NEGOCIACIÓN: Blas Lara

Artículos

Nuestros cerebros producen cada día decisiones erróneas. Son consecuencia de las patologías de la decisión que nos afectan. Para mejor entender el problema me referiré al artículo El cerebro es una máquina imperfecta, publicado aquí mismo en Tendencias21, en octubre 2007.

Antes de entrar en la descripción de esas patologías, recordemos brevemente la secuencia lógica de las etapas de la respuesta. Aunque simplificando mucho, es cómodo y pedagógico presentar sus etapas tal como sigue:

I. Activación redes de sensaciones
II. Asociaciones de memorias y percepciones
III. Estimulación de emociones
IV. Activación de redes neocorticales en racionalizaciones conscientes
V. Disparo (firing) de la acción

Recordemos sin embargo que el modo operatorio no es rigurosa y estrictamente secuencial como está descrito de I a V, sino que implica bucles, simultaneidades y marchas atrás. (En el artículo me servía de la analogía existente entre el despliegue de la respuesta y el desarrollo de un tema musical por una orquesta).

La pregunta inicial es: ¿Por qué decidimos mal?

1. La "fobia a la decisión"

La fobia a la decisión, llevada al extremo, se manifiesta cuando los mecanismos biológicos de decidir envejecen en las personas mayores. Tienen miedo de atravesar una calle; de cambiar de casa o de entorno; tienen miedo a ir a negociar sus papeles con la administración pública, o simplemente se paralizan ante un aparato moderno como el ordenador o un microondas. En el cerebro de esas personas de edad avanzada existen respuestas rutinizadas que le sirven para hacer frente a las situaciones de su vivir cotidiano, pero les resulta difícil salir de la respuesta rutinaria. Como también les es difícil modular una respuesta preexistente, pero que necesita adaptación a una situación que comporte un algo de riesgo o alguna novedad, lo que viene a ser lo mismo.

Pero la fobia a decidir no es una patología propia de la edad avanzada. Al contrario; está muy difundida entre todas las edades. Tan difundida que se comprende que haya tan pocos verdaderos managers y decisores políticos. Todos los días nos encontramos esta patología en personas que viven en una actitud de permanente evitación de la decisión. Es un bloqueo de la elicitación de la respuesta. La cadena de producción de sucesos cerebrales se estanca quizás en fase III. Es decir, en la etapa de las emociones, paralizada por el miedo (1).

2. Adherencia acrítica.

La segunda patología que se ha de mencionar es la falta de personalidad decisoria. Hay personas que poseen una escasísima paleta de respuestas para hacer frente a la variedad de problemas y situaciones que la vida les plantea: situaciones morales, interpretaciones de hechos y fenómenos, todo lo que es necesario para la vida ordinaria.

Pero para eso están las ideologías políticas, religiosas, etcétera, ya que estas ideologías ofrecen la ventaja de proporcionar a la masa de sus adeptos acríticos un prêt-á-porter de explicaciones y de respuestas simples, certificadas y codificadas. Así se explica la adherencia incondicional, y no crítica, de tantas personas a los dictámenes de tradiciones, religiones, reglamentos, ideologías, normas morales, modas, costumbres, etcétera. Estas personas, en lugar de elaborar sus propias visiones y sus propias decisiones, por pereza o estrechez mental, prefieren recurrir al empréstito. Adherir a esquemas sin reflexionar ni decidir por sí mismos, les evita el esfuerzo de elaborar respuestas propias.

3. El pánico hipervigilante.

Algunas personas toman decisiones desproporcionadamente agresivas en situaciones triviales, o frente a amenazas imaginarias de su entorno. Basta con que en su campo de percepción aparezca algo,- un objeto, persona o situación- que perturbe su equilibrio interno con un ligero o supuesto contenido de amenaza, para que broten emociones que tienden a magnificar la percepción inquietante.

Se sigue un estado de desazón y de tensión excesiva del que esas personas quieren salir cuanto antes para recuperar la tranquilidad de la homeóstasis. Para ello se pone sordina a la etapa racional (IV) que es la normalmente subsiguiente en el proceso y se salta directamente a las secuencias motrices (V).

Cuando a las personas que sufren de pánico hipervigilante se les plantea una cuestión laboriosa o simplemente algo desconocido, la respuesta (decisión) será precipitada y probablemente irracional. Quizás haya algo de eso en el activismo sin freno de algunos jóvenes directivos de empresa.

Para la fobia a la decisión y el pánico hipervigilante hay una terapia evidente, que consiste en desbloquear y sanear el tránsito de la etapa emocional a la etapa racional-voluntaria. Las estructuras neocorticales imponen orden y lógica. Es entonces cuando el cerebro es capaz de hacer distinciones claras y de identificar alternativas. Así es como el filtro de la racionalidad consciente permite compensar el desorden posible de las emociones, disciplinar las pulsiones excesivas y desbloquear las inhibiciones.

4. La parálisis hiperracionalista

Existe también una patología de signo contrario. El acto de decisión queda fallido e incompleto porque el paciente se estanca en la fase epicrítica, la IV, sin dejar paso a la fase V, la de las secuencias motrices; no por miedo a las consecuencias, sino por exceso de racionalidad. El individuo ve tantas posibilidades de fracaso, tantas dificultades, que es incapaz de dar el salto a la acción.

Exige un tal grado de claridad para pasar a la acción que nunca considera acabados sus análisis. Lo curioso y extraño es que el hiperracionalista cometa precisamente un lamentable error epistemológico. No es posible el determinismo y la certeza, porque no hay otra aprehensión de las situaciones mundanas que la probabilista. No hay decisión sin riesgo.

