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El loco de Dios en el fin del mundo Juan Antonio Martínez de la Fe , 19/05/2025
El loco de Dios en el fin del mundo
Ficha Técnica

Título
: El loco de Dios en el fin del mundo
Autor: Javier Cercas
Edita: Penguin Random House Grupo Editorial, S.A.U., Barcelona, 2025
Colección: Biblioteca Javier Cercas
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
Número de páginas: 486
ISBN: 978-84-397-4529-7
Precio: 22,70 euros

Javier Cercas no necesita presentación. Solo su nombre ya es garantía de que nos encontramos ante una obra muy bien escrita. Y cuando se trata de un texto que se acerca como nunca antes al Vaticano y a su cabeza, el Papa, tenemos todos los ingredientes para garantizar un documento que merece la pena ser leído; con independencia, evidentemente, de que se esté o no de acuerdo con las propuestas del autor o con el punto de actualidad que ha supuesto la muerte del papa Francisco.

Este que comentamos es un libro de difícil catalogación. No es una realidad novelada, tampoco un reportaje, ni siquiera un conjunto de entrevistas con un hilo conductor. Ya lo dice el propio Cercas en la página 89: “este libro no debería ser una crónica, sino un libro extravagante, un experimento alegre y chiflado, un batiburrillo de géneros”.

El entorno de Bergoglio

Y es cierto. Encierra en sus páginas muchas, muchísimas entrevistas a personajes muy diversos: sacerdotes, periodistas, vaticanistas, cardenales, obispos, monjas, misioneros, … Y, en prácticamente todas ellas, trata de conseguir del o de la entrevistada la respuesta a la pregunta que motivó la aventura de esta obra singular: ¿existe la vida eterna después de la muerte?

Cuenta el autor que su madre creía a pies juntillas que, tras su fallecimiento, volvería a encontrarse con su esposo, con quien convivió tantos años. Y él quería recibir del Papa la confirmación de que esto era así, pese a las muy reiteradas manifestaciones de ateísmo de Javier Cercas a lo largo de los centenares de páginas de su libro.

Y consigue, desde luego, plantearle personalmente la cuestión a Francisco, obteniendo de él respuesta. Una respuesta que no desvela hasta casi las últimas líneas de la obra, aunque resulte evidente cuál ha de ser para un cristiano en cuyo credo figura la resurrección de la carne.

Cuestión aparte es la interpretación que pueda hacerse de la palabra resurrección; algo aventura el autor, en la página 73. Afirma que, para Francisco, un cristiano que no cree en la vida eterna no es un cristiano; pero, más adelante, dice que, en opinión del Papa, “la resurrección no nos devolverá nuestro cuerpo, sino que nos proporcionará un cuerpo distinto; la resurrección no será la prolongación de la vida pasada, sino el inicio de una vida nueva”.

Con esto y la crónica, estupenda crónica, de lo que ocurrió en Mongolia durante este viaje pastoral del Sumo Pontífice, que se desarrolla desde la página 198 a la 386, el libro habría cumplido el núcleo de su objetivo. Pero no satisface esto al autor. De ahí que nos ofrezca un nutrido bloque de entrevistas a personas cercanas al papa Francisco sobre diversos temas: la espiritualidad ignaciana (Francisco era jesuita), el discernimiento, la comunicación y la información de la Santa Sede, la posible significación geopolítica de este viaje a un país con una minoría tan exigua de católicos, sobre la resurrección de la carne, …

De entre todas estas entrevistas, destaca especialmente la que hizo al jesuita Antonio Spadaro, quien fuera director de La civiltà católica y, luego, subsecretario del Dicasterio para la Cultura y Educación del Vaticano. En ella se abordan variados temas, como pueden ser la relación entre fe y razón o la unión entre religión y el poder político; la cuestión es que, al parecer, esta entrevista no se realizó en español, idioma en que aparece en el libro, lo que puede inducir a pensar que algunos matices pudieron escapar a alguien quizás no familiarizado en profundidad con los asuntos abordados. Mencionemos, por ejemplo, la referencia a alguna expresión de Teilhard de Chardin citada en el transcurso de la conversación que puede no quedar suficientemente clara o, incluso, pronunciada en otro contexto por el científico jesuita francés.

Otros entrevistados son el cardenal José Tolentino de Mendonça, con el director editorial de los medios de comunicación del Vaticano Andrea Tornielli, con el periodista Paolo Ruffini, el vaticanista ya jubilado Lucio Brunelli, etc.

