Los antioxidantes son cada vez más aclamados por resultar beneficiosos para la lucha contra la enfermedad y el envejecimiento, pero un estudio reciente de la Kansas State University, advierte de que también pueden ocasionar serios daños en la función muscular, porque limitan la cantidad de oxígeno del torrente sanguíneo.

En la investigación se descubrió que consumir dosis amplias de antioxidantes, aunque tenga efectos beneficiosos a corto plazo, puede realmente ser nocivo y hacer que los problemas empeoren.

Los científicos analizaron cómo los músculos controlan el flujo sanguíneo y los efectos de diferentes dosis y tipos de antioxidantes en ellos. Las anomalías en el sistema circulatorio –derivadas del envejecimiento o de enfermedades- pueden deteriorar el reparto de oxígeno por los músculos y, en consecuencia, aumentar la fatiga durante la actividad física.

Hasta ahora, se pensaba que los antioxidantes podrían revertir estas anomalías, pero lo cierto es que se ha demostrado que algunos de ellos tendrían el efecto contrario, puesto que ciertos oxidantes de nuestro propio organismo –que se verían afectados por los antioxidantes- ayudan a incrementar el flujo sanguíneo y, en consecuencia, a garantizar nuestra salud.

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