5. Y por supuesto, las limitaciones del cerebro humano

Una calculadora de 10 euros trabaja con más cifras y más rápidamente que el cerebro.
Nuestras limitaciones de “memoria de trabajo” son evidentes. Hay pájaros capaces de recordar cientos de escondrijos, mientras que el hombre sólo alcanza a recordar una docena.

En la vida se presentan miles de problemas combinatorios, que son como los del ajedrez aunque con muchas menos variantes. El problema está en que nuestro cerebro es incapaz de manipular simultáneamente las relaciones entre media docena de elementos. Esta torpeza nos inhabilita grandemente. Pero para eso han venido los ordenadores. ¿Providencialmente, casualmente o como una ciega necesidad histórica?

6. Estimaciones erróneas de la probabilidad

Cuando hay certeza, no hay decisión, sino determinismo absoluto de la acción. Infinitas situaciones de nuestra vida requieren decisión, o selección de una alternativa entre varias posibles, frente al azar o frente al comportamiento poco previsible del otro. El poder de decisión del hombre se encuentra restringido por la deplorable inhabilidad estadística del cerebro, su escasa capacidad para estimar los parámetros de las distribuciones estadísticas relativas a los sucesos del mundo exterior.

D. Eddy, en un viejo artículo muy citado (2), dio cuentas de un estudio empírico en el que se evaluaba el comportamiento profesional de los médicos en tanto que decisores. Sus conclusiones son muy inquietantes. Los médicos de Eddy violan de manera inverosímil las leyes más elementales de estimación de probabilidades en la práctica cotidiana. Como consecuencia de ello, aparecen como mediocres decisores en áreas tan delicadas como el diagnóstico de enfermedades y la selección de la terapéutica adecuada (*). En competición con los ordenadores y frente a idénticos casos de pacientes, las máquinas superaron claramente a los doctores.

Sobre las profundas paradojas de la decisión

La debilidad y los fallos del cerebro decisor sugieren unas reflexiones de naturaleza filosófica:

1. El ilusorio antropocentrismo de nuestra cultura occidental. Aquello de "el hombre, rey de la creación, hecho a imagen y semejanza de Dios" nos hace a veces olvidar nuestro estrechísimo parentesco biológico con las demás especies animales con las compartimos el material genético, los mecanismos bioquímicos y las estructuras cerebrales.

2. La complejidad de los problemas sobrepasa la capacidad de los dirigentes. Los cerebros de los dirigentes políticos y económicos que nos gobiernan poseen, como todos nosotros, unos instrumentos biológicos de decisión, abrumadoramente insuficientes para las complicadas tareas de la decisión social, de una complejidad sin relación con las capacidades del cerebro humano. Debieran los que gobiernan recordarlo para ser humildes y debiéramos nosotros recordarlo siempre para evitar ridículos cultos a la personalidad. (No olvidemos tampoco que, en nuestras democracias, las cualidades que determinan la ascensión política de un individuo no son precisamente las requeridas para ser un buen decisor. Hasta quizás sean las cualidades opuestas).

3. Los peligros de la decisión no crítica. En particular el peligro que supone toda clase de grabaciones (engramaciones) culturales de nuestro cerebro. Tengamos en cuenta la enorme capacidad de equivocarse que la racionalidad de empréstito, - no la de la racionalidad propia - confiere al pobre cerebro humano. Me refiero a las situaciones en que esta racionalidad de empréstito va en sentido contrario a la racionalidad individual basada en los valores instintivos de la especie y del individuo. Así es como el hombre llega a las mayores aberraciones. Por ejemplo, a la estupidez del propio holocausto gozosamente aceptado en nombre de valores artificiales creados por las ideologías, o al homicidio y al genocidio justificados por convicciones ideológicas.

4. En la racionalidad reside la clave del fantástico éxito de la ciencia y la cultura occidentales. La racionalidad de los análisis y de las decisiones es el factor clave del futuro de la especie. Si la racionalidad se impone en las relaciones entre países y entre grupos humanos, las generaciones futuras podrán sobrevivir en un mundo donde las causas de confrontación se acumulan y en el que la capacidad de destrucción se ha acrecentado miles de veces en 70 años. Tanto el Derecho como toda clase de negociaciones para evitar conflictos se han de apoyar sobre análisis y decisiones racionales.

5. No a la racionalidad exclusiva. A pesar de todo hemos de ser cautelosos con el culto excesivo a la racionalidad. A fuerza de querer racionalizar la decisión empobrecemos el conocimiento de las situaciones, despilfarramos nuestra profunda inteligencia del mundo y de los hombres, por lo general mucho más rica en la etapa intuitiva que en la etapa consciente. Las razones del corazón que no entiende la razón (Blaise Pascal).

6. ¿Qué hacer con tanta libertad de decidir? En nuestro siglo el hombre progresará gradualmente en su conquista de nuevas parcelas de libertad gracias a una más amplia conciencia y a una lucidez nueva sobre sí mismo, sobre la sociedad y sobre el universo. Pero este hombre iluminado y liberado por el saber, ¿sabrá qué hacer de la nueva libertad? ¿Y si su máquina de decidir no fuera capaz de asumir más libertad por causa de insuficiencias radicales?

7. La facultad de decidir es también un lastre y una utopía. ¿Por qué el adolescente o el hombre, al querer asumir, configurar, planificar su propia vida, ha de enfrentarse con problemas de decisión que sobrepasan ampliamente las capacidades del cerebro? Es como si el hecho de querer disponer de nuestro bien único, la vida, oponiéndose al azar, fuera ya una ambición prometeica. No hay otra vía: o la rebelión metafísica de Sísifo, o la aceptación resignada de la infinita miseria de la condición humana. Y, sin embargo, ¿hay una forma más esencial de ejercicio de la libertad que la posibilidad de elaborar para sí mismo un proyecto de existencia? ¡Qué utopia, qué paradoja, qué contradicción!


