Investigadores de la University of South Dakota, en Estados Unidos, han descubierto que cuando tenemos niveles más altos de glucosa en la sangre (o tenemos más energía disponible en el organismo) tendemos a tomar decisiones más orientadas hacia el futuro.

En un estudio realizado, los investigadores preguntaron a un grupo de voluntarios, si preferían recibir cierta cantidad de dinero al día siguiente, o una cantidad de dinero mayor más adelante.

Las preguntas fueron contestadas antes y después de beber bien una bebida azucarada bien una bebida que contenía edulcorantes artificiales. Al inicio del experimento y después de que los voluntarios tomaran estas bebidas se midieron sus niveles de glucosa en sangre.

Los resultados obtenidos demostraron que las preferencias de la gente por recibir la recompensa antes o después estaban relacionadas con el nivel de glucosa en sangre. Así, los voluntarios que tomaron la bebida con azúcar tendieron más a elegir recibir más dinero más tarde que el resto de los participantes en la prueba.

Según los científicos, esto se debe a que el futuro es más abstracto que el presente y, por tanto, para reflexionar sobre él nuestro cerebro requiere una mayor cantidad de energía. La glucosa en sangre, como combustible cerebral, podría así fortalecer la capacidad de procesar procesos cognitivos relacionados con eventos futuros.

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