"La gente de perro" -aquellas personas que aman tener estos animales- y "la gente de gato" -los individuso que suelen escoger gatos como mascotas- realmente tienen personalidades diferentes, señala un nuevo estudio del que se hace eco la revista LiveScience.

En este, aquellos participantes que afirmaron ser amantes de los perros tendieron a ser más animados (más enérgicos y extrovertidos), y también a ser más estrictos con el cumplimiento de normas y reglas.

Los amantes de los gatos, por el contrario, resultaron ser personas más introvertidas y más sensibles que los amantes del perro. Además, los amantes de los gatos también tendían a ser más inconformistas, y menos propensos a seguir reglas.

Por último, hubo en el estudio un hallazgo que podría provocar rivalidades entre dueños de perros y gatos: las personas que preferían estas últimas mascotas puntuaron más alto en inteligencia que los amantes de los perro.


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