Notas al pie

(1) Amigdaliano, área medial

(2) D. M. Eddy, 'Probabilistic reasoning in clinical medicine', en Judgement under uncertainty: heuristic and byasses. Editado por Kahneman y otros. Cambridge University Press, 1980.


Blas Lara Miércoles, 19 de Marzo 2008 - 19:23

Artículos


El telespectador crítico debiera sentarse ante la pantalla con el ánimo de buscar racionalidad, objetividad y verdad, y no para ver un combate de boxeo, o un partido de fútbol en el que su equipo favorito gane.



Hay algo que es muy oportuno recordar en este momento, a la hora de enjuiciar la confrontación entre dos políticos ante las cámaras de televisión: Una de las tesis centrales de la Retórica de Aristóteles es que la falta de honradez (arete) corrompe el discurso del orador y corrompe la democracia.

Aristóteles defiende en la Retórica que es un error pensar que la democracia puede construirse gracias al debate totalmente libre de las ideas, sin ninguna cortapisa ni freno impuesto por reglas morales. Sin “virtud” la democracia no funciona , y el debate amoral la corrompe.

El ejercicio libre de la competición dialéctica fue concebido en Atenas para que la asamblea alcanzase la clarificación racional de los temas que iban a ser votados por el bien de la Polis.

¿Qué argumentos no son honrados?

El uso consciente de estadísticas falseadas.
El uso de datos que no son verificables por el público.
El afirmar como verdadera una proposición mediante una inducción incompleta. Es decir, generalizar partiendo de un caso particular o de un número reducido casos.
Utilizar de manera abusiva la emocionalidad del público que juzga.
Hacer pasar por verdaderas afirmaciones no probadas. Tanto más reprobable es el uso de contra-verdades manifiestas.
Y en general, la utilización de todas las figuras de los razonamientos falaciosos que han sido ya desde antiguo codificados en la Lógica formal.

Especificidad de la argumentación en la oratoria política

En el dominio de las matemáticas y en el de la Lógica se llega invariablemente a verdades indiscutibles y de valor universal a través del razonamiento. Y mediante él, las proposiciones falsas son fácilmente excluidas.

No se puede decir lo mismo en materia de praxis política y social. La prueba que aduce Aristóteles es que con sus “topoi” se pueden probar proposiciones opuestas, ya que las cadenas de razonamiento no parten de afirmaciones admitidas como de valor universal. (En materias sociales y políticas, lo que es bueno o eficaz aquí y ahora, no lo será en otro lugar o en otro momento).

El orador que utiliza razonamientos no honrados daña a la Polis

Dado el carácter eminentemente “deslizante” de la verdad en el dominio de la praxis política, dos personas pueden aportar sus pruebas y razones a favor de proposiciones totalmente contradictorias. Con el agravante de que una de estas personas puede inducir a error al pueblo.

En lo científico todo el mundo tiene derecho a aportar sus ideas; en la retórica es fundamental que sea una persona recta la que aporte las ideas. (El ethos es esencial). Aristóteles piensa que se ha de exigir del orador político, que instruye al pueblo con su oratoria, que haga un uso correcto de la argumentación. La moralidad es requisito indispensable para el buen uso de la oratoria en política.
La virtud en la retórica consiste precisamente en emplearla bien y para el bien. Aristóteles considera virtuoso a aquel que sabe encontrar y dar consejos correctos.

Pero cuando el orador se desentiende de la connotación moral de los medios que utiliza y trata únicamente de llegar a sus fines, la retórica deja de ser un arte que construye el equilibrio y el bienestar de la Polis. La retórica no debe ser una profesión al margen y fuera del control de la ética, como es el arte de la ingeniería.

Dice Aristóteles: Todo orador desea ganar. El problema con los sofistas es que no tienen otra finalidad que la de ganar, sea como sea.

Virtud y democracia

La competición retórica funciona bien en la Polis virtuosa y es un mecanismo indispensable para la búsqueda colectiva del bien general. La aportación de todo orador es aceptable y puede ser positiva con tal de que sea moral en su contenido y en su forma.

Por el contrario, la competición sola y por sí misma no produce la Polis virtuosa. (Es lo que quisieran hacernos creer los que usan y abusan del concepto de democracia. Ver De la démocratie en Amérique. Tocqueville).

No se trata de un libre mercado de ideas, en el que vendedor más hábil ofrezca la garantía de la verdad por el hecho de saber cómo ganar.

Aristóteles conocía y sabía…

Aristóteles conocía las durísimas luchas que el pueblo ateniense sostuvo durante más de un siglo por conseguir el triunfo de la democracia y por defenderla frente a los oligarcas, frente a los persas y frente a los espartanos.

Aristóteles sabía que pocos decenios antes de que él escribiese la Retórica, un gran debate político tuvo lugar en Atenas entre Alcibíades y Nikias, si creemos al historiador Tucídides. Ganó Alcibíades con ardides y mentiras y arrastró al pueblo de Atenas al colosal desastre de Siracusa en Sicilia y finalmente a la posterior caída ante Esparta. (Tucídides lo describe de maravilla en su libro La guerra del Peloponeso. Recomiendo la lectura de esta deliciosa obra histórica).

Para preservar la democracia de la corrupción del discurso envenenado, el proyecto principal de Aristóteles en la Retórica es poner de relieve la fuerza (energeia) del discurso racional. Moralizar con ello la actividad de los políticos cuyo trabajo consiste en influenciar las ideas y modelar las creencias del pueblo. Reducir el uso execrable de tácticas que no son honradas y el abuso de las emociones y pasiones del pueblo. Demostrar cómo el logos -la racionalidad en el discurso- , y el ethos- la honradez en el razonamiento- se necesitan mutuamente.

