En tiempos de crisis las mujeres gastan más, a pesar de sus preocupaciones económicas, señala una encuesta realizada por psicólogos de la Universidad de Hertforshire, en el Reino Unido.

En dicha encuesta, se reveló que algunas mujeres utilizan las compras como regulador emocional, una forma de anestesiarse a sí mismas contra los sentimientos negativos o la insatisfacción vital que padecen en épocas difíciles.

De las 700 mujeres encuestadas, cuatro de cada diez mencionó la “depresión” y seis de cada diez “el sentirse un poquito bajas de moral” como razones para gastar dinero en juergas o derrochar dinero en compras.

Según los investigadores, este tipo de derroche, o consumo compensatorio, sirve como fórmula de regulación de emociones intensas. Y tiene su lado positivo, porque esta capacidad para regular las propias emociones resulta crucial para el bienestar mental y físico.

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