En Mongolia

Pero, probablemente, las entrevistas más directamente relacionadas con el viaje a Mongolia y las que, al parecer, más vivamente impactaron en el entrevistador, son las que realizó a los misioneros, misioneras y laicos católicos que trató durante su estancia en el país. El cardenal Marengo, el padre Ernesto Gerolamo Viscardi, el padre Gian Paolo o las hermanas Francesca y Ana, … No faltó un encuentro con unos monjes budistas, de los que alguno estuvo presente en el acto interreligioso que protagonizó Francisco.

En cualquier caso, se trasluce el impacto que produjeron estos misioneros en el autor, no hasta el punto de convertirlo de su ateísmo, sino por el ejemplo de su vida. En algún momento de la obra, se comenta que la fe tiene mucho que ver con una intuición poética y que, para su comprensión, es necesario conocer el lenguaje poético. En esta ocasión, es el modo de vivir su fe, de manera tan profunda y viva, la que impresiona a Cercas. Hasta el punto que, en algunas de las páginas se manifieste que la solución a los problemas de la Iglesia está en que todos sus fieles sean misioneros.

Su conclusión es que, en el tema de la creencia en la resurrección, habrá que recordar las palabras ya clásicas de Lucano: Felices errore suo.

En general, quien se acerque a esta obra disfrutará con su lectura. El estilo de Cercas es muy vívido, cercano y asequible; y su técnica narrativa, sumamente atractiva, que engancha al lector, al que habrá que arrastrar para que interrumpa su inmersión en el libro. Lo que no es óbice para que no todos participen de las premisas de las que parte el autor.

Siendo verdad que en el credo católico figura la resurrección y que es uno de sus pilares, reducir a ella la esencia del cristianismo puede resultar bastante discutible. Para muchos cristianos, el centro de su creencia es Jesús y lo fundamental de sus enseñanzas es el amor al prójimo; ya lo dicen las estrofas del soneto que cita el propio Cercas:

No me mueve mi Dios para quererte
El cielo que me tienes prometido
Ni me mueve el infierno tan temido
Para dejar por eso de ofenderte.

[…]

Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera
Que, aunque no hubiera cielo, yo te amara
Y, aunque no hubiera infierno yo te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
Pues, aunque lo que espero no esperara
Lo mismo que te quiero te quisiera.

Por otro lado, se deslizan algunas pequeñas incorrecciones que, desde luego, no restan mérito alguno al valor del texto. Por ejemplo, calificar a la Compañía de Jesús como una congregación, cuando, en realidad es una orden religiosa: la diferencia entre ambos conceptos es mínima, pero real.

Concluyendo

Al final del libro, Javier Cercas puede transmitir a su madre la respuesta del Papa a su pregunta. Pero, ¿responde la obra a lo que espera encontrar el lector? Ante un texto que, como se ha dicho por el propio autor, es un “batiburrillo” de conceptos y estilos, no es fácil responder a esta pregunta.

Es cierto que se contesta, sin que ello suponga una sorpresa, a la pregunta que motivó a Javier Cercas a escribir la obra impulsado por la firma creencia de su madre. Pero también se produce un acercamiento a la figura del papa Francisco, su biografía, su carácter, su entorno y su desempeño como cabeza visible de la Iglesia católica y sucesor de san Pedro. Un asunto que cobra especial relevancia por su reciente muerte.

Índice

En busca de Bergoglio
Los soldados de Bergoglio
El secreto de Bergoglio
Epílogo
Nota del autor


El loco de Dios en el fin del mundo
Notas sobre el autor

Javier Cercas nació en Ibahernando, Cáceres, en 1962. Sus libros, traducidos a más de treinta idiomas, han obtenido importantes galardones: Premio Nacional en España, el Indpendent Foreign Fiction Prize en Reino Unido, el Grinzane Cavour en Italia, el Prix Méditerrannée en Francia, el Premio de la Crítica en Chile, el Correntes d’Escritas en Portugal, el Athenes European Prize for Literature en Grecia, el Taofen en China y el Prix du Livre Européen otorgado por el Parlamento Europeo. Ha recibido, además, premios muy prestigiosos de ensayo y periodismo así como diversos reconocimientos internacionales al conjunto de su obra. Es miembro de la Real Academia Española. Es profesor de literatura española en la Universidad de Gerona, Honorary Fellow de la Universidad de Oxford y profesor honorario de la Universidad Diego Portales, en Chile.
Entre sus libros, citar El móvil, El inquilino, El vientre de la ballena, Soldados de Salamina, La velocidad de la luz, Anatomía de un instante, Las leyes de la frontera, El impostor, El monarca de las sombras y el tríptico de la Terra Alta, compuesto por Terra Alta, Independencia y El castillo de Barbazul.

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19/05/2025 Comentarios



Redacción T21
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