El razonamiento necesita la virtud para razonar por el bien de la Polis, y la virtud necesita el concurso de la inteligencia para saberse orientar hacia las finalidades correctas.

Tres ideas para concluir

1) Hay algo de utopía al aplicar las ideas de Aristóteles al complicadísimo ejercicio de la democracia en nuestros tiempos. El desarrollo de la moralidad y de la inteligencia de los pueblos no va de par con el formidable poder que dan a los políticos los medios de comunicación especialmente la televisión.

2) El telespectador crítico debiera sentarse ante la pantalla con el ánimo de buscar racionalidad, objetividad y verdad, y no para ver un combate de boxeo, o un partido de fútbol en el que su equipo favorito gane.

3) En el trasfondo de la cuestión hay una pregunta que se impone: la de saber si el formato actual del debate televisivo sirve realmente para que el telespectador llegue a posicionarse racionalmente. La respuesta podría ser positiva y hasta muy positiva. Pero sólo a costa de un gran esfuerzo que tal vez no todos los espectadores estén dispuestos a realizar.
Blas Lara Lunes, 3 de Marzo 2008 - 06:38

Intercambios

Hemos contabilizado el número de intercambios entre Rajoy y Zapatero, distinguiendo entre
- las intervenciones- número de veces que hablaron-
- los turnos de palabra cuando hablaba tras cesión de palabra por el moderador que además establecía la duración.
- Las interrupciones o usos de palabra fuera de turno para comentar, hostigar, disentir, crear confusión, etc.

Intervenciones total, 112

Turnos de palabra, 42

Interrupciones
de Rajoy, 11
de Zapatero, 27 *

Invectivas (acusaciones, descalificaciones, insultos,…)**
de Rajoy, 40
de Zapatero, 38 ***

Notas

* El número de interrupciones de Z es elevado
** El número tan elevado de invectivas que se lanzan habla de un exceso de tensión
*** Z hace muchas repeticiones de un mismo y escaso número de acusaciones

Preguntas al adversario

de Rajoy, 20
de Zapatero, 8

Notas

El que lleva el primer turno (Rajoy) y después los turnos impares está en mejor posición para orientar una temática. De la misma manera que el Otro (Zapatero) tiene la ventaja de concluirlas. Sería interesante realizar un estudio puramente operatorio de la iniciación, desarrollo y cierre de las temáticas. Quiénes son los iniciadores, estimuladores, sus roles positivos y negativos, y sus cierres.

Respuestas al adversario

Rajoy Responde : 3, No responde:2*, Evita: 0, Cambia de tema:1, Niega:1, Insulta: 1
Zapatero** Responde : 1, No responde:8, Evita: 4, Cambia de tema:4, Niega:2, Insulta: 1

Nota

* En un caso por cierre de grupo temático
** disparidades significativas
Ausencia remarcable de la broma y la ironía como útiles dialécticos, salvo un tímido “Qué barbaridad!” de Rajoy a propósito de la ecología.

OBSERVACIONES GLOBALES

Sobre el Lenguaje Corporal y la Comunicación No Verbal

Rajoy, ojos exoftálmicos, sonrisa de estatua griega del período arcaico. Bien acomodado en su asiento. Voz firme y creíble. Alguna consonante disonante (las “eses “). Momentos de aparente cansancio. Falta de convicción en la lectura de su cierre final.

Zapatero, aire deportivo en su entrada, tiende el primero la mano a Rajoy, más desenvuelto, labios contraídos y en repliegue. Voz cálida y convival, cercana al espectador. A veces cae en tono retórico. En el cierre final, cae en la gestualidad brusca, no espontánea de los brazos. Pero la voz es convincente.

Algunos momentos remarcables

Turno de palabra 31: (Tinell) Z rehuye la mirada
Turno de palabra 37: Z baja la cabeza, como abrumado. Busca la mirada del moderador como pidiendo que eche una mano. Se repondrá enseguida.
Turno de palabra 39: El lenguaje de R comienza a flotar y a ser impreciso, descentrado.

¿Qué es el Análisis Externo?

Es un análisis que evita deliberadamente enjuiciar la pertinencia y la validez de los argumentos de los locutores. Nos limitamos a la exposición de datos incontrovertibles y frecuentemente hubieran podido ser numerizados, aunque sea solamente sobre escalas (no euclidianas) de intensidad, si se desea realizar análisis estadísticos más avanzados.

¿Por qué haber hecho un Análisis Externo?

Inmediatamente después del debate se han sucedido encuestas comentarios y posicionamientos totalmente antagónicos, lo que es paradójico cuando hay un objeto único y público de análisis. Que hay un gran margen para la subjetividad y los prejuicios lo empezó a demostrar la emisión 59”, donde al menos tres participantes, dos de izquierdas y uno de derechas, se ilustraron por su espíritu partidista.

Lo que prueba que los incondicionales carecen de capacidad crítica para poder realizar un análisis objetivo y que cuando son llamados a esas emisiones perturban al oyente que desea formarse una opinión objetiva.

El Análisis Externo del que he presentado un esbozo, intenta llegar a un máximo de objetividad. Aunque prácticamente, en el momento de asignar una secuencia lingüística a tal categoría o a tal otra, las cosas no estén siempre claras y sea inevitable introducir algún sesgo en una interpretación de un detalle.

Se deja al lector atento a quien incumbe sacar sus propias conclusiones a partir de los datos del Análisis externo.

Un estudio numérico ulterior es posible, contando con la ayuda de algún lector benévolo que desee cooperar a una tarea de análisis de texto y /o explotación estadística.
Blas Lara Viernes, 29 de Febrero 2008 - 09:56


En este artículo pretendo
- Llamar la atención sobre la importancia de la Comunicación No Verbal en la exégesis del debate televisivo. (Parte 1. LA CNV EN EL DEBATE).
- Proponer al lector un instrumento para realizar un análisis tan objetivo como posible de ese mismo debate. (Parte 2. PERFIL DIACRONICO).



