas, como pueden ser la relación entre fe y razón o la unión entre religión y el poder político; la cuestión es que, al parecer, esta entrevista no se realizó en español, idioma en que aparece en el libro, lo que puede inducir a pensar que algunos matices pudieron escapar a alguien quizás no familiarizado en profundidad con los asuntos abordados. Mencionemos, por ejemplo, la referencia a alguna expresión de Teilhard de Chardin citada en el transcurso de la conversación que puede no quedar suficientemente clara o, incluso, pronunciada en otro contexto por el científico jesuita francés.

Otros entrevistados son el cardenal José Tolentino de Mendonça, con el director editorial de los medios de comunicación del Vaticano Andrea Tornielli, con el periodista Paolo Ruffini, el vaticanista ya jubilado Lucio Brunelli, etc.

En Mongolia

Pero, probablemente, las entrevistas más directamente relacionadas con el viaje a Mongolia y las que, al parecer, más vivamente impactaron en el entrevistador, son las que realizó a los misioneros, misioneras y laicos católicos que trató durante su estancia en el país. El cardenal Marengo, el padre Ernesto Gerolamo Viscardi, el padre Gian Paolo o las hermanas Francesca y Ana, … No faltó un encuentro con unos monjes budistas, de los que alguno estuvo presente en el acto interreligioso que protagonizó Francisco.

En cualquier caso, se trasluce el impacto que produjeron estos misioneros en el autor, no hasta el punto de convertirlo de su ateísmo, sino por el ejemplo de su vida. En algún momento de la obra, se comenta que la fe tiene mucho que ver con una intuición poética y que, para su comprensión, es necesario conocer el lenguaje poético. En esta ocasión, es el modo de vivir su fe, de manera tan profunda y viva, la que impresiona a Cercas. Hasta el punto que, en algunas de las páginas se manifieste que la solución a los problemas de la Iglesia está en que todos sus fieles sean misioneros.

Su conclusión es que, en el tema de la creencia en la resurrección, habrá que recordar las palabras ya clásicas de Lucano: Felices errore suo.

En general, quien se acerque a esta obra disfrutará con su lectura. El estilo de Cercas es muy vívido, cercano y asequible; y su técnica narrativa, sumamente atractiva, que engancha al lector, al que habrá que arrastrar para que interrumpa su inmersión en el libro. Lo que no es óbice para que no todos participen de las premisas de las que parte el autor.

Siendo verdad que en el credo católico figura la resurrección y que es uno de sus pilares, reducir a ella la esencia del cristianismo puede resultar bastante discutible. Para muchos cristianos, el centro de su creencia es Jesús y lo fundamental de sus enseñanzas es el amor al prójimo; ya lo dicen las estrofas del soneto que cita el propio Cercas:

No me mueve mi Dios para quererte
El cielo que me tienes prometido
Ni me mueve el infierno tan temido
Para dejar por eso de ofenderte.

[…]

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
Que, aunque no hubiera cielo, yo te amara
Y, aunque no hubiera infierno yo te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
Pues, aunque lo que espero no esperara
Lo mismo que te quiero te quisiera.

Por otro lado, se deslizan algunas pequeñas incorrecciones que, desde luego, no restan mérito alguno al valor del texto. Por ejemplo, calificar a la Compañía de Jesús como una congregación, cuando, en realidad es una orden religiosa: la diferencia entre ambos conceptos es mínima, pero real.

Concluyendo

Al final del libro, Javier Cercas puede transmitir a su madre la respuesta del Papa a su pregunta. Pero, ¿responde la obra a lo que espera encontrar el lector? Ante un texto que, como se ha dicho por el propio autor, es un “batiburrillo” de conceptos y estilos, no es fácil responder a esta pregunta.

Es cierto que se contesta, sin que ello suponga una sorpresa, a la pregunta que motivó a Javier Cercas a escribir la obra impulsado por la firma creencia de su madre. Pero también se produce un acercamiento a la figura del papa Francisco, su biografía, su carácter, su entorno y su desempeño como cabeza visible de la Iglesia católica y sucesor de san Pedro. Un asunto que cobra especial relevancia por su reciente muerte.

Índice

En busca de Bergoglio
Los soldados de Bergoglio
El secreto de Bergoglio
Epílogo
Nota del autor

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19/05/2025 Comentarios

Reseñas

Poesía universitaria palmense, 1992-1998. (Retazos testificales autobiográficos)
Ficha Técnica

Título: Poesía universitaria palmense. 1992-1998. (Retazos testificales autobiográficos)
Autor: Victoriano Santana Sanjurjo
Edita: Mercurio Editorial, Madrid, 2025
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 664
ISBN: 978-84-10092-97-6
Precio: 26 euros

Es este un libro difícil de clasificar. Y lo es principalmente por la originalidad del autor para desarrollar su contenido. No solo encontrará el lector capítulos; hallará también digresiones y digresiones de digresiones; y también abundantes notas a pie de página, algunas tan extensas que podrían figurar dentro del mismo texto, si es que no lo están ya bajo esta humilde apariencia.

También pueden llamar la atención los distintos cuerpos de letra, los párrafos recuadrados, el uso abundante de negritas y cursivas, así como de corchetes. Pero nada de esto es fruto de un capricho del autor, no. Se trata de facilitar la lectura, sabiendo en cada momento en qué parte de ella nos encontramos. Todo queda bien explicado desde los inicios.