Parte 1. LA CNV EN EL DEBATE

Recordemos

- Que hay dos locutores principales, activos y directos, A y B.
- Un público P (presente en la sala y delante de sus televisores).
- El espacio de Comunicación es triangular - A, B y P – pero la comunicación entre los locutores activos directos es casi un mero pretexto para hablar a P.

Lo que se pretende observar en un debate

No es tanto la batalla de ideas y razonamientos de la Comunicación Verbal lo que esperan muchos espectadores. Saben ellos bien que los locutores vienen con guiones aprendidos y repetidos decenas de veces y de los que procuraran no apartarse demasiado. Saben que oirán muchas frases precocinadas de antemano, y más que manoseadas, slogans de campaña que van a tratar de ensartar uno tras otro.

Por consiguiente partiré en este artículo de una hipótesis tal vez discutible: La comunicación con el público P es preponderante y lo que al espectador le interesa es descubrir en A y B características tales como: sus valores intelectuales, las virtudes morales, la solidez de la personalidad, la altura de miras y una esperanza de futuro.

Son seguramente los aspectos de la comunicación que van a impactar más decisivamente a través de la Comunicación No Verbal.

En una situación de comunicación como es la del debate TV, los mensajes son vehiculados por canales diferentes:

- El nivel audible lingüístico de la Comunicación Verbal.
- El nivel audible paralingüístico de la Comunicación No Verbal.
- El nivel no audible paralingüístico (kinésico) de la Comunicación No Verbal.

Hay que notar que los mensajes emitidos sobre diferentes niveles pueden ser contradictorios. Ejemplo: La vieja expresión de cariño de una madre a su hijo pequeño:”Niño, que te voy a matar”. Recuérdese la expresión de Talleyrand: "La parole a été donnée á l'homme pour cacher sa pensée".(La palabra ha sido dada al hombre para ocultar sus pensamientos).

Sentido de la Comunicación No Verbal (CNV)

Cita de Ibn Hazm de Córdoba : Entre enamorados … A las alusiones verbales, una vez llegados la aceptación y el mutuo concierto, suceden señales hechas con los ojos, que juegan a este respecto un laudable papel y rinden efectos maravillosos. Con la mirada se aleja y se atrae, se promete y se amenaza, se reprende y se da aliento, se ordena y se veda,... se pregunta y se responde, ....Cada una de estas acciones tiene un signo especial en la mirada; pero estos signos ... no pueden ser pintados ni descritos sino en muy pequeña parte. Voy tan sólo a declarar aquellas cosas que son más fáciles: Una seña con el rabillo de un ojo sólo denota veto de la cosa pedida. Una mirada lánguida es prueba de aceptación (en los juegos del amor). La persistencia de la mirada es indicio de pesar y tristeza. La mirada de refilón es indicio de alegría. El entornar los ojos da a entender amenaza..." (Extracto de "El collar de la paloma").

Es un hecho reconocido desde la Escuela de Palo Alto, y aún bastante antes, que la Comunicación No Verbal precede a la Comunicación Verbal sobre todos los aspectos. Es una forma de comunicación que en nuestra especie es ciertamente anterior a la verbal. Y además la CNV es más importante en términos de interacción humana en profundidad..

Se ha de distinguir entre el mensaje «deseado, pretendido, consciente», y los mensajes de la CNV, que actúan en principio por vía subliminar e inconsciente. Son mensajes relativos a la Comunicación de actitudes e intenciones del emisor, que quizás queden ocultas para él, pero que pudieran ser trasparentes para el Otro si sabe descodificarlas).

La primera comunicación entre dos personas, la más importante, es silenciosa y es raíz y fuente de toda otra forma de comunicación. (Entre A y B y con P).

Lo que hay que observar

Mehrabian y Ken Cooper, basándose en una serie de tests, estiman que los impactos de los distintos medios de comunicación sobre el oyente se sitúan en este orden: En primer lugar el rostro y el cuerpo contribuyen con más de la mitad a la comunicación de las actitudes interiores. La voz, con un tercio. El resto, alrededor de un décimo solamente, queda para el mensaje oral propiamente dicho.

Pensemos en el gran poder de comunicación de emociones que poseen las obras cumbres del cine mudo (tales como los filmes de Eisenstein) y en la fuerza de las imágenes en la escritura cinematográfica contemporánea, generalmente superior a la del guión escrito.
En el mismo orden de ideas, los animales domésticos, como el gato y principalmente el perro, poseen extrañas facultades para "leer o adivinar," por mera presencia corporal y por los gestos o movimientos no intencionales, los estados de ánimo de sus dueños y el miedo o las intenciones agresivas de los extraños.

Indicadores generales del lenguaje corporal

Antipatía/simpatía. Observar: Maneras de estrechar la mano o de evitar ulterior contacto con el Otro.

Distancia. Observar: Direcciones hacia las que se inclina el locutor (hacia adelante o hacia atrás). Si dirige con frecuencia la mirada al Otro o rara vez.

Contracción /relajamiento. Observar: Diversas posiciones de brazos y piernas. El ángulo del cuerpo con relación al asiento. Posición relajada de las manos y el cuello

Actividad + reactividad. Observar: Rotación del tronco. Gestualidad del rostro. Ritmo de la voz.

Las expresiones faciales

La lectura de las expresiones faciales ha sido conocida y practicada por los fisionomistas desde tiempos inmemoriales. Todos admiramos la formidable expresividad de los rostros pintados por los grandes maestros del retrato como Albert Dürer.

Un ejercicio fácil y distraído que se puede recomendar al lector es el de mejorar su acuidad de interpretación de la CNV analizando la variedad y la significación de las expresiones de los presentadores de televisión o de los participantes en debates televisados.

El autor americano R.Birdwhistell estima que es posible reconocer miles de expresiones faciales diferentes.

A título de ejemplo simplemente, y sin pretensión alguna de rigor científico, proponemos el ejercicio que sigue:

Fijemos nuestra atención en tres componentes principales del rostro: las cejas, los ojos y la línea de los labios.

A) Las cejas, indicadores del estado de alerta pueden tomar cuatro posiciones:
A1: cejas horizontales en posición normal (reposo)
A2: cejas horizontales en posición alzada (admirativa)
A3: cejas en posición de V invertida (desagrado)
A4: cejas en posición de V normal (enfado)

B) Los ojos, espejo o ventana del alma, como decimos vulgarmente, pueden tomar las posiciones:

B1: ojos muy abiertos (agrado o irritación)
B2: ojos y párpados medio abiertos (aburrimiento)
B3: ojos y párpados normales, en calma.

C) La línea de los labios, instrumento de comunicación, para hablar y para besar. Pero también muy significativamente ligado a quehaceres de más cruda animalidad, como comer, morder, tetar. Pueden distinguirse al menos las siguientes posiciones de la línea de los labios:

C1: horizontal (reposo)
C2: rincones de labios caídos hacia abajo (disgusto)
C3: rincones de labios alzados hacia arriba (placer)
C4: un rincón asciende y el otro desciende (desinterés)
C5: labios en forma de letra O (admiración)

El número de configuraciones faciales que se obtienen combinando simplemente los estados mencionados de estos tres componentes del rostro se eleva ya a 4 x 3 x 5 = 60 configuraciones.

Véase a título de ejemplo, la correspondencia existente entre las configuraciones faciales y los diferentes estados anímicos:

Agrado: cejas:A1; ojos: B1; labios: C3.
Desagrado: cejas:A3; ojos:B2; labios:C2
Enfado : cejas:A4; ojos:B1; labios:C4
Calma:cejas:A1; ojos:B3; labios:C1
Actitud abierta: cejas: A2; ojos:B1; labios:C5
Actitud cerrada: cejas:A1; ojos:B2; labios:C4

Voz

La primera forma de comunicación de los humanoides es probablemente el gruñido. El gruñido es un gesto que los humanoides, aún mal equipados para la fonación, debían emitir al unísono con gestos de las manos y de los pies, algo así como hacen los niños de cuatro meses. Esos sonidos o gruñidos eran un grito emocional que acompañaría al esfuerzo ejercido por un grupo en común. Fueron también imitación de los animales.

En la Comunicación Verbal hay metamensajes implicados e implícitos, es decir, mensajes que van más allá de los contenidos directos de la CV. Una voz armoniosa es cautivadora, tiene en cierto modo valor hipnótico, y el oyente no es generalmente consciente del efecto profundo de la voz sobre él. Se han hecho estudios de correlación entre los rasgos de personalidad, los estados de ánimo y las cualidades de la voz. Ken Cooper relaciona las cualidades de la voz con mensajes implícitos a un nivel más profundo de la comunicación.

Las cualidades de la voz son: tono de base, amplitud de tono, volumen, velocidad, continuidad.

Entre los mensajes implícitos positivos están: la credibilidad, la persuasión, el cariño, la satisfacción, el calor y el afecto. Sus contrarios, son mensajes negativos que la voz puede vehicular.

Cuerpo

Los gestos de las manos y los movimientos del cuerpo tienen un valor altamente simbólico. Los pueblos mediterráneos, por ejemplo, griegos e italianos, poseen un amplio vocabulario de gestos altamente rico en color y en significado.

Existe una especie de alfabeto de gestos propios a cada persona que es más o menos variado. Los gestos, espontáneos y suaves o bruscos y artificiales, nos dicen mucho de “lo bien que se siente el locutor consigo mismo y en su relación con el entorno”. Nuestra manera de estar en el mundo.

Aparte de la simbología asociada a los grupos culturales específicos, existen gestos y posiciones del cuerpo ligados a la naturaleza de la especie y, por consiguiente, de significación universal. Citaremos algunos a manera de ejemplo. Su interpretación al nivel de los estados anímicos es obvia.

- El que agita el dedo índice o pulgar cuando se dirige a los demás.
- El que piensa con la cabeza apoyada en una mano o un brazo.
- El que piensa rascándose la cabeza sin cesar.
- El que anda como abrumado por el peso de la existencia.
- El que no osa mirar a la cara al interlocutor.
- El que estando sentado golpea el pie con impaciencia.
- Las diferentes maneras de sentarse: piernas abiertas, cruzadas, etc.
- El que se acaricia el cabello mientras habla.
- etc.

La manera como un individuo utiliza y se mueve en su territorio personal da igualmente lugar a interpretaciones interesantes y generalmente obvias.

- El espacio que interpone una persona entre ella y el otro u los otros. Por ejemplo, el orador entre el auditorio y él, cuando está de pie.

La extensión del espacio territorial privativo de cada persona depende de las culturas. No es lo mismo en el Medio Oriente que en Europa central. En el interior de una misma cultura, la extensión del territorio individual difiere significativamente según el grado de refinamiento (o de snobismo) de las personas. Penetrar en este reducto personal de menos de un metro alrededor del individuo, es una forma larvada de violación de su intimidad. Hay quien lo hace como forma de intimidación (como la policía), para mostrar fuerza ante el Otro. O al menos para mostrar al Otro que no se está intimidado por él.

Parte 2. EL PERFIL DIACRONICO

Procedimiento

Se puede estudiar cada mensaje aislado y después pasar al mensaje de la transacción que es una unidad de análisis consistente en dos mensajes contiguos.