Eso sí: el período abordado por el autor está tratado de forma exhaustiva; puede decirse que nada ha escapado a su seria investigación, apoyada en las vivencias de Victoriano Santana Sanjurjo. Aparecen aquí la situación editorial, los problemas de y con las imprentas, los catálogos accesibles y su compleja exhaustividad; todo.

Panorama exouniversitario

En un primer apartado, se nos ofrece un panorama exouniversitario, es decir, lo que ocurría fuera del campo estrictamente universitario muy particularmente en el terreno de la poesía. ¿Qué podemos encontrar? Aspectos tan recurridos como la informática doméstica e internet, la artesanía (no se puede emplear mejor atributo) editorial, la faceta mercantil de talleres de impresión y editoriales, etc.

Por estas páginas discurren publicaciones que han representado un importante momento en el devenir cultural de Canarias. Por ejemplo, la colección Ágape o la más delicada Colección para Treinta Bibliófilos o los Cuadernos de Poesía y Crítica; Mafasca y Mafasca para Bibliófilos, la colección Biblioteca Popular Canaria, Tagoro y el siempre recordado bloque de Nuevas Escrituras Canarias. Y no faltan aquí las convocatorias de premios, los suplementos culturales de la prensa local y, por supuesto, el Centro de la Cultura Popular Canaria. Nada escapa a la perspicaz investigación del autor.

Panorama endouniversitario

Ya dentro del campo que el autor denomina endouniversitario, el horizonte se amplía considerablemente. Por supuesto, el papel preponderante del profesorado sobre los esfuerzos de realización poética es destacado. Los nombres de Eugenio Padorno (figura en todos los rincones de la obra), Yolanda Arencibia, Jorge Rodríguez Padrón, … son asiduos visitantes de estas páginas en justo, más que justo, reconocimiento a su extraordinaria labor e influencia.

Lógicamente, hablando de poesía y de poetas, no podían faltar los festivales internacionales de poesía que promovió Justo Jorge Padrón, así como los premios establecidos por el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria o Montblanc.

La labor desarrollada por el Centro Insular de Cultura encuentra amplio espacio en el libro, con especial dedicación a sus actividades y a su revista La Plazuela de las Letras en sus dos etapas. Por las páginas de esta publicación discurren textos, movimientos poéticos, y las firmas de destacadas personalidades y nuevas generaciones de poetas.

Revistas y poetas

Luego vienen las revistas universitarias, de las que se hace un vaciado acompañado de las pertinentes digresiones que aportan marco de interpretación a la labor que desarrollan. Aparece, en primer lugar, Philologica canariensia, a la que siguen Espejo de Paciencia, La voz del grumete, Tiresias, Al margen y Calibán; todas ellas bien historiadas y con relación de sus contenidos, acompañados frecuentemente de comentarios acertados de Victoriano Santana Sanjurjo.

El número de poetas y profesores que discurren por las más de seiscientas páginas del libro es muy de destacar; no hay sino que examinar con detenimiento el amplio, amplísimo, índice que ocupa gran espacio de la obra. Un índice que, con su peculiar originalidad no exenta de sólidos criterios, se consulta no por apellidos, sino por el nombre de pila y que siempre remite, con acierto, a las páginas de la obra en donde es mencionado el personaje.

Algo más que una recopilación

Dicho así, parece que pudiera tratarse de una simple recopilación de datos que Victoriano Santana Sanjurjo, siempre activo investigador y riguroso escritor y editor, fue agavillando a lo largo de los años en que estudió su carrera de Filología y su tiempo de doctorando. Pero no es así.

Esta obra es un exhaustivo recorrido analítico y crítico por todos los movimientos poéticos y culturales del período estudiado. Poco se podrá hallar, si es que ello es posible, fuera de estas páginas sobre tales temas. Pero es que, además, de una gran cantidad de los autores que desfilan en esta Poesía Universitaria Palmense, se ofrece su biografía y su bibliografía, así como muchos avatares de su producción poética.

También se pueden encontrar editoriales, debates, entrevistas sobre temas tales como la posible existencia de una literatura canaria o, incluso, de una cultura propia. Voces tan doctas como las de Lázaro Santana, Manuel y Eugenio Padorno, por solo citar unos nombres, discurren por el libro, aportando destacados elementos para la reflexión y el estudio.

Se puede decir que, en estos momentos, quien desee acercarse a la actividad cultural y al movimiento poético de los años 1992 a 1998, en Las Palmas de Gran Canaria, así como a muchas de las iniciativas culturales que se dieron cita en ese período, tendrá que recurrir necesariamente a este libro de Victoriano Santana Sanjurjo, que viene a unirse al resto de obras que han salido de su pluma.

Índice

I. Yo, testigo. Poco más

II. Todo tan nuevo
II. 1. Panorama exouniversitario
II. 2. Panorama endouniversitario

III. Manifiesto poético último (1992)
III.1. i[La Plazuela de Las Letras de 1992
III.2. Los manifestantes
III.3. La Plazuela de las Letras de 1993

IV. La Plazuela de las Letras (1995-2000)

V. Revistas universitarias
V.1. Philologica canariensia (1994)
V.2. Espejo de paciencia (1995-2000)
V.3. El alumnado toma y ofrece la palabra
V.3.1. La voz del grumete (1988)
V.3.2. Tiresias (1994-1995)
V.3.3. Al margen (1997-1998)
V.3.4. Calibán (1998-2002)

VI. Última generación del milenio (1998)

VII. Es la hora. Voy terminando (2024)

Bibliografía esencial
Esencial índice onomástico

De un epígono de la mismidad, una misiva epilogal

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23/04/2025 Comentarios

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Redacción T21
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