El material de trabajo ideal para un trabajo cómodo es una grabación en video del debate. Aunque naturalmente, el telespectador atento puede obtener ya mucho en directo ante el televisor.

En primer lugar conviene numerar las intervenciones, asociándolas a un simple código del interviniente. Así, para los locutores A y B, la secuencia se presentaría como sigue:
1A, 2B, 3A, etc. Nótese que se pueden intercalar igualmente las intervenciones significativas del moderador M.

Pasando a considerar los mensajes contiguos, es decir las transacciones, nos va a ser posible cualificar cada intervención con:

- Una cualificación de control
- Una cualificación operatoria
- Una cualificación socio afectiva

Parámetros de control

Extendiendo la clasificación de Bateson (transacciones simétricas o complementarias) consideraríamos para cada pareja de transacciones las modalidades siguientes:

Uno: pregunta / Otro: responde.
Uno: afirma algo / Otro: expresa su acuerdo.
Uno: expresa su acuerdo / Otro: prosigue y extiende
Uno: afirma algo / Otro: contrapone otra afirmación
Uno: requiere, conmina / Otro: contrapone un requerimiento
Uno: requiere, conmina / Otro: cede ante el requerimiento

Parámetros operatorios

Contenido temático:

- A o B mantiene el mismo tema
- Lo cambia de manera apropiada
- Lo cambia de manera inapropiada
- Esquivando
- Con una broma
- Con una intrusión
- Con el silencio

Modalidad del contenido aportado por A o B:

• Aporta informaciones
• Aporta datos estadísticos no verificables por el espectador
• Escapadas retóricas
• Refugiarse en generalidades y grandes principios cívicos o morales

Parámetros socio-afectivos

Valoración de los mensajes de Comunicación No Verbal. Atribuir una nota al significado afectivo y relacional mediante un signo positivo o negativo y una indicación de la intensidad sobre una escala que vaya por ejemplo de -3 a +3.

Mensajes faciales (ojos, labios, cejas): Por ejemplo, ira intensa, -3

Voz: tono, amplitud, volumen, etc. (Ver arriba)
Gestos corporales: idem arriba.

Evaluación afectivo-relacional de la actitud en el mensaje de A o B. Por orden decreciente:
Actitudes positivas. Cortesía. Crea diálogo. Concede razón. Opone sus ideas con respeto
Actitudes negativas: Acrimonia. Acusaciones. Descalificaciones. Argumenta ad hominem.

El perfil diacrónico del debate

El perfil diacrónico resulta de la puesta en secuencia de todas las intervenciones codificadas y cualificadas según los tres parámetros ( de control, operatorios y socio-afectivos).

Lo que nos dará un tablero como sigue:
Intervención Locutor Cualificación Control Cualificación Operatoria Cualific. afectiva
1 A …… …… ……
2 B …… …… ……
etc.

Las columnas Cualificación Control, Cualificación Operatoria, Cualificación Socio-afectiva contienen naturalmente expresiones lingüísticas. (Pero pueden admitir una razonable numerización mediante variables definidas sobre escala discreta. Y en ese caso es posible utilizar interesantes estudios de análisis de datos con técnicas de estadística multivariada y tests no métricos).

Otras posibilidades obvias son:

- Analizar la evolución del debate a través del tiempo.
- Comparar entre sí los perfiles de los dos locutores mediante gráficos o tableros paralelos.

Blas Lara Lunes, 25 de Febrero 2008 - 11:39

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Actores/intervinientes en un debate

- Locutores directos, las dos partes A y B. (Que pudieran estar representadas cada una por una sola persona o por varias).
- El moderador, si lo hay. Es un actor indirecto que interviene con intensidad variable.
- El público, que es un interviniente pasivo, pero de una presencia determinante en la conducción de los movimientos o jugadas de los partes activas y directas, A y B.

EL MODERADOR

El moderador es frecuentemente un tercer jugador.

Su rol principal es velar por que las reglas del juego sean respetadas: las reglas acordadas y convenidas de antemano. El orden del día al que han de atenerse los locutores es una de las reglas más decisivas. Estas reglas preestablecidas pueden jugar en ventaja de uno de los locutores.
Es discutible si el moderador debe también extender su control al respeto de las reglas de moralidad en el debate. Mucho más discutible aún si puede intervenir cuando alguien viola flagrantemente las reglas de la lógica utilizando la falacia, la inducción incompleta, el dato falso o inexacto, etc.

Tareas positivas del moderador

Es tarea del moderador construir el espacio de diálogo y hacerlo avanzar en caso de estancamiento.
Si no lo hacen los actores principales es necesario que alguien:

a) introduzca el tema,
b) ayude a definir las posiciones contradictorias que son la materia prima del debate,
c) aporte un suplemento de energía al debate, o a veces la modere,
d) lleve la agenda del debate,
e) administra equitativamente los tiempos de palabra.
El moderador puede asumir muchos roles orientados hacia la eficacia y la brillantez de la discusión. Entre ellos los de lanzador de ideas, informador, investigador, secretario, observador, comentador, estimulador, mediador, protector o creador de valores, ser quien eleve el nivel del debate, etc.

Intervenciones negativas del moderador

Un moderador puede trocar un desarrollo de ideas, cambiar de tema, neutralizar la ventaja adquirida por uno de los contendientes mediante una broma, una desviación de atención, etc. O ayudar a evitar ciertos temas, a camuflarlos, a tratarlos superficialmente, etc.

El rol del moderador es flexible en principio. Y ya que puede ser decisivo, convendría que estuviese claramente definido y convenientemente delimitado. Antes que nada para evitar favoritismos y “partis pris”, claramente detectables por un analista objetivo en algunas emisiones de las televisiones españolas. (Por ejemplo en algunos 59”).

LOS ESPACIOS EN QUE SE PRODUCEN LOS MOVIMIENTOS DE LOS ACTORES

El fenómeno del debate televisivo es tanto una instancia de juego como una situación de comunicación.

Los actores producen, durante el proceso del debate, una sucesión de movimientos que pueden ser repertoriados en los espacios siguientes:

1. El Espacio de Comunicación, que cubre la Comunicación no verbal (lenguaje corporal) y verbal (locución).
2. El Espacio del Juego Dialéctico donde se registran los intercambios de razonamientos, su despliegue y variaciones.
3. El Espacio del Juego Psicológico o de confrontación de dos personalidades. Por momentos, los juegos pueden abandonar el aséptico terreno de las ideas y devenir fuertemente personalizados implicando intensamente las personas mismas de los actores. (Por ejemplo, a consecuencia de una argumentación ad hominem). Muchos de los movimientos más significativos de un proceso tienen lugar en ese que llamamos Espacio Psicológico.

En estos espacios se sitúan los movimientos de los locutores y en ellos tienen lugar las batallas de las ideas y las confrontaciones implícitas o explícitas.

Las descripciones de los movimientos y las trayectorias o jugadas sobre esos espacios nos permiten detectar lo esencial de lo que ocurre en un debate. Como se suele decir en la literatura, desvelar el “kernel “ o núcleo de todo otro proceso de interacción, conflicto o negociación.

Es evidente que existen jugadas individuales que se proyectan simultáneamente sobre dos espacios o sobre los tres a la vez.

Por consiguiente la labor del analista, que pretende ser objetivo, consistirá en:

1) Ver cómo se crea un Espacio de Comunicación y cómo se mantiene y evoluciona.
2) Analizar los desplazamientos de los locutores en el Espacio de las Ideas.
3) Registrar los eventos en el Espacio Psicológico de la confrontación de las personalidades.


1 EL ESPACIO DE COMUNICACIÓN

La esencia última del debate: perspectiva de neurociencias

Asignamos al Espacio de Comunicación las secuencias de señales verbales y no verbales que los locutores mutuamente se dirigen, y más generalmente todas aquellas que cada emisor produce durante el proceso. Independientemente del hecho de que el Otro la reciba o no, ya que muchas de esas señales no serán captadas. E independientemente de que el receptor la descodifique incorrectamente.

“Cualquier interacción de la vida ordinaria entre la persona A y la persona B, puede ser descrita como una sucesión de intercambios de mensajes verbales y no verbales, que son secuencias de recepción de informaciones y de emisión de repuestas entre dos cerebros. En última instancia, toda interacción binaria es una confrontación en sincronía entre dos cableados cerebrales diferentes, el de A versus el del B.” (El Cerebro es una Máquina Imperfecta. Blas Lara. Tendencias21.net. 06/10/2007).

En el momento mismo en que entran en interacción dos cerebros comienzan a vivir en común un “juego”, con todos los elementos que lo constituyen, tal como fue definido en una bitácora precedente (Los debates políticos en televisión. En este mismo blog).

En el debate las percepciones de los actores se sincronizan sobre unos objetos comunes, aunque después las representaciones diverjan y de ahí que generen oleadas de intereses y emociones límbicas que podrían ser muy diferentes. (Si no difiriesen en nada, no habría espacio para jugadas, movimientos y confrontación. Se acabaría el juego).

Los instintos de base son convocados y estimulados por las percepciones del mundo exterior. Son ellos los que a lo largo del intervalo de sincronización inducen una variedad de emociones en los cerebros de los actores. Y los que conducirán a los actores a producir cadenas de respuestas de competición, depredación, posesión, victoria sobre el otro, etc.

Grados de sincronización

Por sincronización entendemos la vivencia simultánea por dos cerebros de unas experiencias comunes. (Aunque las activaciones emocionales puedan ser diferentes). Un modo de sincronización se presenta tanto en una simple venta en una tienda como, en otro extremo, en las interacciones intensas de una discusión acalorada acompañada de erupciones de sentimientos de odio o de amor.

La comunicación no verbal es una fuente muy fecunda de datos de primera mano para el analista que debe estar atento a una serie de señales emitidas por los locutores. Gestualidad agresiva o sumisa. Modos de control y cesión de la palabra. Las ceremonias y los rituales de cortesía. El asumir roles de enseñante en un debate sin que nadie se lo pida. Mostrar que cree uno en sí mismo, seguro en la expresión de sus ideas, quizás desprovisto de espíritu crítico.. O desarrollar espontánea o tácticamente un cierto grado de empatía con el otro locutor y con el público.

A lo largo del debate, en tanto que analistas, vamos a observar sin duda una evolución en el Espacio de Comunicación y algunas fluctuaciones en el grado de sincronización. Se pueden presentar debates sosos y debates ardientes. Procesos planos, horizontales y sin paisaje, versus procesos con picos altos y valles profundos. Los procesos de intercambio acabarán unas veces en un sentimiento exaltante de victoria y otras en el sentimiento inverso de derrota humillante que arruina la autoestima

Para caracterizar y medir esas fluctuaciones introduciremos la noción de perfil diacrónico del proceso, que es una forma de registrar los movimientos de los locutores en el Espacio de Comunicación. En una contribución próxima detallaré las técnicas de lo que he llamado “Análisis externo”, a fin de significar unos procedimientos objetivos y cuantificables, que dan lugar a enunciados exentos de partidismo.
Blas Lara Martes, 19 de Febrero 2008 - 20:14

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Blas Lara
Blas Lara
Actividades profesionales ejercidas: Catedrático de la universidad de Lausanne, Jefe del departamento de Informática, Investigación Operativa y Estadística de Nestlé (Vevey). Libros principales: The boundaries of Machine Intelligence; La decisión, un problema contemporáneo; Negociar y gestionar conflictos.

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